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viernes, 15 de abril de 2011

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-LIBIA, GADAFI ATACA LA POBLACIÓN DE MISTRATA CON BOMBAS DE RACIMO ESPAÑOLAS












Gadafi ataca a civiles con bombas de racimo fabricadas en España

* La fabricación es anterior a la fecha en la que Madrid firmó su prohibición
* Defensa no tiene confirmación pero aclara que en ese año no era ilegal
* Estas bombas dispersan municiones de gran potencia explosiva
* Este armamento no puede ser lanzado con precisión
* También ha usado cohetes Grad, arma rusa para atacar con múltiples explosiones
* Este viernes, 22 muertos en ataques de fuerzas de Gadafi contra Misrata

Las fuerzas del líder libio, Muamar Gadafi, han atacado con bombas de racimo de fabricación española y con proyectiles tierra-tierra zonas residenciales de Libia, según testimonios de testigos y supervivientes recogidos por el diario estadounidense 'New York Times', que también ha sido testigo de las evidencias sobre el terreno que ha dejado el armamento pesado utilizado por el régimen.

Según el diario norteamericano, los restos de las bombas de racimo, que ha podido examinar y fotografiar, corresponden a proyectiles de mortero MAT-120, compuestos por 21 submuniciones diseñadas para destruir blindados ligeros y matar a personas.

Los componentes de las municiones de 120 milímetros, según las marcas que constan en los restos, fueron fabricados en España en 2007, antes de que este país rubricara la Convención Internacional contra las bombas de Racimo y destruyera sus arsenales. Libia nunca ha rubricado este acuerdo internacional.

La noticia coincide con la petición de Francia para que la ONU haga una nueva resolución en relación con el país. En la actual, se insiste en que todas las operaciones debían dirigirse a evitar la muerte de civiles. París ha sugerido este viernes ampliar los objetivos militares y su secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha dicho que tiene "indicaciones" de que los socios de los Alianza de que ofrecerán los aviones suplementarios que la organización. No obstante, el jueves los países de la OTAN no se mostraron muy dispuestos a enviar más aviones para la operación.

Fuentes del ministerio de Defensa español han explicado a ELMUNDO.es que no puede confirmar o desmentir la información porque ellos no controlan la venta de armas. No obstante, han insistido en que en 2007 ese tipo de armanamento no estaba prohibido y que España fue de los países que más énfasis puso en que entrara cuando antes el Tratado de Dublin para prohibir este tipo de armamento.

ELMUNDO.es informó en febrero de que España vendió al Gobierno libio material de defensa -aeronaves y equipos de formación de imagen- por un valor de 6,9 millones de euros en el primer semestre de 2010 violando el artículo 8 de la Ley 53/2007 de Comercio de Armas.
Más armamento pesado

El diario 'New York Times' ha asegurado que el uso de bombas de racimo en la ciudad de Misrata se hizo evidente el jueves por la noche, cuando varios proyectiles de mortero de 120 milímetros explotaron en el aire sobre la ciudad dispersando submuniciones explosivas.

Las bombas de racimo no han sido el único armamento pesado empleado por las fuerzas de Gadafi en la ciudad de Misrata. Un examen de la zona cercana al puerto de la ciudad, que fue bombardeada intensamente este jueves, ha permitido observar que el barrio residencial de Qasr Ahmed fue atacado con proyectiles Grad, que impactaron en varias viviendas y en las calles y uno de ellos contra el muro de una mezquita.

Los cohetes Grad, un sistema de armas diseñado por la Unión Soviética para atacar con múltiples explosiones un campo de batalla, han sido identificados por los fragmentos y restos que dejaron, algunos de ellos con las marcas que indican que fueron fabricados durante la Guerra Fría. Estos proyectiles fueron lanzados por las fuerzas de Gadafi desde camiones con sistemas lanzadores, cada uno de ellos dotado con doce tubos lanzadores y con un rango de alcance de unas doce millas o más.

Uno de los cohetes Grad lanzados el jueves mató a ocho civiles, según han relatado al diario estadounidense supervivientes y testigos, que han mostrado las perforaciones que dejaron los proyectiles en un parque.

Este viernes, al menos 22 personas han muerto y otras 50 han resultado heridas por los ataques de las fuerzas gadafistas en Misrata, según el canal de televisión catarí Al Yazira, que afirma que bombardearon la ciudad con misiles Grad, fuego de artillería y de carros de combate.
Matar civiles

Los ataques del jueves y las evidencias del empleo de bombas de racimo y de cohetes Grad apuntan a que el régimen de Gadafi ha decidido utilizar en la campaña de Misrata armamento diseñado para acabar con las vidas de civiles, según el periódico 'New York Times'.

"Esto es una tragedia humana", ha denunciado Alí Salem, un residente del barrio de Qasr Ahmed, que ha narrado que sus hijos tienen ahora dificultades para dormir. "¿De qué otra manera se puede llamar cuando bombardean con artillería, cohetes y morteros a gente que está durmiendo segura en sus hogares?", ha añadido.

Uno de los cohetes Grad que impactó en el barrio de Qasr Ahmed acabó con la vida de varias personas que estaban haciendo cola para recibir comida. "Yo me eché al suelo cuando empezaron las explosiones", ha relatado Ali Hmouda, un empleado del puerto. "Mi amigo no lo hizo. Perdió su cabeza", ha asegurado.
EEUU: 'Por eso lucha en Misrata es tan difícil'

Las bombas de racimo, que dispersan municiones de gran potencia explosiva en una amplia zona, no pueden ser lanzadas con precisión y cuando alcanzan zonas civiles suponen un grave riesgo para la población.

Durante una rueda de prensa en Berlín, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha asegurado que no es "consciente" de que se hayan empleado bombas de racimo y otras armas pesadas en Misrata, aunque ha dejado claro que no estaría sorprendida por lo que puedan haber hecho el coronel Gadafi y sus fuerzas.

"Esa es una información preocupante. Y es una de las razones por las que la lucha en Misrata es tan difícil, porque se desarrolla entre barrios cercanos, en zonas urbanas y representa desafíos tanto para la OTAN como para la oposición", ha añadido.

MAT-120: potencia sin control

Munición de mortero, con 21 submuniciones de efecto contra carro y de fragmentación, cuyas espoletas electrónicas están dotadas de dispositivos de autodestrucción y auto-neutralización, eliminando así el riesgo de municiones activas abandonadas sobre el terreno".

Esa es la descripción que hace una empresa Instalaza hace del 'MAT-120', una de las armas con las que "provee a las Fuerzas Armadas españolas y de países de todo el mundo".

Instalaza fabrica estos proyectiles aunque, aseguran, no han vendido a Libia. Sin embargo, su salto a la primera plana viene dada del uso que ha hecho de ella el Ejército libio comandado por Gadafi durante las últimas horas en el conflicto abierto con las fuerzas rebeldes y la ONU.

Se trata de un proyectil que contiene, a su vez, 21 bombas menores con gran poder destructivo. Aunque necesita energía para explotar, esta se consigue una vez que se ha lanzado y está en vuelo. Esto permite almacenarlas con seguridad aunque si el mecanismo falla, convierte la carcasa en un elemento peligrosísimo, que puede explotar tiempo después de su uso pretendido.

Los análisis hechos a esta munición indican que su poder es tal que puede penetrar hasta 150 milímetros de blindaje laminado. En contra, su escasa precisión: se estima que las submuniciones caen libremente en trayectoria vertical en un radio de 50 a 60 metros de diámetro, lo que reduce su fiabilidad a un 20%.

Se usa como un mortero convencional y tampoco requiere ninguna formación específica.

¿Qué son las bombas de racimo?

* Este armamento se ha usado en 23 conflictos y ha matado a más de 100.000 personas

YASMINA JIMÉNEZ

MADRID.- Más grandes o más pequeñas, con mayor o menor potencia, más o menos llamativas, sólo hay una cosa que iguala a todas las bombas de racimo: sus víctimas son civiles. Después de que, hace diez años, se prohibieran las minas antipersonales, los Ejércitos encontraron otra manera de atemorizar a la población mucho tiempo después del fin de un conflicto.

Su peligrosidad para el pueblo radica en su composición. Una bomba de racimo está formada por un artefacto 'contenedor' que puede ser lanzado desde tierra, mar o aire y que al abrirse durante su trayectoria expulsa entre varias decenas o cientos, dependiendo del modelo, de submuniciones del tamaño de una lata de refresco. En teoría, estallan cuando chocan contra el suelo, pero en un 30% de los casos no es así.

Estas armas se consideraron útiles porque podían penetrar en la jungla y cubrir grandes superficies de territorio. Los ataques se diseñaron para impedir el acceso de convoyes enemigos a estas zonas, y evitar que se escondieran entre los árboles. Además, de esta forma no era necesairo utilizar tropas de tierra, según explica el informe de Greenpeace 'Bombas de racimo. Lluvia de acero'.

Su objetivo militar inicial ha perdido fuerza debido al alto porcentaje de submunición que permanece oculto sin estallar. El enemigo es, al final, la población civil.

Según Mabel González, responsable de desarme en Greenpeace, este armamento ha sido utilizado en 23 conflictos armados y han causado la muerte a más de 100.000 personas. Un ejemplo claro de cómo estas bombas ignoran el alto el fuego continúa siendo Laos, que 30 años después de la guerra sigue cosechando dos o tres víctimas al mes con los explosivos sin detonar.

En Afganistán, el empleo de estas armas unido al hambre de la población generaron una combinación mortal. Los soldados estadounidenses lanzaban desde el aire paquetes de alimentos para los desplazados internos que huían de los combates. Poco después, se dieron cuenta de que la ayuda coincidía con el tamaño y color de las bombas de racimo BLO-97/ B, que se estaban utilizando en los bombardeos. Las advertencias posteriores no impidieron que hubiera víctimas.

Más de 30 países, entre ellos España, fabrican actualmente este tipo de armamento que se distribuye en más de 70 estados y que se ha utilizado en una veintena de países. La comunidad internacional tendrá su oportunidad para actuar en la Conferencia Internacional de Dublín, a la que ha acudido más de 100 países (España entre ellos), para intentar suscribir un tratado que prohíba las bombas de racimo.

Fuente Diario "EL MUNDO"


Gadafi ataca Misrata con bombas de racimo fabricadas en España en 2007


El armamento se manufacturó un año antes de que se firmara la prohibición internacional.- Comercio Exterior confirma que no se exportaron proyectiles tras adherirse al tratado en 2008.- HMW confirma la utilización de este armamento

Las fuerzas de Muamar el Gadafi han intensificado sus ataques contra la ciudad de Misrata y están empleando bombas de racimo, según informa The New York Times. De acuerdo con los datos que publica este diario, las bombas empleadas por el coronel libio fueron fabricadas en España en 2007, un año antes de que se firmara el tratado internacional que prohibió el uso de este tipo de armamento.

Human Rights Watch (HRW) ha confirmado la utilización por parte de las fuerzas leales a Gadafi de estos artefactos. Precisamente tras un ataque en Misrata del pasado jueves (el mismo que cita The New York Times), la organización comprobó concretamente la explosión de tres bombas de ese tipo sobre un barrio residencial de la ciudad, después de que unos expertos estudiaran los restos y entrevistaran a varios testigos de los ataques. La organización aseguró además que cuenta con testigos, concretamente dos conductores de ambulancias, que sostienen que la ciudad ya había sido escenario de ataques con bombas de racimo con anterioridad. Misrata, formalmente en manos rebeldes, pero asediada desde hace semanas de manera implacable por las tropas del dictador, ha sufrido el lanzamiento de estos proyectiles desde mortero.

Dos empresas en España fabricaban bombas de racimo hasta su prohibición: Expal e Instalaza. La primera solo manufacturaba proyectiles para aviación, mientras que la segunda sí que fabricaba las MAT-120, que de acuerdo con la información de The New York Times, son las que está empleando Gadafi. La empresa Instalaza dejó de fabricar los proyectiles tras firmarse la convención internacional contra las bombas de racimo.

España no ha exportado este tipo de armas desde que se adhirió al acuerdo internacional, según ha confirmado a EL PAÍS un portavoz de Comercio Exterior, el organismo responsable en esta materia. "Lo que se haya podido exportar ha sido antes de la convención", ha asegurado. En julio de 2008 España aprobó una moratoria unilateral en la producción y exportación de bombas de racimo hasta que un centenar de países rubricaron al acuerdo en Oslo en diciembre de ese año, que Libia nunca firmó al igual que EE UU, Rusia y China. Las estadísticas oficiales de la Secretaría de Estado de Comercio señalan que España exportó armas a Libia en 2008 en la categoría de 'bombas, torpedos, cohetes y misiles' por valor de 3,8 millones de euros, informa Miguel González. La casi totalidad de esta cantidad de armas, con licencia en 2007 pese a su venta en el año siguiente, se exportó desde Aragón, donde se ubica la empresa Instalaza.

Los restos de la munición de fragmentación que The New York Times ha podido fotografiar corresponden a MAT-120, compuestos por 21 submuniciones preparadas para destruir blindados ligeros y matar personas. Las bombas de racimo contienen numerosas pequeñas bombas en su interior con capacidad para causar víctimas en un radio de radio de 15 metros. Su vida puede prolongarse durante unos 40 años. Antes de impactar contra su objetivo, las bombas liberan los pequeños artefactos que llevan dentro y que no siempre explotan, por lo que aumentan el riesgo para la población civil incluso años después de terminar los conflictos al actuar como minas.

HRW ha alertado del peligro de que se esté utilizando este tipo de armamento. "Es horrible que Libia use este tipo de armas, especialmente en una zona residencial. Suponen un riesgo enorme para los civiles tanto durante los ataques, por su naturaleza indiscriminada, como después, porque quedan

esparcidos fragmentos sin explotar que siguen siendo peligrosos", indicó el director de la división de HRW dedicada al armamento, Steve Goose.

La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, ha explicado desde Berlín que no tenía conocimiento de que se estuvieran lanzando bombas de racimo, pero ha añadido que no le sorprende lo que las fuerzas del coronel Gadafi son capaces de hacer y que es una información "preocupante".

Los bombardeos del Ejército contra Misrata se han intensificado en los últimos días, con el lanzamiento de decenas de misiles Grad. El jueves, los rebeldes denunciaron la muerte de 23 personas, incluidas mujeres y niños, en un bombardeo en un barrio residencial. Este viernes, fuentes médicas han informado a la cadena catarí Al Yazira de la muerte de otras ocho en un ataque por la mañana. Hay otras siete personas heridas.

Los rebeldes continúan estancados en el entorno de Ajdabiya, en el este del país, incapaces de avanzar hacia el oeste, hacia Trípoli, pese a fugaces tomas de control de localidades más occidentales.

París y Londres elevan la presión

Francia y Reino Unido apuestan por incrementar los ataques aéreos sobre los centros logísticos y de decisión del Ejército libio, por encima de la opción de proporcionar armas a los rebeldes que buscan el derrocamiento del régimen de Gadafi. Así lo ha asegurado hoy en París el ministro francés de Defensa, Gerard Longuet.

En una entrevista en la cadena de televisión LCI, se ha preguntado a Longuet si había llegado el momento de enviar armas a los rebeldes libios, a lo que el ministro ha respondido que el objetivo es "evitar una guerra civil y para ello, hay que neutralizar la fuerza del otro bando". "Esa es la razón por la que Francia y Reino Unido quieren mostrar su determinación, incluyendo ataques sobre los centros de decisión en Libia o los almacenes logísticos que se están evitando por el momento", ha dicho. Y esos ataques, sigue, "que pedimos, están orientados a no tener que armar a los insurgentes. Nuestro objetivo no es organizar un frente, es que las tropas de Gadafi vuelvan a sus cuarteles".

Para continuar con su ataque contra las fuerzas del régimen libio, la OTAN reclamó ayer aviones suplementarios "de precisión". El secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, ha asegurado hoy haber recibido "indicaciones" de que los socios ofrecerán en un plazo breve estos aviones. "Confío en que tendremos los activos necesarios en un futuro muy cercano", ha dicho al término de la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN celebrada en Berlín, informa Efe. Pese a su optimismo, el secretario general ha admitido no haber recibido por ahora ningún compromiso concreto.

Los jefes de Gobierno de Francia, Nicolas Sarkozy; Reino Unido, David Cameron, y EE UU, Barack Obama, han firmado hoy un artículo conjunto en el que aseguran que la campaña militar continuará hasta que Gadafi abandone el poder, por más que los ataques no están siendo suficientes para que los rebeldes ganen terreno. Los propios rebeldes han reiterado en varias ocasiones que la OTAN debería aumentar sus acciones y han pedido armas. Rasmussen ha asegurado hoy que el mensaje conjunto de los líderes de Estados Unidos, Francia y Reino Unido "refleja" la unidad en la Alianza Atlántica, y ha confirmado que los ataques continuarán mientras Gadafi siga en el poder. "La OTAN continuará su operación mientras haya una amenaza sobre los civiles, y es imposible pensar que esa amenaza puede desaparecer".

Bomba de racimo, un arma devastadora que España fabricó hasta 2008

El Gobierno de Zapatero firmó hace dos años y medio la Convención de Oslo, que prohibía el uso de esta munición.- Un año antes, una empresa española produjo las que ahora explotan en Libia

España fue uno de los 30 países firmantes en 2008 de la Convención de Oslo, en la que se comprometió a no emplear, desarrollar, adquirir, almacenar, conservar o transferir a nadie, "bajo ninguna circunstancia", bombas de racimo. Antes, sin embargo, fue uno de tantos en tener y producir este tipo de munición. Las que ahora usa Gadafi en Misrata contra los rebeldes fueron fabricadas en España en 2007.

Hasta que el Gobierno de Rodríguez Zapatero se sumó al acuerdo internacional, según un informe de Greenpeace en España había varias empresas que las creaban; en concreto, Explosivos Alaveses, Instalaza SA, Santa Bárbara e Internacional Tecnology SA. La segunda de ellas, Instalaza, es la que produjo las bombas de racimo que ahora se han encontrado en Libia, del tipo MAT-120. Un portavoz de Comercio Exterior ha subrayado que "lo que se haya podido exportar fue antes de la Convención".

El Ejército, por su parte, disponía de tres clases de esta munición: la CBU-100B (Rockeye), la antipista BME-330 y la granada de mortero MAT-120. La primera era importada de Estados Unidos y las dos últimas, de fabricación española. En cuanto firmó la Convención de Oslo (diciembre de 2008), España fue uno de los primeros países en destruir todo su arsenal. Unos meses antes, incluso, en julio, el Ejecutivo aprobó de forma unilateral una moratoria en la producción y exportación de estas bombas.

Junto a España, otros países como Francia, Reino Unido, Alemania, Japón, Portugal, Holanda o Líbano también se unieron al acuerdo, pero muchos otros, dos años y medio después de su entrada en vigor, todavía no lo han hecho. Por ejemplo, Estados Unidos, Rusia, China o Libia.

Se calcula que las bombas de racimo han matado o mutilado a unas 100.000 personas en los últimos 45 años, la tercera parte de ellas niños, según datos de la Coalición contra las bombas de racimo. Fueron pensadas en su origen para atacar vehículos de combate, aunque su uso contra humanos ha sido y, como se ve, sigue siendo moneda de uso común.

Antes de impactar contra el suelo, las bombas fragmentarias -también se les conoce por este nombre- liberan multitud de pequeños artefactos que quedan dispersados de forma aleatoria y no siempre explotan. O no lo hacen en ese momento, al menos, porque una parte de las bombetas -así se llaman- permanecen ocultas para acabar estallando hasta 40 años después. "Resulta imposible saber cuántas explotan y cuántas no, o qué zonas están limpias y cuáles no", contaba en una entrevista en 2008 a EL PAÍS Valon Kumnova, el responsable de la Organización de Apoyo a la Vida en Zonas Peligrosas (HALO).

Su explosión depende de donde caigan. "Hemos trabajado en lugares en los que sabemos que se han usado y no hemos encontrado ni una, solo los cráteres de impacto. En otros, en cambio, si han caído sobre un suelo mojado y blando, hemos observado niveles de fallo de hasta un 50%", detallaba Kumnova.

En opinión de este experto, además de "carísimas", son "potencialmente" más peligrosas que las minas antipersonas. "Muy poca gente sale ilesa o con heridas leves de un accidente con una bomba de racimo. Pero no necesariamente explotan por pisarlas, como pasa con las minas. Normalmente, hay que moverlas o golpearlas, así que el riesgo es menor. Aunque cuando explotan, eso sí, causan mucho más daño que las minas", señalaba este responsable de HALO.

La intervención, un "insulto" para Libia, según la hija de Gadafi

Aisha Gadafi, la hija del líder del régimen libio, ha calificado de "insulto" la petición occidental de que su padre abandone el poder, en un artículo conjunto firmado por Nicolas Sarkozy, Barack Obama y David Cameron. Muammar el Gadafi "no está en Libia, sino en el corazón de todos los libios", ha subrayado en una aparición pública televisada este viernes desde el simbólico complejo de Bab el Azizia (Trípoli) con motivo del 25 aniversario del ataque de EE UU a esta instalación militar.

La hija de Muammar el Gadafi ha aprovechado la ocasión para comparar el bombardeo de 1986, ordenado por Ronald Reagan en respuesta al ataque de una discoteca en Berlín, con la actual intervención aliada en Libia. Aunque en 1986 ella tenía solo cinco años, ha recordado así los acontecimientos: "Lanzaron sus misiles y bombas sobre nosotros, trataron de matarme y mataron a decenas de niños en Libia", dijo, y añadió que "un cuarto de siglo después los mismos misiles y bombas" vuelven a caer sobre su país.

"¿Quiénes son los civiles a los que estáis protegiendo?, ¿Es la gente que tiene armas automáticas y granadas de mano?, ¿Son los civiles inocentes a los que estáis intentando proteger?", ha preguntado Aisha Gadafi a la OTAN. "En 1911 Italia mató a mi abuelo en un ataque aéreo y ahora están intentando matar a mi padre. Dios maldiga sus manos", ha añadido.

Fuente Diario "EL PAÍS"


Gadafi ha atacado Misrata con bombas de racimo de fabricación española, según «The New York Times»

Las fuerzas del líder libio han atacado con bombas de racimo de fabricación española y con proyectiles tierra-tierra zonas residenciales de Libia, según testimonios de testigos recogidos por el diario estadounidense 'The New York Times'.

15 Abril 11 - Nueva York - Ep

Según el diario norteamericano, los restos de las bombas de racimo, que ha podido examinar y fotografiar, corresponden a proyectiles de mortero MAT-120, compuestos por 21 submuniciones diseñadas para destruir blindados ligeros y matar a personas.

Los componentes de las municiones de 120 milímetros, según las marcas que constan en los restos, fueron fabricados en España en 2007, antes de que este país rubricara la Convención Internacional contra las bombas de Racimo y destruyera sus arsenales. Libia nunca ha rubricado este acuerdo internacional.

Las bombas de racimo, que dispersan municiones de gran potencia explosiva en una amplia zona, no pueden ser lanzadas con precisión y cuando alcanzan zonas civiles suponen un grave riesgo para la población.

Durante una rueda de prensa en Berlín, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha asegurado que no es "consciente" de que se hayan empleado bombas de racimo y otras armas pesadas en Misrata, aunque ha dejado claro que no estaría sorprendida por lo que puedan haber hecho el coronel Gadafi y sus fuerzas.

"Esa es una información preocupante. Y es una de las razones por las que la lucha en Misrata es tan difícil, porque se desarrolla entre barrios cercanos, en zonas urbanas y representa desafíos tanto para la OTAN como para la oposición", ha añadido.

El diario 'New York Times' ha asegurado que el uso de bombas de racimo en la ciudad de Misrata se hizo evidente el jueves por la noche, cuando varios proyectiles de mortero de 120 milímetros explotaron en el aire sobre la ciudad dispersando submuniciones explosivas.

COHETES GRAD
Las bombas de racimo no han sido el único armamento pesado empleado por las fuerzas de Gadafi en la ciudad de Misrata. Un examen de la zona cercana al puerto de la ciudad, que fue bombardeada intensamente ayer, ha permitido observar que el barrio residencial de Qasr Ahmed fue atacado con proyectiles Grad, que impactaron en varias viviendas y en las calles y uno de ellos contra el muro de una mezquita.

Los cohetes Grad, un sistema de armas diseñado por la Unión Soviética para atacar con múltiples explosiones un campo de batalla, han sido identificados por los fragmentos y restos que dejaron, algunos de ellos con las marcas que indican que fueron fabricados durante la Guerra Fría. Estos proyectiles fueron lanzados por las fuerzas de Gadafi desde camiones con sistemas lanzadores, cada uno de ellos dotado con doce tubos lanzadores y con un rango de alcance de unas doce millas o más.

Uno de los cohetes Grad lanzados el jueves mató a ocho civiles, según han relatado al diario estadounidense supervivientes y testigos, que han mostrado las perforaciones que dejaron los proyectiles en un parque.

Los ataques del jueves y las evidencias del empleo de bombas de racimo y de cohetes Grad apuntan a que el régimen de Gadafi ha decidido utilizar en la campaña de Misrata armamento diseñado para acabar con las vidas de civiles, según el periódico 'New York Times'.

"Esto es una tragedia humana", ha denuciado Alí Salem, un residente del barrio de Qasr Ahmed, que ha narrado que sus hijos tienen ahora dificultades para dormir. "¿De qué otra manera se puede llamar cuando bombardean con artillería, cohetes y morteros a gente que está durmiendo segura en sus hogares?", ha añadido.

Uno de los cohetes Grad que impactó en el barrio de Qasr Ahmed acabó con la vida de varias personas que estaban haciendo cola para recibir comida. "Yo me eché al suelo cuando empezaron las explosiones", ha relatado Ali Hmouda, un empleado del puerto. "Mi amigo no lo hizo. Perdió su cabeza", ha asegurado.

Fuente Diario "LA RAZÓN"


Gadafi ataca zonas residenciales libias con bombas de racimo de fabricación española

Los componentes de las municiones de 120 milímetros, según las marcas que constan en los restos, fueron fabricados en España en 2007

Las fuerzas del líder libio, Muamar Gadafi, han atacado con bombas de racimo de fabricación española y con proyectiles tierra-tierra zonas residenciales de Libia, según testimonios de testigos y supervivientes recogidos por el diario estadounidense «The New York Times».

Según el diario norteamericano, los restos de las bombas de racimo, que ha podido examinar y fotografiar, corresponden a proyectiles de mortero MAT-120, compuestos por 21 submuniciones diseñadas para destruir blindados ligeros y matar a personas. Los componentes de las municiones de 120 milímetros, según las marcas que constan en los restos, fueron fabricados en España en 2007. Al año siguiente, España rubricó la Convención Internacional contra las bombas de Racimo y destruyera sus arsenales. Libia nunca ha rubricado este acuerdo internacional. La información puede añadir presión para que la OTAN eleve el nivel de sus ataques en Libia, que tienen como objetivo inmediato y más urgente la protección de la población civil.

Las bombas de racimo, que dispersan municiones de gran potencia explosiva en una amplia zona, no pueden ser lanzadas con precisión y cuando alcanzan zonas civiles suponen un grave riesgo para la población.

Durante una rueda de prensa en Berlín, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha asegurado que no es "consciente" de que se hayan empleado bombas de racimo y otras armas pesadas en Misrata, aunque ha dejado claro que no estaría sorprendida por lo que puedan haber hecho el coronel Gadafi y sus fuerzas. "

Esa es una información preocupante. Y es una de las razones por las que la lucha en Misrata es tan difícil, porque se desarrolla entre barrios cercanos, en zonas urbanas y representa desafíos tanto para la OTAN como para la oposición", ha añadido.

El diario 'New York Times' ha asegurado que el uso de bombas de racimo en la ciudad de Misrata se hizo evidente el jueves por la noche, cuando varios proyectiles de mortero de 120 milímetros explotaron en el aire sobre la ciudad dispersando submuniciones explosivas.

Fuente Diario "ABC"

A FONDO

LAS BOMBAS DE RACIMO

Una bomba de racimo o bomba «clúster» es una bomba de caída libre, o dirigida, lanzada desde el aire o desde la superficie, que al alcanzar una cierta altura medida por un altímetro, se abre dejando caer cientos de sub-municiones o bombetas de diversos tipos, de alto poder explosivo, antipista, antipersona, perforantes, incendiarias, etc.

La primera bomba de racimo usada en combate fue la SD-2 alemana, más conocida como "bomba mariposa" durante la Segunda Guerra Mundial. Consistia en unas cápsulas con explosivos que al caer a tierra se "enterraban", pasando desapercibidas tanto para militares como para civiles, causando muchas bajas. Este tipo de municiones se encuentran en los arsenales de la mayoría de los ejércitos. Algunos gobiernos y organizaciones civiles, como Greenpeace, concertaron en mayo de 2008 un acuerdo realizado en Dublín por más de cien países, donde se prohíbe el uso de bombas de racimo, esperando lograr deponer la tendencia de países no firmantes, como Estados Unidos, para respetar la prohibición de esas terribles armas explosivas. La «Convención sobre las bombas con submuniciones», dispone que cada Estado firmante «se comprometa a nunca emplear estas armas, bajo ninguna circunstancia».

Debido a su amplitud y al gran número de sub-municiones, hasta 300, esta arma es usada para atacar a objetivos militares dispersos, como concentraciones de tropas, columnas de blindados, o para negar el uso de una zona o instalaciones como el caso de aeródromos. Pero también debido a estas características, a menudo hiere y mata a civiles, especialmente cuando es usada en zonas urbanas.

Las submuniciones esparcidas tienen un rango de fallo de entre el 5% y 30%, por lo que pueden quedar bombas enterradas sin explotar siendo peligrosas tiempo después de terminada la guerra, especialmente a los niños por sus formas llamativas, como pelotitas de tenis o latas de refrescos. Varios países han usado este tipo de arma en conflictos diferentes a pesar de causar problemas muy serios bajo el derecho humanitario internacional. Rusia las usa en Chechenia, el Reino Unido las usó en Kosovo e Irak, Israel en el Líbano en el año 2006 y Gaza en 2009, Estados Unidos utilizó estas bombas en Afganistán, Kosovo, Laos e Iraq, entre otros. En Iraq se estima que entre los Estados Unidos y el Reino Unido ya se han lanzado cerca de un millón. Una campaña internacional, la Coalición de las Bombas de Racimo fue establecida en el 2003 para parar el uso, la producción, la transferencia y el almacenamiento de estas armas. Hoy en día, más de 160 ONGs de todo el mundo se están dedicando a la educación, la investigación, y la presión a diferentes gobiernos para cambiar sus políticas acerca de estas armas.

No obstante los fabricantes de estas armas han desarrollado importantes esfuerzos en los últimos años para minimizar los peligros de las municiones no explotadas, incorporando mecanismos de autodestrucción pasado un lapso de tiempo y aumentando los controles de calidad para reducir el porcentaje de municiones defectuosas.

Amnistía Internacional (AI) ha pedido al Gobierno israelí que entregue los mapas detallados con las coordenadas precisas de las zonas del sur de Líbano en que sus fuerzas arrojaron las bombas de racimo en los meses de julio y agosto de 2006, provocando graves estragos en la población civil de ese país.

Otras armas, como las Minas, han sido prohibidos en muchos países por instrumentos legales, como el Tratado de Ottawa y la Convención en ciertas armas convencionales. Las bombas de racimo , sin embargo no están prohibidas por ningún tratado internacional, y son consideradas legítimas por algunos gobiernos. Deliberaciones gubernamentales internacionales en la Convención sobre ciertas armas convencionales han vuelto a poner en el tapete de la discusión el tema de los explosivos remanentes post bélicos, un problema en el que las bombas de racimo tienen un importante contribución. Sin embargo, a pesar de los llamados de las Organizaciones humanitarias y de al menos 30 gobiernos, negociaciones internacionales no han sido viables por la cantidad de intereses económicos en juego.

Contra este trasfondo, un nuevo proceso multilateral flexible similar al proceso que condujo a la prohibición mundial de las minas antipersonal en 1997 (el Tratado de Ottawa) se anunció en noviembre de 2006

Los casi 100 Gobiernos que el día 3 de diciembre de 2008 firmaron el Tratado contra las bombas de racimo se comprometieron en un paso histórico. Entre ellos había muchos de los productores de este armamento, otros que tienen arsenales y algunos que los han usado en el pasado.

Por parte de España se han producido varios sucesos importantes. Por un lado el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, estuvo en Oslo para firmar el Tratado. Además, el 18 de marzo de 2008 el Congreso lo ratificó, convirtiéndose en el quinto país en ratificar en todo el mundo. Y el mismo día, el Ministerio de Defensa anunció que había terminado la destrucción de los arsenales de bombas de racimo del ejército, con un total de casi 6.000 armas desmanteladas, convirtiendo a España en el primer país del mundo en desmantelar completamente todas sus arsenales de bombas de racimo. Esto tiene mucha importancia, debido a que casi el 100% de las bombas de racimo y armamento que hay en el norte de África,y que causan muchas muertes al año, eran de fabricacion española.

Con la presencia de delegados de 14 países, Colombia destruyó el día 24 de noviembre de 2009 las últimas 31 bombas tipo racimo que tenía en su poder, cumpliendo de esta manera el tratado de Oslo, La operación se realizó en Vichada, especificamente en la base militar de Maranduá.

Fuente "Wikipedia"

146 Instituciones financieras de 16 países, incluido España, invierten en bombas de racimo

146 Instituciones financieras de 16 países, incluido España, invierten en bombas de racimo

(Madrid, 15 de abril de 2010). Casi un año y medio después de la histórica firma de la Convención sobre Bombas en Racimo celebrada en Oslo en diciembre de 2008, y ante su cercana entrada en vigor de manera vinculante conforme al derecho internacional el próximo 1 de agosto 2010, se acaba de dar a conocer que 146 entidades financieras de 16 países todavía invierten y prestan servicios financieros por valor de 43.000 millones de dólares a siete empresas fabricantes de bombas de racimo.

Estas son algunas de las conclusiones a las que llega el informe más exhaustivo hasta la fecha sobre inversiones globales en estas armas próximamente ilegales titulado Inversiones mundiales en bombas de racimo: una responsabilidad compartida [1] y publicado ayer miércoles en Ginebra. La Red Internacional BankTrack, representada en España por la ONG SETEM y activistas de todo el mundo, piden a los gobiernos y a las instituciones financieras que dejen de invertir en empresas que producen este tipo de municiones.

Al igual que las minas terrestres antipersona, el coste humano y económico de estas bombas está sobradamente probada y la ONU calcula que las bombas de racimo han matado y herido a más de 10.000 civiles en los últimos 40 años, de los cuáles el 40 % son niños. Y las cifras de víctimas continúan creciendo porque el efecto de estas bombas no termina cuando terminan los conflictos, ya que muchas quedan sin explotar y escondidas en el suelo.

A pesar de esto, las principales entidades financieras del mundo siguen financiando a los siguientes fabricantes de bombas de racimo y de componentes para las mismas: Alliant Techsystems ATK (EEUU), Hanwha (Corea del Sur), L-3 Communications (EEUU), Lockheed Martin (EEUU), Poongsan (Corea del Sur), Singapore Technologies Engineering (Singapur) y Textron (EEUU)[2].

De estas 146 entidades, 102 pertenecen a países que aún no han firmado la Convención sobre Municiones en Racimo, y algo más de la mitad son de Estados Unidos. 16 entidades tienen su sede en cuatro países que han firmado y ratificado la Convención, como Francia, Alemania, Japón y España (BBVA, con inversiones en Lockheed Martin) y 28 en países que han firmado pero todavía no han ratificado la Convención. De las 146 entidades que invierten en fabricantes de municiones de racimo, 32 pertenecen a la Unión Europea, y 31 de ellas son países de la UE que han firmado la Convención sobre Municiones en Racimo

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