Condenado a 5 meses de prisión el mando de la Guardia Civil de Sueca que maltrató a un agente
AUGC considera responsable de la actitud de Sanz Cercano a la «jefatura de la Comandancia» y recuerda que en su cuartel llegó a haber 61 bajas voluntarias
22.05.2014 | 02:10
teresa domínguez | valenciaEl Tribunal Militar Territorial Primero ha condenado a cinco meses de prisión, con la accesoria de suspensión de cargo público, a un comandante jefe de la Guardia Civil por maltratar en 2011 a un subordinado en el cuartel de Sueca. En la sentencia, el tribunal también le condena, como autor de un delito de abuso de autoridad, a indemnizar con 1.000 euros al agente, a quien considera probado que reprendió «en tono elevado y áspero, sin atender a explicaciones» y al que momentos más tarde, y ya en su despacho, agredió «agarrándole por el cuello con la mano derecha, desplazándole contra la pared y golpeándole en el pómulo derecho», incidente del que se hizo eco en su momento Levante-EMV.
El juez considera probado no sólo la agresión física, sino las frases vejatorias y amenazas de anular su promoción en el cuerpo que pronunció a gritos contra el guardia, entre ellas «aquí se hace lo me sale de los cojones» o «te vas a cagar, niñato de mierda».
El fallo, contra el que cabe recurso y en cuyo último párrafo se insta a que se deduzca testimonio contra el guardia una vez la sentencia sea firme al entender que su actitud y sus respuestas al entonces capitán podrían constituir una falta grave en el régimen disciplinario de la Guardia Civil, contempla además que esos cinco meses de pena no sean abonables en la hoja de servicio del condenado.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) achacó ayer lo sucedido con el agente el 29 de noviembre de 2011 «a la permisividad por parte de la jefatura de la Comandancia» en aquel momento, ya que el incidente fue el colofón a una situación denunciada en reiteradas ocasiones por ese colectivo y que culminó con la marcha de 60 guardias civiles que estaban destinados en los cuarteles de Sueca, Carlet y Llombai, todos ellos bajo el mando del entonces capitán Sanz Cercano. De hecho, la AUGC criticó el verano pasado que el mando fuera ascendido a comandante cuando se acababa de abrir juicio oral por esta causa y había una orden judicial de alejamiento del guardia que le obligó a atender la gestión de la compañía de Sueca desde el cuartel de Almussafes.
En su fallo, el tribunal cree el «sincero y veraz» testimonio del subordinado, tanto por su consistencia como por el «encaje lógico con las manifestaciones de otros testigos, las periciales y de las pruebas documentales».
El juez considera probado no sólo la agresión física, sino las frases vejatorias y amenazas de anular su promoción en el cuerpo que pronunció a gritos contra el guardia, entre ellas «aquí se hace lo me sale de los cojones» o «te vas a cagar, niñato de mierda».
El fallo, contra el que cabe recurso y en cuyo último párrafo se insta a que se deduzca testimonio contra el guardia una vez la sentencia sea firme al entender que su actitud y sus respuestas al entonces capitán podrían constituir una falta grave en el régimen disciplinario de la Guardia Civil, contempla además que esos cinco meses de pena no sean abonables en la hoja de servicio del condenado.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) achacó ayer lo sucedido con el agente el 29 de noviembre de 2011 «a la permisividad por parte de la jefatura de la Comandancia» en aquel momento, ya que el incidente fue el colofón a una situación denunciada en reiteradas ocasiones por ese colectivo y que culminó con la marcha de 60 guardias civiles que estaban destinados en los cuarteles de Sueca, Carlet y Llombai, todos ellos bajo el mando del entonces capitán Sanz Cercano. De hecho, la AUGC criticó el verano pasado que el mando fuera ascendido a comandante cuando se acababa de abrir juicio oral por esta causa y había una orden judicial de alejamiento del guardia que le obligó a atender la gestión de la compañía de Sueca desde el cuartel de Almussafes.
En su fallo, el tribunal cree el «sincero y veraz» testimonio del subordinado, tanto por su consistencia como por el «encaje lógico con las manifestaciones de otros testigos, las periciales y de las pruebas documentales».
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