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lunes, 25 de abril de 2011
GAGOMILITARIA NOTICIAS,.-LIBIA, GADAFI PREPARA LOS ATAQUES DESDE EGIPTO
Los gadafistas preparan ataques desde Egipto
El presidente del Consejo Transitorio Libio (CNT), Mustapha Abdeljalil, afirmó en la cadena de televisión Al Yazira, que los gadafistas preparan, desde el territorio egipcio, ataques contra las regiones del este de Libia bajo control de los rebeldes.
Abdeljalil indicó que el CNT (órgano político de los rebeldes) dispone de informaciones fidedignas en este sentido y que sus dirigentes han alertado a las autoridades egipcias.
El presidente del Consejo, señaló que uno de los más cercanos colaboradores del coronel Gadafi, Kaddaf Eddem, instalado en el Cairo, está intentando movilizar a ciertos grupos en Egipto con el objetivo de lanzar ataques contra la parte oriental de Libia.
Abdeljalil sostuvo igualmente que Kaddaf Edem ha transformado los bienes del Gobierno libio y otras inversiones en Egipto en liquidez que ha enviado a Trípoli.
Afirmó que muchos agitadores se han infiltrado en territorio libio y que 15 de entre ellos, todos de nacionalidad egipcia, han sido detenidos y conducidos a Bengasi, bastión de los rebeldes.
Fuente Diario "EL MUNDO"
Gadafi vuelve a bombardear Misrata pese a su anuncio de retirada
La confusión continúa reinando en Misrata a pesar del anuncio de la suspensión de las operaciones militares por las fuerzas leales al coronel Gadafi, y los bombardeos estás últimas 24 horas han causado al menos 30 muertos y más de cien heridos.
24 Abril 11 - Argel - Reuters/Ep
Según fuentes de los rebeldes, citadas por las televisiones árabes, Misrata, asediada durante dos meses por las fuerzas gubernamentales, fue bombardeada en la noche de ayer y en las primeras horas de hoy domingo por misiles Grad y obuses de carro de combate.
Las mismas fuentes han señalado que las calles de la ciudad han sido el escenario de combates con ametralladoras entre los rebeldes y las fuerzas gadafistas, especialmente en la proximidad de un hospital y alrededor de una de las escuelas, antes de que reine una calma precaria.
Fuentes médicas citadas por Al Yazira afirmaron que ayer al menos 28 personas perdieron la vida y otro centenar resultaron heridas y aclararon que se trata del peor balance registrado en una jornada en Misrata desde el comienzo de los disturbios en Libia.
Un portavoz de los jóvenes por la revolución del 17 de febrero, precisó a la misma cadena, que entre los muertos en esta ciudad figuran al menos 15 miembros de las tropas revolucionarias, y otros 31 con heridas de diversa consideración.
A primeras horas de la mañana de hoy, otras tres personas han encontrado la muerte en los bombardeos, según las fuentes.
Manifestación masiva
Entretando, millares de personas organizaron una manifestación en el barrio de Zouiyet El Mahdjoub, en la que han pedido a la comunidad internacional protección para la población civil y reclamado armas para los rebeldes, según imágenes difundidas por Al Yazira.
No obstante, el gobierno libio, por medio del viceministro de Asuntos Extranjeros, Khaled Kaim, anunció hace dos días, que las tropas regulares se retiraban de Misrata y dejaban el terreno a las tribus locales para que arreglaran el conflicto "por el diálogo en principio y sino por la fuerza si fuera necesario".
Este anuncio se produjo poco tiempo antes que los rebeldes, que habían retomado la iniciativa sobre el terreno, afirmaran que habían acabado por "liberar Misrata".
Sin embargo, los revolucionarios consideran que el movimiento de las autoridades de Trípoli constituye una maniobra de diversión y un portavoz ha explicado a Al Yazira, que las tropas de Gadafi, que efectivamente se habían retirada fuera de la ciudad, intentaban reagruparse tras "los reveses sufridos en las calles de Misrata".
Las sospechas de los revolucionarios no han tardado en confirmarse, cuando el mismo portavoz del ministerio libio de Asuntos Exteriores, indicó que las fuerzas gubernamentales no se han retirado de la ciudad sino que han suspendido temporalmente sus acciones militares.
"Las fuerzas armadas no han sido retiradas de Misrata. Sólo se han suspendido las operaciones. Las tribus locales están dispuestas a resolver el problema en un plazo de 48 horas. Creemos que esta batalla se tendrá que arreglar pacíficamente y no militarmente", manifestó Kaim en una conferencia de prensa ayer por la noche en Trípoli.
Mientras tanto, los responsables libios parecen querer relanzar la opción diplomática y según la agencia de prensa tunecina TAP, el ministro de Asuntos Exteriores libio, Abdelati El Abidi, atravesó el punto fronterizo de Ras Djedir para dirigirse a Chipre.
Por su parte, la agencia oficial libia Jana indicó que en una conversación telefónica, el primer ministro Mahmoudi El Baghdadi solicitó a su homólogo griego, Georges Papandreu, que haga de intermediario con la OTAN para el cese de los bombardeos aliados.
Empero, los aviones de combate de la Alianza han reanudado sus ataques y según los medios de comunicación libios, varias ciudades, -Trípoli, Syrte, Gharyen, Al Khoms o El Assa-, se han visto bombardeadas y según las mismas fuentes se han producido numerosas muertos y heridos además de grandes destrozos materiales.
