La policía local de León tomó café con su amiga poco antes del asesinato
Día 20/05/2014 - 13.07h
Raquel Gago salió de prisión ayer para asistir al registro de su vivienda
Las pruebas contra Raquel Gago, la policía local de León detenida por el asesinato de Isabel Carrasco, se van acumulando. ABC ya adelantó el domingo que, en el momento en que se estaba produciendo el crimen, recibió una llamada perdida de Triana Martínez y permaneció unos 15 minutos en el lugar en el que su amiga le entregó el arma, lo que casa mal con su versión de que se trató de un encuentro casual. Ahora, además, se sabe que las dos mujeres tomaron café después de comer al parecer en el piso de Triana; es decir, muy poco antes de que Montserrat González apretara el gatillo.
El papel que jugó en los hechos la policía local, que se encuentra en prisión acusada de homicidio, atentado contra la autoridad y tenencia ilícita de armas, centra ahora buena parte de las investigaciones. Los responsables del caso tienen la convicción de que no es ajena a lo sucedido, porque a los tres elementos antes citados se une que no contara a sus superiores que había estado con su amiga la tarde del asesinato en dos ocasiones –para tomar café y el encuentro en plena calle–, y que tardara 30 horas en entregar la bolsa negra con el revólver Taurus del calibre 32 empleado por la madre de Triana.
Bien es cierto que el vigilante de la ORA con el que hablaba Raquel Gago cuando llegó su amiga corrobora que solo coincidieron unos segundos y que él no vio meter nada en el coche, pero también es cierto que con un mando a distancia se puede abrir un vehículo sin necesidad de cambiar de posición. Como adelantó ABC, el arma estaba detrás del asiento del copiloto del coche de la policía local.
Raquel Gago salió ayer de prisión durante unas horas para asistir al registro de su vivienda, en la calle Cruz Roja. Los agentes se llevaron de la casa un par de cajas de cartón cuyo contenido será analizado ahora. Según algunas fuentes, Gago había trabajado el día del asesinato – el lunes 12 de mayo- en el turno de mañana, por lo que un compañero, que estaba de servicio por la tarde, se puso en contacto con ella para contarle lo ocurrido. Parece además que ella hizo llamadas a otros agentes. Algo que en ese momento se vio como un procedimiento «normal».
Tráfico de llamadas
Los encargados del caso están a la espera de recibir la autorización judicial para proceder al análisis del tráfico de llamadas de las implicadas y de los datos que puedan contener sus teléfonos móviles. De momento solo se conoce la existencia de esa llamada perdida –porque no hace falta hacer volcado alguno– y el posicionamiento del teléfono, que sitúa a Raquel en la zona.
De la misma forma, aún no se ha procedido al volcado del contenido de los ordenadores intervenidos, de nuevo a la espera de la pertinente autorización. A partir de ese momento se podrá llegar a más conclusiones sobre cómo sucedieron los hechos.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
La policía local de León, acorralada
Día 20/05/2014 - 17.05h
Al menos seis pruebas obtenidas por los investigadores desvirtúan la versión de los hechos que dio Raquel Gago
La investigación del asesinato el lunes de la semana pasada de Isabel Carrasco, la todopoderosa presidenta de la Diputación de León, está consiguiendo estrechar el círculo sobre la tercera de las sospechosas, Raquel Gago, la policía local de la ciudad amiga de Triana Martínez. Al menos son seis las pruebas que hay contra ella.
1. El café
Poco tiempo antes de que Montserrat González apretara cuatro veces el gatillo del revólver Taurus del calibre 32 y asesinara a su enemiga más odiada, Triana Martínez y Raquel Gago se reunían en el piso de la primera para tomar un café. Esta cita, unida a los acontecimientos posteriores, hace pensar a los investigadores que sirvió para ultimar los detalles del atroz crimen, en especial dónde quedarían después de perpetrarse.
2. Quince minutos en la zona
La policía local permaneció un cuarto de hora en la zona en la que dice haberse encontrado «por casualidad» con Triana poco después del asesinato y en la que ésta le introdujo la bolsa con el revólver detrás del asiento del copiloto de su automóvil. Ese tiempo sugiere que hubo una espera y que por tanto las dos mujeres habían quedado citadas en ese punto con anterioridad.
3. Una llamada perdida
Una vez cometido el asesinato se produce una llamada perdida de Triana a Raquel Gago, lo que los investigadores interpretan como un aviso de que ya se dirigía hacia el lugar previamente acordado. La agente no ha sabido dar una explicación coherente a esta cuestión.
4. La charla con el vigilante de la ORA
El testigo declaró que hablaba con la policía local cuando llegó Triana, que solo estuvo allí unos segundos. No la vio meter nada en el coche del agente, ni observó nada raro en Raquel Gago. Sin embargo, con un simple mando a distancia es posible abrir un coche sin hacer un movimiento extraño.
5. Silencio ante sus superiores
León estaba ese día conmocionado por el crimen pero ella, que había estado con una de las detenidas precisamente antes y justo después de cometerse, no consideró relevante poner los hechos en conocimiento ni de sus superiores ni de los investigadores, que obviamente buscaban al máximo número de testigos.
6. Treinta horas hasta que entregó el revólver
No hay tampoco explicación al hecho de que tardara 30 horas en entregar la bolsa de color negra con el revólver. Primero, porque sabía que encontrar el arma homicida era la prioridad en esos momentos y ella había coincidido con Triana; y luego, porque primero llamó a un policía amigo suyo para comentar el hallazgo en lugar de dirigirse directamente a comisaría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario