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jueves, 4 de julio de 2013

LA DURA VIDA DE LOS TRIPULANTES DE LOS U-BOOT ALEMANES

La dura vida en los submarinos nazis de la Segunda Guerra Mundial
 
Día 03/07/2013 - 09.31h
 
La flota submarina alemana fue un arma de guerra tan impresionante como exigente para sus tripulantes
 
La dura vida en los submarinos nazis de la Segunda Guerra Mundial
Tripulantes de un submarino nazi durante una incursión a la superficie
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, el Tratado de Versalles prohibió a Alemania poseer submarinos, pero el régimen nazi burló esa limitación y entre 1935 y mayo de 1954 llegó a construir casi 1.200 buques que causaron enormes estragos en las flotas aliadas. Sin embargo, su fragilidad era tan enorme como duras las condiciones de vida en su interior. Prueba de ello es que al menos el 70 por ciento de sus tripulantes no sobrevivieron a la contienda.
 
Hoy en día es difícil imaginar cómo se vivía en esos sumergibles alemanes. Por ello, un interesante artículo publicado en la web «Jot Down», ganadora del Premio del Jurado en los Premios Bitácoras 2012, revela algunos de los aspectos más curiosos del día a día en un submarino nazi.
 
La tripulación de estos buques rondaba el medio centenar de personas y estaba compuesta de hombres muy jóvenes, que en gran parte se presentaban voluntarios, dado el prestigio y el halo romántico que rodeaba a los submarinistas. A pesar de ello, nada más embarcar, descubrían que su rutina sería una mezcla de aburrimiento y claustrofobia, aderezada con ocasionales momentos de absoluto terror.
 
Una vez iniciada la expedición, el submarino debía estar a pleno rendimiento y en alerta las 24 horas del día, así que la tripulación realizaba turnos de cuatro horas, por lo que todas las camas eran usadas alternativamente por dos personas, lo que se conocía como «cama caliente». Esto, unido a la falta de distinción entre el día y la noche dentro de la embarcación, acababa alterando los ritmos horarios de los submarinistas.
 
Para disminuir ese efecto se procuraba respetar las horas de las comidas. El problema era que, con el paso de los días, la dieta iba deteriorándose debido al agotamiento del almacén y la constante aparición de moho debido a la humedad. Por ello, productos como la fruta o el chocolate eran usados para recompensar el esfuerzo de la tripulación, mientras que el consumo de bebidas alcohólicas solía estar prohibido.
 
Al vivir en un espacio cerrado, solían utilizar una buena cantidad de agua de colonia llamada «Kolibri», con la que disimular un poco la intensa atmósfera del submarino que, en ocasiones podía pasar más de una semana sumergido. Estos buques contaban con tan solo un retrete para toda la tripulación y dentro del mismo había un cuaderno en el que debía escribirse el nombre de quien lo usaba. De esa manera cuando se atascaba se conocía al culpable, que debía encargarse de desatascarlo.
 
 
Para sobrellevar una vida tan monótona y claustrofóbica, era frecuente poner música durante una hora al día. Además, estaba prohibido tener fotografías de mujeres desnudas y libros «subidos de tono», por lo que el entretenimiento en los ratos libres se limitaba a hablar con los compañeros, fumar, leer o jugar al ajedrez o a las damas.
 
Aunque, sin duda, los momentos más tensos eran aquellos en los que todos tenían que permanecer inmóviles y en silencio, con el submarino pegado al fondo del océano, intentando escapar del sónar de los barcos enemigos. Muchos no lo consiguieron y quedaron para siempre en lo más profundo del mar.
 
 
 
A FONDO: LOS U-BOOT
 
 
 
U-Boot, abreviatura del alemán Unterseeboot, «nave submarina», en plural U-Boote, es la denominación dada a los sumergibles y submarinos alemanes desde la Primera Guerra Mundial. El principal escenario donde actuaron fue el océano Atlántico y el Mar del Norte y rara vez el Océano Índico u Océano Pacífico.

 

Creación de la flota de sumergibles


Gran Almirante Karl Dönitz.
 
La historia de la U-Bootswaffe («Arma submarina») está íntimamente ligada a Karl Dönitz, prácticamente el creador de la fuerza de submarinos de la Alemania de la posguerra en 1919. Después de la Primera Guerra Mundial, Karl Dönitz ocupó una de las 1.500 plazas de oficial que el Tratado de Versalles permitía a la República de Weimar; su ingreso en la marina de guerra se debió a los excelentes antecedentes que había mostrado durante la Gran Guerra. Se había iniciado como observador de vuelo en la rama aérea naval y pronto se convirtió en comandante de una escuadrilla de hidroaviones. En 1916 ya tenía un submarino a su mando. En 1918 fue capturado cuando emergió, por múltiples fallos del submarino, en medio de una escuadrilla de destructores enemigos e internado en un campo de prisioneros hasta el fin de la guerra.
 
