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lunes, 7 de noviembre de 2011
GAGOMILITARIA NOTICIAS.-LLEGA A TORREJON EL CUERPO DEL SARGENTO MOYA
Dolor y solemnidad en el homenaje al sargento Moya en Torrejón de Ardoz
"Ha dado la vida, combatiendo con las armas en la mano, por los intereses de España», resumen un compañero al militar asesinado en Afganistán"
«Ha dado la vida, combatiendo con las armas en la mano, por los intereses de España». Así resume un compañero de «armas» de Joaquín Moya Espejo la muerte del sargento primero este domingo en una loma de Ludina, en el noroeste de Afganistán cuando formaba y entrenaba a oficiales del Ejército Nacional Afgano.
Su féretro ha llegado a las 16.00 horas a la base aérea de Torrejón (Madrid), donde ha sido recibido por familiares y autoridades. A su llegada a la base ha tenido lugar una breve ceremonia en la que se ha oficiado un responso por su eterno descanso y, posteriormente, se le ha impuesto la Gran Cruz del Mérito Militar, con distintivo rojo, han informado desde el Ministerio de Defensa.
En la Base de Apoyo Avanzado de Herat, la ministra de Defensa, Carme Chacón, alertó que aunque la misión de Afganistán se encuentra «en la cuenta atrás» -una cuenta atrás nada menos que de tres años aún, según lo planes de repliegue total para 2014- el peligro todavía es evidente para los más de 1.500 militares españoles desplegados en los cuarteles generales de la misión de la OTAN-ISAF en Kabul, Herat y sobre todo Qala i Nao, con los tres puestos avanzados de Moqur, Darra e Bom y Ludina, lugar donde falleció el sargento Moya Espejo durante un combate.
98 muertes españolas en diez años
El sargento cordobés es la víctima 98 desde que España se desplegase hace diez años en Afganistán, la primera muerte en combate. Las otras 97 murieron por accidentes aéreos (79), por explosiones de minas (12), tiros a bocajarro de policías infiltrados (2 agentes de la Guardia Civil), accidente de tráfico (2) y por causas naturales (2).
El militar español falleció al recibir un disparo de arma ligera durante un hostigamiento. Llevaba chaleco antibalas, pero el azar quiso que la bala proveniente de fuego de arma ligera -posiblemente AK-47- impactara en una zona desprotegida (parte del costado, axila..., algo que está siendo investigado).
Mensaje de S.M. el Rey
Chacón mantuvo esta mañana una reunión con el jefe de la FSB de Herat, coronel Javier Carramiñana, y con el jefe del PRT español en Qala-i-Naw, coronel Félix Eugenio García Cortijo. La ministra resaltó que «los que han asesinado al sargento primero Moya no quieren que haya un Ejército ni un Estado afganos, y desde luego no quieren que haya libertad ni seguridad en esta tierra». A este respecto, recordó que la misión en Afganistán es «la más dura, compleja y arriesgada de todas en las que han participado las Fuerzas Armadas españolas en el exterior».
Por último, Carme Chacón trasladó a los militares españoles en Afganistán un mensaje de apoyo, admiración y gratitud de parte de Su Majestad el Rey. El dolor de los familiares y compañeros del sargento primero y la solemnidad han marcado el acto ya en la base madrileña.
La ministra y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el general del Aire José Julio Rodríguez, han acompañado a los padres, hermanos y compañeros del fallecido, así como su viuda, sargento del Ejército de Tierra y compañera de la misma unidad que el militar fallecido, que pertenecía al Regimiento de Infantería Garellano 45, de la Brigada de Infantería Ligera San Marcial V, con sede en Vitoria.
Junto a ellos se encontraban esperando al avión, que ha aterrizado en Torrejón a las 16.15 horas, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el ministro del Interior, Antonio Camacho, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Saénz de Santamaría, y el presidente de la Fundación IDEAS, Jesús Caldera, así como los Jefes de Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), general Fulgencio Coll, y Aire (JEMA), general José Jiménez.
Nada más bajar del avión, la ministra de Defensa, acompañada por el Jemad, se ha dirigido a la familia del fallecido, a los que ha tratado de consolar, mientras el resto de autoridades permanecían solemnes, junto a una bandera de España que ondeaba a media asta. El cuerpo del sargento Moya ha sido trasladado desde el avión hasta un pequeño túmulo situado en la pista a hombros de sus compañeros de regimiento, entre ellos algunos de los que le han acompañado desde Afganistán, momento en el que los familiares han contenido su dolor a duras penas.
Después, el arzobispo castrense Juan del Río ha dirigido un responso en el que ha lamentado la «violenta muerte» del militar cordobés y ha tratado de infundir aliento a sus seres queridos, en unos momentos en los que «parece que el mundo se derrumba y la vida no tiene sentido» y entró en parada cardiorrespiratoria durante el vuelo, certificándose su fallecimiento cuando llegó al centro hospitalario Role 2 de Bala Murghab
Fuente Diario "ABC"
El fallecido llevaba chaleco antibalas, pero el proyectil se coló por un hueco
La suerte, que tantas veces ha salvado la vida a los soldados españoles en Afganistán, les abandonó ayer. El sargento primero Joaquín Moya Espejo, de 35 años, falleció a primera hora de la tarde tras recibir un disparo de arma ligera realizado "desde una posición lejana" por un grupo de insurgentes que hostigaron a la unidad de la que formaba parte. Según el Ministerio de Defensa, el fallecido llevaba puesto su chaleco antibalas -en realidad, un chaleco antifragmentos reforzado con placas de cerámica-, por lo que el proyectil debió entrar por zonas no protegidas (el hombro o el costado) y le alcanzó en el tórax. Un helicóptero estadounidense le evacuó al hospital Role 2 -equipado para intervenciones quirúrgicas- de Bala Murghab, pero entró en parada cardiorrespiratoria durante el vuelo y los facultativos solo pudieron certificar su fallecimiento. Joaquín Moya Espejo, natural de Córdoba, estaba destinado en el Regimiento de Infantería Garellano 45, con sede en Vitoria, y deja un hijo. Con esta muerte se eleva a 97 el número de militares españoles (además de un traductor) que han perdido la vida desde que España inició en 2002 el despliegue en Afganistán.
El fallecido formaba parte del Equipo Operativo de Asesoramiento y Enlace (OMLT), que se encarga de la instrucción de uno de los dos batallones de la brigada del Nuevo Ejército Afgano (ANA) que se está constituyendo en la provincia de Badghis, bajo responsabilidad española. El ataque se produjo a menos de cinco kilómetros al noroeste de Ludina, donde tiene su base un destacamento avanzado del Ejército español. Los miembros de la OMLT se encontraban en una loma, supervisando el despliegue de los efectivos del ANA y españoles por el valle que conduce a la frontera de Turkmenistán, una zona infestada de insurgentes y contrabandistas.
Desde una colina situada a una distancia de entre 500 y 1.000 metros recibieron varios disparos de armas ligeras; probablemente fusiles Kalashnikov, a falta de lo que determinen las pruebas balísticas. Un equipo español de tiradores de precisión, que protegía el avance de las tropas afganas y españolas por el valle, respondió al fuego, pero no pudo evitar que Joaquín Moya resultara mortalmente herido. El fallecido llevaba puesto el chaleco antifragmentos (reforzado dos placas de cerámica de 30 por 25 centímetros en la parte frontal y posterior y otras dos de 15 por 15 en los laterales), que debía ser suficiente para un disparo de arma ligera a gran distancia. A la espera del resultado de la autopsia, todo apunta a que el proyectil se coló por el hueco del hombro o el costado.
Los militares españoles presentes en el lugar del hostigamiento -algo más de un centenar- respondieron al fuego de los insurgentes y pidieron apoyo aéreo a la OTAN, pero cuando llegaron dos F-16 los agresores ya se habían dado a la fuga.
España tiene en la actualidad casi 1.500 soldados en Afganistán. Unos 170 están encuadrados en cinco OMLT, que se encargan de instruir a un cuartel general de brigada, dos batallones de Infantería, una unidad de cuartel y otra de servicios de apoyo al combate del Ejército afgano. Todos los OMLT -salvo el último, que todavía permanece en Herat- están ya en la provincia de Badghis.
Los OMLT son un elemento clave en la estrategia de la OTAN, ya que su objetivo es acelerar la formación del Ejército afgano para permitir que el grueso de las tropas extranjeras pueda salir del país en 2014, según lo previsto.
El proceso de transición se inició en julio pasado, con el traspaso a las autoridades de Kabul de las competencias sobre la seguridad en siete áreas del país; entre ellas, la capital y la ciudad de Herat. Estaba previsto que en la conferencia celebrada la semana pasada en Estambul (Turquía) se anunciaran los nombres de otras 17 áreas que pasarán a manos de las autoridades afganas en los primeros meses del año próximo, pero el presidente Hamid Karzai decidió posponer el anuncio hasta la reunión de la Loja Jirga (Parlamento afgano), prevista para mediados de este mes.
Fuentes diplomáticas han confirmado que, a falta del anuncio oficial, la lista incluirá, por vez primera, dos distritos bajo responsabilidad española: el de Qala-i-Naw (que incluye la capital provincial) y el de Ab Kamari. Los restantes distritos tendrán que seguir esperando a que se garantice la seguridad por las dos rutas que surcan la provincia de norte a sur (la Lithium y la Ring Road), lo que aún está lejos de haberse logrado.
El Gobierno ha anunciado que el 10% de los soldados españoles regresará a casa antes de julio del año próximo, y hasta el 40% en el primer semestre de 2012, de forma que la retirada completa se producirá en 2014. El PP ya ha advertido, no obstante, de que si gana las elecciones del 20-N revisará estos planes.
La misión en Afganistán es la más costosa en vidas humanas de cuantas afrontan las Fuerzas Armadas españolas. Un total de 97 militares y un intérprete han perdido la vida desde que se inició el despliegue en 2002. La mayor parte han muerto en los accidentes aéreos del Yak-42 y el Cougar (79 víctimas en total), pero también en atentados con artefactos explosivos (12) y por arma de fuego (cuatro). El último ataque con bajas mortales se produjo el pasado 26 de junio, cuando la soldado Niyireth Pineda y el sargento Manuel Argudín perdieron la vida por la explosión de una mina. Afganistán es también la misión más onerosa económicamente, con un coste de un millón de euros al día.
La ministra de Defensa, Carme Chacón, interrumpió ayer sus actos electorales para viajar a Afganistán con el jefe de la cúpula militar y acelerar la repatriación del cadáver del sargento primero.
Fuente Diario "EL PAÍS"
Llegan a Madrid los restos mortales del sargento fallecido en Afganistán
Los restos mortales del sargento primero Joaquín Moya, fallecido ayer en Afganistán, han llegado pasadas las cuatro de la tarde a la base aérea de Torrejón de Ardoz, donde han sido recibidos por sus familiares y varias autoridades.
Tras aterrizar el avión Airbus de la Fuerza Aérea española en el que viajaba la ministra de Defensa, Carme Chacón, se ha iniciado el acto oficial a pie de pista, en el que se va a imponer a título póstumo la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo.
Han acudido a recibir los restos mortales del sargento la viuda y la familia, así como distintas autoridades, entre ellas, el ministro del Interior, Antonio Camacho, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, y el exministro de Trabajo Jesús Caldera.
Compañeros del fallecido han bajado del avión el féretro, cubierto con una bandera de España, y lo han situado a pie de pista.
Durante el acto, los familiares del militar fallecido, visiblemente conmovidos, han protagonizado escenas de dolor y no han podido evitar las lágrimas.
Además de la viuda, también militar y de la misma unidad a la que pertenecía el fallecido, estuvieron en el acto los padres, hermanos, suegros y exsuegros.
Uno de los momentos más emotivos se ha registrado cuando sonaban los acordes de 'La muerte no es el final' y cuando el general jefe de la Brigada San Marcial número 5, a la que pertenecía el sargento primero, entregó la bandera y la Cruz del Mérito Militar a su viuda.
El arzobispo castrense, Juan del Río, ha pronunciado unas palabras de consuelo a la familia y ha recordado al sargento primero Moya como un "hombre valeroso" y un "soldado entregado a la paz y los derechos fundamentales del ser humano".
Una vez finalizado el acto, los restos del fallecido fueron trasladados en un coche fúnebre al Instituto Anatómico Forense.
El sargento primero Joaquín Moya, de 35 años, casado y padre de un niño, falleció en Afganistán por un disparo de un insurgente que le entró por la clavícula, por una abertura del chaleco antibalas, y le afectó al corazón, durante un ataque que duró unos minutos.
Por otra parte, el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, trasladó hoy desde Londres sus condolencias a la familia del militar fallecido. Al comienzo del Foro Económico bilateral entre empresarios españoles y británicos, expresó también su pésame a los familiares de los militares británicos fallecidos en Afganistán.
Fuente Diario "EL MUNDO"
Llegan a Madrid los restos mortales del sargento fallecido en Afganistán
La solemnidad y el dolor de los familiares y compañeros del sargento primero Joaquín Moya Espejo, fallecido este domingo en un ataque en Afganistán, han marcado el acto de homenaje celebrado en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), que ha estado presidido por la ministra de Defensa, Carme Chacón, y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general del Aire José Julio Rodríguez.
7 Noviembre 11 - Torrejón de Ardoz (Madrid) - Ep La ministra y el JEMAD han acompañado al féretro desde Afganistán hasta la base de Torrejón, donde les esperaban los padres, hermanos y compañeros del fallecido, así como su viuda, sargento del Ejército de Tierra y compañera de la misma unidad que el militar fallecido, que pertenecía al Regimiento de Infantería Garellano 45, de la Brigada de Infantería Ligera San Marcial V, con sede en Vitoria.
Junto a ellos se encontraban esperando al avión, que ha aterrizado en Torrejón a las 16.15 horas, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el ministro del Interior, Antonio Camacho, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Saénz de Santamaría, y el presidente de la Fundación IDEAS, Jesús Caldera, así como los Jefes de Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), general Fulgencio Coll, y Aire (JEMA), general José Jiménez.
Nada más bajar del avión, la ministra de Defensa, acompañada por el JEMAD, se ha dirigido a la familia del fallecido, a los que ha tratado de consolar, mientras el resto de autoridades permanecían solemnes, junto a una bandera de España que ondeaba a media asta.
El cuerpo del sargento Moya ha sido trasladado desde el avión hasta un pequeño túmulo situado en la pista a hombros de sus compañeros de regimiento, entre ellos algunos de los que le han acompañado desde Afganistán, momento en el que los familiares han contenido su dolor a duras penas.
Después, el arzobispo castrense Juan del Río ha dirigido un responso en el que ha lamentado la "violenta muerte" del militar cordobés y ha tratado de infundir aliento a sus seres queridos, en unos momentos en los que "parece que el mundo se derrumba y la vida no tiene sentido".
«Hombre valiente al servicio de la paz»
A ellos, les ha pedido que vuelvan los ojos "a la esperanza y a los valores que habitaban en el corazón" del sargento, "un hombre valiente" que ha trabajado "al servicio de la paz y de los derechos fundamentales".
Tras las palabras del arzobispo, la ministra de Defensa ha impuesto sobre el féretro la Gran Cruz del Mérito Militar con Distintivo Rojo, que se entrega a fallecidos en actos de combate, y después el jefe de la Brigada San Marcial V ha entregado a la viuda, con su uniforme militar, la bandera de España que cubría el féretro y la boina de su esposo.
Con el cuerpo de nuevo a hombros de sus compañeros frente a los familiares y amigos, su viuda se ha despedido lanzando un beso, tras permanecer cuadrada frente al féretro mientras sonaba por última vez el himno de España.
Por expreso deseo de la familia, no se celebrará funeral de Estado, sino que se hará en la intimidad en Córdoba, hacia donde se dirigirá el cuerpo una vez se le practique la autopsia en Madrid.
Moya Espejo, que formaba parte del Equipo Operativo de Asesoramiento y Enlace (OMLT) que instruye al Ejército Nacional Afgano (ANA) en la provincia de Badghis, era natural de Córdoba, tenía 35 años y era padre de un hijo de 12 años.
El ataque que se saldó con su muerte tuvo lugar al noroeste de Ludina, cuando una unidad del Ejército afgano estaba desplegada en una loma, junto al equipo de mentores españoles y un equipo de tiradores de precisión que protegía a las unidades que progresaban por el valle.
En ese momento se recibió fuego de armas ligeras desde una posición lejana y el sargento primero Joaquín Moya Espejo, que iba equipado con su correspondiente chaleco antibalas, fue alcanzado en el tórax por un disparo, según detalló Defensa.
El sargento primero fue evacuado en un helicóptero norteamericano al hospital Role 2 de Bala Murghab y entró en parada cardiorrespiratoria durante el vuelo, certificándose su fallecimiento cuando llegó al centro hospitalario Role 2 de Bala Murghab.
Esta es la primera víctima mortal por arma de fuego durante un hostigamiento en Afganistán desde que las Fuerzas Armadas españolas iniciaran su misión en ISAF en enero de 2002. Desde entonces y hasta hoy habían fallecido en Afganistán 97 militares españoles y dos intérpretes. De los 97 fallecidos, 79 fueron en accidentes aéreos (Yak-42 y Cougar), 14 en ataques de la insurgencia (12 de ellos con IED's), dos en accidentes de tráfico y dos por causas naturales
No supo morir de otra manera; por Rogelio García de Dios
«No supo morir de otra manera...». Eso decía la última estrofa de «La Muerte no es el final»,y hoy ha caído en Afganistán un suboficial del Ejército de Tierra cumpliendo con la misión que le llevó a esas lejanas tierras,por lo que para su familia y compañeros de armas es un día de gran tristeza y dolor, pero la misión sigue adelante para todos los demás estemos en el puesto que sea. Lloraremos su muerte, transmitiremos todo nuestro cariño y apoyo a su familia y hoy estarán presentándose voluntarios muchos suboficiales para cubrir el puesto por él dejado.
Desde que se ingresa en las academias militares sabemos que el riesgo en cuantas misiones realizamos existe,pero eso, como dice un lema del Regimiento Garellano –«Ni un paso atrás ni para coger impulso»– no nos hace vacilar en cuanto el cumplimiento del deber nos obliga.
Esta misión de Afganistán sabemos que implica muchos riesgos. La guerra que allí se libra no es limpia,es insidiosa y traicionera,pero los valores que en nuestras academias militares nos inculcan,nos perfilan un carácter y un sentimiento de entrega que hechos como éste no nos hacen olvidar nuestro sentido del deber y, en especial, a nuestros suboficiales, que crecieron bajo el lema de «A España servir hasta morir».
Tal vez en las fechas que se ha producido este hecho,en que la agitación de una campaña electoral crea,podrá pasar desapercibido para una gran mayoría de españoles,pero el militar sabe aguantar los duros momentos como éste lloraremos por nuesto compañero y amigo el Sargento 1º Joaquín Moya Espejo. Le rendiremos honores con devoción y respeto, acompañaremos a su familia en todo momento dándole nuestro más sincero apoyo. Pero la misión continúa y los que allí quedan seguirán cumpliendo con su deber con la misma entrega y responsabilidad del primer día en que llegaron a tierras afganas.
Entre los años 2005 a 2007 ostenté el mando de la Brigada de Infantería San Marcial V, a la que pertenece el Regimiento Garrellano 45,por lo que hoy es un día triste para quien fue el jefe de esa unidad. Desde aquí animo a sus compañeros a seguir trabajando con la máxima dedicación y lealtad, como mejor homenaje a nuestro Sargento 1º Moya Espejo.
Rogelio García de Dios
General de División (R)
Fuente Diario "LA RAZÓN"
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