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lunes, 7 de noviembre de 2011
GAGOMILITARIA NOTICIAS.-AFGANISTÁN, EL CADAVER DEL SARGENTO JOAQUÍN MOYA ESPEJO, ES REPATRIADO DESDE LA BASE DE HEART
El chaleco antibalas no salvó al sargento en la guerra afgana
El cordobés Joaquín Moya Espejo es el primer muerto «en combate», la baja 98 en diez años de conflicto
De nuevo Afganistán. De nuevo la guerra. Era primera hora de la tarde (alrededor de las 13.30 hora peninsular española) cuando una unidad de militares españoles acompañaba a un grupo de soldados afganos en su tarea rutinaria de formación e instrucción. Como cada día, el objetivo era formar a suboficiales del incipiente y frágil Ejército Nacional Afgano (ANA) en un escenario real —una loma cercana a la localidad de Ludina, noroeste afgano— para combatir a los talibanes y asegurar el paso del valle, una misión que en el argot militar se reconoce como «mentorización». «Otro equipo de tiradores de precisión protegía a las unidades afganas que progresaban por el valle», informaron desde el Ministerio de Defensa.
Como cada día, la fatalidad acechaba al otro lado del valle. Y esta vez alcanzó al sargeno primero Joaquín Moya Espejo, quien, a pesar de ir equipado con su correspondiente chaleco antibalas, fue alcanzado en el tórax por una bala enemiga.
«Fue cuestión de segundos. Una ráfaga, y zas. Toda una fatalidad. Una puñetera mala suerte», aseguran fuentes militares que reconocen que este tipo de «hostigamientos» se suceden «continuamente» en un teatro de operaciones que es considerado por mandos del Ejército español como «la misión más dura y de más riesgo que jamás hemos tenido».
Falleció en la evacuación
Cordobés, de 35 años y padre de un hijo, el sargento Moya Espejo falleció cuando era evacuado en un helicóptero norteamericano al hospital Role 2 de Bala Murghab. «Entró en parada cardiorrespiratoria durante el vuelo» y cuando llegó al centro hospitalario ya solo se pudo certificar su fallecimiento. Estaba destinado en el Regimiento de Infantería Garellano 45, con sede en Vitoria. Sus familiares fueron inmediatamente informados del fatal desenlace, precisaron desde el Ministerio.
El sargento Moya Espejo es la víctima número 98 de las Fuerzas Armadas españolas en Afganistán desde que en enero de 2002 llegase el primer contingente de militares españoles. Además, es la primera víctima española en la guerra de Afganistán en combate, es decir, «por arma de fuego en un hostigamiento», tal y como informan fuentes del Departamento que dirige Carme Chacón, quien partió en la noche de ayer hacia Afganistán para acelerar los trámites de repatriación del cuerpo del militar fallecido junto al jefe de Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez. La ministra Chacón, candidata del PSC por Barcelona, suspendió toda actividad electoral y el viaje oficial que tenía previsto hacer hoy a la isla de El Hierro.
¿Quiénes han sido los autores del ataque a las tropas españolas y afganas que estaban en la loma próxima a Ludina? Fuentes militares consultadas con experiencia en Afganistán aseguran que pueden ser «talibanes, traficantes de opio y/o que no quieren perder el control del valle, señores de la guerra que desean seguir con el control del área para obligar el pago de tributos o matones a sueldo». «Este tipo de combates se produce en cuestión de segundos y una distancia de uno o dos kilómetros».
De los anteriores 97 fallecidos españoles, 79 fueron en accidentes aéreos (Yak-42 y Cougar), catorce en ataques de la insurgencia (doce de ellos con ataques por minas y otros dos a tiros a bocajarro cuando se infiltraron en un curso de formación de policías), dos en accidentes de tráfico y dos por causas naturales.
La del sargento Moya Espejo es la tercera muerte en un año duro para las tropas españolas. Hay que recordar que el pasado 26 de junio otros dos militares de nuestro país perdieron a vida cuando un explosivo de 20 kilos —el mayor jamás utilizado hasta el momento— estalló al paso de su convoy. Se trataba del sargento Manuel Argudin Perrino y la soldado Niyireth Pineda Marín. Otros dos soldados sufrieron, también estos últimos meses, heridas graves con amputaciones de pierna.
Actualmente hay 1.525 efectivos en suelo afgano emplazados en el cuartel general de la OTAN-ISAF de Kabul y en las bases de Herat o Qala i Nao (875 militares), provincia de Badghis, con sus tres puestos avanzados de Ludina, Moqur y Darra e Bom.
La ruta Lithium
Precisamente la localidad de Ludina, el lugar del «hostigamiento» de ayer, está situada en plena ruta Lithium, un paso alternativo hacia el norte a la inacabada Ring Road, que circunvala Afganistán. La Ring Road es la única carretera de ciertas garantías en funcionamiento en el país, pero está aún sin cerrar en este tramo noroeste; de ahí la importancia de la ruta alternativa Lithium.
Construido ya por los afganos, España financió el tramo Herat-Qala-i-Nao (en la provincia de Badghis), ahora resta su construcción desde Qala-i-Nao hacia el norte para poder cerrar el anillo afgano.
El escenario es propio de paisaje lunar: montañas peladas, terreno arisco, polvo. Mucho polvo. El lugar donde el cordobés Moya Espejo dejó su vida. En una guerra llamada Afganistán.
Chacón llega a Afganistán para repatriar el cuerpo del sargento fallecido
La ministra de Defensa ha animado a las tropas españolas desplegadas en Herat a seguir trabajando «con el mismo valor» y «con la misma entrega»
La ministra de Defensa, Carme Chacón, ha llegado la madrugada de este lunes a la ciudad de Herat, en Afganistán, para conocer con detalle las circunstancias en las que se produjo el fallecimiento del sargento primero Joaquín Moya Espejo y para acelerar los trámites de repatriación del cadáver, según ha informado el Ministerio de Defensa.
A su llegada a la ciudad afgana, Chacón ha lamentado la muerte del militar español y ha animado a las tropas allí desplegadas a seguir trabajando "con el mismo valor" y "con la misma entrega" porque, aunque la misión en el país asiático está "en la cuenta atrás", todavía "hay peligro".
En este sentido, la titular de la cartera de Defensa ha apuntado que la misión se encuentra en su última etapa, ya que está previsto que a finales de este año comience la transferencia de responsabilidades a las autoridades afganas en la provincia de Badghis. "Ello será posible gracias a vuestro excelente trabajo en la reconstrucción del país y en la formación de las fuerzas de seguridad afganas", ha apuntado.
Chacón, que ha viajado a Afganistán acompañada por el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), José Julio Rodríguez, se ha reunido ya con el jefe de la FSB de Heart, coronel Javier Carramiñana, y con el jefe del PRT español en Qala-i-Naw, coronel Félix Eugenio García Cortijo, y posteriormente se ha dirigido al contingente desplegado en Heart. Allí, les ha transmitido a los militares españoles el apoyo, admiración y gratitud de Su Magestad El Rey, y ha denunciado que "los que han asesinado al sargento primero Moya no quieren que haya un Ejército ni un Estado afganos, y desde luego no quieren que haya libertad ni seguridad en esta tierra".
Impedir su «proyecto criminal»
"Nos consideran sus enemigos y eso es así porque vamos a impedir su proyecto criminal", ha aseverado, para participar, a continuación, en un responso oficiado por el capellán de la base por el militar fallecido, a quien el brigadier italiano Luciano Portolano, jefe del Mando Regional Oeste (RC West) de ISAF, le impuso la Medalla de la OTAN a título póstumo.
El militar español falleció el domingo al recibir un disparo de arma ligera durante un hostigamiento producido en las proximidades de Ludina contra tropas afganas a las que acompañaba un equipo de instructores españoles. El avión de la Fuerzas Armadas Españolas que traslada los restos mortales del sargento primero Moya Espejo está previsto que aterrice en la Base de Torrejón en torno a las 16.00 horas de este lunes, donde se le impondrá la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo.
«Era un toro, un líder nato, ejemplo a seguir»
Joaquín Moya Espejo, el sargento fallecido en Afganistán, «sólo medía 1,65 metros pero tenía la talla de liderazgo del gigante humano que era», destacan de él sus compañeros
«Era un toro, un líder nato, uno de esos hombres a los que sigues adonde sea. Un perfecto soldado, un perfecto suboficial, un señor profesional. Uno de esos militares y personas que tenían don de gente... y ¡eso que sólo medía 1,65 metros! Pero tenía la talla de liderazgo del gigante humano que era».
Así recuerdan fuentes cercanas a su entorno, a primer golpe de palabra y recién conocida la noticia, al sargento primero del Ejército de Tierra Joaquín Moya Espejo, destinado desde hace años al Regimiento de Infantería Garellano 45, con sede en Vitoria.
De 35 años y cordobés «de la cabeza a los pies» —como se suele decir en estos casos—, pero «hecho vitoriano para siempre», como confesó en alguna ocasión, el sargento Moya Espejo se encontraba en Afganistán desde el pasado 27 de septiembre, adonde se dirigió voluntariamente para formar parte del Equipo Operativo de Asesoramiento y Enlace (OMLT) encargado de formar a oficiales del Ejército Nacional Afgano. A finales de marzo finalizaba su misión.
A pesar de que integraba las filas del batallón de acorazados no le importó ir a la misión de la OTAN-ISAF dentro del batallón de ligeros. «Es decir, cambió estar calentito dentro de un carro de combate por pisar el barro, que era lo que realmente le gustaba. No tenía problemas en asimilar cualquier tipo de misión». Máxime si requería una exigencia física, puesto que tras su mirada azul, escondía pura fuerza, tal y como relatan otras fuentes de su entorno.
Era devoto de la cofradía del Descendimiento en Córdoba, ciudad a la que acudía cada Semana Santa para ocupar su puesto como costalero en el paso. Alumno del colegio La Aduana, era también seguidor del carnaval y chirigotero. Su familia residía en el Sector Sur, un barrio modesto de la capital cordobesa.
Contactaba por email y por teléfono habitualmente con amigos y familia, a los que trasladaba su parecer sobre una guerra «compleja, dura, pero que merecía la pena, para mejorar la vida de esas personas y del pueblo afgano». Era el mayor de tres hermanos.
Hablaba constantemente con su hijo de 8 años que reside en Córdoba —fruto de una relación anterior con la que guardaba una buena relación— y con su actual esposa, una sargento vallisoletana del mismo regimiento donde llevaba diez años destinado. Amaba Vitoria como su Córdoba natal. «Era un ejemplo continuo».
Por la misión de Afganistán —en la que España entró en el año 2002 y saldrá progresivamente de 2012 a 2014— han pasado unos 18.000 militares de las Fuerzas Armadas de España. Se trata de una nueva generación de militares que ha cogido con brío el relevo de otra generación curtida en los Balcanes en los años 90 en aquellas primeras misiones españolas en el exterior.
«En los Balcanes comenzó a labrarse una imagen de las Fuerzas Armadas más cercana al ciudadano», destaca una fuente militar a ABC. «Afganistán ha supuesto también nuestro cara a cara con el combate. Aquí nos hemos tenido que defender ante los ataques, mientras que en los Balcanes podías morir por algún francotirador. Aquí nos hemos dado cuenta de que una misión humanitaria no es sólo entregar medicinas. Además, Afganistán ha puesto de relieve la necesidad de invertir en blindados», destaca otra fuente militar que precisa que, «por supuesto, que los militares españoles pueden defenderse de los ataques de fuego enemigo».
Medía 1,65 metros, pero era un toro físicamente. Y sobre todo, el líder innato que todo mando exige. Un sargento propio de una misión en Afganistán. El sargento cordobés Joaquín Moya Espejo.
Fuente Diario "ABC"
Chacón en Afganistán: "Queda menos misión, pero no menos peligro"
El sargento primero Joaquín Moya Espejo, de 35 años, falleció de un disparo en el pecho en un enfrentamiento con la insurgencia afgana
La ministra de Defensa, Carme Chacón, ha afirmado este lunes en la ciudad afgana de Herat, tras la muerte del sargento primero Joaquín Moya Espejo, que "queda menos misión en Afganistán pero no menos peligro". Chacón ha anunciado a las tropas españolas que transferirán dos distritos de la Provincia de Badhgis a las autoridades afganas a finales de este año. La OTAN decidió poner fin a la misión en Afganistán a las tropas internacionales bajo su mandato en 2014.
Está previsto que el vuelo de regreso a España con los restos del fallecido aterrice en la base aérea militar de Torrejón hacia las 17.00 hora peninsular, y donde se prevé la celebración de un acto oficial con la asistencia de autoridades del Estado.
El militar murió de un disparo de arma ligera en un ataque insurgente en Afganistán, según informó el Ministerio de Defensa. El fallecido es el sargento primero Joaquín Moya Espejo, de 35 natural de Córdoba, de 35 años de edad y padre de un hijo. El militar -destinado en España en el Regimiento de Infantería Garellano 45, con base en Vitoria- formaba parte de uno de los equipos operativos de asesoramiento y enlace (OMLT) dedicados a instruir al Ejército afgano.
El ataque se produjo al noroeste de Ludina, en la provincia de Badghis, cuando la unidad afgana a la que estaba instruyendo el equipo español estaba desplegada en una loma y fue atacada con armas ligeras desde una posición lejana. El sargento resultó alcanzado de un disparo en el tórax, a pesar de que, según el Ministerio de Defensa, iba equipado con un chaleco antibalas.
Un helicóptero norteamericano procedió a evacuarlo al hospital de Bala Murghab, al norte de la provincia, pero entró en parada cardiorrespiratoria durante el vuelo y se certificó su fallecimiento cuando llegó al centro hospitalario. Este el cuarto militar español que fallece en Afanistán en un ataque con armas de fuego, aunque la cifra de fallecidos se eleva a 97; 81 de ellos en accidentes y 14 en ataques de la insurgencia, la mayoría por la explosión de artefactos improvisados.
La ministra de Defensa, Carme Chacón, y el jefe del Estado del estado mayor de la defensa, Julio Rodríguez, viajarán en las próximas horas a Afganistán.
Un cordobés trasladado a Vitoria
Joaquín Moya Espejo visitó por última vez a sus amigos de Córdoba hace un mes. Se reunió con la chirigota carnavalesca en la que actúa su hermano, Rafael. El director de la agrupación le recuerda animado, aunque triste por no poder verles actuar en el próximo festival. "Este carnaval os tendré que ver por Internet", se disculpó. "Aquello fue un miércoles, el lunes siguiente se iba a Afganistán", señalaba esta noche el director de la chirigota, Rafael Cárdenas. Una hora antes había hablado con el hermano del sargento primero fallecido para darle el pésame. "Está destrozado, apenas si puede hablar", confiesa.
Joaquín Moya Espejo vivía en Vitoria, donde estaba destinado. Hasta allí había viajado con su entonces esposa y madre de su hijo. Pero la relación se rompió y madre y niño regresaron a Córdoba. "Mantenían buena relación. Joaquín venía siempre que podía a verles, siempre que tenía vacaciones o había fiestas", explica Rafael Cárdenas.
MANUEL J. ALBERT
Fuente Diario "EL PAÍS"
Chacón llega a Afganistán para repatriar al soldado asesinado por los talibán
La ministra de Defensa española Carme Chacón ha llegado a la ciudad afgana de Herat, al oeste del país, para recabar de primera mano información sobre el ataque contra las tropas españolas y coordinar la repatriación del sargento primero Joaquín Moya Espejo fallecido este domingo en un asalto.
Chacón llegó a Herat pasadas las 08.30 hora local (04.00 GMT) acompañada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez.
La ministra insistió durante su estancia en Herat, donde está la base de las tropas españolas, que "queda menos misión en Afganistán pero no menos peligro".
Tras recalcar el "excelente trabajo" de los militares españoles en la reconstrucción de Afganistán y en la formación de las fuerzas de seguridad, la titular de Defensa ha subrayado que éste era justamente el cometido del sargento muerto cuando fue alcanzado por una bala "enemiga".
Chacón ha afirmado que quienes han asesinado al militar español "nos consideran sus enemigos" porque "queremos frenar su proyecto criminal, evitar que instauren el terror y que vuelvan a lanzar desde aquí sus ataques fanáticos contra el resto del mundo" y trasladó a los militares el "apoyo, admiración y gratitud" del Rey.