Fuente Diario "LA RAZÓN"
El viaje de los que acabarán con Gadafi
Una reportera de ABC viaja en el pesquero que traslada desde Bengazi a Misrata a un grupo de combatientes armados dispuestos a continuar la lucha contra el dictador
Es muy embarazoso subirse a un barco lleno de combatientes rebeldes con 39 horas de navegación por delante hasta Misrata y que uno de ellos mencione en voz alta que a los suyos los está matando Gadafi con bombas de fabricación española. Apenas hablan una palabra que no sea árabe, el coronel prohibió los idiomas en las escuelas, pero Omar se esfuerza para hacerse entender nítidamente en inglés “Spain” y “2007”. El año en que el Gobierno vendió a Libia las bombas de racimo disparadas hace diez días sobre Misrata. Y Omar explica con ayuda de otro que chapurrea italiano que tiene allí dos hermanas, no sabe si vivas o muertas, y que va a ir a buscarlas nada mas llegar, antes de irse a las calles a luchar contra “los mercenarios” leales al dictador. Se hace el silencio.
La mitad de los treinta jóvenes libios embarcados para ir a pelear a esa ciudad, el frente más feroz de esta guerra tras ocho semanas bajo asedio, también tienen la misión de saber qué ha sido de sus familiares. Perdieron la comunicación hace semanas. El suegro del patrón, Mohammed Al Ghasah, fue capturado en el centro de la ciudad el 15 de febrero, el mismo día del levantamiento. No tienen ninguna esperanza de volverle a ver.
El “Ahdar” en el que viajamos es un pesquero vetusto, lento y pequeño, tan a merced de las olas que cuesta mantenerse en pie desde que salimos de puerto de Bengasi, el viernes a las seis y media de la tarde. La primera noche la mar golpeó con tal saña que fue necesario tirar de la popa medio inundada parte de la carga, que es sobre todo de patatas y armas. Son armas ligeras envueltas en esterillas, en su mayoría kalashnikov sacados de los arsenales capturados al régimen para utilizar ahora en la guerra urbana de Misrata. Hay docenas. Por todas partes. Y chalecos baratos anti fragmento, y toneladas de munición. También se transporta “otro material bélico pesado” tapado con sacos, pero no se detalla “para no dar información a Gadafi”.
Las víctimas de la zozobra nocturna fueron, naturalmente, 1.500 kilos de tubérculos que acabaron por la borda y, en otra medida, los muchachos que terminaron empapados, vomitando y con un mareo agarrado a la boca del estómago que ya no se quita. La sensación de náusea es permanente y amarga la cara. Pero aquí nadie se queja. Van a “liberar a Libia de Gadafi”, y algunos como Othman D, -que con 28 años ha dejado su esposa y su vida confortable de ingeniero informático en Noruega para venir a luchar-, juran que no abandonarán Misrata hasta conseguirlo.
«¿No han visto los ahorcamientos?»
Othman viste algo parecido a un uniforme de camuflaje bosque estilo militar recién estrenado y un chaleco repleto de granadas de mano que revisa con curiosidad. Tiene pinta de no haber tirado de la anilla de una en su vida. Muftah, que lleva con orgullo un machete en el cinturón y un pañuelo palestino, tampoco. Aunque partimos de Bengasi al grito de “Allah uk Akbar” (Alá es el más grande) y muchos de ellos lucen barbas a la islámica, nadie reza en todo el viaje. “Esto no es una lucha de fanáticos como han querido hacer creer, si Hillary Clinton fuera hombre y llevara cuatro semanas sin nada para afeitarse, también tendría barba como nosotros”, defiende un tal Ashraf, traducción del capitán del navío por medio. Y entonces, en el vacío de estas horas de vigilia previas a su entrada en la batalla, surgen las historias de 42 años de tragedias sufridas casi a puerta cerrada con Gadafi, las historias que ahora les empujan al frente.
“¿Ustedes no veían en Europa los ahorcamientos... cuando ese enfermo mandaba colgar a uno y ponía delante a sus padres, y a la madre la obligaba a celebrar la muerte con agárgolas, como si fuera una boda, porque si no a ella la mataba también?, –pregunta Ramadán, un maestro padre de un hijo, que habla como en cámara lenta, quizás anestesiado por el malestar-, ¿Cómo no lo veían?, el nos lo ponía en la tele libia, sin parar... ¿todavía se preguntan que por qué luchamos?”.
Cualquier cosa antes de caer vivos
Tan poco acostumbrado estar a maldecir al coronel que no les salen los insultos ni en árabe. “Una palabra mal dicha, y acababas en la cárcel tu y toda tu familia”, recuerda el patrón. Pero hasta los crímenes, las torturas y las desapariciones de cuatro décadas palidecen al lado de las penalidades que se cuentan de Misrata. “Los nuestros han cogido a casi dos mil mercenarios de Chad, de Mali, dos de Colombia, de Serbia, ¿qué llevan en los bolsillos? dinero, 1.000, 2.000 o 10.000 dólares que les ha pagado Gadafi dependiendo si son o no de élite... y viagra, de la más fuerte, para violar a las mujeres... a las niñas ”, añade Mohammed Al Ghasah. Y confiesa que, en Bengasi, donde está su casa y sus cinco hijos, ha dejado a su mujer un paquete con orden de que lo prenda fuego si en estos días en que el no está llegaran “los hombres” del dictador. “Es dinamita, -susurra-, pero ella no lo sabe... cualquier cosa antes de que los cojan vivos”.
En las horas eternas y pesadas del pesquero renqueante, los muchachos devenidos en combatientes agachan la cabeza y callan.
Fuente Diario "ABC"
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