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miércoles, 20 de febrero de 2013

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-CONFLICTO CIBERNÉTICO ENTRE EE.UU Y CHINA

Estados Unidos y China, ante la primera ciberguerra fría

Obama firmó una orden ejecutiva la pasada semana que le otorga poderes especiales

 

El presidente Barack Obama durante una intervención en Washington este martes. / JIM LO SCALZO (EFE)

La Casa Blanca describió este martes los reiterados ataques cibernéticos, que una investigación reciente vincula directamente con una unidad secreta del Ejército chino, como “un serio desafío para la seguridad y la economía de Estados Unidos”, lo que es la señal de que una nueva guerra fría, en el desconocido e incontrolable espacio de Internet, ha comenzado entre las dos grandes potencias que se disputan la supremacía en el siglo XXI.
 
Sin acusar directamente a China, por el miedo a la reacción de ese país, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, aseguró que el presidente Barack Obama “tomará todas las medidas que sean necesarias” para atajar ese peligro, al tiempo que pidió al Congreso la aprobación de legislación más eficaz para hacer frente a esta ciberguerra, ya inevitable. La semana pasada, Obama firmó, como se hace ante cualquier amenaza exterior, un decreto que le da poderes especiales para responder a los ciberataques y, como añadió Carney, asistir a las empresas privadas que están siendo el blanco de esta ofensiva.
 
Para EE UU este es un asunto de importancia estratégica decisiva porque, no solo se enfrenta al riesgo tradicional de que sus secretos de seguridad caigan en mano de una potencia extranjera, sino al peligro nuevo de que, con la intrusión en la red de Internet, China pueda sabotear la actividad económica del país o inhabilitar servicios públicos básicos, como los de agua potable o energía eléctrica. Sin contar con el robo de tecnología que, además de costarle miles de millones de dólares a este país, aumenta extraordinariamente las capacidades de China y su competencia de cara al futuro.
El hecho de que sea China el origen de la casi totalidad de los ataques detectados hace este desafío mucho más peligroso y difícil de tratar. Aunque Carney aseguró ayer que el Gobierno norteamericano trata de abordar este problema en cada reunión bilateral, lo cierto es que las autoridades de Pekín han negado siempre cualquier responsabilidad en los ciberataques y suelen responder a las preocupaciones norteamericanas con promesas de investigaciones que nunca concluyen en medidas prácticas.
No podemos permitirnos que dentro de unos años nos preguntemos por qué no hicimos nada”
Presidente Barack Obama
 
EE UU, por su parte, trata de desarrollar una política de cooperación con China, a la que necesita por su fortaleza económica y por su influencia en regiones clave del mundo, y prefiere abordar la penetración a través de Internet con prudencia para no desencadenar una crisis de graves consecuencias potenciales para ambos lados.
 
Esa prudencia se hace, sin embargo, cada vez más difícil ante la acumulación de pruebas sobre la responsabilidad directa del régimen de Pekín en los ataques. La última y la más evidente es el informe de la compañía de seguridad Mandiant, situada en las afueras de Washington, que asegura que en los últimos seis años más de 140 empresas y organizaciones, casi todas de EE UU, han sido invadidas desde Internet por la Unidad 61398 del Ejército de Liberación Popular chino.
 
La Casa Blanca no ha querido calificar los datos obtenidos por una firma privada, pero es obvio que la presión sobre Obama para actuar contundentemente ha crecido considerablemente. Como afirma el congresista Mike Rogers, miembro del comité de Asuntos de Espionaje de la Cámara de Representantes, “esto confirma la actividad que nuestro comité ha venido detectando desde hace tiempo”.
 
El propio Obama, en su discurso sobre el estado de la Unión, la pasada semana, confirmó que “sabemos que países extranjeros están atacando nuestro secretos industriales”. “Nuestros enemigos”, dijo, “están ahora también desarrollando la capacidad para sabotear nuestra red eléctrica, nuestras instituciones financieras, nuestro tráfico aéreo. No podemos permitirnos que dentro de unos años nos preguntemos por qué no hicimos nada”.
 
Un análisis reciente suscrito por las 16 agencias de espionaje de EE UU citado por The New York Times, el primer diario que reveló el informe de Mandiant, mencionaba ya a la Unidad 61398 como la responsable de los ataques sufridos en los últimos años. Ese diario ha sido una de las víctimas de esas incursiones, que incluyen compañías tan diversas como Lockheed Martin, el mayor proveedor de las fuerzas armadas norteamericanas, hospitales o universidades.
 
La diversidad de los objetivos de esta ciberguerra es una de las principales razones de la alarma actual. Internet es, por definición, una red abierta y de comunicación inmediata. A estas alturas, es casi imposible protegerla por completo manteniendo las cualidades que la hacen imprescindible en el mundo actual. EE UU estudia mayores medidas de seguridad, pero cada de esas medidas puede encontrar en su día un hacker que la deje obsoleta.
 
Solo una negociación política con Pekín puede resolver eficazmente este problema. Es posible que Washington tendrá que recurrir a algunas medidas de presión con el fin de conseguir mayor colaboración de parte china. Pero, sobre todo, será necesario una evolución del régimen chino hacia el uso de prácticas compatibles con la legalidad internacional. Una de las excusas chinas es que también EE UU recurre a la ciberguerra, como ocurrió en el ataque al programa nuclear de Irán con el virus Stuxnet.

Dentro de la lógica de la rivalidad entre superpotencias, EE UU parece aceptar que tendrá que proteger sus secretos nucleares. Para lo que este país no está hoy preparado es para extender esas medidas seguridad al secreto de la Coca Cola, uno de los objetivos chinos.
 
