Si la Historia Militar o de las Fuerzas de Seguridad, te apasiona. Si la Militaría es tu afición. Si quieres conocer la Historia, sin valorar ideas ni convicciones políticas, sin tendencias, sin manipulaciones. La Historia Militar, sólo la vivida por sus principales protagonistas, los SOLDADOS que la han padecido.



¡Seguro que te gustará este Blog!


domingo, 28 de julio de 2013

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-UN NIÑO AFGANO REFUGIADO, VUELVE A ESPAÑA DESPUÉS DE 27 AÑOS

AFGANISTÁN | Viajó a España hace 27 años

El niño de la guerra

Rahmatullah Azimi, en Kabul, con el libro de Jorge Melgarejo. | M. B.Rahmatullah Azimi, en Kabul, con el libro de Jorge Melgarejo. | M. B.
Mònica Bernabé | Kabul
 
Actualizado domingo 28/07/2013 09:35 horas
 
Su imagen no dice absolutamente nada y a simple vista podría ser uno más de los 25 o 30 millones de habitantes -nadie sabe la cifra exacta; no existe un censo poblacional- que viven en Afganistán. Pero chapurrea algunas frases en español: "Hola", "¿cómo estás?", "¿cómo te llamas?", dice con buena pronunciación. Y se emociona visiblemente cuando le mencionan un nombre: el del periodista español Jorge Melgarejo. O "Míster Jorge", como él le llama.

Rahmatullah Azimi viajó a España hace 27 años, en 1986, cuando apenas levantaba un metro del suelo y no sabía dónde le llevaban. "Unos señores vinieron al colegio y me preguntaron si quería recibir tratamiento médico", relata. No recuerda si respondió que sí o que no, pero al cabo de tres meses le informaron que su pasaporte ya estaba en trámite y conoció al tal "Míster Jorge", que después se convertiría en su ángel de la guarda.

"Yo no quería ir", admite Rahmatullah. Pero de la ciudad de Peshawar, donde vivía con su familia como refugiado en el noroeste de Pakistán, cerca de la frontera con Afganistán, viajó a la de Karachi, en el sureste del país. De allí a Roma. Y finalmente aterrizó en Madrid.

Rahmatullah es un niño de la guerra. Pero no de los que fueron a la Unión Soviética cuando la Guerra Civil arrasaba España, sino los que viajaron a España cuando la Unión Soviética arrasaba Afganistán. Era la década de los ochenta. Tras casi medio siglo, la historia se repetía.

"Resulté gravemente herido durante un bombardeo cerca de Jalalabad", Rahmatullah explica en referencia a esa ciudad del este de Afganistán. Sufrió daños en la médula espinal y caminaba a trancas y barrancas. Las tropas soviéticas peinaban las zonas rurales en busca de muyahidines, los afganos que se levantaron en armas en contra de la invasión de la URSS, y que recibieron ayuda económica y militar de Estados Unidos. Afganistán se convirtió en un campo de batalla más de la Guerra Fría.

"Aterrizamos de noche", Rahmatullah rememora su llegada a la capital española. "Los primeros días los pasamos en casa de Míster Jorge y su esposa Ana", añade. No iba solo. En total eran cinco niños. Todos afganos y todos lisiados. Después ya inició el tratamiento médico, lo matricularon en una escuela, empezó a estudiar español, y se fue a vivir con el señor Lorenzo, un amigo de Míster Jorge, que tenía un hijo y tres hijas.

"Me acuerdo de ir a la piscina, y de ver corridas de toros en la televisión", declara Rahmatullah. "Y también de recibir mucho amor". Hasta que a los ocho meses lo llevaron de vuelta con su familia, a los campos de refugiados afganos en Pakistán.

Jorge Melgarejo viajó múltiples veces a Afganistán en los años ochenta para informar sobre la guerra. Siempre cruzó la frontera de forma clandestina, acompañando a las facciones muyahidines, y vio con sus propios ojos las atrocidades que las tropas soviéticas cometieron contra la población afgana. Su libro Afganistán, crónicas de un corresponsal de guerra (Intermedio Editores, 2002) es una muestra de ello. Leerlo pone los pelos de punta.

"Lo de 'crónicas de un corresponsal de guerra' fue idea de la editorial", Melgarejo aclara, intentado restar importancia a su experiencia. De la misma manera que habla de sus "hijos", como si fuera lo más normal del mundo meter a un niño en un avión para llevarlo a España a recibir atención médica. Melgarejo ayudó a decenas de menores afganos, la mayoría mutilados por minas antipersonales, pero a todos les perdió la pista tras llevarlos de vuelta a Pakistán. Rahmatullah es la excepción.
Rahmatullah tiene ahora 33 años, está casado, y la vida le sonríe: dirige varias empresas en Afganistán e incluso se quiere meter en política. "Para cambiar mi país, para que haya paz", argumenta. Tras su regreso de Madrid, sólo volvió a reencontrarse con Míster Jorge un par de veces. Desde entonces, no ha vuelto a tener noticias de España, ni tan siquiera sabe si el país tiene tropas en Afganistán, pero asegura que, pare él, España es especial. La ayuda no fue en balde. Le cambió la vida.

 

No hay comentarios: