El ministro español de Defensa, Pedro Morenés, durante su visita hoy a los militares de España desplegados en Estonia
Efe/Juanjo Martín
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha viajado hasta Estonia para visitar al contingente español que desde el pasado día 1 de enero participa en la misión de Policía Aérea de la OTAN vigilando los cielos del Báltico ante las constantes incursiones de aviones rusos. Morenés quiso dejar claro que la presencia de España en esta operación es “para evitar que existan problemas con Rusia, no para crearlos”.
Morenés aprovechó su visita para reiterar el compromiso de nuestro país con la defensa de los aliados destacando que esta operación de seguridad aérea es “muy relevante desde el punto de vista de la contribución de España a la defensa en el ámbito de la OTAN”. La misión, dijo, “es un ejemplo de que la Alianza funciona como una organización que comparte objetivos y problemas”.
A primera hora de la mañana, el ministro, a quien acompañan el secretario general de política de Defensa, Alejandro Enrique Alvargonzáez, y el embajador de España en Estonia, Fernando García Casas, ha mantenido una reunión de trabajo con su homólogo estonio, Sven Mikser. Previamente, ambos dirigentes depositaron una corona de flores ante la Columna de la Victoria de la Guerra de la Independencia en honor a los caídos.
Tras su reunión bilateral, Morenés se ha trasladado a la Base Aérea de la localidad de Ämari, donde ha sido recibido por el Jefe del Destacamento español “Ambar”, teniente coronel Enrique Fernández Ambel, y el Jefe de la Fuerza Aérea de Estonia, coronel Jaak Tarien. Allí visitará los hangares de reacción rápida, en los que se encuentran los cuatro Eurofighter del Ejército del Aire y donde los equipos de guardia viven en las semanas en las que se encuentran en alerta (denominadas calientes).
Tras esta visita, el ministro se desplazará hasta Letonia, donde mantendrá una serie de encuentros con su homólogo, Raimonds Vejonis, y con la Alta Representante de Asunto Exteriores de la UE, Federica Mogherini, en el marco de la reunión informal de ministros de la UE. Allí está previsto que traten sobre las misiones en marcha, la situación en Ucrania o las tensiones en Libia, “que preocupa a todos y a España “por cercanía”. Sobre la posibilidad de que España participen en nuevas misiones como la de entrenamiento en República Centroafricana, Morenés destacó que “España no puede estar en todos los sitios y hay que priorizar nuestras Fuerzas”.
Esta visita del ministro a este contingente que participa en la misión de la OTAN llega tan solo 12 días después de que se conociese que España liderará en 2016 la primera Fuerza de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN (VJTF), demostrando una vez más el compromiso de nuestro país con la seguridad de la Alianza.
El “Destacamento Ambar” está formado por 115 efectivos, de los cuales 8 son pilotos, conformando dos tripulaciones por avión. En los hangares de reacción rápida (QRA, por sus siglas en inglés), descansan los cuatro cazas españoles a la espera de que la alarma suene dando la señal de “scramble”, esto es, una misión de alerta para interceptar una aeronave sin identificar. Hasta el momento, todas las salidas de los aviones españoles han estado exentas de sobresaltos y han sido tranquilas. Hace unas semanas, uno de los pilotos, el teniente Jorge Ducay, explicaba a este periódico que en ninguna de sus intervenciones han sido recibidos con actitud hostil. Y es que, como aseguraba el jefe del
Destacamento, teniente coronel Enrique Fernández Ambel, la mayoría de los aviones que invaden el espacio aéreo de soberanía de la OTAN pertenecen a la Fuerza Aérea de Rusia, que realiza numerosos vuelos por aguas internacionales entre San Petersburgo y Kaliningrado. Pueden hacerlo, pero el peligro está en que lo hacen sin plan de vuelo y sin transpondedores, por lo que en los radares sólo aparece una “traza”, o lo que es lo mismo, una aeronave sin identificar o una posible amenaza.
En menos de 30 minutos el avión despega y en apenas 6 llegan al punto en el que se encuentra la supuesta amenaza, a la que identifican visualmente y con una serie de movimientos del avión (una especie de idioma internacional) le indican que les sigan hasta los límites. En cada salida, que dura aproximádamente una hora y media, cada aeronave consume cerca de 5 toneladas de combustible.
Además de con esta misión y con el liderazgo en 2016 de la Fuerza de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN, España contribuye en otras operaciones de la Alianza: 157 efectivos y una batería de misiles Patriot en Adana (Turquía); 443 militares en la nueva misión “Resolute Support” de Afganistán y con 377 efectivos y dos buques en la operación “Active Endeavour” de vigilancia en el Mediterráneo.
Morenés aprovechó su visita para reiterar el compromiso de nuestro país con la defensa de los aliados destacando que esta operación de seguridad aérea es “muy relevante desde el punto de vista de la contribución de España a la defensa en el ámbito de la OTAN”. La misión, dijo, “es un ejemplo de que la Alianza funciona como una organización que comparte objetivos y problemas”.
A primera hora de la mañana, el ministro, a quien acompañan el secretario general de política de Defensa, Alejandro Enrique Alvargonzáez, y el embajador de España en Estonia, Fernando García Casas, ha mantenido una reunión de trabajo con su homólogo estonio, Sven Mikser. Previamente, ambos dirigentes depositaron una corona de flores ante la Columna de la Victoria de la Guerra de la Independencia en honor a los caídos.
Tras su reunión bilateral, Morenés se ha trasladado a la Base Aérea de la localidad de Ämari, donde ha sido recibido por el Jefe del Destacamento español “Ambar”, teniente coronel Enrique Fernández Ambel, y el Jefe de la Fuerza Aérea de Estonia, coronel Jaak Tarien. Allí visitará los hangares de reacción rápida, en los que se encuentran los cuatro Eurofighter del Ejército del Aire y donde los equipos de guardia viven en las semanas en las que se encuentran en alerta (denominadas calientes).
Tras esta visita, el ministro se desplazará hasta Letonia, donde mantendrá una serie de encuentros con su homólogo, Raimonds Vejonis, y con la Alta Representante de Asunto Exteriores de la UE, Federica Mogherini, en el marco de la reunión informal de ministros de la UE. Allí está previsto que traten sobre las misiones en marcha, la situación en Ucrania o las tensiones en Libia, “que preocupa a todos y a España “por cercanía”. Sobre la posibilidad de que España participen en nuevas misiones como la de entrenamiento en República Centroafricana, Morenés destacó que “España no puede estar en todos los sitios y hay que priorizar nuestras Fuerzas”.
Esta visita del ministro a este contingente que participa en la misión de la OTAN llega tan solo 12 días después de que se conociese que España liderará en 2016 la primera Fuerza de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN (VJTF), demostrando una vez más el compromiso de nuestro país con la seguridad de la Alianza.
El “Destacamento Ambar” está formado por 115 efectivos, de los cuales 8 son pilotos, conformando dos tripulaciones por avión. En los hangares de reacción rápida (QRA, por sus siglas en inglés), descansan los cuatro cazas españoles a la espera de que la alarma suene dando la señal de “scramble”, esto es, una misión de alerta para interceptar una aeronave sin identificar. Hasta el momento, todas las salidas de los aviones españoles han estado exentas de sobresaltos y han sido tranquilas. Hace unas semanas, uno de los pilotos, el teniente Jorge Ducay, explicaba a este periódico que en ninguna de sus intervenciones han sido recibidos con actitud hostil. Y es que, como aseguraba el jefe del
Destacamento, teniente coronel Enrique Fernández Ambel, la mayoría de los aviones que invaden el espacio aéreo de soberanía de la OTAN pertenecen a la Fuerza Aérea de Rusia, que realiza numerosos vuelos por aguas internacionales entre San Petersburgo y Kaliningrado. Pueden hacerlo, pero el peligro está en que lo hacen sin plan de vuelo y sin transpondedores, por lo que en los radares sólo aparece una “traza”, o lo que es lo mismo, una aeronave sin identificar o una posible amenaza.
En menos de 30 minutos el avión despega y en apenas 6 llegan al punto en el que se encuentra la supuesta amenaza, a la que identifican visualmente y con una serie de movimientos del avión (una especie de idioma internacional) le indican que les sigan hasta los límites. En cada salida, que dura aproximádamente una hora y media, cada aeronave consume cerca de 5 toneladas de combustible.
Además de con esta misión y con el liderazgo en 2016 de la Fuerza de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN, España contribuye en otras operaciones de la Alianza: 157 efectivos y una batería de misiles Patriot en Adana (Turquía); 443 militares en la nueva misión “Resolute Support” de Afganistán y con 377 efectivos y dos buques en la operación “Active Endeavour” de vigilancia en el Mediterráneo.
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