Rossana Banti, condecorada como heroína de guerra a los 90 años
Tenía solo 17 años cuando se unió a la Resistencia italiana y 20 cuando, en plena SGM., se incorporó a las tropas inglesas que habían llegado a Roma junto a las estadounidenses que liberaron la capital
Y dio su contribución a los aliados en el sur de Italia hasta 1945. Pero durante 70 años ignoró haber sido una heroína de la guerra. Ahora, Rossana Banti, que festejará en solo dos días su 90 cumpleaños, recibió del embajador británico en Italia, Christopher Prentice, tres condecoraciones militares por su coraje.
"Me siento honrada, conmovida y también sorprendida. Para nosotros, jóvenes anti-fascistas de la época, era normal unirse a la Resistencia. No teníamos ninguna duda. Pensábamos que era justo" contó Rossana.
Hija de un ingeniero liberal, se unió a la Resistencia en Roma cuando tenía 17 años. En septiembre de 1944, cuando a la capital arribaron estadounidenses e ingleses, decidió enrolarse en el cuerpo de enfermería del Ejército británico (Fany) como operadora de radio en la Unidad "Fuerza Especial número 1", del Special Operations Executive. Permaneció en servicio hasta el 29 de mayo de 1945.
Estaba destinada el cuartel general de operaciones especiales para el Mediterráneo, en Torre a Mare, en Bari, sur de Italia. En esos años difíciles, se ocupó -gracias a que dominaba el inglés y el francés- de mantener contacto vía radio con los agentes detrás de las líneas enemigas y se convirtió en miembro del equipo que daba instrucciones y llamaba a reportarse a los agentes en misión en la Italia ocupada.
"La tarea para los hombres y las mujeres del Special Operations Executive, (Soe), no pudo haber sido más importante. Como infiltrados habrían sido asesinados en ejecuciones sumarias, en caso de ser capturados", comentó el embajador.
Los agentes, ya sea italianos o británicos, eran lanzados en paracaídas tras las líneas enemigas para organizar y equipar a los partisanos. Pero vivían en condiciones terribles, con poca comida y escasas armas y municiones. Dependían totalmente de la dedicación de funcionarios del (Fany) como Rossana y de sus contactos con ellos.
Rossana recibió incluso adiestramiento como paracaidista en octubre de 1944. "La señora Banti demostró una dedicación extraordinaria: era una de las numerosas mujeres que sirvieron a la causa aliada con entusiasmo durante la ocupación nazi de Italia", indicó el embajador británico.
El diplomático, en una ceremonia reservada solo a parientes y amigos, entregó a Rossana la War Medal 1939-1945, por haber servido en el Ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial; la 1939-45 Star por los servicios dados en el extranjero durante la guerra y la Italy Star por su tarea en Italia.
"Es un reconocimiento importante, en especial por la memoria. La proliferación hoy en Europa de grupos neonazis y neofascistas es peligroso. Los jóvenes no deben olvidar el camino que hemos hecho. Y de dónde venimos", concluyó la mujer.
recibiendo la condecoración
Y dio su contribución a los aliados en el sur de Italia hasta 1945. Pero durante 70 años ignoró haber sido una heroína de la guerra. Ahora, Rossana Banti, que festejará en solo dos días su 90 cumpleaños, recibió del embajador británico en Italia, Christopher Prentice, tres condecoraciones militares por su coraje.
"Me siento honrada, conmovida y también sorprendida. Para nosotros, jóvenes anti-fascistas de la época, era normal unirse a la Resistencia. No teníamos ninguna duda. Pensábamos que era justo" contó Rossana.
Hija de un ingeniero liberal, se unió a la Resistencia en Roma cuando tenía 17 años. En septiembre de 1944, cuando a la capital arribaron estadounidenses e ingleses, decidió enrolarse en el cuerpo de enfermería del Ejército británico (Fany) como operadora de radio en la Unidad "Fuerza Especial número 1", del Special Operations Executive. Permaneció en servicio hasta el 29 de mayo de 1945.
Estaba destinada el cuartel general de operaciones especiales para el Mediterráneo, en Torre a Mare, en Bari, sur de Italia. En esos años difíciles, se ocupó -gracias a que dominaba el inglés y el francés- de mantener contacto vía radio con los agentes detrás de las líneas enemigas y se convirtió en miembro del equipo que daba instrucciones y llamaba a reportarse a los agentes en misión en la Italia ocupada.
"La tarea para los hombres y las mujeres del Special Operations Executive, (Soe), no pudo haber sido más importante. Como infiltrados habrían sido asesinados en ejecuciones sumarias, en caso de ser capturados", comentó el embajador.
Los agentes, ya sea italianos o británicos, eran lanzados en paracaídas tras las líneas enemigas para organizar y equipar a los partisanos. Pero vivían en condiciones terribles, con poca comida y escasas armas y municiones. Dependían totalmente de la dedicación de funcionarios del (Fany) como Rossana y de sus contactos con ellos.
Rossana recibió incluso adiestramiento como paracaidista en octubre de 1944. "La señora Banti demostró una dedicación extraordinaria: era una de las numerosas mujeres que sirvieron a la causa aliada con entusiasmo durante la ocupación nazi de Italia", indicó el embajador británico.
El diplomático, en una ceremonia reservada solo a parientes y amigos, entregó a Rossana la War Medal 1939-1945, por haber servido en el Ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial; la 1939-45 Star por los servicios dados en el extranjero durante la guerra y la Italy Star por su tarea en Italia.
"Es un reconocimiento importante, en especial por la memoria. La proliferación hoy en Europa de grupos neonazis y neofascistas es peligroso. Los jóvenes no deben olvidar el camino que hemos hecho. Y de dónde venimos", concluyó la mujer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario