El Cid Campeador (Rodrigo Díaz de Vivar)
Héroes de la historia,
El Cid Campeador, Don Rodrigo Díaz de Vivar. Los árabes cruzaron los
pirineos y continuaron su expansión por Francia hasta que fueron derrotados
en La Batalla
de Poitiers (Batalla de Tours), poco antes unos pocos
guerreros cristianos hicieron frente a los invasores musulmanes derrotándoles
también en la Batalla de Covadonga. En ese momento comenzó la Reconquista de la
Península Ibérica. Es imposible mencionar la Reconquista sin pensar en el héroe
más famoso que ha dado España. Don Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, era
el mayor temor de los árabes, y despertaba una gran admiración entre sus
soldados así como una gran envidia entre sus señores y rivales sociales.
Valiente como pocos, y fiel a su rey como ninguno, Don Rodrigo combatió
incontables veces en los campos de Castilla y sus hazañas pronto se convirtieron
en leyendas. Siempre ha sido difícil saber que hechos de los que han llegado a
nuestros días eran reales y cuales eran fruto de mitos que se creaban del gran
Cid. Lo que si sabemos es que Don Rodrigo era un gran hombre de armas, manejaba
la espada y cabalgaba como pocos, pero además de sus grandes dotes militares el
Cid era un hombre culto, criado en la corte y con una capacidad de liderazgo que
hacia que cualquier hombre le siguiese a donde fuera en su cruzada por la
Península Ibérica.
Nombre: Rodrigo Díaz de Vivar
(1048 - 1099).
Apodo: "El Cid
Campeador".
Rango: Príncipe de
Valencia.
Guerras: Reconquista de la
Península Ibérica.
El Cid nació en Vivar un
pequeño pueblo de la provincia de Burgos. Era de familia noble tanto por parte
de madre como de padre. Con su padre comenzó a aprender a manejar la espada y a
cabalgar grandes caballos. Cuando Rodrigo tenía 15 años, su padre murió, y
gracias a su "sangre azul" fue llevado a la corte del rey Fernando I donde se
formó tanto en las letras como en las leyes permitiéndole durante el resto de su
vida moverse en todo tipo de situaciones formales. Durante esta etapa conoció al
príncipe Sancho, hijo del rey del que se hizo muy amigo, prácticamente hermanos.
También por estas fechas, el Cid comenzó a tener contacto con las batallas de la
época acompañando al ejército de Castilla.
Su gran amigo Sancho, a la
muerte de su padre fue proclamado rey con el sobrenombre de Sancho II de
Castilla, durante el reinado de este, el Cid gozó del favor real y era una de
las personas más cercanas al monarca, lo que le dio mucho nombre e influencias
dentro de la Castilla medieval. A los 23 años, obtuvo el titulo de campeador
tras vencer en un duelo personal al alférez del Reino de
Navarra.
El fallecido rey Fernando I, dejó como herencia un territorio dividido en tres reinos, uno para cada hijo. A parte de castilla los otros dos eran León cuyo rey era Alfonso VI y Galicia, cuyo rey era García. Los tres hermanos entraron en guerra por la disputa del total de la herencia. En esta guerra Don Rodrigo comenzó a labrarse su fama como militar siendo determinante en muchas batallas para llevar a su rey y amigo Sancho II a la victoria apresando al hermano de este, el rey de León Alfonso VI. La nobleza de este último se sublevó ante su nuevo rey y se hizo fuerte en Zamora. Pronto el Cid con el ejército del rey Sancho puso cerco a la ciudad tomándola pero sufriendo una terrible perdida. El rey Sancho II fue asesinado. Alfonso VI que estaba preso asumió el trono de León y Castilla. Aunque en un principio las relaciones entre el Cid y el nuevo monarca son buenas, pronto estas empiezan a marchitarse. El Cid era ya una gran figura militar y a todos los rincones de Castilla llegaban los relatos de sus hazañas y como una y otra vez rechazaba toda incursión mora que llegase del Sur. Esto enojaba a Alfonso VI quien cegado por la envidia de ver como el pueblo quería mas al Cid que a el desterró a Don Rodrigo en el 1081.
300 hombres le acompañaron y acudieron a Zaragoza donde Al-muqtadir les dio cobijo. A cambio estos le ayudarían en una difícil guerra en el levante español. El Cid sirvió en Zaragoza durante 6 años a las órdenes de Al-muqtadir y de su sucesor Al-mutaman. Durante estos años el héroe castellano fue muy útil ya que cosechó un importante número de victorias militares contra multitud de enemigos. En Zaragoza, la población le aclamaba y era poco menos que un Dios. En 1087, el Cid salva sus asperezas con Alfonso VI y vuelve a servirle ya que este siempre fue un hombre fiel a su rey, y el entendía que el debía lealtad. Rodrigo es enviado al Levante donde lleva a cabo unas acciones militares con éxito. Yusuf un importante líder árabe llega a la península para reforzar a los musulmanes. Alfonso VI le sale al paso esperando el refuerzo del Cid pero este por problemas logísticos no se encuentra con el. Este hecho pone furioso al monarca y destierra al campeador de nuevo. Esta vez esta solo, Castilla no le ofrece ni siquiera hombres tan solo le acompañan sus hijos y su mujer, pero es entonces cuando multitud de hombres maravillados por las grandes historias del Cid Campeador deciden seguirle. Don Rodrigo Díaz de Vivar se convierte entonces en su propio caudillo. En menos de un año se hizo con los reinos moros de Lérida, Tortosa, Valencia, Denia, Albarracín, Alpuente, Sagunto, Segorbe y Almenara, estableciendo un protectorado de considerable tamaño. En 1093 pierde Valencia cuando mataron a su protegido allí estando el Cid en Zaragoza por asuntos militares, pero tras un asedio de 19 meses esta fue recuperada. Un ataque árabe en 1093 sobre valencia de más de 10.000 caballeros dio lugar a la mayor victoria del Cid, quien destrozó a los atacantes gracias a su ingenio militar y a la casta derrochada en la batalla, obteniendo un gran botín.
En 1097 muere en combate
Diego, su único hijo varón en la Batalla de Consuerga. Don Rodrigo, ya como
Príncipe de Valencia centra todos sus esfuerzos en contener el avance musulmán
ya que su ejercito esta en plena época de esplendor. Desde que alcanza el poder
en Valencia las batallas y las escaramuzas en las que participa son constantes y
casi todas tienen un denominador común, el éxito. Finalmente Don Rodrigo Díaz de
Vivar, "el Cid Campeador" muere en 1099. Cuenta la leyenda que un ataque árabe
sobre Valencia poco después de su muerte estaba siendo bastante desfavorable
para las fuerzas cristianas hasta que su mujer, Doña Jimena que heredaría el
trono de Valencia, le vistió ya muerto con su espada Tizona y su caballo Babieca
y le colocó en lo alto de una colina bien visible, haciendo huir a los
musulmanes con su sola presencia. Cierto o no lo que si esta claro es que el Cid
era un hombre temido y respetado allá donde fuese, todo un
héroe.
En nuestros días la vida del Cid esta recogida en multitud de películas, y obras de todo tipo. Pero si hay que destacar un a obra por encima de las demás este es el Cantar de Gesta “El Cantar de mío Cid” una obra literaria a la altura de las mas grandes.
En nuestros días la vida del Cid esta recogida en multitud de películas, y obras de todo tipo. Pero si hay que destacar un a obra por encima de las demás este es el Cantar de Gesta “El Cantar de mío Cid” una obra literaria a la altura de las mas grandes.
Tizona, la espada
del Cid
No hay comentarios:
Publicar un comentario