El ejército privado de Himmler, las Waffen SS, crearon un batallón paracaidista para misiones especiales el 6 de septiembre de 1943
La creación del SS-Fallschirmjäger-Bataillon 500, un batallón paracaidista para misiones especiales, se enmarca dentro del proceso de expansión que por entonces estaba teniendo lugar en las Waffen SS, el ejército privado de Himmler. Constituido el 6 de septiembre de 1943 en Chlum, cerca de Praga, dos tercios de sus componentes eran soldados encarcelados por delitos menores puestos en libertad condicional para redimirse combatiendo en el frente, incorporados a unidades disciplinarias apodadas Verlonerer Haufen (literalmente, cuadrillas perdidas, un término usado en la Edad Media para referirse a unidades formadas por criminales en las que podía obtenerse fama y dinero a costa de sufrir grandes pérdidas). El tercio restante se componía de voluntarios procedentes de todas las Waffen SS. Los 1.140 hombres del batallón se repartían en una compañía de plana mayor, tres de fusileros, una de armas de apoyo y otra de depósito.
Después de recibir entrenamiento paracaidista, se trasladó a los Balcanes, donde tomó parte en la Operación Rösselsprung (Movimiento del Caballo) con el objetivo de capturar o eliminar a Josip Broz, Tito, el jefe de los partisanos yugoslavos. La inteligencia alemana había descubierto que su cuartel general estaba situado en la localidad de Drvar, en Bosnia y Herzegovina, aunque no conocía su emplazamiento exacto. El batallón sería aerotransportado hasta la ciudad, mientras otras unidades estrechaban el cerco avanzando por tierra.
El 25 de mayo de 1944, después de que la Luftwaffe bombardease Drvar durante media hora, llegó la primera oleada de paracaidistas (la falta de aviones impidió utilizar a todo el batallón simultáneamente), al mando del SS-Hauptsturmführer (capitán) Rybka. En total, 654 hombres de los que 314 se lanzarían en paracaídas y 340 descenderían en planeadores DFS-230, con capacidad para 9 soldados además del piloto. Después de hacerse con el control de la población, ocupando la sede del Comité Central del Partido Comunista Yugoslavo tras una dura lucha, lograron localizar el escondite de Tito, una caverna a media ladera desde la que se dominaba Drvar. Rybka reunió entonces a sus hombres e inició el ascenso hacia la cueva. Pero la guardia personal de Tito logró contener a los atacantes el tiempo justo para permitirle escapar por una salida de emergencia.
Mientras tanto, las unidades partisanas de los alrededores, advertidas de la presencia de los alemanes, fueron convergiendo sobre el pueblo para destruirlos. Habiendo fracasado en su misión, Rybka se concentró en poner a salvo a sus hombres, incluidos los refuerzos que habían llegado en la segunda oleada. Decidió establecer un perímetro defensivo en el cementerio de Drvar, donde había emplazado su puesto de mando. Allí aguantaría furiosos asaltos enemigos toda lo noche hasta que, a la mañana siguiente, llegaron por carretera otras unidades alemanas. De los 874 paracaidistas que tomaron parte en la operación, sólo quedaban en pie 250. Hasta su comandante estaba herido. Tito, eludido el cerco, volaría a la zona de Italia controlada por los aliados el 3 de junio para regresar poco después a su país, instalándose en la isla de Vis.
Mientras tanto, las unidades partisanas de los alrededores, advertidas de la presencia de los alemanes, fueron convergiendo sobre el pueblo para destruirlos. Habiendo fracasado en su misión, Rybka se concentró en poner a salvo a sus hombres, incluidos los refuerzos que habían llegado en la segunda oleada. Decidió establecer un perímetro defensivo en el cementerio de Drvar, donde había emplazado su puesto de mando. Allí aguantaría furiosos asaltos enemigos toda lo noche hasta que, a la mañana siguiente, llegaron por carretera otras unidades alemanas. De los 874 paracaidistas que tomaron parte en la operación, sólo quedaban en pie 250. Hasta su comandante estaba herido. Tito, eludido el cerco, volaría a la zona de Italia controlada por los aliados el 3 de junio para regresar poco después a su país, instalándose en la isla de Vis.
Los paracaidistas fueron destinados al frente ruso para contribuir a contener la ofensiva de verano soviética. Entretanto, nuevos voluntarios habían ido afluyendo a la compañía de depósito del batallón para reconstrirlo. A ellos se unieron los 90 supervivientes del frente ruso. El 1 de octubre, la unidad perdió su carácter disciplinario, convirtiéndose en SS-Fallschirmjäger-Bataillon 600. No volvería a realizar operaciones aerotransportadas, siendo utilizado como infantería convencional a lo largo del río Oder en defensa de la capital del Reich en los últimos días de la guerra.
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