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jueves, 14 de abril de 2011
GAGOMILITARIA NOTICIAS.-LIBIA, FRANCIA E INGLATERRA PIDEN MAS PRESION , MIENTRAS QUE LOS REBELDES PIDEN MAS PARTICIAPACIÓN DE LOS EE.UU
Sarkozy y Cameron quieren 'presionar' más en Libia para 'defender a los civiles'
* El encuentro se produce antes de la reunión que los jefes de la diplomacia de la OTAN mantendrán en Berlín
* EEUU: 'Hemos recibido noticias de nuevas atrocidades cometidas por las fuerzas de Gadafi en Misrata'
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron, han acordado incrementar "la presión militar" sobre Muamar el Gadafi, según ha indicado el Elíseo tras el encuentro entre ambos líderes en la víspera de la reunión de la OTAN.
Tras entrevistarse y tras la posterior cena de trabajo, Sarkozy y Cameron manifestaron su acuerdo de "presionar militarmente" al régimen del dictador libio, ya que entienden que "ha tomado la determinación de mantener una guerra que va dirigida contra su propio pueblo", según la misma fuente.
"Debemos movilizar a todas nuestras fuerzas", ha señalado el Elíseo, tras los llamamientos de Francia y Reino Unido al resto de países de la OTAN para que intensifiquen sus esfuerzos militares, en una etapa en la que pesa el miedo a que la intervención en Libia se complique aún más y llegue incluso a empantanarse.
"Es importante que la coalición muestre su firme compromiso de defender a los civiles, terminar con el estado de sitio, propio de la Edad Media, de Misrata y Zeten (oeste), y hacer que las tropas de Gadafi vuelvan a sus cuarteles", precisa la fuente francesa.
Este encuentro se produce en vísperas de la reunión que los jefes de la diplomacia de la Alianza Atlántica mantendrán en Berlín, este jueves y este viernes, en busca de un acuerdo sobre la crisis libia que es difícil de alcanzar, dos semanas después de la intervención de la OTAN.
Francia y Reino Unido se han puesto de acuerdo para convencer al Consejo de Seguridad de la ONU de que adopte una resolución autorizando "todas las medidas necesarias", incluyendo ataques aéreos, para proteger a la población civil del régimen de Muamar el Gadafi.
EEUU condena los ataques de Gadafi
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, ha condenado este miércoles que el régimen de Gadafi persista en los "brutales" ataques contra la población civil, en contra de lo establecido por las Naciones Unidas.
"Hemos recibido preocupantes noticias de nuevas atrocidades cometidas por las fuerzas de Gadafi contra los civiles en la ciudad de Misrata", explicó Clinton en un comunicado oficial.
Según EEUU, el régimen está destruyendo suministros de comida, agua y electricidad en la ciudad "en un aparente intento de someter a su pueblo".
Asimismo, Clinton asegura que oficiales del régimen han amenazado en los dos últimos días con atacar cualquier barco de ayuda humanitaria que intente acercarse al puerto de Misrata.
En el comunicado, EEUU insiste en que la comunidad internacional continúa hablando "con una sola voz" en apoyo de una transición que lleve a un futuro más próspero para el pueblo libio.
"EEUU está reuniendo información sobre las acciones de las fuerzas de Gadafi que puedan constituir violaciones de los derechos humanos, que deben estar adecuadamente documentadas y catalogadas", prosigue el documento.
El comunicado llega en un momento en que Londres y París presionan a la OTAN para que intensifique sus ataques contra las fuerzas de Gadafi y garantice la protección de la población civil.
La OTAN y una veintena de países acuerdan financiar a los rebeldes libios
* El pacto fue anunciado tras la reunión diplomática celebrada en Doha
* En el encuentro se analizó también la posibilidad de armar al Gobierno de Bengasi
* Trinidad Jiménez asegura que la 'presión internacional es tal que tiene que conseguir resultados'
* El Consejo Nacional de Transición libio rechaza reunirse con el ex ministro Kusa, que huyó al Reino Unido
El Grupo de Contacto sobre Libia decidió este miércoles en Doha poner en marcha un "mecanismo de financiación temporal" para ayudar al Gobierno rebelde de Bengasi, que controla el este del país africano. El objetivo es "mantener los servicios básicos" en esta zona, según explicó el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague.