En 1919 se dedicó a la tarea de reconstruir la flota de submarinos junto con Otto Schultze. Dönitz, al mando de una torpedera, ayudó a reclutar a los futuros tripulantes de los submarinos y a planificar en los Países Bajos su construcción en secreto para soslayar lo estipulado en el Tratado de Versalles. En 1923 fue adscrito al Estado Mayor en Kiel como consultor de métodos de caza submarina, donde formó equipo con Erich Raeder y Wilhelm Canaris.
 
El Alto Mando de la Marina ya había completado los planes en 1932 para reanudar la construcción de submarinos; de hecho, las piezas de ensamblaje de los nueve primeros submarinos se produjeron en los Países Bajos, España y Finlandia, a los que se les denominó, como sus antecesores, clase "U". El U 1 fue botado el 18 de junio de 1935, y las siguientes unidades a partir de septiembre del mismo año. Dönitz ayudó a crear la escuela de submarinistas, donde las tripulaciones y sus comandantes eran sometidos a duras pruebas antes de disparar un verdadero torpedo. Dönitz inculcaba a las tripulaciones que: "El submarino es esencialmente un arma de ataque". En 1936, se enviaron dos submarinos al Mediterráneo en la Operación Úrsula tanto para apoyar a las tropas franquistas, como para el propio entrenamiento de las dotaciones, hundiendo el U 34 al submarino republicano C3 frente a Málaga el 12 de diciembre de 1936.
 
Dönitz introdujo en 1936 la táctica de la Manada de lobos (en alemán, Rudeltaktik). Aunque estas innovaciones y otras no fueron bien recibidas en un comienzo por el Alto Mando OKW (Oberkomando der Wehrmacht), al fin logró la aprobación en 1937. Hasta el inicio de la guerra entre el Reino Unido y Alemania, el arma submarina no se consideraba como una fuerza de peso en la guerra naval; sin embargo, la situación cambió más adelante cuando se vieron los resultados de la larga gestión de Dönitz.
 
Al estallar la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, la Kriegsmarine no estaba preparada para combatir a las fuerzas navales aliadas. A diferencia de los otros armamentos del ejército alemán, el plan naval de construcciones llamado PLAN-Z sólo había empezado unos pocos meses antes. Por lo tanto, el número y la fuerza de los barcos disponibles no eran los adecuados para las necesidades de una guerra mayor.
 
En los años anteriores a la guerra, la Kriegsmarine no creyó en la posibilidad de ninguna confrontación militar en el futuro próximo con el Reino Unido; al igual que en la Primera Guerra Mundial, los alemanes veían a Polonia y Francia como los enemigos posibles, y la construcción naval fue orientada para hacerles frente. No se creyó posible una confrontación mayor en el mar antes de 1940, una vez que el PLAN-Z se hubiera completado. Cuando se mostró obvio que la tensión con el Reino Unido empezaba a subir en 1938, el temor de una confrontación militar con los británicos causó la aceleración del programa de construcciones navales. Pero aun así, la Kriegsmarine creyó que la posibilidad de una guerra con el Reino Unido tardaría todavía.
 
Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la Kriegsmarine tenía 57 submarinos y la mayoría de ellos no podían operar en el Atlántico. El Plan Z preveía la construcción de 250 sumergibles, pero no con el hecho de que Alemania entrase en la guerra con un número mucho menor de sumergibles que los aliados. En los seis años siguientes se construyeron 1.100 unidades, que fueron una amenaza constante para el Reino Unido en todo el transcurso de la guerra.
 
El arma submarina estuvo en crisis en 1939 debido a una serie de incidentes que marcaron la desconfianza del OKW en Dönitz. El primer barco hundido por un sumergible alemán, el "U 30", fue el trasatlántico RMS Athenia, que generó un incidente, pues en el paquebote iban 300 civiles estadounidenses e hizo recordar el caso del RMS Lusitania en 1915.
El U 39, al atacar al portaaviones británico HMS Ark Royal, tuvo un grave fallo en el sistema de torpedos, que delataron su posición, resultando hundido por la escolta del portaaviones. Dönitz presentó la dimisión a su cargo, pero le fue rechazada. Cuando esto ocurría en Alemania, el U 29 sorprendió y hundió en alta mar al portaaviones HMS Courageous.
 
El momento decisivo del cambio en las operaciones navales lo dio el U 47 con el hundimiento del HMS Royal Oak en Scapa Flow al mando de Günther Prien, el 13 de octubre de 1939. Adolf Hitler dio su entero respaldo al arma submarina y a Karl Dönitz. De ahí en adelante y por un periodo de dos años, el arma submarina cosecharía solo éxitos y causaría dolores de cabeza a la Royal Navy.
 
 
 
Los diez capitanes alemanes más destacados en la guerra submarina:
 
Estos sumergibles operaron en todos los océanos del planeta, llegando incluso a las costas de América y hasta el Ártico. Hasta mediados de 1943 fueron superiores a las naves de los aliados. Pero con la introducción del radar y la táctica de la cobertura aérea continua a los convoyes aliados, los submarinos alemanes pasaron de ser cazadores a víctimas de la caza. Esta situación se mantuvo hasta el final de la guerra, aun cuando los alemanes introdujeron en el teatro de operaciones nuevos submarinos, como los del Tipo XXI, que llegaron tarde como para revertir los resultados.
 