Está previsto que el vuelo de regreso a España aterrice en la base aérea militar de Torrejón hacia las 17.00 hora peninsular, y donde se prevé la celebración de un acto oficial con la asistencia de autoridades del Estado.
Joaquín Moya Espejo que estaba destinado en Vitoria murió ayer al recibir un disparo durante un ataque en las proximidades de la localidad de Ludina en la provincia de Badghgis contra tropas afganas a las que acompañaban un equipo de instructores españoles, según informó el Ministerio de Defensa.
El sargento cordobés de 35 años formaba parte de un Equipo Operativo de Asesoramiento y Enlace (OMLT) que instruye al Ejército Nacional Afgano (ANA) en las tareas de despliegue de los militares afganos en la provincia de Badghis.
Fuente Diario "EL MUNDO"
Los restos mortales del sargento Moya regresan a España tras un acto solemne en Herat
Los militares españoles en Afganistán despidieron hoy al sargento primero Joaquín Moya, fallecido ayer durante un ataque insurgente en la localidad de Ludina, en un acto solemne celebrado en la base de Herat y presidido por la ministra de Defensa, Carme Chacón.
7 Noviembre 11 - Herat (Afganistán) - Angel Azpeteguía/Efe La ceremonia de despedida se celebró en un hangar improvisado del aeropuerto de Herat, en las proximidades de la base española, en un ambiente de dolor y tristeza.
Tras un breve oficio religioso, sus compañeros introdujeron el féretro con los restos mortales del sargento en el avión de la Fuerza Aérea Española que le traslada a Madrid, y en el que viaja la ministra de Defensa, junto con el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez.
Una bandera española cubría el féretro del militar fallecido mientras se oficiaba el funeral religioso ante unos 300 militares.
Joaquín Moya, de 35 años, casado con otra militar y padre de un niño, falleció ayer al recibir un disparo de un insurgente durante un ataque en la zona de Ludina, donde participaba en un ejercicio de instrucción del Ejército afgano.
El ataque al contingente español duró pocos minutos, pero el militar español, que iba protegido con chaleco antibalas, recibió un disparo desde entre unos 600 y 800 metros de distancia que le entró por la clavícula izquierda y que se fue a alojar en el corazón.
Los responsables militares sanitarios de la base achacaron a "la mala suerte" la muerte del militar, que estaba en Afganistán desde hace un mes.
El acto en la base de Herat incluyó un responso del capellán de la misión y la imposición de la Medalla de la OTAN y del mando regional oeste de la misión ISAF sobre el féretro del militar.
Minutos antes, al dirigirse al contingente español, la ministra española de Defensa recordó a Joaquín Moya y dijo que quienes le asesinaron "no quieren que haya ejército afgano, no quieren que haya Estado afgano, y desde luego no quieren que haya libertad ni seguridad en esta tierra".
Tras indicar que la misión en Afganistán está "en su última etapa" y "en la cuenta atrás", la ministra advirtió que "queda menos tiempo pero no menos peligro", por lo que animó a los soldados a seguir con el mismo "valor, profesionalidad y entrega" que hasta ahora y hasta el final de la misión.
Chacón confirmó que el control de la seguridad de dos distritos de la provincia de Badghis, zona de responsabilidad española, se transferirá a las autoridades afganas a finales de este año o principios del próximo.
"Ello será posible gracias al excelente trabajo en la reconstrucción del país y en la formación de las fuerzas de seguridad afganas", recalcó.
Según la ministra, los insurgentes consideran enemigos a los militares españoles y "es verdad" porque "queremos frenar su proyecto criminal, evitar que instauren el terror en el país e impedir que vuelvan a lanzar desde aquí sus ataques fanáticos contra el resto del mundo".
Concluyó su intervención transmitiendo a las tropas el apoyo, admiración y gratitud del Rey y del presidente del Gobierno, así como de los ciudadanos españoles.
Está previsto que el avión con los restos mortales del sargento Moya llegue sobre las 17.00 horas a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid).
Allí se celebrará un acto al que se prevé que acudan autoridades del Estado así como familiares de la víctima.
Actualmente España tiene desplegados de forma permanente cerca de 1.500 militares en la misión ISAF de Afganistán, repartidos entre la base de Herat y el Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de Qala e Naw.
Fuente Diario "LA RAZÓN"
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