--O--

Una empresa de EE UU acusa al Ejército chino de ciberataques

Las fuerzas armadas chinas están detrás de un gran número de ataques informáticos contra Estados Unidos, según expertos en ciberseguridad de Mandiant

 
MANDIANT
Una unidad secreta del Ejército Popular de Liberación (EPL) chino está detrás de un gran número de ataques informáticos sufridos por empresas y organismos en Estados Unidos, según un informe hecho público por la empresa estadounidense de seguridad en Internet Mandiant. El documento asegura que cientos de investigaciones realizadas en los tres últimos años muestran que grupos que han ciberatacado agencias gubernamentales, compañías y periódicos americanos “tienen su base principalmente en China y que el Gobierno chino está al tanto de ellos”. Pekín ha rechazado las acusaciones.

El informe encargado por The New York Times y otros medios a Mandiant para que rastreara y limpiara sus sistemas informáticos, identifica la Unidad 61398 del EPL, con sede en Shanghai, como la responsable. Las firmas digitales de sus incursiones virtuales han sido rastreadas hasta un edificio de 12 pisos en el barrio financiero de Pudong, en Shanghai. Según Mandiant, esta división del Ejército chino está integrada, posiblemente, por miles de empleados, que dominan el inglés y las técnicas de programación y gestión de redes. La unidad ha robado “cientos de terabytes de datos de al menos 141 organizaciones en un amplio conjunto de industrias desde 2006”, señala.

La mayoría de las víctimas están localizadas en Estados Unidos, según el informe. Pero no solo. También hay, aunque en menor número, en Canadá y Reino Unido. La información sustraída va desde detalles de operaciones empresariales, como fusiones y compras, a correos electrónicos de altos directivos, según el estudio, hecho público en Estados Unidos este lunes.

“La naturaleza del trabajo de la Unidad 61398 es considerada en China secreto de Estado. Sin embargo, creemos que está implicada en Operaciones de Redes Informáticas dañinas”, señala el documento, informa Reuters. “Es hora de admitir que la amenaza se ha originado en China, y hemos querido hacer nuestra contribución para armar y preparar a profesionales de la seguridad con objeto de combatir esa amenaza de forma efectiva”.

El informe se centra, en particular, en un grupo, al cual llama APT1 –siglas de Advanced Persistent Threat (Amenaza Persistente Avanzada)-, que, según dice, ha sustraído enormes cantidades de información y ha tenido como blanco infraestructuras críticas como la red de energía eléctrica de Estados Unidos. “Creemos que APT1 es capaz de proseguir una campaña de ciberespionaje tan larga y amplia, en gran parte, porque recibe apoyo directo del Gobierno”, dice Mandiant, que identifica APT1 con la Unidad 61398.

En las últimas semanas, ciberataques a los diarios estadounidenses New York Times y Wall Street Journal, así como otros efectuados al servicio de mensajes cortos Twitter, han sido relacionados con piratas informáticos chinos. El New York Times ha afirmado que hackers robaron claves y accedieron a los ordenadores personales de 53 empleados, después de que publicara una información sobre la fortuna acumulada por la familia del primer ministro chino, Wen Jiabao.

Un informe del Congreso de Estados Unidos del año pasado aseguró que entidades cada vez más diestras respaldadas por el Gobierno chino están intentando entrar en los sistemas estadounidenses, y llamó al país asiático “el actor más amenazante en el ciberespacio”.

China ha rechazado repetidas veces estas acusaciones y ha dicho que ella misma es víctima de los piratas. Así lo ha vuelto a afirmar hoy. “Los ataques de hackers son transnacionales y se pueden ocultar. Determinar su origen es muy difícil. No sabemos cómo pueden sostenerse las evidencias de ese llamado informe”, ha declarado Hong Lei, portavoz de Exteriores, informa Reuters. “La crítica arbitraria, basada en datos rudimentarios es irresponsable, no profesional y no ayuda a resolver el problema (…) China se opone rotundamente al pirateo”, ha asegurado, para añadir a continuación que el país “es una gran víctima de los ciberataques”, y que “de todos los que sufre China, los procedentes de Estados Unidos figuran en primer lugar”.

El Diario del Pueblo —órgano de propaganda del Partido Comunista Chino— rechazó en los mismos términos a principios de febrero las acusaciones de que está detrás del pirateo al New York Times o el Wall Street Journal. “Incluso quienes tienen poco conocimiento de Internet saben que los ataques de hackers son transnacionales y se pueden ocultar”, señaló en un artículo publicado en primera página. “Las direcciones IP, simplemente no constituyen prueba suficiente para confirmar el origen de los piratas”.

El periódico chino acusó a Estados Unidos de avivar “el miedo a China” por interés propio, para “contener” el ascenso del país asiático, y dijo que Washington ha recurrido a la seguridad nacional como justificación para aplicar medidas proteccionistas con el comercio y sanciones económicas. Según el Diario del Pueblo, en diciembre pasado hubo más ataques a sitios en Internet chinos desde direcciones IP en Estados Unidos que desde ningún otro país. A pesar de ello, “China no sacó conclusiones simples o precipitadas sobre la fuente de los ataques”.

Los expertos aseguran que encontrar pruebas concluyentes que puedan ligar al Gobierno de Pekín con los piratas informáticos es prácticamente imposible. Piratas chinos han sido relacionados en el pasado con ataques al fabricante de armas Lockheed Martin, la compañía informática Google y Coca-Cola, así como intentos de entrar en los ordenadores del Pentágono (el Departamento de Defensa de Estados Unidos).

 

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