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miércoles, 23 de febrero de 2011
GAGOMILITARIA NOTICIAS.-LIBIA, GADAFI PIERDE TERRENO ....Y EL PUEBLO GANA LIBERTAD
Gadafi se acantona en Trípoli mientras pierde el control del este de Libia
El dictador libio, Muamar Gadafi, está perdiendo el control de parte del país y parece decidido a mantener a toda costa el control de la capital. Desde la frontera con Egipto hasta la segunda ciudad de Libia, Bengasi, los comités populares se han hecho dueños de la situación. Mientras, cientos de milicianos y mercenarios subsaharianos se dirigían a Trípoli, según el 'New York Times', para reforzar el baluarte del mandatario.
En las calles de Trípoli sólo se ve a policías, militares y milicianos subsaharianos. Los hombres de Gadafi deambulan armados por las desiertas calles, según la BBC. Según testigos citados por el NYT, en Trípoli reina el terror y se oyen constantes disparos.
En las ciudades del este, sin embargo, no se ve un solo militar. Mejor dicho, un solo uniforme, ya que muchos soldados se han despojado de su vestimenta oficial y ayudan a controlar el territorio libio vestidos de civil y fuertemente armados con kalashnikov.
El dictador ha perdido el control de Bengasi (la segunda ciudad del país), Derna o Tobruk. Incluso desde Misurata, apenas 200 kilómetros al este de la capital, llegan noticias de que la oposición se ha hecho con el control de la zona.
En Trípoli, los opositores al régimen preparan su primera protesta organizada para este viernes. Al parecer, el iracundo discurso de este martes -en el que Gadafi amenazó con perseguir "casa por casa" a las "ratas que siembran la revolución"- no ha hecho sino incrementar la determinación de los manifestantes.
"Llega un mensaje a cada teléfono móvil sobre una protesta general el viernes en Trípoli", decía un vecino al diario neoyorquino. Mientras tanto, las autoridades libias enviaban otro mensaje a los funcionarios y otros trabajadores para que vuelvan a sus puestos.
En otro aviso amenazante, el viceministro libio de Asuntos Exteriores, Khaled Kaïm, ha advertido que los periodistas que han entrado "ilegalmente" en Libia serán considerados "como colaboradores de Al Qaeda y como forajidos"
'No nos rendiremos'
Los habitantes libios de la 'zona liberada' enarbolan banderas anteriores al régimen de Gadafi y corean consignas a favor de una monarquía, ligándola a la ansiada libertad.
En la ciudad de Tobruk, cientos de personas se manifestaban esta mañana a favor de la democracia y en contra del dictador. En la localidad hubo tres días de revueltas, en las que murieron cuatro personas. Donde sigue habiendo muertos en las calles es en la ciudad de Bengasi.
"El único miedo que tenemos es que Gadafi envíe más mercenarios para retomar el control", decía Alá Faddala, miembro de uno de los comités populares que 'gobiernan' Tobruk. "Pero incluso así, no nos rendiríamos", añadía.
La situación copia el esquema de la revolución egipcia, al más puro 'estilo Tahrir', la plaza de El Cairo donde se gestó y triunfó la revuelta. Los comités populares se encargan de gestionar y organizar todo, el día a día, la seguridad en las calles, en las carreteras (fuertemente vigiladas por civiles armados), la limpieza, el reparto de comidas...
Desde el inicio de las revueltas, al menos 300 personas han fallecido, según único balance oficial facilitado hasta el momento. La Federación Internacional de las Ligas del Derechos Humanos habla ya de al menos 640 muertos. Un médico francés llegado de Bengasi dice, sin embargo, que sólo en esa ciudad hay "más de 2.000 muertos".
Obama advierte de que la represión en Libia es 'escandalosa e inaceptable'
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha comparecido en rueda de prensa para expresar su preocupación por la situación que se está viviendo en Libia. Obama ha definido la vulneración de los derechos humanos en Libia como algo "inaceptable y escandaloso" y que no sólo concierne a Estados Unidos sino a todo el mundo.
Obama también ha dicho que el Gobierno de Libia tendrá que "pagar las consecuencias de violar los derechos fundamentales del pueblo".
Además, Obama ha ordenado a su equipo de seguridad nacional que prepare una amplia gama de opciones para afrontar la crisis. "Es imperativo que las naciones y los pueblos del mundo hablen con una sola voz", dijo a los periodistas en sus primeros comentarios públicos sobre la situación en el país del norte de Africa.
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, también habló este miércoles para reiterar que la violencia en Libia es "inaceptable", advirtió que el gobierno libio será "responsable" por sus acciones y pidió a sus conciudadanos que abandonen el país.
"Hemos sido totalmente claros en que condenamos por completo la violencia en Libia", dijo en una rueda de prensa tras reunirse con el ministro de Exteriores brasileño, Antonio Patriota.
La secretaria señaló que Estados Unidos, junto con el resto de la comunidad internacional, quiere mandar un mensaje "claro" al régimen de Muamar Gadafi: "La violencia es inaceptable y el Gobierno de Libia será responsable por las acciones que está tomando".
"Nos sumamos a la comunidad internacional para rechazar la violencia con una sola voz porque no hay duda de que ahora es el momento de actuar unidos", agregó.
Clinton exigió el "cese de la violencia" contra los manifestantes y aquellos que están luchando por defender sus derechos fundamentales y aseguró que "todas las opciones están en la mesa" para conseguir este objetivo.
"Todas las opciones están sobre la mesa, estamos estudiando todas las posibles opciones para tratar de influir en el gobierno libio y acabar con la violencia", afirmó.
La secretaria señaló que la comunidad internacional debe trabajar con el Consejo de Seguridad de la ONU -que el martes emitió una dura condena- y el Consejo de Derechos Humanos para conseguir "la mejor solución para ayudar a la gente de Libia".
Por otra parte, pidió a todos los ciudadanos estadounidenses que viven en Libia que abandonen el país en el ferry que ha fletado el Gobierno estadounidense para llevarles a puerto seguro en La Valeta (Malta). "En cualquier situación, nuestra prioridad tiene que ser la protección y seguridad de nuestros propios ciudadanos", dijo Clinton.
'El embajador español no ha hecho nada'
"El embajador no ha hecho nada. El resto del personal de la embajada sí se ha portado muy bien, pero el embajador se ha desentendido totalmente". Estas han sido las primeras declaraciones de un pasajero español que ha llegado a Madrid en el avión de Calima Aviación y fletado por Repsol desde Libia. Este miércoles dos aviones han llegado a territorio español directamente desde Libia tras el estallido del conflicto en el país árabe.
Jaime, trabajador de Repsol, era uno de los 131 pasajeros que ha desembarcado a las 18.50 horas en Barajas quejándose de la actuación del embajador español en Trípoli, Luis Francisco García Cerezo. En el vuelo viajaban 88 trabajadores de Repsol. Los familiares de los españoles, 61 en total, esperaban en el aeródromo madrileño dos horas antes del aterrizaje.
La mujer de uno de los empleados de la compañía, que prefiere mantenerse en el anonimato, ha declarado a ELMUNDO.es que "la embajada no ha hecho absolutamente nada por nosotros". Según ha explicado, desde que estallara el conflicto libio "no se han puesto en contacto con nosotras en ningún momento".
Otro español, trabajador de la empresa Safir, Manuel, contaba: "Con la embajada ha sido un desastre. Hemos estado totalmente desasitidos". Según este español, llamaron hace tres días a la embajada y la respuesta fue que "nos buscáramos la vida porque decían que no se podían poner en contacto con nosotros".
"Sólo vimos a un policía en el aeropuerto con un cartel y lo único que nos pudo ofrecer fue su casa", ha explicado Manuel.
Además, ha sido este avión el que ha traido a 25 trabajadores de la Embajada española en Trípoli.
Horas antes, cuatro españoles y tres libios desembarcaban en el primer vuelo que llegaba directamente desde la capital libia. Poco después de bajar del avión de Lybian Airlines, que sólo ha cubierto siete de sus 90 plazas disponibles, César Orta -un venezolano con nacionalidad española- hablaba a ELMUNDO.es de la situación política en el país: "No creo que Gadafi vaya a caer porque en Trípoli lo tiene todo muy bien agarrado".
'Duermen como perros en la calle'
Orta, de 31 años y residente en el país árabe desde diciembre, explicaba que "cuando Gadafi terminó su discurso mucha gente salió a la calle a hacer sonar bocinas y fuegos artificiales. En Trípoli son muy pro Gadafi".
Este recién llegado a Madrid, trabajador de la empresa americana Weather Ford, se ve obligado ahora a regresar a la tierra natal de la que escapó, Venezuela, tras cesar su empresa todas las operaciones y evacuar a su personal extranjero. Para él, las palabras pronunciadas el martes por el líder libio lo han cambiado todo: "Había muchos negocios cerrados, pero esa mañana después del discurso ya estaba todo normal, como siempre, excepto en el aeropuerto donde hay 5000 personas intentado entrar".
El pasajero Carlos Domínguez, otro venezolano con nacionalidad española, también ha asegurado que hay muchas personas agolpadas en la entrada del aeródromo de la capital con la esperanza de abandonar el país. "Duermen como perros en la calle", ha afirmado Domínguez refiriéndose a las personas que esperan allí.
Para el venezolano, que lleva dos años viviendo en el país árabe, "parecía que iba a pasar lo mismo que en Egipto pero ayer después del discurso todo cambió. Esta mañana habían hecho [el régimen] una limpieza impresionante de toda la ciudad, estaba todo verde y habían desaparecido no sólo todas las pintadas contra Gadafi sino también todos los retratos de él".
"Yo vi el discurso con una familia y el hombre se echó a llorar. De repente se han dado cuenta de que viven con un tirano", ha añadido Domínguez.
Respecto a la situación que vive la población, Domínguez ha declarado que "miedo siempre ha existido" en Libia. "Yo llevo allí dos años y tengo amigos libios que sólo ayer me empezaron a hablar de política", ha concluido.
Fuente Diario "EL MUNDO"
Gadafi lucha a la desesperada para mantener el control del oeste de Libia
La revuelta libia mantiene el vigor pese a las amenazas pronunciadas el martes por Muamar el Gadafi, el dictador que dirige el país desde hace 42 años. Este miércoles ha quedado patente que el régimen ha perdido el control en el este del país, donde han logrado entrar periodistas a través de la frontera con Egipto. Pero ahora lucha a la desesperada por mantener el control del oeste, donde se están produciendo fuertes combates, según testigos que llegan a la frontera con Túnez. La situación de los partidarios de Gadafi es tan desesperada que 17 pilotos de la Fuerza Aérea de Libia han sido ejecutados en Trípoli tras negarse a bombardear barrios en poder de los rebeldes de la ciudad de Zauia, a 44 kilómetros de la capital, según fuentes libias relacionadas con el Ejército, informa Ignacio Cembrero.
Gadafi está luchando por mantener el control del oeste del país, y los partidarios del dictador intentan controlar las ciudades de Misurata, Sabratha y Zawiya, así como las carreteras que enlazan estas poblaciones. Los testigos relatan que Trípoli es una ciudad prácticamente cerrada, donde los participantes en las protestas están recibiendo apoyo de soldados que han desertado, procedentes de las ciudades del este del país. Algunos informes indican que banderas de Gadafi han sido quemadas en Zawiya, a 50 kilómetros al oeste de Trípoli, y que tras días de combate los revoltosos habrían tomado el control de Misurata, situada a 200 kilómetros de la capital libia.
La bandera del régimen todavía se divisa desde Túnez al final de la frontera, en la parte libia y todavía inaccesible. El puesto de Ras Ajdir fue este miércoles el punto de encuentro de periodistas, ONG y ciudadanos tunecinos que se acercaron para ver la llegada de los refugiados. La mayoría no eran libios, sino ciudadanos tunecinos o de otras nacionalidades que trabajan en el país. A medida que iban pasando, cargados de maletas y bolsas de plástico, los tunecinos les recibían con algunos gritos utilizados en las protestas que acabaron hace más de un mes con la huida del dictador de Túnez, Ben Ali. "Dégage, dégage... (lárgate, lárgate). Lo gritamos entonces contra él y lo dijeron también los egipcios con Mubarak. Es el momento de los libios", comenta un habitante de la ciudad tunecina de Ben Gardan, a 35 kilómetros de la frontera, que se ha desplazado hasta Ras Ajdir para unirse al comité de bienvenida que recibe a los refugiados.
Algunos de ellos muestran pruebas de las medidas que el régimen está aplicando a los extranjeros. Un joven se quita la camiseta delante de los periodistas y enseña la espalda llena de marcas de haber recibido palos hasta la extenuación. "Soy tunecino y la policía de allí nos odia porque conseguimos lo que queríamos en Túnez, echar al dictador. Eso nos convierte en objetivo".
Los informes de los refugiados que cruzan la frontera hacia Libia informan de que los combates son muy intensos tanto en las ciudades como en las carreteras. De confirmarse los informes, Gadafi prácticamente no controlaría más que el sur de Trípoli. Esos informes dicen que los 200 kilómetros que separan el puesto fronterizo de Ras el Adjir de Trípoli están llenos de retenes controlados por soldados libios, todavía seguidores del dictador.
Sin embargo, en al menos tres ciudades de ese trayecto, Zuara, Zawiya, Sabratha y Musratah, los rebeldes han conseguido vencer. Otras fuentes señalan que solo van camino de ello. Los rebeldes en esa zona entre esa amplia zona entre la carretera que bordea la costa y las montañas son tres tribus que parecen haberse hecho con el control: los Nawayel, los Regim y los Khewailed.
El Gobierno libio ha respondido con nuevas amenazas, señalando que una de las regiones orientales está bajo control de Al Qaeda y que los reporteros internacionales que han cruzado la frontera son considerados "colaboradores de Al Qaeda". El régimen, como hizo Gadafi en su discurso, sigue vinculando las revueltas con supuestos elementos terroristas para intentar legitimar así el desmedido uso de la fuerza que ha empleado en la represión. Mientras, la presión internacional sigue en aumento. Bruselas ha encargado ya una lista de posibles sanciones, una medida que también está estudiando Washington.
En Bengasi, la segunda ciudad del país y principal bastión de la protesta, los manifestantes han tomado por completo el poder, según han podido comprobar reporteros de Reuters. Miles de personas ocupan las calles de esta localidad, situada 1.200 kilómetros al este de la capital, Trípoli, y festejan el fin del poder de Gadafi. El pasado lunes, ha explicado un abogado que secunda las protestas, un comité de seguridad formado por civiles arrestó a 36 mercenarios contratados por el régimen para aniquilar a los manifestantes . Es uno de los autodenominados "comités populares" con los que los ciudadanos del este de Libia están intentando organizar la vida pública.
Pero Gadafi no está dispuesto a ceder poder así como así, según ha ilustrado la hoy por la tarde un hecho ocurrido en los alrededores de Bengasi. El diario Quryna -perteneciente a un grupo mediático propiedad de un hijo de Gadafi- informa de que un avión militar se ha estrellado a las afueras de la ciudad, sin causar víctimas. El motivo: el piloto y el copiloto del aparato, un Sukoi 22, han saltado en paracaídas para evitar cumplir la orden de bombardear la ciudad.
Recuento de víctimas
Mientras, la herida de la reciente represión aún está abierta. Un médico francés que ha logrado salir de Libia ha declarado a France Presse que el primer día de revueltas en Bengasi, el 15 febrero, contó en el hospital hasta 75 víctimas mortales. La cifra, según su relato, no dejó de crecer día tras día y, en las jornadas más duras, alcanzó el medio millar. "Creo que en total puede haber más de 2.000 muertos", ha asegurado Gérard Buffet, que a trabajado como médico en la segunda ciudad Libia el último año y medio. La Federación Internacional de Derechos Humanos, que agrupa a más de un centenar de organizaciones, ha constatado ya al menos 640 muertos en la zona. De estos, 130 son militares ejecutados por sus militares por negarse a cumplir órdenes.
La situación de Bengasi es similar a la del resto de ciudades. Testigos y periodistas que han logrado entrar en el país por Egipto confirman que la ciudad fronteriza de Musaid está también en manos de los manifestantes. Lo mismo pasa, avanzando 150 kilómetros hacia el oeste, en Tobruk, un puerto estratégico en el distrito más próximo a Egipto. Los militares decidieron apoyar allí las protestas y este miércoles, por primera vez, se han podido ver imágenes en directo de una manifestación anti-Gadafi porque han entrado televisiones internacionales.
Avanzando aún más hacia el oeste, en el vecino distrito de Derba, la situación puede suponerse la misma, ya que el viceministro de Exteriores libio, Jaled Kaim, ha asegurado que Al Qaeda ha formado allí un emirato islámico. Así lo ha expresado en una reunión con embajadores europeos, detallando además que detrás del movimiento hay un antiguo preso de Guantánamo. En el mismo encuentro, también ha insistido en que los periodistas que han entrado a Libia desde Egipto serán considerados "colaboradores de Al Qaeda".
Más allá del grado de realidad con que analiza la situación, la insistencia del régimen en vincular cualquier forma de protesta con el terrorismo denota que piensa seguir usando toda la fuerza contra los manifestantes.
Dimisión del ministro de Interior
También queda claro que el régimen libio se ha resquebrajado ya, pese al durísimo discurso que el martes pronunció Gadafi. Cada hora se alarga la lista de militares, embajadores y altos funcionarios libios que dimiten, encabezados por el destinado en Washington, Ali Aujali, que sigue los pasos de los miembros de la representación libia en la ONU (salvo el titular). Los diplomáticos en Francia y ante la Unesco expresaron su respaldo "al pueblo en esta revuelta contra la máquina de la opresión", si bien no renunciaron. Sí lo hicieron los embajadores libios en Bangladesh e India. Las legaciones en Malasia y Australia emitieron comunicados de condena de la represión.
A última hora de ayer, hasta el ministro del Interior libio y camarada de Gadafi desde los tiempos de la revolución de 1969, Abdulá Yunis, anunció su dimisión y su adhesión a la denominada Revolución del 17 de Febrero, que reclama la salida del dictador. El ministro pidió al Ejército que se sume a los manifestantes y respalde sus demandas "legítimas".
"Bienvenidos a la nueva Libia"
Las ciudades del este del país celebran el triunfo de las revueltas frente a Gadafi.- En la principal plaza de Tobruk, rebautizada en honor al Pueblo, se lanzan disparos al aire y se quema un monigote que representa al dictador derrocado
"Bienvenidos a la nueva Libia", grita un niño desde la vereda, agitando su arma de juguete entre una muchedumbre de manifestantes. Desde el pasado 18 de febrero Tobruk está en manos de los rebeldes que se han levantado en todo el país contra Muamar el Gadafi. En la plaza del Pueblo, el nuevo nombre que han dado los ciudadanos al lugar donde se han producido las principales manifestaciones, el edificio abrasado que albergaba la comisaría central de policía es el escenario de una imagen que ejemplifica la ira de Libia contra su dictador. Un monigote de trapo con el rostro del tirano dibujado pende de una soga sobre la multitud enfervorecida. Los fusiles Kaláshnikov lanzan ráfagas al aire entre el griterío de los manifestantes. Un militar se asoma por una ventana tocado con una gorrilla roja y prende fuego al muñeco ante el delirio de la muchedumbre. "Ilegal, ilegal, Gadafi ilegal!", vociferan.
La ciudad de Tobruk también está plagada de edificios quemados y cubiertos de pintadas. Un aire revolucionario lo impregna todo. Los niños corren por la calle de espaldas al mar Mediterráneo, al que se abre la ciudad, portando banderas: rojas, negras y verdes con una media luna y una estrella en el centro. La primera enseña de Libia tras la independencia. "El pueblo la ha recuperado porque no quiere a este dictador, queremos que nuestro país nos pertenezca", cuenta Mohamed. Y su primer paso ha sido repudiar la enseña que asocian a Gadafi.
La playa de Tobruk parece ajena a la batalla que se ha librado en sus calles. Contra una arena clara rompen olas bajas de un azul profundo. Algunas barcazas están amarradas muy cerca de la costa con las redes recogidas. Aún se desconoce el número de muertos que está dejando atrás la locura de Gadafi. "Nos indignó el modo en que nos habló, pero nos dimos cuenta de lo asustado y desesperado que estaba", considera Mohamed, uno de los impulsores de la protesta en la ciudad. "Luchamos y vencimos. El Ejército se unió a nosotros pasada la primera noche y la policía lo ha hecho días después. Ahora la ciudad es nuestra", explica.
La situación de Tobruk no es una excepción en la parte oriental de Libia. Bengasi, segunda ciudad del país (en torno al millón de habitantes) y bastión de la revuelta, también está bajo control de los manifestantes. "Bengasi está bien... No hay peligro ahora", ha dicho Farhan Abou Mogthab, un trabajador sirio de 40 años de edad, en declaraciones a Reuters. Los habitantes de la ciudad han comenzado a formar comités populares para organizar los asuntos públicos. Lo mismo pasa en Musaid, en la misma frontera con Egipto, o en Derna. En este último caso, lo ha reconocido el propio régimen cuando el viceministro de Exteriores ha relatado a embajadores europeos que Al Qaeda había formado allí un "emirato islámico". Un vecino de la ciudad, de en torno a 50.000 habitantes, lo ha expresado a los reporteros de France Presse de otro modo: "El muro del miedo ha caído".
Las milicias de Gadafi borran pruebas de las matanzas de civiles
Los partidarios del régimen se llevan cadáveres de manifestantes de un hospital de Trípoli.- Se escuchan disparos en algunas zonas de la capital, mientras la situación en el este del país, 'liberado', es de relativa normalidad
Pese a los intentos del régimen de Muamar el Gadafi de acallar a su pueblo y las dificultades para comunicarse en Libia, EL PAÍS ha conseguido contactar con algunos testigos de lo que allí está sucediendo: residentes en Libia, españoles que estaban allí trabajando, familiares de personas que intentan salir del país...
Las personas consultadas por este periódico describen un este tranquilo y un oeste, con la capital Trípoli, que vive en la incertidumbre. Miles de libios y de extranjeros intentan salir del país. En la capital, rodeada de militares, se escuchan disparos en algunas zonas, mientras que en otras la gente sale e incluso acude a trabajar. Mientras, las milicias del dictador intentan borrar pruebas de la matanza de civiles, y se han llevado por la fuerza cadáveres de manifestantes de un hospital durante la noche.
Mouhamed, profesor de 29 años en Trípoli: "Disparan a matar, al torso y la cabeza"
Al cuñado de Mouhamed lo mataron hace unos días de un tiro en la cabeza. Este profesor de 29 años está en Trípoli y asegura que hay disparos contra la población y que quien dispara lo hace para matar, con balas al torso y a la cabeza. "Muchos de los que disparan están vestidos de civiles, hablan francés, no son libios y tienen complexión de negros africanos", asegura en un correo electrónico. "Muchos de los heridos en las calles son rematados a golpes por personas que llevan cascos amarillos".
Las calles de la capital, cuenta, están llenas de cuerpos mutilados y quemados y los hospitales rebosan de personas heridas y ya empiezan a estar escasos de material sanitario. Mouhamed cree que no hay bombas pero se escuchan algunas explosiones en los alrededores de la ciudad. "Se dice que la ciudad está fuera del control del Gobierno y lo que se ve en las estrechas calles de Trípoli son las maniobras del desesperadas del sistema para mantenerse vivo".
Amira Aribe, 33 años, dentista, Gergaresh (Trípoli): "El día es demasiado peligroso, todos tenemos miedo de las milicias"
Amira Aribe, dentista, tiene un tono en Skype de tristeza y enfado: "Son malos tiempos. A todos nos dicen que salgamos y vayamos a trabajar. Parece que lo que quieren es que la milicia nos mate, o que todo parezca normal para cuando llegue la CNN". "Esta noche he dormido solo tres horas, a las siete de la mañana (una hora menos en la España peninsular) ya escuché disparos en la calle", cuenta a través de Skype. Aribe, que vive en Gergaresh, un barrio costero con hoteles de Trípoli, explica que la situación en la capital varía por zonas. En la suya, solo se atreven a salir a la calle por la noche: "El día es demasiado peligroso, todos tenemos miedo de las milicias".
Esta mujer, una de las pocas libias que se atreve a aparecer en la prensa con su nombre y apellido, relata que, según varios amigos que trabajan en el Hospital Central de Trípoli, las milicias entraron anoche en el centro y se llevó los cuerpos de los manifestantes caídos en las calles, pese a la oposición de los médicos. La noche anterior, habían entrado para prohibir a los trabajadores que tomaran fotos o vídeos de los muertos y heridos. El uso de la violencia contra los manifestantes ha provocado la repulsa internacional y numerosas deserciones dentro del propio régimen de Gadafi, que se aferra al poder y asegura que prefiere morir "como un mártir" a irse.
Aribe se acaba de enterar de que el hijo de una amiga de su madre, muy joven, ha muerto de un disparo en el estómago esta madrugada, en Gergaresh, y que un hermano del joven está gravemente herido. "Se han tenido que llevar el cadáver del hospital para que no lo hicieran desaparecer", cuenta. La dentista libia explica que los familiares del joven muerto no han podido enterrarlo todavía: "No les queda más remedio que velar su cuerpo en casa y no pueden celebrar el funeral porque el régimen ha prohibido que la gente se reúna. Es una vergüenza". "Sería peligroso. La gente tiene miedo de que los relacionen con un rebelde, pero él es un shaheed (mártir)", afirma.
"En pocos días, Trípoli será un auténtico campo de batalla", vaticina Aribe.
M. D., 43 años, ingeniero informático, Hai Al-Andulus (Trípoli): "No sabemos lo que nos espera. Trípoli está en manos de un demente"
M. D., un ingeniero informático libio de 43 años, que vive en la zona de Hai Al-Andulus, otra de las zonas de la capital, también cuenta por Skype que la noche ha sido tranquila. "Solo escuchamos disparos durante el discurso de Gadafi", dice. De día, cuenta, la gente empieza a tener problemas para encontrar artículos de primera necesidad, como pan o gasolina: "Los últimos tres días hemos tenido que esperar colas de más de una hora para conseguir un poco de pan", describe. Sus dos hijos, de 4 y 7 años, están en casa pues los colegios llevan cerrados desde que empezaron las revueltas, hace una semana. "Los niños son los únicos que no tienen miedo, juegan tranquilos ajenos a lo que está pasando".
Amir Siddiqui, ingeniero paquistaní empleado en Libia: "El problema es llegar a la capital por carretera"
Amir Siddiqui, un ingeniero paquistaní empleado en el sector petrolero, cuenta en un foro de expatriados que muchas compañías internacionales mantienen personal en sus oficinas de la capital para "cuidar" de sus trabajadores de los campos petroleros. "La situación en Trípoli no es tan mala como reflejan las noticias", afirma, "no hay problemas para moverse, todavía vamos a la oficina y no hemos tenido problemas hasta ahora", contaba. Para él, el problema de los cientos de expatriados que pretenden salir del país es llegar a la capital por carretera.
Juan Prunes, español empleado en Libia por una empresa canadiense. "Trípoli está muy tranquila, incluso hay comercios abiertos"
Juan Prunes, un español que trabaja para la empresa canadiense de ingeniería SNC Lavalin ya está en Tripoli, después de que viajase durante horas desde un campamento a 70 kilómetros de la capital, localizado en mitad del desierto. La esposa de Juan Prunes ha relatado desde Tenerife que su marido no vió controles ni barricadas en el trayecto que tuvo que hacer desde el punto en el que estaba desplazado. El español tiene Internet, pero de forma interrumpida, según cuenta su mujer. La última vez que se comunicó con por la Red contó que ha visto la capital libia "muy tranquila" y que incluso hay algunos comercios abiertos.
Después de dos días de silencio, la Embajada española en Libia le ha dicho que se desplace esta mañana a Trípoli para darle un salvoconducto, y esperar la evacuación a bordo de un avión militar. El Ministerio de Exteriores ha confirmado a EL PAÍS que la aeronave salió de España anoche y se encuentra desde esta madrugada en un lugar cercano a Trípoli.
La delegación ha asegurado a Prunes que la mañana ha sido tranquila en la capital, aunque hay barricadas y puestos de control con gente armada en distintos puntos de la ciudad. Exteriores explica que están tratando de localizar a los españoles para reagruparlos alrededor de Trípoli y evacuarlos en el menor tiempo posible. Además han desplazado a un funcionario al aeropuerto de la capital libia para que coordine los desplazamientos. Ante las quejas de algunos ciudadanos españoles por el abandono sufrido por la embajada, Exteriores asegura que la legación ha estado en "permanente contacto" con todos los registrados en la misma.
Óscar , español trabajador en Libia: "todavía no he tenido noticias de la Embajada"
Óscar, un español que trabaja en Libia, se comunica a tropicones con su padre, al que le ha asegurado que "todavía no ha tenido noticias de la Embajada". Su hijo se logró poner en contacto con él con un mensaje de texto, aunque las comunicaciones siguen siendo muy complicadas. Óscar describe una situación "bastante tranquila", aunque escucha disparos esporádicamente en las afueras de la capital, donde se ha refugiado en casa de una amiga.
Nana Ahmed, saharaui residente en Madrid, con dos hermanas desplazadas a Libia: "Llevan una semana sin comer".
Nana Ahmed, una activista saharaui residente en Madrid, ha podido hablar de nuevo con sus dos hermanas, de 19 y 27 años, que están en un internado en Libia y de las que no tenía noticas desde el pasado sábado: "Tuve que esperar hasta las dos de la madrugada para poder hablar con ellas. Las líneas no funcionaban". Según ha explicado, los teléfonos móviles están operativos pocos momentos del día y que cuando consigue hablar con sus hermanas lo hace en clave cuando se refiere a Gadafi.
El régimen del presidente las ha Gadafi las había apatrinado para que cursasen sus estudios. "No pueden levantarse contra Gadafi, están en tierra de nadie", dice.
El gobierno libio tenía becadas a estas dos saharauis y se ha encargado de su manutención hasta que comenzaron las revueltas y todo el personal abandonó el edificio donde se encuentran. Se han puesto en contacto con el Frente Polisario quien les ha informado que la única posibilidad de ser evacuadas es que lo hagan en un avión de los que ha fletado Argelia.
Ahmed asegura que sus dos hermanas, estudiantes de periodismo y bachiller respectivamente, tienen esperanzas de la llegada del avión que las repatrie: "Mi hermana mayor hace tres días estaba en Trípoli pero se tuvo que marchar. Es una locura, lleva una semana sin comer".
En el pueblo de Albayda, una ciudad liberada (aquellas libres del régimen del dictador en las que el Ejército se ha puesto del lado de los manifestantes), bancos y oficinas están abiertos. Solo siguen cerrados los colegios, describe Ahmed Gebrel, un diplomático libio de 37 años. Gebrel, que ayer se acercó a la frontera con Egipto donde estuvo recibiendo a periodistas extranjeros y equipos médicos, iba a asistir esta mañana a una asamblea general de su localidad para organizarse. Cuenta que los próximos pasos que darán será coordinarse con todos las ciudades liberadas, que asegura, son mayoría en el este.
El antiguo diplomático afirma que el discurso de anoche del dictador provocó la ira de los ciudadanos, que se echaron a la calle. "Gadafi trata de manipular a la opinión pública diciendo que detrás de las protestas hay radicales y terroristas", dice Gebrel, que lo niega rotundamente.
Khaled Shari, libio residente en Valencia: "La gente está muy animada, con la moral más alta que nosotros, que estamos preocupados"
Tras el discurso, los comités revolucionarios, pilares fundamentales del régimen, salieron a la calle a atacar a la población en ciudades como Zliten, donde causaron 30 heridos, le han contado a Khaled Shari, libio residente en Valencia, sus hermanos. Los partidarios de Gadafi "usaron palos y fusiles kaláshnikov, con la poca munición que les queda", afirma Shari. Según le ha contado su hermano Mahmud, la población se enfrentó a ellos y consiguieron frenarles.
"La gente está muy animada, con la moral más alta que nosotros, que estamos preocupados en la distancia", dice Shari, residente en España desde hace 30 años. Sus hermanos le transmiten que "esto no tiene marcha atrás".
Elisenda López, mujer de un británico en Libia: "La gente está harta de tanta sangre"
Los habitantes de Bengasi han vivido una noche "muy movida, con muchos disparos", dice Elisenda López, pareja del británico David Livingstone, que espera en esta ciudad del este, la segunda más grande de Libia, una forma de salir del país. En la calle se percibe que los libios ya no pueden más: "La gente está harta de tanta sangre", le ha contado Livingstone.
Esta información está siendo elaborada por Belén Hernández, Gloria R. Pina, Raquel Seco, Paula Escalada Medrano y Aurora Muñoz.
Fuente Diario "EL PAIS"
Los rebeldes libios controlan ya la mayor parte de la zona este del país
Según distintas fuentes, entre ellas el dimitido ministro del Interior iibio, el régimen de Gadafi habría perdido el control de buena parte de la zona este del país, lo que incluye Bengasi, la segunda ciudad más importante, o Tobruk. Además, los revolucionarios habrían detenido a cientos de mercenarios y tomado las emisoras de importantes localidades.
Miles de personas están celebrando este martes en las calles de Bengasi que la ciudad ya no está sometida al control del régimen que lidera Muamar Gadafi. Los manifestantes han lanzado fuegos artificiales y han expresado su condena al mandatario libio.
Los rebeldes y sus seguidores han abarrotado las calles de esta ciudad oriental, epicentro de las manifestaciones antigubernamentales, portando banderas de la época anterior a Gadafi
y repartiendo zumos y snacks a los vehículos que pasaban por la zona, que han hecho sonar sus bocinas.
Ante edificios carbonizados por la violencia de los últimos días, un hombre ha exhibido una fotografía de Gadafi con el cuerpo de un cerdo mientras pasaban camiones llenos de entusiasmados detractores del mandatario libio por las calles.
"Ben Alí, Hosni, Muamar", se puede leer en un grafiti pintado en un cartel de la ciudad de Bengasi, en referencia a los dos presidentes depuestos por las protestas en Túnez y Egipto.
El director del centro de salud de Benghazi, Hossam Ibrahim Sherif, ha asegurado que, desde el inicio de las protestas que reclaman la renuncia de Gadafi, han muerto unas 320 personas por la represión de las autoridades.
Los manifestantes anti-Gadafi se han congregado ante el juzgado de la localidad, situado junto a un edificio de seguridad que fue incendiado la semana pasada en este bastión de los detractores del mandatario libio que durante años ha rivalizado con la capital.
Tras una semana de violencia que ha conseguido acabar con el control gubernamental, este elegante puerto mediterráneo, que tiene una población de unas 700.000 personas, ha comenzado a autogestionarse por medio de comités populares.
En la prisión de las afueras de la ciudad, incendiada y con las puertas y las ventanas destrozadas, todavía se puede observar un grafiti con el siguiente mensaje: "No a la destrucción, sí a la libertad".
La ciudad está recibiendo suministros tras varios días de violencia. Varios camiones cargados con mercancías catalogadas como donaciones se dirigen al centro urbano. Los residentes han exhibido fotografías de los familiares que fueron asesinados en la masacre de 1996 en la prisión de Abú Salim, en la que murieron unos 1.000 personas, muchos de ellos de Benghazi. "Todos ellos eran mis hermanos", ha explicado Abdulá Hamed, un ingeniero de 41 años de edad.
Un abogado de esta ciudad oriental libia ha explicado que un comité de seguridad formado por civiles arrestó el pasado lunes a 36 "mercenarios", procedentes de Chad, Níger y Sudán y contratados por el régimen de Gadafi para combatir en la ciudad.
Por su parte, la cadena británica de televisión Sky News ha mostrado un vídeo con misiles antiaéreos en lo que parece ser una base abandonada cerca de la ciudad de Tobruk. Los libios que habitan en zonas de pastoreo en la carretera al este de la localidad de Al Marj ya han retomado su actividad. Este área apenas se ha visto afectada por la revolución que ha asolado el país y que Gadafi se ha comprometido a suprimir.
"No ha habido efecto aquí. Ha sido todo en ciudades como Bengasi y Tobruk", ha explicado un trabajador de la estación de servicio en Al Jarouba, una localidad entre Tobruk y Benghazi, próxima a la zona libia del desierto del Sáhara.
En Bengasi, varios minibuses con trabajadores egipcios y sirios han salido de la ciudad, si bien los operarios han asegurado que no huyen de la violencia sino que regresan a sus hogares porque ahora no hay trabajo. "Bengasi está bien... No hay peligro ahora", ha dicho Farhan Abou Mogthab, un trabajador sirio de 40 años de edad
En Tobruk, varios militares, que aún visten uniforme aunque ya no son leales a Gadafi, han asegurado que esta localidad ya no está sometida al régimen libio.
Zona oriental del país, "liberada"
Por su parte, el dimitido ministro de Justicia, Mustafa Abdel Yalil, aseguró hoy que la zona oriental del país "ha sido liberada totalmente del control" de Gadafi, mientras oficiales del Ejército de Al Yabal al Ajdar, en el noreste y cuya capital es Al Baida, anunciaron que se han unido a la revolución.
"Nosotros los oficiales y los soldados de las fuerzas armadas en la dirección de la zona de Al Yabal al Ajdar anunciamos nuestra unión total a la revolución popular", dijo hoy un portavoz militar en un vídeo difundido por las televisiones Al Yazira y Al Arabiya.
Activistas y testigos confirmaron a la cadena qatarí que "el tercio nororiental de Libia "ha sido liberado" y está en poder de "los revolucionarios" y que se han formado comités populares para proteger y gobernar las ciudades.
Según el ex ministro Yalil, los jóvenes revolucionarios en Al Baida han detenido al menos a cuatrocientos mercenarios de Chad y Níger, al tiempo que confirmó que comités locales protegen las propiedades públicas y privadas en la zona oriental del país.
Según Al Yazira, los revolucionarios ya dirigen las emisoras de radio de Bengasi, Al Baida, Darna y Aydabia, todas en el este del país, mediante las cuales emiten comunicados a favor de la revolución e instrucciones a los jóvenes para que protejan las instituciones públicas.
Fuente Diario "LA RAZÓN"
8.35
La Liga Arabe ha decidido excluir a Libia de sus reuniones hasta que su mandatario, Muamar Gadafi, atienda las demandas democráticas de la población, "garantizando su seguridad y estabilidad". También amenaza al país de expulsión de la organización, según ha indicado su secretario general, Amr Musa, mediante un comunicado reseñado por Reuters.
8.50
En medio de un aumento de la presión internacional, Perú es el primer país que anuncia la suspensión de relaciones diplomáticas con Libia «en tanto que no cese la violencia contra el pueblo». La noticia la ha lanzado el Gobierno peruano a través de la cuenta de su presidencia en Twitter.
10.30
Los españoles atrapados en el aeropuerto de Trípoli desde el lunes han logrado abandonar Libia. Lo tuvieron que hacer en un vuelo militar anoche, gracias a la generosidad de Portugal, país que fletó el avión y que les acogió. Han dormido esta noche en Palermo (Italia) y desde allí llegarían a españa en otro vuelo que partiría a lo largo de la mañana. En la imagen, el aeropuerto de Trípoli, ayer.
11.02
Varios medios internacionales consiguen entrar en Libia para sortear la censura de Gadafi y contar la revolución desde dentro. Anuncian que lo han conseguido Martin Chulov, del Guardian británico y Ben Wedeman, de la CNN. El primero, que está en Bengasi, indica que los comercios están cerrados y que no queda rastro de los partidarios de Gadafi.
11.15
Italia teme la llegada de 300.000 inmigrantes a sus costas si cae el régimen de Gadafi. El ministro de Exteriores, Franco Frattini, ha declarado que podría generarse un auténtico «éxodo bíblico» hacia las costas europeas, no sólo a Italia sino también a Grecia «que está más cerca», un problema «que nadie debería minusvalorar».
11.30
Frattini también ha dado credibilidad a la cifra de un millar de muertos por la revuelta en Libia y explica que el país se encuentra ante «una situación grave, gravísima», cuyo «trágico balance será un baño de sangre». «Una situación que se agrava con los propósitos expresados por (el líder libio Muamar el) Gadafi, en los que manifestó su voluntad de golpear a su propio pueblo», ha dicho. En la imagen, protestas contra Gadafi en Malasia.
12.05
Italia, uno de los países con lazos más estrechos a Gadafi, alerta sobre la proclamación en Cirenaica (la región que ocupa la mitad Este del país) del «emirato islámico de Libia oriental. Han anunciado la voluntad de secuestrar a occidentales. Este islamismo radical nos preocupa porque se sitúa a pocos cientos de kilómetros de la Unión Europea (UE)», ha indicado Frattini.
12.55
La Unión Europea (UE) estudia hoy imponer sanciones al régimen de Gadafi, como ha pedido Sarkozy, mientras se prepara para evacuar durante los próximos días a los alrededor de 10.000 ciudadanos comunitarios de forma coordinada.
13.10
Ángel Expósito analiza hoy la posibilidad de una intervención militar exterior en Libia. «Gadafi está completamente loco, no hay más que verlo», dice. También recuerda que Zapatero fue uno de los últimos mandatarios europeos que recibió al dictador. Y concluye preguntándose si estamos preparados «para recibir ataudes con soldados españoles por una operación en el Magreb».
13.18
El precio del crudo bajará tras las revueltas. Lo afirman los analistas internacionales, quienes creen que, a medio plazo, los nuevos gobiernos de los países productores necesitarán dinero para la reconstrucción y venderán el petróleo a cualquier precio.
15.45
Un avión militar se ha estrellado después de que sus dos pilotos saltasen en paracaídas tras rechazar bombardear dos localidades en la región de Bengasi, en el este del país, controlada por los participantes en las revueltas contra el régimen de Gadafi, según el diario libio Quryna
17.13
El viceministro de Asuntos Exteriores libio, Khaled Kaïm, también ha dicho que Al Qaida ha establecido un emirato islámico en Derna, en el este de Libia, dirigido por el ex prisionero de Guantánamo Abdelkarim Al-Hassadi. Kaïm, como ayer hizo Gadafi en su discurso, ha insistido en que Al Qaida quiere poner en marcha un régimen talibán en Libia. También el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, asegura que la región de Cirenaica, en el noreste de Libia, ya no está bajo el control del Gobierno de Muamar al Gadafi. "En Cirenaica hace tres días han anunciado el nacimiento de un emirato islámico de Libia oriental. Sabemos con toda seguridad que Cirenaica (una región que ocupa la mitad oriental del país) no está ya bajo el control del Gobierno libio y que hay enfrentamientos en el resto del país", dijo hoy Frattini.
17.12
El régimen de Gadafi amenaza a la prensa extranjera. «Los periodistas que entren ilegalmente Libia están fuera de la ley», ha advertido el viceministro de Asuntos Exteriores, Khaled Kaïm, que asegura que serán tratados «como si colaborasen con Al Qaida». Según el viceministro, han permitido la entrada a tres equipos de la CNN, de Al-Arabiya y de la BBC Arabic, mientras que un corresponsal de la CNN que ha entrado ilegalmente "debe devolver su equipo o será arrestado".
16.20
El ex ministro libio de Justicia, dimitido la semana pasada por las protestas en el país, ha indicado al periódico sueco «Expressen» que fue el propio Gadafi el que ordenó los atentados de Lockerbie en 1988.
16.18
El magistrado libio de la Corte Penal Internacional Sayed al Shanuka asegura, en declaraciones a Al Jazira desde París, que las revueltas en Libia han provocado ya 10.000 muertos y al menos 50.000 heridos.
16.15
El precio del barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, ha alcanzado este miércoles su nivel más alto desde septiembre de 2008, al superar los 110 dólares, debido a las crecientes tensiones en Libia.
16.10
El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Khaled Kaïm, ha asegurado durante un encuentro con embajadores de países de la UE que Al Qaida ha establecido un emirato islámico en la localidad de Derna -en el este del país- dirigido por un ex preso de Guantánamo.
17.20
La tripulación de un avión se niega a bombardear Bengasi y se lanza en paracaídas. Un avión de la Fuerza Aérea libia se ha estrellado cerca de Bengasi, en el este de Libia, después de que su tripulación se negara a obedecer la orden de bombardear la ciudad y decidiera saltar con paracaídas del aparato, según ha informado este miércoles el diario libio 'Quryna'.
17.50
El enviado especial de ABC a Libia, Luis de Vega, relata lo que está ocurriendo en estos momentos en Msaad: "La frontera con Egipto está abierta, controlada por militares y civiles que dejan pasar a todo el mundo. Ondea la antigua bandera de la monarquía y los militares saludan con el símbolo de la victoria. La zona está tomada por los opositores a Gadafi y la gente está deseosa de hablar con los extranjeros. A lo largo de todo el camino se ve a miles de egipcios que abandonan el país cargados con todas sus pertenencias, y con setimiento de alivio. Hay un ambiente de júbilo, con mucha gente en la carretera y todo abierto".
18.00
Unas 10. 000 personas han muerto y 50. 000 han resultado heridas desde el inicio de las revueltas opositoras en Libia, según un nuevo balance transmitido a la cadena Al Arabiya por fuentes del Tribunal Penal Internacional (TPI). Pese a que el régimen de Muamar Gadafi sólo ha confirmado el fallecimiento de unas 300 personas, otras fuentes como organizaciones humanitarias multiplican estas cifras. La Federación Internacional de Derechos Humanos ha situado en 640 el número de fallecidos desde el pasado 14 de febrero, informa Al Arabiya en su Twitter.
18.50
Bengasi, la segunda ciudad en importancia de Libia, parece estar fuera del control de Gadafi, con los militares locales desafiando al régimen e izando banderas de la monarquía en los edificios oficiales. El enviado del diario británico The Guardian describe cómo las tropas han entrado en un patio de una comisaría de policía, cargando toneladas de armas y munición que han sacado de un cuartel militar para defenderse de las fuezas leales al dictador.
19.14
Más de un 25% de la producción de petróleo de Libia se encuentra paralizada, ya que los disturbios registrados en los últimos días en el país han llevado a varias empresas a anunciar un cierre temporal de sus operaciones en el tercer mayor productor de crudo de África.
19.25
Aterriza en Madrid el avión de Repsol con 61 españoles a bordo. Entre los ciudadanos españoles evacuados en el avión de la compañía Calima Aviación, hay varios trabajadores de Repsol y de otras empresas como Sacyr. También hay un grupo de 25 personas de personal de la Embajada de España en Trípoli y familiares y del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), así como tres religiosas de la orden de San Vicente de Paul.
23.00
El hijo de Gadafi ha asegura que los puertos y aeropuertos libios están «todos abiertos» y que la situación es «normal». «El problema reside en las regiones del este» del país, ha explicado Saif al-Islam por televisión mientras visitaba varias comisarías. «Hermanos, los libios deberíamos estar unidos en esta batalla nacional», ha manifestado.
23.10h.
Habla Obama: La represión militar y el derramamiento de sangre en Libia son hechos escandalosos»
23.12h.
Obama: «Proteger a los norteamericanos que se encuentren en Libia es un asunto prioritario para nosotros»
23.13h.
«Los dirigentes deben considerarse responsables de esta brutal represión. Lo ocurrido es indignante e inaceptable»
23.16h.
Obama también ha anunciado que Hillary Clinton viajará a Genova para participar en la sesión extraordinaria del Consejo sobre Derechos Humanos de la ONU que se celebrará este viernes para tratar el asunto de Libia
Fuente Diario "ABC"
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