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jueves, 7 de marzo de 2013

EL HUNDIMIENTO DEL CRUCERO "BALEARES"


EL HUNIDIMEITO DEL BALEARES


En la noche del domingo 6 de marzo de 1938, la Escuadra roja, mandada por Luis González Ubieta, y compuesta por los cruceros “Libertad-buque insignia- y “Méndez Núñez”, y dos flotillas de destructores, zarpa del puerto de Cartagena con el propósito de proteger a unas falúas (embarcaciones ligeras) que pretendían dar un audaz golpe de mano a la Base aeronaval de Palma de Mallorca, y así acabar de un solo golpe con el mayor número de buques nacionales. Esta operación estaba apoyada por Indalecio Prieto y por el comisario general de la flota, Bruno Alonso.
 Lancha torpedera rusa de unas 20 toneladas de desplazamiento y un andar de 45 nudos, iba armada con torpedos o con cargas de profundidad.
La República recibió un total aproximado de unas 32 de estas lanchas que montaron guardia frente a los más importantes puertos del Mediterráneo.
Sin embargo, el plan, basado en la infiltración de un cierto número de veloces lanchas torpederas soviéticas en la citada bahía, fracasó antes de empezar, ya que los técnicos rusos alegaron la mala mar para regresar inmediatamente a puerto. González de Ubieta no ocultó que el verdadero motivo, en su opinión, había sido la cobardía de las tripulaciones soviéticas, acusación a la que los rusos respondieron acusándole de derrotista y traidor.
Dispuesto a aprovechar en lo posible los dispositivos acordados, el Jefe de la Flota y Estado Mayor decidió salir a alta mar para tratar de dar caza al crucero “Almirante Cervera”, que se creía navegaba hacia Cádiz para ser sometido a reparaciones de cierta consideración.
Mientras tanto, la flota del Bloque nacional no permanecía inactiva. La división de cruceros abandonaba el puerto en solitario para prestar protección a un convoy de armamento. El Capitán de Navío Francisco Moreno Fernández, -que fue nombrado el 30 de julio de 1936 vocal de la Junta de Defensa Nacional, en representación de la Marina, y que actuó como jefe de la flota nacional prácticamente durante toda la contienda- permaneció en tierra, por considerar la operación como secundaria, por lo que el Estado Mayor de la Flota y la insignia de mando se trasladaron al crucero “Baleares” desde el “Canarias”, al mando del Contralmirante Manuel de Vierna y Belando.
“Crucero Baleares”
A las 00:45 del 6 de marzo de 1938, por sorpresa, las dos flotas se encuentran en alta mar, sin sospechar ninguna de ellas la presencia del contrario. Temeroso González Ubieta de salir malparado en caso de una confrontación, ordena la retirada de sus buques, y el regreso de los mismos a sus respectivas bases.
Pero poco después, el destructor rojo “Sánchez Barcaiztegui” avista de nuevo al “Baleares”, que navega acompañado de los cruceros “Canarias” y “Almirante Cervera” y de los destructores “Velasco”, “Huesca” y “Teruel”, lanzando dos torpedos sin éxito contra el “Baleares”, que a la vista del enemigo, sin poder localizar a este debido a la oscuridad, decide rodear el convoy para protegerlo en lugar de elevar la velocidad para evitar los torpedos enemigos.
 
Mapa de la Batalla del Cabo de Palos:
Batalla de  Cabo Palos

Esquema aproximado del primer encuentro entre las dos flotas que no tuvo consecuencias.
A las 02:05 horas, la Flota nacional decide mantener el rumbo, para evitar acercarse a la Flota roja. Se detecta al enemigo, y el Contralmirante Manuel de Vierna ordena el lanzamiento de proyectiles iluminantes, lo que fue un error ya que se delató al abusar de esa señalización, así como del excesivo uso que se hizo de las señales de los telégrafos luminosos, que fueron vistas por la Flota gubernamental.
Estos errores cometidos no reportaron ninguna ventaja para los artilleros del “Baleares”, y sí, en cambio para los del “Libertad” que rápidamente ahorquillaron al buque nacional, el cual abrió un fuego descoordinado, que solamente consiguió señalar con claridad su posición a los destructores enemigos, los cuales lanzaron 12 torpedos, dos de los cuales hicieron blanco. El impacto fue fulminante, volando el pañol de municiones de proa y el puente. El “Baleares” a las 02:20 horas, se escoró rápidamente y con varios incendios a bordo. El “Canarias”, que le seguía, esquivó los restos, y guió al “Almirante Cervera” fuera de la acción. Por su parte los republicanos abandonaron también el combate.
El H.M.S "BOREAS"

El H.M.S "KEMPENFELT"
Mientras ambas Flotas abandonan el lugar, dos destructores de la ‘Royal Navy’, “Boreas” y “Kempenfelt” ven los proyectiles iluminantes y la explosión, dirigiéndose al lugar del combate a toda máquina. A las 03:50 horas ven el crucero en llamas y a las 04:25 pueden ya ver a los hombres del “Baleares” en el agua. Inician una operación de rescate tan audaz como arriesgada, ya que la Aviación roja, con una formación de 9 Tupolev SB-2 “Katiuska”, trataron de rematar al crucero nacional, que ya estaba hundido, lanzando bombas contra los dos destructores británicos, que se dedicaban al salvamento de los náufragos, llevándose la peor parte el “Boreas” donde hubo un muerto y cuatro heridos. Hacia las 7:00 de la mañana, con el amanecer, la división de cruceros nacionales da media vuelta en busca de sus compañeros, que ya habían sido auxiliados por los marinos británicos.
En el desastre perecieron 788 hombres, entre ellos el Contralmirante Manuel de Vierna Celando, el Comandante Capitán de Navío Isidro Fontenla Maristany, 6 jefes, 15 capitanes, 17 oficiales, 10 maquinistas, 27 auxiliares, 657 marineros, 75 soldados de Infantería de Marina, 9 flechas navales, 1 capellán, etc. Un grupo de tripulantes se hundió cantando, brazo en alto, el himno de la Falange, el “Cara Sol”. Fueron rescatados 435 hombres.
La pérdida del crucero, en cuanto se refiere a la parte material, fue escasamente compensada por la incorporación del “Navarra” (ex República), remozado recientemente en El Ferrol. A partir de marzo, la actividad de la flota nacional no decayó en lo que respecta al ataque a las líneas de comunicación republicanas y, sin embargo, se restringió el empleo de los cruceros en lo referente al apoyo a las operaciones del Ejército durante la batalla de Aragón y corte de la zona roja por Vinaroz, apreciándose un incremento notable de la eficacia de la Aviación nacional contra los mercantes atracados en puertos enemigos
 
Pese al éxito gubernamental del hundimiento del “Baleares”, disminuyó la operatividad de la Flota roja, quizá debido a los continuos bombardeos aéreos a que era sometida Cartagena; ello permitió incluso la celebración de una revista naval en Vinaroz, presidida por Franco el 31 de mayo de 1938.
 A pesar de la pérdida de un tercio de su potencial, la Flota Nacional no cambió su actitud, continuando su dominio del mar - no en vano el "Canarias" era conocido como el "Emperador del Mar" y el "Cervera" como el "Chulo del Cantábrico"- y sustituyendo en la División de Cruceros al "Baleares" por el recién reformado "Navarra".
  
 El almirante jefe de la Flota roja, , por su actuación en el hundimiento del crucero “Baleares”, fue condecorado con la Placa Laureada de Madrid. Por sus malas relaciones con el comisario general de la Flota, Bruno Alonso, fueron poco a poco disminuyendo su prestigio, viéndose limitado durante gran parte de la contienda a desempeñar cargos más burocráticos que propiamente militares.

La noticia del hundimiento del crucero “Baleares” la noche del 5 al 6 de marzo de 1938 causó una gran conmoción a la sociedad mallorquina debido a la vinculación que había tenido el crucero con la isla y a la gran magnitud de las bajas. Pero el suceso que más impactó en la opinión pública mallorquina fue la muerte de nueve muchachos que formaban parte de la dotación del crucero y que pertenecían a la escuela de Flechas Navales de Baleares.



Una fotografía emotiva y poco conocida: los Flechas Navales que murieron a bordo del “Baleares”.
 

Los “Flechas Navales” formaban parte de la “Legión Nacional de Flechas” que era la rama juvenil de la Falange Española de las JONS. La primera escuela de flechas navales de toda España fue creada en Baleares por las Organizaciones Juveniles de Falange Española a finales de 1936, consistía en un programa de estudios para la formación de grumetes dirigido a los miembros de la legión de Flechas con la categoría de “Vanguardistas de Primera” que tuvieran interés por el mar.
 
