Según el decreto firmado por Vladímir Putin el pasado 2 de enero y publicado en la página web del Kremlin, los extranjeros entre 18 y 30 años podrán alistarse en el Ejército ruso con un contrato de cinco años. Deberán saber ruso y no tener antecedentes penales. La medida afecta sobre todo a ciudadanos de las antiguas repúblicas soviéticas. Según declaraciones del ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, para el 2022 esperan que la mitad del ejército (500.000 soldados) sea profesional. Actualmente la mayoría de los soldados cumplen el servicio militar obligatorio.
El Ministerio de Defensa de Rusia anunció el mes pasado de diciembre que los extranjeros podrán alistarse al Ejército ruso. Esta decisión está claramente dirigida a legalizar el estatus de los ciudadanos de las antiguas repúblicas soviéticas que ya sirven en el Ejército ruso, aunque hayan abierto el camino a cualquier extranjero, siempre que hable bien ruso y tenga un historial penal limpio.
 
El presidente Vladímir Putin firmó la aprobación de esta medida el pasado 2 de enero, cinco años después de que se hiciera la propuesta.
 
Ahora "los soldados extranjeros pueden participar en operaciones bajo la ley marcial, así como en conflictos armados de acuerdo con los principios generalmente aceptados de la ley internacional, los acuerdos internacionales y la legislación rusa", dice la orden publicada en la página web del Kremlin.
Ruslán Pujov, director del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, un think tank con sede en Moscú, explicó a The Moscow Times que este cambio se ha realizado para proporcionar finalmente un estatus legal a los soldados locales que ya están sirviendo en las bases de Armenia y Tayikistán.
Pero también, como los salarios de los civiles rusos siguen superando los ofrecidos por los contratos militares, la nueva ley se ve como una manera de llenar el ejército con trabajadores inmigrantes, dijo Pujov. El sueldo previsto para un soldado contratado en el Ejército ruso es de 30.000 rublos (500 dólares) al mes.
 
Pero aunque la ley puede que vaya principalmente dirigida a ciudadanos de países cercanos a Rusia, en el documento no hay restricciones que prohíban alistarse a ciudadanos más allá de la tradicional esfera de influencia de Moscú.
 
Ígor Konashénkov, portavoz del Ministerio de Defensa, al ser preguntado en entrevista telefónica por el The Moscow Times, si podía entrar en el Ejército ruso, por ejemplo un ciudadano de los EE UU, tan solo respondió que las normas para la contratación de extranjeros se encuentran en la página web del departamento.
 
Ciertamente la página web del Ministerio para posible contrataciones (que está en ruso e inglés) proporciona toda la información que necesitas para enrolarte, incluido dónde encontrar una oficina de reclutamiento y ejemplos de los exámenes profesionales para valorar tu competencia.
El ejército te garantiza la ciudadanía

Los militares rusos han ido más allá que la mayoría de los ejércitos modernos a la hora de permitir a los ciudadanos extranjeros entrar en el ejército. Por lo general tan solo se permite alistarse a los extranjeros una vez que tienen la residencia o mediante acuerdos especiales con sus gobiernos.
En los EE UU por ejemplo, los extranjeros solo pueden entrar en el ejército si son residentes permanentes con green card. Mientras que el servicio en el ejército de los EEUU no garantiza a un extranjero la obtención de la ciudadanía estadounidense, los soldados extranjeros en el ejército ruso tendrán derecho a la ciudadanía una vez que concluya su contrato de cinco años.
De esta manera las Fuerzas Armadas rusas toman ejemplo de la Legión Extranjera francesa que existe desde el siglo XIX como una fuerza militar principalmente compuesta de extranjeros. Los legionarios, que han servido históricamente en la primera línea de las guerras francesas, tienen derecho a la ciudadanía después de tres años de servicio en la Legión Extranjera, o inmediatamente después de ser heridos en combate.
 
Pero aunque Rusia pueda poner muy fácil entrar en su ejército, servir en una unidad de combate puede poner en peligro la ciudadanía de ese ciudadano en su país de origen.
 
Aunque no es claramente ilegal, un ciudadano de los EE UU no puede ser reclutado por una fuerza militar extranjera en territorio estadounidense. Sin embargo una resolución de la Corte Suprema permite a los ciudadanos ir al extranjero con el propósito de alistarse en un ejército extranjero.
 
Todo esto, por supuesto, depende de para quién estés luchando o contra quién estés luchando. Servir en una fuerza militar que lucha de forma activa contra los EE UU o sus aliados sería interpretado por el gobierno de los EE UU como un deseo de renunciar a la ciudadanía estadounidense.