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martes, 5 de mayo de 2015

MARIA VEGA UNA ESPAÑOLA DE PROFESIÓN...... ESPÍA !

Espías españolas: Marina Vega
Marina Vega de la Iglesia nació 1923 en Torrelavega, Cantabria. Su padre era director de prisiones con la República, fue condenado a 16 años de cárcel por "un delito consumado de masonería" y fue enviado a un penal de Cádiz. Su madre fue empleada del Gobierno de la República, y tenía que vivir escondida para no ser represaliada. Para proteger a Marina, la enviaron a Paris con unos amigos. Estando allí comenzó la Segunda Guerra Mundial.

 La familia que la acogió se trasladó a México, y Marina regresó a España, en Madrid consiguió localizar a sus padres y después se marchó a León con unos amigos. Allí conoció a un joven diplomático francés. El servicio secreto necesitaba a una mujer española no fichada y que pudiera moverse con libertad por el país y fue admitida. Así fue como con tan solo 17 años, Marina entró en la red española de las Fuerzas Francesas Libres.

Sus primeros trabajos fueron viajes a la frontera franco-española para introducir a gente en España, también llevaba y traía documentos y dinero.

"Iba a la frontera con Francia, los recogía y me los ataba a la espalda con una faja. Por supuesto, nunca los abrí, pero supongo que llevarían dinero o cartas". Entre 1942 y 1944 hacía dos viajes por semana a Francia. No sé a cuánta gente pude haberme traído. Deduzco que serían judíos franceses que huían de los nazis. También algún inglés". No sabe con exactitud porque nunca intercambió palabra alguna con aquellas personas.

"Además de la documentación falsa, yo llevaba siempre una carta falsa que decía que autorizaba a la señorita Marina Vega a acompañar al señor fulanito, sordomudo, en el viaje a Madrid para que, si nos paraban, no tuviera que hablar con su acento francés. Siempre viajábamos en primera. La mejor forma para que no te pregunten nada es ir bien vestido y aparentar tener dinero. Después, aquí en Madrid, teníamos casas de amigos donde les acogían, un médico que les atendía, un sastre que les hacía ropa."

Un día fueron descubiertos por la Segunda Bis (el contraespionaje español) y tuvo que huir a Francia: "Esperamos unos tres meses en San Sebastián hasta que uno de los contrabandistas que teníamos a nuestro servicio vino a buscarnos. Cruzamos el Bidasoa un 19 de septiembre de 1944 con el agua por aquí", recordó señalándose el pecho. "Como único equipaje: un cartón de tabaco y una docena de manzanas. "¡Qué bien nos vinieron para los días que pasamos en el monte!".

En territorio francés siguió haciendo trabajos de información hasta que terminó la Segunda Guerra Mundial,  entoncesempezó la limpieza de nazis en Francia y el resto de Europa. Su trabajo entonces pasó a ser buscar alemanes nazis y colaboracionistas para juzgarles. 

"Si te cogían los nazis, tenías una pastilla de cianuro en el bolsillo. La metías en la boca; si pasaba el peligro, la escupías y si veías que estaban a punto de hacerte hablar, la tragabas. Es una muerte automática. Tuve compañeros que lo hicieron. Otro se mató en una celda dándose cabezazos contra la pared. Debió de ser horrible, porque la celda era muy pequeña. No podía coger carrerilla".

Le han quedado algunas "secuelas" de su trabajo:
 
"Nunca me siento de espaldas a una puerta. En los hoteles, sigo pidiendo habitación en el primer piso por si tuviera que escapar por la ventana, y al entrar en una casa siempre miro dónde están los interruptores por si hay que apagar rápidamente las luces".

Nunca tuvo que usar las dos armas que llevaba siempre encima: una pistola del calibre 6,35 y otra de 7,65.. El peor momento de su vida fue el regreso a la España franquista en 1950, cuando dieron finalizaron sus servicios: "Mi misión había terminado y mi madre seguía aquí,. En aquellos momentos no existía la palabra depresión, pero yo debí coger una. El cambio fue espantoso. En Francia, al día siguiente de que terminara la guerra ya había de todo. ¡Y aquí, en el 50, seguían con las cartillas de racionamiento!".
*La información aquí expuesta está principalmente extraída de una entrevista que concedió al diario El País en 2008, no he logrado saber si en la actualidad sigue viva, si los estuviera, tendría 90 años.

Fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/Marina_Vega
http://elpais.com

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