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CURIOSIDADES
DON JUAN, SE SALVÓ DE MORIR EN EL “BALEARES”
Casualmente, Don Juan podría haber muerto en este ataque al Baleares, pues meses antes había insistido a Franco en alistarse al crucero. El General se lo impidió, salvándole la vida.
Extracto de la correspondencia entre don Juan y Franco:
CARTA DE EL CONDE DE BARCELONA A FRANCO:
Excelentísimo Sr. General don Francisco Franco
“MÍ ESTIMADO GENERAL: …. YO ME INCORPORARÍA DIRECTAMENTE AL BUQUE….”
CARTA DE FRANCO AL CONDE DE BARCELONA:
A S.A.R. don Juan de Borbón
“ALTEZA: … LA SINGULARIDAD DE VUESTRA PERSONA (…) Y EL LUGAR QUE OCUPA EN EL ORDEN DINÁSTICO (…) IMPONEN SACRIFICAR ANHELOS TAN PATRIÓTICOS…”     
El Alto Mando del Ejército sublevado impidió que el hijo de Alfonso XIII se alistara en la Marina de Franco. El Conde de Barcelona quería combatir con los nacionales, alentado por su padre, y de haber aceptado Franco se hubiera enrolado en el Baleares, ya que tenía el grado de Teniente de Navío por la Royal Navy Británica.
(Documentos Inéditos de La Gaceta)


A FONDO: EL CRUCERO BALEARES



 El Baleares fue un crucero pesado de la Armada franquista durante la Guerra Civil Española, gemelo del Canarias, con el que conformaba la Clase Canarias.

Astillero SECN Ferrol
Clase Clase Canarias
Tipo Crucero pesado
Iniciado 15 de agosto de 1928
Botado 20 de abril de 1932[1]
Asignado 28 de diciembre de 1936
Baja 6 de marzo de 1938
Destino hundido
Características generales
Desplazamiento • 10 000 t estándar
• 13 283 t a.p.c.
Eslora 193,90 m
Manga 19,52 m
Puntal 12,57 m
Calado 6,51 m
Blindaje • Cinturón blindado: 50 mm - 110 mm
• Cubierta: 25 - 110 mm
• Torres: 25 mm
Armamento • 8 cañones SECN de 203 mm en 4 torres
• 8 cañones de 120 mm, 4 por banda
• 12 tubos lanzatorpedos de 533 mm, 6 por banda
Propulsión • 8 calderas Yarrow
• 4 turbinas Parsons
• 4 hélices
Potencia 90 000 cv
Velocidad 33 nudos
Autonomía • 8000 millas a 15 nudos
• 4000 millas a 25 nudos
1235 millas a 33 nudos
Tripulación 800 hombres
Equipamiento aeronaves previstas 2 catapultas no instaladas


Al inicio de la Guerra Civil Española, entró en servicio aún incompleto en diciembre de 1936 y no montó su cuarta torre de artillería hasta el verano de 1937.
Al amanecer del 25 de mayo de 1937, mientras escoltaba a un petrolero entre la niebla, pasó entre los dos destructores republicanos de vanguardia y el grueso de la flota republicana, formada por dos cruceros y seis destructores, detectando sólo a los primeros, a los que disparó sin consecuencias. El 12 de julio de 1937, frente a Valencia, se encontró con seis destructores republicanos que escoltaban a dos mercantes, entablándose un corto combate.
En la mañana del 7 de septiembre de 1937 detectó cuatro mercantes republicanos escoltados por los cruceros Libertad y Méndez Núñez y seis destructores, frente al cabo Cherchell, en Argelia. Se entabló un desigual combate y logró alcanzar al Libertad, pero a su vez fue tocado por los disparos de éste, lo que produjo un peligroso incendio en el pañol de munición de 120 mm, a pesar de lo cual consiguió que el convoy no llegase a la España republicana.
El 6 de marzo de 1938 fue hundido por la flota republicana en la batalla del Cabo Palos por torpedos procedentes del destructor Lepanto. Los destructores ingleses HMS Boreas y HMS Kempenfelt acudieron a ayudar al salvamento de los náufragos. Rescataron a 435 hombres; 786 desaparecieron. Durante el salvamento, aviones republicanos bombardearon los destructores ingleses, causándoles bajas (un muerto y cuatro heridos en el Boreas).
En Palma de Mallorca (Islas Baleares) se erigió un monumento en memoria de los fallecidos en el hundimiento del buque. En la localidad vasca de Ondárroa, de donde procedían medio centenar de tripulantes, se levantaron dos monumentos en honor de los muertos en el hundimiento, uno sobre el puerto y otro en el cementerio.

COMPOSICIÓN Y ARCHIVO FOTOGRAFICO

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