El balance final de los resultados de la experiencia submarina fue desastroso para la Kriegsmarine: cerca del 80% de sus submarinos fueron destruidos, 28.000 de sus 40.000 tripulantes murieron y 8.000 fueron capturados. Esto demuestra lo dura que fue la guerra submarina durante la Segunda Guerra Mundial.

Plan Z

El Plan Z fue el programa de construcciones navales de la Kriegsmarine anterior a la Segunda Guerra Mundial. A mediados de la década de 1930, en los altos mandos alemanes se discutió sobre la clase de programa a escoger. Hubo dos opiniones en ese entonces. La primera alternativa de los altos mandos navales alemanes enfocaba la construcción de una gran flota submarina y una pequeña flota de buques de superficie para la protección de la costa; este plan —que basaba la potencia de la Kriegsmarine en los submarinos— era el preferido por los altos mandos. La segunda alternativa preveía una flota combinada de buques de superficie y una flota más pequeña de submarinos, a semejanza de la ex Kaiserliche Marine y parecida a la de la marina británica.
 
Al plan de construcciones navales que se escogió, con modificaciones, se le denominó Plan Z. Según este plan, la Kriegsmarine alemana debía contar con cerca de 800 unidades, entre ellas 13 acorazados y cruceros de batalla, 4 portaaviones, 15 cruceros pesados (Panzerschiffe), 23 cruceros ligeros y 22 destructores grandes (Spähkreuzer), así como varias naves pequeñas. Dichas naves debían construirse entre 1939 y 1946 y ampliarse el personal de la Kriegsmarine a 201.000 miembros, a un costo de 33.000.000.000 de Reichsmarks. Este proyecto nunca se hizo realidad, debido a que, por un lado nunca se contó con los recursos que requería el ambicioso plan y, por otro, no iba a pasar desapercibido el programa de construcciones a las otras naciones europeas.
 
La ejecución del Plan Z comenzó el 29 de enero de 1939 con la construcción de dos acorazados de la Clase H. Pero sólo ocho meses después, Alemania atacó a Polonia y se paralizaron todos los trabajos que seguían el Plan Z, a causa de los cambios impuestos por la guerra contra Polonia. En los siguientes meses se abandonaron todas la naves incompletas del citado plan y el material fue usado para la construcción masiva de sumergibles.

Tipos de sumergibles y submarinos

 

 

Alemania construyó en total ocho tipos de sumergibles y submarinos, unos costeros y otros oceánicos:
  • Tipo I: sumergibles oceánicos construidos a mediados de la década de 1930.
  • Tipo II: pequeños sumergibles costeros, también llamados "Einbäume"
  • Tipo VII: el más numeroso durante la Segunda Guerra Mundial.
  • Tipo IX: sumergibles grandes, diseñados para operar en largas distancias.
  • Tipo X: un modelo multiuso de sumergible.
  • Tipo XIV: sumergibles de abastecimiento.
  • Tipo XXI: los primeros submarinos modernos, conocidos como "Elektroboote".
  • Tipo XXIII: modernos submarinos costeros, construidos a finales de la guerra.
Además de los sumergibles y submarinos descritos, la Kriegsmarine construyó a partir del año 1944 unos submarinos enanos, monoplazas y biplazas, que transportaban uno o dos torpedos. Éstos se denominaron: Neger, Mander, Linsen, Biber, Molche y Seehund.

Sumergible Tipo I

El Tipo I era un submarino que desplazaba en inmersión 983 t, tenía 72,39 m de eslora y 6,21 m de manga; se sumergía a una profundidad de 200 m. Estaba armado con 6 tubos lanzatorpedos de 53,3 cm y podían cargar 14 torpedos o 42 minas: 1x10,5 cm; 1x2 cm.
 
Sus motores diésel desarrollaban una potencia de 2.800-3.080 HP y sus motores eléctricos a baterías desarrollaban una potencia de 1.000 HP, que lo impulsaban a una velocidad máxima de 17,75 a 18,6 nudos en superficie y 8,3 nudos sumergido. Tenía una autonomía de 7.000 millas a 10 nudos en superficie y de 136 millas a 2 nudos sumergido.
 
El Tipo I era un sumergible de tipo experimental que se construyó en 1934-1935, diseñado para operaciones atlánticas. Se construyeron dos submarinos para Turquía en 1932. Ambos se perdieron comenzada la Segunda Guerra Mundial.
 
 

Sumergible Tipo II

El Tipo II, que desplazaba en inmersión 414 t, tenía 42,70 m de eslora y 4,08 m de manga; se sumergían a 150 m. Estaba armado con 3 tubos lanzatorpedos de 53,3 cm, podían cargar 5 torpedos o 18 minas y disponían de un cañón antiaéreo.
 
Sus motores diésel, de 700 Cv y sus motores eléctricos a baterías, desarrollaban una potencia de 360 Cv, que lo impulsaban a una velocidad máxima de 13 nudos en superficie y 7 sumergido. Tenía una autonomía de 3.100 millas a 7 nudos en superficie y de 43 millas a 4 nudos sumergido.
El sumergible Tipo II fue la primera clase de sumergibles que Alemania construyó después del Tratado de Versalles. Fueron diseñados, utilizando como modelo el sumergible costero finlandés Vesikko (visón), diseñado en los astilleros holandeses Ingenieurskantoor voor Scheepsbouw (IvS) y construido entre 1931 y 1933 por el astillero Crichton-Vulcan en Turku, Finlandia y designado como el prototipo CV-707.
 
El llamado "Einbäume" estaba limitado por su tamaño pequeño y la carga restringida de torpedos, sin embargo, era muy maniobrable y tenía una velocidad rápida de inmersión. Se construyeron cerca de 46 de ellos; al estallar la Segunda Guerra Mundial, conformaban el grueso de la flota de sumergibles de la Kriegsmarine.
 
Los primeros sumergibles fueron de la variante IIA y estaban limitados por su corta resistencia; las versiones posteriores (IIB y IID) se alargaron para aumentar la carga de combustible. Las especificaciones técnicas mostradas líneas arriba, son representativas del sumergible Tipo IIB. Hoy en día se conserva el prototipo del Tipo II alemán, denominado Vesikko . El submarino se encuentra actualmente en Susisaari en la isla de Suomenlinna. Convertido en submarino museo desde 1973, como parte del Museo Militar de Finlandia, el Vesikko es el último submarino sobreviviente de tipo II en el mundo.

Sumergible Tipo VII

El Tipo VII, que desplazaba en inmersión 871 t, tenía 66,6 m de eslora y 6,2 m de manga; se sumergían a una profundidad máxima de 280 m. Estaban armados con 5 tubos lanzatorpedos de 533 mm y podían cargar 14 torpedos o 39 minas. Disponían de un cañón de cubierta de 88 mm, un cañón antiaéreo de 37 mm y dos cañones antiaéreos dobles de 20 mm.
 
Sus motores diésel, de 2.800-3.200 cv y sus motores eléctricos a baterías, desarrollaban 750 cv, que lo impulsaban a una velocidad máxima de 17,7 nudos en superficie y 7,6 nudos sumergido. Tenían una autonomía de 8.500 millas a 10 nudos en superficie y de 130 millas a 2 nudos sumergido.
Con 707 unidades construidas, el Tipo VII fue el tipo más importante en la Kriegsmarine alemana. Fueron construidos entre 1936 y 1944, principalmente para operar en el Atlántico Norte. El sistema operativo "Rudeltaktik" (manada de lobos), consistió en el ataque simultáneo de noche de varios sumergibles de este tipo, en superficie, contra convoyes aliados. Además del ataque con torpedos, podían ser utilizados para sembrar minas y fueron bien conocidos por su maniobrabilidad y su rápida inmersión. Al poco tiempo de construirse el primer modelo, se diseñó el Tipo VIIB; una versión mejorada con mayor maniobrabilidad. La mayoría de las unidades construidas fueron del Tipo VIIC, cuya variante VIIC/41 era de un acero más grueso para aumentar la profundidad de inmersión. Otras variantes incluyen el Tipo VIID, minador y el Tipo VIIF, proveedor de torpedos. Uno de esos sumergibles, el "U-995" se exhibe en Laboe, Alemania.
 
El último en ser retirado del servicio activo, fue el S01 (antiguo U-573) internado en España averiado por un ataque de un avión de la RAF, y vendido por Alemania a la Armada Española, estuvo en activo hasta el 2 de mayo de 1970

Sumergible Tipo IX

 
 

El U-505 en el Museo de Ciencia e Industria de Chicago.
 
El Tipo IX, que desplazaba en inmersión 1.232 t, tenía 76,76 m de eslora y 6,84 m de manga; se sumergían a 200 m. Estaban armados con 6 tubos lanzatorpedos de 533 mm y podían cargar 22 torpedos o 66 minas. Disponían de un cañón de cubierta de 105 mm, un cañón antiaéreo de 37 mm y dos cañones antiaéreos dobles de 20 mm.
 
Sus motores diésel, de 4.000 cv y sus motores eléctricos a baterías, desarrollaban 1.000 cv, que lo impulsaban a una velocidad máxima de 18,3 nudos en superficie y 7,3 nudos sumergido. Tenían una autonomía de 13.450 millas a 10 nudos en superficie y de 63 millas a 4 nudos sumergido.
 
Además, del sumergible Tipo VII, se construyó otro mucho más grande, conocido como Tipo IX; además, era el segundo tipo más importante de la Kriegsmarine. Se diseñó para operaciones que requerían grandes travesías; esos barcos operaban alrededor del mundo, en el Atlántico sur, el océano Índico e incluso el Pacífico; también fueron utilizados en el Atlántico norte, especialmente durante la operación Paukenschlag, la ofensiva de la guerra submarina en la costa americana. Por causa de su mayor tamaño, esas naves no era tan maniobrables como las del Tipo VII, haciéndolas más vulnerables. Había varios subtipos del Tipo IX (A, B, C, D), el último levemente más grande que los demás; se utilizaron asimismo como unidades de transporte al Japón. De los 300 sumergibles de este tipo que se construyeron, sólo el U-505 existe. Se conserva como submarino museo en Chicago. Estuvo a flote hasta abril de 2004 y desde el 5 de junio de 2005, luego de ser restaurado, se le exhibe fuera del agua en un recinto cerrado, protegido de los elementos.

Sumergible Tipo X

El Tipo X, que desplazaba en inmersión 2.177 t, tenía una 76,76 m de eslora y 6,84 m de manga; se sumergían a 200 m. Estaban armados con 2 tubos lanzatorpedos de 533 mm y 30 tubos lanzaminas; podían cargar 15 torpedos y 66 minas. Tenían un cañón de cubierta de 105 mm, otro cañón antiaéreo de 37 mm y 4 cañones antiaéreos de 20 mm.
 
Sus motores diésel, de 4.200-4.800 cv y sus motores eléctricos a baterías, desarrollaban 1.100 cv, que lo impulsaban a una velocidad máxima de 16,4-17 nudos en superficie y 7 nudos sumergido. Tenían una autonomía de 18.450 millas a 10 nudos en superficie y de 188 millas a 2 nudos sumergido.
Los 8 sumergibles del Tipo X eran los más grandes que sirvieron en la Kriegsmarine durante la Segunda Guerra Mundial. En un principio diseñado especialmente para las operaciones propias, esos barcos grandes se utilizaron también como transportes. Dos de esos sumergibles sobrevivieron a la guerra, uno entrando a un puerto de Estados Unidos en mayo de 1945 ("U-234"), mientras que el "U-219" fue tomado por la Armada japonesa en el mismo mes, siendo utilizado con la nomenclatura de "I-505".

Sumergible Tipo XIV

El Tipo XIV, que desplazaba en inmersión 1.932 Tnn y 1.668 en superficie, tenía 67,1 m de eslora y 9,35 m de manga; podían sumergirse a una cota máxima de 240 m. No poseía tubos lanzatorpedos; Disponían de dos cañones antiaéreos de 37 mm y uno de 20 mm.
 
Sus motores diésel, de 2.800-3.200 CV y sus motores eléctricos a baterías, desarrollaban 750 CV, que lo impulsaban a una velocidad máxima de 14,4-14,9 nudos en superficie y 6,2 nudos sumergido. Tenían una autonomía de 12.350 millas a 10 nudos en superficie y de 120 millas a 2 nudos sumergido.
 
Dado que la Kriegsmarine no tenía bases en otras partes del mundo (aunque algunos submarinos operaran en bases japonesas del Pacífico), los sumergibles dependían de los barcos de suministro. Cuando los barcos de superficie resultaron demasiado vulnerables, la idea de un submarino de suministro dio origen al denominado "Milchkuh" (Vaca lechera). Basado en el diseño exitoso del Tipo VII, el Tipo XIV podía llevar 4 torpedos sobrantes y 400 t de gasóleo (combustible diésel), mientras que su propio armamento consistía al principio en montajes antiaéreos. El primero de los 10 sumergibles construidos entró en servicio en 1941. Fueron útiles para operaciones de otros submarinos en áreas lejanas. Pero por su maniobrabilidad muy mala y velocidad de inmersión demasiado lenta, todos fueron hundidos por las fuerzas aliadas durante la guerra.

Submarino Tipo XXI


El U-3003 en Wilhelmshaven, al final de la guerra.
El Tipo XXI, que desplazaba en inmersión 1.819 t, tenía una eslora de 76,7 m y una manga de 8 m; se sumergían a 270 m. Poseía 6 tubos lanzatorpedos de 533 mm; podían cargar 23 torpedos o 17 torpedos y 23 minas. Estaba provisto de 4 cañones dobles de 20 mm.
 
Sus motores diésel, de 4.000 CV y sus motores eléctricos a baterías, desarrollaban 4.426 CV, que lo impulsaban a una velocidad máxima de 15,6 nudos en superficie y 16,8 nudos sumergido. Tenían una autonomía de 15.500 millas a 10 nudos en superficie y de 365 millas a 5 nudos sumergido.
El submarino Tipo XXI era la respuesta alemana al peligro creciente a los submarinos de las fuerzas antisubmarinas aliadas en la segunda mitad de la guerra. Debido a sus motores eléctricos poderosos y a su casco hidrodinámico, esos submarinos muy avanzados para su época eran más rápidos sumergidos que navegando en la superficie. Los sumergibles se construyeron en secciones para acelerar la producción, pero aunque se construyeron más de 134, sólo 7 "Elektroboote" nuevos (Tipo XXI y XXIII) operaron contra las fuerzas aliadas. El diseño del Tipo XXI influyó en la construcción de submarinos en muchos países después de la guerra; por ejemplo, la Clase W rusa se basó en ellos. Después de la guerra, el anterior "U-2540" se repotenció y entró en servicio en la "Bundesmarine" con el nombre de "Wilhelm Bauer". Ahora se exhibe en Bremerhaven, Alemania.

Submarino Tipo XXIII

El Tipo XXIII, que desplazaba en inmersión 275 t, tenía 34,68 m de eslora y 3 m de manga; se sumergían a 160 m. Poseía 2 tubos lanzatorpedos de 533 mm y podían cargar 2 torpedos.
Estaban propulsados por motores diésel, de 576-630 CV y eléctricos a baterías de 680 CV, que lo impulsaban a una velocidad máxima de 9,70-9,75 nudos en superficie y 12,5 nudos sumergido. Con una autonomía de 4.450 millas a 6 nudos en superficie y de 194 millas a 4 nudos sumergido.
Tanto los submarinos Tipo XXI, como los del Tipo XXIII, constituían un avance en el diseño de submarinos. Alemania los construyó en reemplazo de los viejos sumergibles del Tipo II. Los del Tipo XXI y Tipo XXIII eran sumamente más rápidos en inmersión que en la superficie, debido a sus potentes motores eléctricos y a la forma hidrodinámica de su casco. Aunque se ordenó la construcción de 300 submarinos, pocos fueron completados y demostraron ser muy superiores a la guerra antisubmarina que los aliados aplicaron en la segunda mitad de la Segunda Guerra Mundial. Dos de estos submarinos fueron usados después por la Bundesmarine: los ex "U 2365" y "U 2376", a los que se denominó "Hai" y "Hecht".

Submarinos enanos

 

La historia de los minisubmarinos alemanes (Kleinkampfmittel) fue otra tentativa desesperada para revertir el previsto fin de la guerra. Mientras otras naciones, como Gran Bretaña e Italia, tuvieron resonantes éxitos en operaciones especiales usando este tipo de submarinos, Alemania fue incapaz de lograr resultados semejantes.
 
En acción desde el verano de 1944 hasta el final de la guerra, estas pequeñas embarcaciones eran una especie de última línea de defensa en la costa y tuvieron que batirse contra poderosas fuerzas antisubmarinas aliadas y contra las avanzadas de las fuerzas de invasión en la costa francesa. Aunque los primeros submarinos fueron incapaces de sumergirse, los posteriores demostraron estar bastante desarrollados, aunque ninguno de ellos fue perfecto. Sólo el Seehund demostró ser operativo, pero en la época en que se usó, la primavera de 1945, ya era demasiado tarde como para revertir cualquier resultado en contra de los aliados.
 
A pesar de la gran cantidad de diseños que se elaboraron y los prototipos que se construyeron, ninguno demostró realmente operatividad. Se construyeron minisubmarinos de los siguientes tipos:
  • Neger: torpedo tripulado.
  • Marder: torpedo tripulado.
  • Molch: el primer minisubmarino real de la Kriegsmarine.
  • Hecht: minisubmarino.
  • Biber: minisubmarino monoplaza.
  • Seehund: minisubmarino.

Minisubmarino Neger

El Neger (negro) es un minisubmarino con 7 m de eslora y 53 cm de manga. Llevaba un torpedo externo 1 x 533 mm (G7e) y estaba dotado de una batería eléctrica de 12 CV de potencia, que lo impulsaba a una velocidad de entre 4 y 6 nudos. Tenía una autonomía de 18 a 20 millas, dependiendo de las condiciones del mar donde operaba.
 
El Neger fue la primera tentativa alemana de construir en serie el minisubmarino que se denominó Kleinkampfmittel. Fue una solución sencilla la que adoptaron los marinos alemanes, sin tener que pasar por los trámites del diseño y dibujo de planos del proyecto, es decir, se escogió una solución sencilla, consistente en montar dos torpedos G7e, uno encima del otro; al torpedo superior se le retiró la cabeza explosiva y en su lugar se instaló una cúpula transparente de plexiglás y la cabina del único tripulante que cabía en él.

Minisubmarino Marder

El Marder (en alemán marta) es un minisubmarino con 8.3 m de eslora, 53 cm de manga y una profundidad de inmersión de 10 m. Llevaba un torpedo externo 1 x 533 mm (G7e). Estaba dotado de una batería eléctrica de 12 CV de potencia, que lo impulsaba a una velocidad de entre 4 y 6 nudos, y tenía una autonomía de 18 a 20 millas, dependiendo de las condiciones del mar donde operaba.
El Marder era una versión mejorada del muy vulnerable Neger. En apariencia eran iguales, pero el Marder era sumergible, lo que hacía más fácil acercarse a los objetivos y soltar su torpedo. Aunque esto representaba una ventaja con respecto al Neger, lo cierto era que esta versión era más complicada que la anterior por dos razones: primero, la operación del Marder requería toda la atención del operador, ya que las maniobras de inmersión y de soltar el torpedo eran muy complicadas, y segundo, para atacar a su objetivo, la pequeña nave tenía que salir a la superficie, dado que no poseía periscopio, ni ningún instrumento de ataque sumergido.
 
El Marder fracasó rotundamente en el Mediterráneo contra buques de Estados Unidos en el Golfo de Saint Tropez, en donde varias de estas naves se hundieron durante el ataque. A raíz de los fracasos de estos minisubmarinos, se planteó llevarlos cerca de los puertos aliados a bordo de un submarino Tipo VII (U-997), pero se canceló el proyecto por problemas técnicos. Se construyeron cerca de 300 unidades de minisubmarinos del tipo Marder.

Minisubmarino Molch

El Molch (en alemán salamandra) es un minisubmarino con 10.73 m de eslora, 1.16 m de manga y una profundidad de inmersión de 40 m. Llevaba dos torpedos externos 1 x 533 mm (G7e). Estaba dotado de una batería eléctrica de 13 CV de potencia, que lo impulsaba a una velocidad de 4.3 nudos en superficie y a 5 nudos sumergido, con una autonomía de 50 millas a 3.3 nudos en superficie y de 50 millas a 5 nudos sumergido.
 
El Molch fue el primer minisubmarino de la Kiegsmarine. Basado en la tecnología del torpedo, se construye como un torpedo grande monoplaza, pudiendo llevar consigo dos torpedos G7e. El primero de los 363 Molch se entregó el 12 de junio de 1944 y pronto quedó claro que su sistema de inmersión sumamente complicado hacía difícil controlarlo durante el combate. Una primera flotilla de 60 Molch entró en acción en el otoño de 1944 en Italia y una segunda en Holanda en diciembre de 1944; una tercera y cuarta operación de rastrillo se realizó nuevamente en Holanda y en Noruega, dándose cuenta los responsables de las fallas que tenía este modelo. En vista de que el Molch no conseguía éxitos en las operaciones de combate, fue relegado a usos instructivos para las tripulaciones de minisubmarinos más avanzados.

Minisubmarino Hecht

El Hecht (en alemán lucio) es un minisubmarino con 10,39 m de eslora, 1,3 m de manga y una profundidad de inmersión de 50 m. Llevaba un torpedo externo 1 x 533 mm (G7e) o una mina. Estaba dotado de una batería eléctrica (AV 76 AEG electrical engine) de 12 CV de potencia, que lo impulsaba a una velocidad de 5,7 nudos en superficie y a 6 nudos sumergido, con una autonomía de 79 millas a 3 nudos sumergido.
 
El minisubmarino Hecht es el resultado del requerimiento de la Kriegsmarine de contar con un minisubmarino capaz de atacar objetivos móviles con un torpedo o una mina terrestre. En la práctica, el Hecht tenía una maniobrabilidad muy mala en combate y pronto fue destinado al entrenamiento de las tripulaciones. Fue rediseñado, agregándosele una batería adicional para darle mayor autonomía. Los últimos Hecht se construyeron bajo este diseño y se emplearon únicamente para instrucción.

Minisubmarino Biber

El Biber (en alemán castor) es un minisubmarino con 9,03 m de eslora, 1,57 m de manga y una profundidad de inmersión de 20 m. Llevaba dos torpedos externos 1 x 533 mm (G7e). Estaba dotado de un motor Opel de 6 cilindros de gasolina con una potencia de 32 CV y de una batería eléctrica de 13,3 CV de potencia, que lo impulsaba a una velocidad de 6,5 nudos en superficie y a 5,3 nudos sumergido, con una autonomía de 100 millas a 6,5 nudos en superficie y de 8,5 millas a 5.3 nudos sumergido.
 
El Biber fue uno de los minisubmarinos más utilizados por la Kriegsmarine durante la Segunda Guerra Mundial. Comenzó a operar en marzo de 1944 y se usó extensamente en diferentes teatros de operaciones, con éxitos marginales, a pesar del alto número de unidades que se construyeron (324). Fueron reemplazados por los minisubmarinos Seehund en febrero de 1945.
 
Cuando se produce la invasión aliada de Normandía, actuaron contra la flota de invasión; entre el 60-70% fueron destruidos en aquella oportunidad, unos, por efecto de las fuerzas antisubmarinas aliadas y otros a causa del CO2 producido por sus motores, que intoxicaba al tripulante. Sus operaciones en los ríos y canales holandeses resultaron ser más exitosos cuando operaban contra los puentes. Debido a ello, se planeó usarlos en Noruega, en la zona de Múrmansk, transportándolos mediante los submarinos convencionales, pero esta operación se tuvo que cancelar por problemas técnicos insalvables. Lo mismo sucedió con una operación secreta para transportarlos al Canal de Suez en hidroaviones BV-222.

Minisubmarino Seehund

El Seehund (en alemán foca) es un minisubmarino con 11,86 m de eslora, 1,28 m de manga y una profundidad de inmersión de 30 m. Llevaba dos torpedos externos 1 x 533 mm (G7e). Estaba dotado de un motor Büsing diésel de 6 cilindros con una potencia de 60 CV y de una batería eléctrica de 25 CV de potencia, que lo impulsaba a una velocidad de 7,7 nudos en superficie y a 6 nudos sumergido, con una autonomía de 207 millas a 7,7 nudos en superficie y de 63 millas a 3 nudos sumergido.
Todos los minisubmarinos previos al Seehunde no habían dado los resultados esperados por haberlos construido con rapidez, sin un diseño y estudios profundos de sus prestaciones. Cuando esto quedó claro, los ingenieros navales alemanes se dedicaron a buscar un minisubmarino basado en la tecnología de los submarinos tradicionales, y el resultado fue el Seehund. La primera unidad de 285 terminó de construirse en septiembre de 1944 y participó en operaciones masivas durante 1945, resultando ser superior a todos los modelos anteriores, por lo que se encargaron 1.000 unidades de este modelo.
 
Lanzados contra el suministro aliado de la zona de Schelde-Themse, el 70% de las operaciones de los Seehund tuvo contacto con el adversario y el 90% de ellos sobrevivió a la misión. El resultado de sus misiones arrojó el saldo de nueve buques de carga hundidos y tres más dañados, así como el hundimiento del destructor francés «La Combattante». En la actualidad sobrevive un Seehund, que es exhibido en el Deutsches Museum (Museo alemán) de Múnich.

Estadísticas de la guerra submarina

El arma submarina alemana disponía el día 1 de septiembre de 1939 de un total de 57 sumergibles. Desde ese día hasta el 8 de mayo de 1945 fueron puestos en servicio otros 1113 sumergibles y submarinos, de los cuales 1099 fueron construidos en astilleros germanos, diez capturados al enemigo y cuatro construidos en astilleros extranjeros. De estas 1170 unidades, 863 intervinieron en acciones de guerra. En zonas de combate se perdieron 630 sumergibles y submarinos, de los cuales 603 lo fueron por acción directa del enemigo, veinte por causas desconocidas y siete por accidentes. En territorio patrio, y en puertos y refugios, se perdieron por ataques del enemigo y minas un total de 81 unidades y otras 42 en accidentes.
 
Al desalojar las bases al final de la guerra, 215 submarinos y sumergibles fueron volados por la propia tripulación en la Operación Regenbogen, 38 sufrieron daños irreparables durante la guerra o se anticuaron de tal forma que debieron ser dados de baja, once fueron entregados a marinas extranjeras, cedidos o internados, y 153 fueron trasladados a puertos extranjeros al acabar la guerra.
 
Desde 1939 hasta 1945 se hundieron con torpedos, artillería y minas un total de 2779 buques de carga, pasaje y petroleros de diferentes nacionalidades con un registro de 14.119.413 TMB. Además fueron hundidos los siguientes buques de guerra: dos acorazados de línea, tres portaaviones de escuadra, tres portaaviones de escolta, seis cruceros, 34 destructores, 18 destructores de escolta, dos fragatas, 26 corbetas, trece balandros, diez dragaminas de altura, nueve sumergibles, tres cazasubmarinos costeros, tres lanchas rápidas y de desembarco, trece unidades de desembarco, dos buques almacén y un buque de apoyo. También se averiaron otros 45 de diversas categorías. De los 40.000 hombres asignados a las U-Bootwaffen sólo sobrevivieron 12.000, el 70% de los hombres se perdió en alta mar.

Pérdidas por año de guerra

  • 1939: 9 unidades
  • 1940: 24 unidades
  • 1941: 35 unidades
  • 1942: 87 unidades
  • 1943: 237 unidades
  • 1944: 242 unidades
  • 1945: 151 unidades
  • TOTAL: 785 submarinos perdidos
  • Supervivientes: 108 unidades (12,0%)

Causa de las pérdidas

  • Por acción naval: 246 submarinos (31,33%)
  • Por acción aérea desde bases: 245 submarinos (31,21%)
  • Por acción aviación embarcada: 43 submarinos (5,5%)
  • Por acción aérea desde bases y aviación embarcada: 2 submarinos (0,25%)
  • Por acción aeronaval: 48 submarinos (6,11%)
  • Por submarinos: 21 submarinos (2,7%)
  • Por incursiones aéreas: 62 submarinos (7,9%)
  • Por minas de aviones: 16 submarinos (2,0%)
  • Por minas de buques: 9 submarinos (1,14%)
  • Por causas varias: 64 submarinos (8,15%)
  • Por causas desconocidas (minas, fallos propios, fuego amigo, etc.): 29 submarinos (3,7%)
 
    COMPOSICION Y ARCHIVO GRÁFICO

1 comentario:

JOHNNYBGOOD dijo...

El artículo esta muy bien pero corrige la fecha de 1954 por 1945 y la construcción de 1200 unidades bájala entre 950 a 1000 ya que seguro que han contado al menos las 200 últimas unidades en dique seco y sin componentes que estaban a la espera y fueron capturadas por los aliados, por otro lado el snorkel se convirtió en imprescindible dada la superioridad aérea aliada y ya en la última fase de la guerra era un artículo casi imposible de conseguir al menos con la suficiente celeridad, así que muchos autores consideran muchos submarinos inacabados sin este componente otros en cambio los cuentan como acabados.