El Grupo de Contacto afirmó que es necesario que Muamar el Gadafi renuncie para que "el pueblo decida su futuro y comience un proceso político". Así lo anunció el ministro qatarí de Asuntos Exteriores, el jeque Hamad bin Yasim bin Yaber al Zani, flanqueado por Hague y el italiano Franco Frattini.
Por su parte, el jefe de la diplomacia francesa, Alain Juppé, señaló que el objetivo del Grupo de Contacto es llegar a un "alto el fuego" con la condición de que Trípoli se retire de las ciudades controladas por los rebeldes.
¿Armas para Bengasi?
Italia manifestó su deseo de armar a los rebeldes, un tema delicado que también se discute en Doha. Estados Unidos ya dio su visto bueno a esta iniciativa. Sin embargo, otros, como la OTAN, la rechazan, pese a que el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, admitió sin rodeos que el operativo militar actual no es suficiente para poner fin al conflicto. "Necesitamos poner en marcha un proceso político", dijo.
El Reino Unido, junto a Francia, se ha mostrado estos días muy crítico con la operación 'Protector Unificado' de la Alianza Atlántica, ya que, a su juicio, no está contribuyendo a proteger lo suficiente a la población civil. Hague recordó que el Consejo de Seguridad de la ONU fijó un embargo de armas para toda Libia, pero añadió que "en ciertas circunstancias es posible, de acuerdo con esas resoluciones, proveer a la gente con los medios para que se defienda a la población civil".
La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, se mostró optimista de cara al futuro: "Es tal la presión internacional, la determinación y la voluntad de decirle a Gadafi que se tiene que marchar que en algún momento tiene que conseguir resultados".
Llamamiento de Ban Ki-moon
En la reunión del Grupo de Contacto estuvieron presentes una veintena de países y organizaciones, entre ellas la OTAN y la ONU. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aseguró en la apertura de la reunión que cerca de "3,6 millones de personas" podrán necesitar ayuda humanitaria en Libia.
Ban aprovechó para realizar un llamamiento a recaudar 310 millones de dólares con el fin de apoyar al pueblo libio y aseguró que hasta el momento sólo se ha conseguido el 39% de esta cantidad.
La anécdota de la jornada fue que el Consejo Nacional de Transición (CNT) libio rechazó mantener un encuentro con el ex ministro libio de Asuntos Exteriores Musa Kusa . El ex jefe de la diplomacia libia desertó de las filas de Gadafi hace dos semanas huyendo a Londres.
Mientras, el ejército de EEUU continúa a bombardear a Libia. El Pentágono señaló este miércoles que sus aviones han lanzado ataques incluso después de que el mando de la operación pasara a la OTAN, pese a que en un primer momento Washington había anunciado su vluntad de quedarse en un segundo plano limitándose a apoyar la Zona de Exclusión Aérea.
Alemania expulsa a cinco diplomáticos libios
* Debido a las presiones que los representantes de Gadafi ejercían sobre sus compatriotas
El ministerio alemán de Exteriores anunció este miércoles la expulsión de cinco diplomáticos de Libia. En un breve comunicado, se informó de que la decisión se debe a las presiones ejercidas por los representantes del régimen de Muamar Gadafi sobre sus compatriotas residentes en Alemania.
Andreas Peschke, portavoz del mencionado ministerio, explicó que la expulsión no obedece a razones políticas ni es una señal contra Trípoli. Se trata de "una decisión ligada a criterios diplomáticos", indicó, añadiendo que los expulsados incumplieron las normas básicas de la diplomacia.
Peschke reconoció que las autoridades alemanas han recurrido a una medida extrema y que no recordaba una expulsión tan masiva en los últimos años en Alemania. El Ministerio de Exteriores, que ha dado un plazo de una semana a los expulsados para abandonar Alemania, se ha basado en el Tratado de Viena sobre las relaciones diplomáticas para ordenar la expulsión.
Dicho tratado permite al Estado receptor declarar "persona non grata" a uno o varios miembros de una legación diplomática en cualquier momento y sin necesidad de dar explicaciones a la embajada afectada.
Desde el comienzo de los ataques aliados contra el régimen de Gadafi, Alemania se ha mostrado muy escéptica sobre la operación militar, y llegó a retirar los barcos que inicialmente había peusto a disposición en el Mediterráneo. Eso sí, Berlín pidió junto a París el reconocimiento del Gobierno rebelde y aplicó sanciones económicas contra Trípoli.
Fuente Diario "EL MUNDO"
Sarkozy y Cameron, dispuestos a incrementar la presión militar sobre Gadafi
Francia ve con buenos ojos proveer de armas a los rebeldes, pero no quiere ser la responsable de ello. -Los sublevados contarán con financiación internacional. -La coalición internacional reconoce a los alzados como representantes del pueblo y exige a Gadafi que renuncie al poder
Francia y Reino Unido, dos de los aliados originales de la coalición contra el régimen de Gadafi, siguen en sintonía y mantienen su postura sobre lo que debe hacerse para frenar al dictador libio: aumentar la presión militar. Es la conclusión a la que han llegado el primer ministro británico, David Cameron, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, tras la reunión de anoche en el Elíseo, previa a una nueva reunión hoy de la OTAN en Berlín.
Los dos líderes europeos han coincidido en seguir presionando al dictador, "que continúa determinado a mantener su esfuerzo de guerra contra su propia población", ha indicado el Eliseo. "Hay que poner todos los medios a disposición» de este objetivo, ha subrayado la jefatura de Gobierno francesa. "Es importante que la coalición muestre su total determinación de proteger a la población civil; acabar con los sitios, propios de la Edad Media, de Misrata y Zintan, y devolver a las tropas de Gadafi a sus cuarteles".
El anuncio llega un día después de que París y Londres lanzaran un mensaje similar en el encuentro de la OTAN en Doha (Qatar). Allí el Grupo de Contacto sobre Libia acordó discutir con los rebeldes la creación de un mecanismo financiero para ayudarles, sin mencionar en las conclusiones finales la posible entrega de armas.
Francia, ambigua sobre las armas
Lo que también ha revelado una fuente del Elíseo que participó en la reunión es que Francia no incluye entre sus planes comenzar a entregar armas a los rebeldes, aunque no se opone a que otros países lo hagan.
La fuente ha aclarado que Francia considera que la resolución 1973 aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU no prohíbe armar a los insurgentes, pero que desde París de momento no se ven suficientes motivos para dar este paso.
"No vamos a hacerlo. Y tampoco los británicos, por lo que sé", ha explicado la fuente, quien considera que de momento "no parece necesario". "El Consejo Nacional de Transición no está teniendo problemas para encontrar las armas que necesitan y varios amigos les han enseñado cómo utilizarlas", ha añadido.
Financiación internacional
El armamento se ha convertido en un asunto espinoso en la crisis libia. La posibilidad de armar a los rebeldes mostró ayer los límites del consenso internacional para derrocar a Gadafi. El Grupo de Contacto para Libia apenas logró maquillar la división que el asunto provoca entre sus integrantes insistiendo en la solución política a la crisis. "Gadafi debe renunciar", concluyeron sin aclarar cómo van a conminarle a ello. La reunión de Doha supuso un espaldarazo para el Consejo Nacional Transitorio (CNT), al que reconoció como "interlocutor legítimo que representa las aspiraciones del pueblo libio". También aprobó la creación de un "mecanismo transitorio de financiación" para ayudar a los opositores.
"Gadafi y su régimen han perdido toda la legitimidad; debe dejar el poder y permitir que los libios determinen su futuro", afirma el comunicado final de la conferencia. El Grupo de Contacto para Libia está formado por 16 países y los representantes de la ONU, la Liga Árabe, la OTAN, la UE, la Organización de la Conferencia Islámica y el Consejo de Cooperación del Golfo. Es la primera vez que esa coalición internacional de apoyo a los sublevados libios respalda de una forma tan clara el cambio de régimen en Trípoli.
El Grupo se reunió además con el CNT, el órgano que representa a las fuerzas rebeldes que controlan el este de Libia, al que reconoció de facto como "interlocutor legítimo que representa las aspiraciones del pueblo libio". Hasta ahora solo tres países (Francia, Italia y Catar) habían institucionalizado sus relaciones con los opositores, aunque EE UU nombró a un enviado temporal y Turquía ha mantenido a su cónsul general en Bengasi.
En ese contexto, la ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, anunció el nombramiento del embajador José Riera como enviado especial ante el Consejo. Jiménez, que también invitó a Madrid al número dos de ese Gobierno rebelde, Ali al Esaui, subrayó que España ha destinado cinco millones de euros a establecer un corredor humanitario en la zona bajo control rebelde.
Cualquier contribución palidece a la luz de los 1.500 millones de dólares (1.040 millones de euros) en que el portavoz de la delegación libia, Mahmud Awad Shaman, evaluó las necesidades de los civiles. Shaman llegó a sugerir que se les proporcione ayuda a cambio de petróleo. Para solucionar esa falta de efectivo, el Grupo de Contacto decidió poner en marcha "un mecanismo financiero transitorio". Aunque el comunicado final no explica cómo va a funcionar, varios ministros explicaron que van a desbloquearse las cuentas bancarias que se habían congelado al régimen libio para que sirvan de garantía a los préstamos que solicite el Consejo.
El armamento, centro de la polémica
Pero el respaldo político a los rebeldes no se tradujo en un compromiso para facilitarles las armas que les ayudarían a defenderse, como reclamaba Shaman. Mientras Italia defendía abiertamente esa opción y Reino Unido y Francia deseaban aumentar los bombardeos, Alemania, Turquía, Bélgica y España insistieron en agotar primero la vía política.
Armar a los rebeldes "requeriría una nueva resolución de la ONU o una reunión del comité de sanciones, porque la 1973 excluye esa posibilidad", explicó la ministra de Exteriores española. Según ella, los representantes del CNT tampoco lo pidieron durante su reunión con el Grupo.
El jeque Hamad bin Yasem al Thani, primer ministro y jefe de la diplomacia de Catar, país anfitrión de la conferencia, reconoció que el asunto había sido objeto de un intenso debate. "Hay distintas interpretaciones [de la resolución 1973], aunque en mi opinión es algo que les compete a los rebeldes", declaró dejando la puerta abierta.
El copresidente de la reunión, el secretario del Foreign Office británico, William Hague, dijo que su país les ha entregado "material no letal de defensa, como teléfonos por satélite y otros equipos de comunicación". A su lado, el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, afirmó que la resolución "no prohíbe el abastecimiento de armas para autodefensa". "Dado que la táctica de Gadafi es atacar a los civiles y que tenemos que protegerles, ¿cómo podemos hacerlo? Está institucional y moralmente justificado", defendió.
"Es fundamental que hablemos con una sola voz", subrayó en Doha el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien insistió en el aspecto humanitario. Según sus datos, medio millón de los seis millones de libios han huido de los combates y buscado refugio en los países vecinos. Por ello, aprovechó la cita de Doha para pedir 310 millones de dólares (214 millones de euros) para asistencia.
Los líderes de la insurgencia quieren más apoyo de Estados Unidos
La OTAN bombardea un depósito de armas en las afueras de Trípoli
En las calles del mundo árabe y musulmán las banderas de Estados Unidos a menudo son pisoteadas y acaban incendiadas, y las efigies de cartón de sus presidentes, en llamas. En Libia, no. El odio que profesan la gran mayoría de ciudadanos a Muamar el Gadafi supera con creces al arraigado sentimiento anticolonialista, más vigoroso entre los entrados en años que entre los jóvenes, que suman el 60% de la población. La sublevación tiene un objetivo: destronar al tirano. Pero quienes la encabezan carecen de la capacidad para derrotar a su Ejército y saben que solo un respaldo sustancial de los países occidentales puede ayudarles en su larga travesía hasta Trípoli. Y quieren que Estados Unidos, que dirigió las operaciones militares hasta ceder el testigo a la OTAN el 31 de marzo, se implique más en la guerra. A Washington se dirigen gran parte de sus mensajes. Las barras y estrellas no se queman en Bengasi. Ondean a diario.
En las calles del mundo árabe y musulmán las banderas de Estados Unidos a menudo son pisoteadas y acaban incendiadas, y las efigies de cartón de sus presidentes, en llamas. En Libia, no. El odio que profesan la gran mayoría de ciudadanos a Muamar el Gadafi supera con creces al arraigado sentimiento anticolonialista, más vigoroso entre los entrados en años que entre los jóvenes, que suman el 60% de la población. La sublevación tiene un objetivo: destronar al tirano. Pero quienes la encabezan carecen de la capacidad para derrotar a su Ejército y saben que solo un respaldo sustancial de los países occidentales puede ayudarles en su larga travesía hasta Trípoli. Y quieren que Estados Unidos, que dirigió las operaciones militares hasta ceder el testigo a la OTAN el 31 de marzo, se implique más en la guerra. A Washington se dirigen gran parte de sus mensajes. Las barras y estrellas no se queman en Bengasi. Ondean a diario.
Fuente Diario "EL PAÍS"
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