Un francotirador palestino mata a un soldado israelí en Hebrón
Soldados israelíes toman posiciones en la ciudad de Hebrón. | Reuters
- Fuerzas militares y policiales bloquean los accesos a la ciudad palestina
- Se incrementa la tensión en la zona tras la muerte del segundo en 48 horas
- La derecha exige a Netanyahu que anule la prevista liberación de presos
Sal Emergui | Jerusalén
Actualizado domingo 22/09/2013 22:34 horas
Poco después del funeral del sargento israelí Tomer Hazan (20) que el viernes murió en una trampa tendida por el palestino Nidal Amar- su compañero de trabajo en un restaurante de Israel- otro soldado, Gal Coby (20), fallecía abatido por un francotirador palestino. Esta vez, muy cerca de la Tumba de los Patriarcas en la conflictiva y santa Hebrón, corazón de la Cisjordania ocupada por Israel en la guerra del 67.
La muerte en 48 horas de dos soldados israelíes en dos ataques palestinos-aunque en diferentes circunstancias y localizaciones- ha multiplicado la tensión en Cisjordania y las voces en Israel que exigen al primer ministro, Benjamin Netanyahu que anule liberación de más presos palestinos en el marco de la reanudación del proceso de paz.
"Antes estos asesinatos, el Gobierno debe frenar la puesta en libertad de terroristas y asesinos y volver al sentido común", ha exigido el ministro y miembro del minigabinete de seguridad, el ultranacionalista Naftali Bennett.
Tras el asesinato de Hazan que fue tirado a un pozo por Nidal en el norte de Cisjordania supuestamente para canjear su cadáver por la liberación de su hermano encarcelado en Israel, Bennett fue más rotundo: "20 años después de los Acuerdos de Oslo, nuestro partner no ha cambiado. El asesinato que tenía como objetivo liberar un terrorista de Al Fatah, un soldado de Abu Mazen (presidente palestino), nos vuelve a mostrar quién es nuestro partner. Con terroristas que tiran cadáveres de soldados a un pozo no se hace la paz sino se combate sin piedad".
Tras el atentado de este domingo por la tarde, numerosas fuerzas militares y policiales israelíes han bloqueado los accesos a la ciudad palestina de Hebrón. "El soldado participaba en las actividades rutinarias del Ejercito para defender el barrio judío de Hebrón y los cerca de 11.000 civiles que visitaban la zona debido a la festividad de Sucot", afirma un portavoz militar.
Según testimonios de los hechos, el soldado se encontraba cerca del control militar en Hebrón cuando empezaron algunos disturbios. Fue entonces cuando una bala disparada desde lejos penetró en su cuello. El militar fue ingresado de urgencia en un hospital de Jerusalén que al cabo de varias horas tuvo que anunciar su fallecimiento. Un habitante de la ciudad palestina denuncia el estado de queda decretado por el Ejército en la noche del domingo así como varias detenciones. En el casco antiguo de Hebrón, viven 600 colonos judíos fuertemente protegidos por los soldados israelíes. En el distrito de Hebrón se levanta el polémico asentamiento de Kiriat Arba.
En el Ejército israelí, no ven relación directa entre el ataque del viernes y el de este domingo. Con o sin relación con la muerte de dos israelíes que se suman a los últimos enfrentamientos en Cisjordania como la redada que hace un mes acabó con la muerte de tres palestinos, el grupo islamista Hamas exige a los suyos una tercera Intifada. "Los palestinos estamos en la puertas de una nueva Intifada", declara el dirigente de Hamas en el extranjero, Musa Abu Marzuk.
"Desde el inicio del 2013, se han abortado 37 intentos de secuestro de israelíes por parte de grupos terroristas en Cisjordania con el objetivo de canjearlos por presos palestinos", afirman a ELMUNDO.ES fuentes israelíes. Pese a todo, sigue la cooperación entre los organismos de seguridad de Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
La muerte en 48 horas de dos soldados israelíes en dos ataques palestinos-aunque en diferentes circunstancias y localizaciones- ha multiplicado la tensión en Cisjordania y las voces en Israel que exigen al primer ministro, Benjamin Netanyahu que anule liberación de más presos palestinos en el marco de la reanudación del proceso de paz.
"Antes estos asesinatos, el Gobierno debe frenar la puesta en libertad de terroristas y asesinos y volver al sentido común", ha exigido el ministro y miembro del minigabinete de seguridad, el ultranacionalista Naftali Bennett.
Tras el asesinato de Hazan que fue tirado a un pozo por Nidal en el norte de Cisjordania supuestamente para canjear su cadáver por la liberación de su hermano encarcelado en Israel, Bennett fue más rotundo: "20 años después de los Acuerdos de Oslo, nuestro partner no ha cambiado. El asesinato que tenía como objetivo liberar un terrorista de Al Fatah, un soldado de Abu Mazen (presidente palestino), nos vuelve a mostrar quién es nuestro partner. Con terroristas que tiran cadáveres de soldados a un pozo no se hace la paz sino se combate sin piedad".
Tras el atentado de este domingo por la tarde, numerosas fuerzas militares y policiales israelíes han bloqueado los accesos a la ciudad palestina de Hebrón. "El soldado participaba en las actividades rutinarias del Ejercito para defender el barrio judío de Hebrón y los cerca de 11.000 civiles que visitaban la zona debido a la festividad de Sucot", afirma un portavoz militar.
Según testimonios de los hechos, el soldado se encontraba cerca del control militar en Hebrón cuando empezaron algunos disturbios. Fue entonces cuando una bala disparada desde lejos penetró en su cuello. El militar fue ingresado de urgencia en un hospital de Jerusalén que al cabo de varias horas tuvo que anunciar su fallecimiento. Un habitante de la ciudad palestina denuncia el estado de queda decretado por el Ejército en la noche del domingo así como varias detenciones. En el casco antiguo de Hebrón, viven 600 colonos judíos fuertemente protegidos por los soldados israelíes. En el distrito de Hebrón se levanta el polémico asentamiento de Kiriat Arba.
En el Ejército israelí, no ven relación directa entre el ataque del viernes y el de este domingo. Con o sin relación con la muerte de dos israelíes que se suman a los últimos enfrentamientos en Cisjordania como la redada que hace un mes acabó con la muerte de tres palestinos, el grupo islamista Hamas exige a los suyos una tercera Intifada. "Los palestinos estamos en la puertas de una nueva Intifada", declara el dirigente de Hamas en el extranjero, Musa Abu Marzuk.
"Desde el inicio del 2013, se han abortado 37 intentos de secuestro de israelíes por parte de grupos terroristas en Cisjordania con el objetivo de canjearlos por presos palestinos", afirman a ELMUNDO.ES fuentes israelíes. Pese a todo, sigue la cooperación entre los organismos de seguridad de Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
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