El asalto a la planta deja 30 rehenes muertos, siete de ellos occidentales
Al menos 11 islamistas fallecen en la operación de rescate
Un grupo afin a Al Qaeda secuestró el miércoles a 41 trabajadores extranjeros y 150 argelinos
El País Madrid17 ENE 2013 - 20:03

Alrededores de la planta gasística. / KJETIL ALSVIK (AFP)
Argelia ha dado por terminado un nuevo asalto militar ante el secuestro masivo de empleados en una planta gasística cerca de In Amenas, en el sureste del país, según el ministro argelino de Comunicación, Mohamed Said. El último balance, proporcionado por fuentes militares argelinas a Reuters, es de 30 rehenes muertos, de los cuales al menos siete son extranjeros. Las mismas fuentes señalan que hay dos japoneses, dos británicos y un francés entre los secuestrados fallecidos. El ministro Said también ha informado de que los terroristas, de distintas nacionalidades, procedían de Libia y que por lo menos 11 de ellos, entre los que se encontraba el líder de la célula, Abu al Baraa, han sido abatidos.
La intervención militar se ha prolongado durante todo el día (en dos fases diferentes), pero no ha logrado liberar completamente la planta gasística, en contra de lo que dijeron las autoridades locales tras la segunda incursión de tropas argelinas. Las instalaciones siguen rodeadas ya que solo una parte de las mismas se encuentran bajo control de los militares, ha informado la agencia nacional APS. La operación ha provocado que países implicados, como Reino Unido o Noruega, hayan criticado la falta de información por parte de Argel. Reino Unido no ha sido informado de antemano de la intervención y el primer ministro británico, David Cameron, la ha calificado de "peligrosa" e "incierta". "Los argelinos son conscientes de que hubiéramos preferido ser avisados con antelación", ha asegurado un portavoz británico de Exteriores. El presidente francés, François Hollande, ha declarado que la crisis se estaba desarrollando en "condiciones terribles, dramáticas", y ha recalcado que este suceso "justifica más la decisión de ir en ayuda de Mali". Japón ha exigido el fin de la operación y Noruega ha expresado su malestar ante la falta de noticias, aunque el primer ministro ha declarado que aún era "pronto" para evaluar la operación. La Casa Blanca ha afirmado estar pendiente de que se aclararan los hechos.
Las informaciones han sido confusas durante toda la jornada. El grupo afín a Al Qaeda ha dicho a media tarde a la agencia mauritana Ani que mantenía a siete occidentales cautivos: tres belgas, dos estadounidenses, un británico y un japonés. Y Reuters, citando una fuente de seguridad argelina, que otros 25 retenidos habían escapado antes del asalto. La agencia oficial argelina APS ha asegurado que al menos cuatro occidentales (dos británicos, un keniano y un francés) habían sido liberados por el Ejército, e incluso que otros 600 empleados de la planta fueron puestos en libertad.
Por la mañana el Ejército argelino ha bombardeado desde el aire con helicópteros al menos un vehículo en el que los yihadistas pretendían trasladar a los cautivos a "un lugar más seguro", según han explicado los terroristas a la agencia mauritana con la que han estado en contacto desde que empezó el secuestro.
La planta es operada conjuntamente por la argelina Sonatrach, la británica BP y la noruega Statoil. BP ha ordenado a todo su personal "no esencial" en Argelia que salga del país.
El grupo islamista, autodenominado Los que firman con su sangre, secuestró el miércoles a 41 extranjeros y 150 argelinos. Asaltó la planta con la exigencia de que concluya la operación militar lanzada por Francia y varios países africanos para acabar con los islamistas radicales que se han hecho fuertes en el norte de Malí.
La planta gasística de la localidad argelina de In Amenas, en pleno desierto del Sáhara, ha amanecido este jueves rodeada por las fuerzas de seguridad de Argelia mientras en sus instalaciones fueron retenidos unos 40 ciudadanos extranjeros y al menos 150 trabajadores argelinos a manos de un grupo de Al Qaeda como represalia por la intervención militar francesa en Malí. En ningún momento ha habido certeza sobre el número de personas secuestradas y sus nacionalidades.
Dos horas antes de que empezara a llegar información sobre el asalto al lugar, el canal Al Shoroun, citado por la noruega RNK, ha asegurado que 30 rehenes había logrado escapar, entre ellos 17 extranjeros y 13 argelinos. La cifra de 30 personas ha sido confirmada a la agencia estatal por fuentes oficiales, pero sin detallar las nacionalidades.
Un portavoz de los yihadistas había asegurado a la agencia mauritana ANI que habían instalado explosivos alrededor de la planta.
El ministro del Interior argelino, Dahou Ould Kablia, descartó el miércoles cualquier tipo de negociación con los terroristas. Sin embrago, el diario digital TSA, citando a un líder local, ha asegurado hoy que el Gobierno argelino estaba dispuesto a dejar marchar a los terroristas sin los rehenes.
En una entrevista telefónica para la televisión francesa France 24, uno de los rehenes relató el miércoles por la noche que los islamistas han obligado a algunos de los secuestrados a llevar cinturones cargados de explosivos. La cadena advirtió que no podía confirmar si los secuestradores le habían obligado a hacer estas declaraciones. El hombre explicó que los secuestradores estaban fuertemente armados y habín amenazado con hacer volar el yacimiento de gas natural si el Ejército argelino intenta liberar a los rehenes.
Este grupo ultrarradical afín a Al Qaeda, dirigido por un histórico terrorista, perpetró el miércoles su mayor secuestro colectivo apresando a unos 40 rehenes occidentales, aunque fuentes oficiales argelinas rebajan a “más de veinte” el número de cautivos. Este secuestro masivo en una planta energética del sureste del país es el mayor desafío terrorista al que se enfrenta el Gobierno argelino desde que en 2003 el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), del que nació Al Qaeda en el Magreb, capturó a 32 turistas en el Sáhara.
Armados hasta los dientes, 60 terroristas atacaron de madrugada un centro de extracción de gas en Amenas, cerca de la frontera libia, al sureste del país. En el asalto murieron dos británicos y un argelino y tres personas (dos británicos y un noruego) resultaron heridas, según las primeras informaciones, aunque aún son confusas. En la planta quedaron secuestrados 41 occidentales, entre los que figuran noruegos, siete estadounidenses y ciudadanos de Francia, Canadá, Japón e Irlanda, entre otros países.
Los terroristas obedecen a Mojtar Belmojtar, el responsable del secuestro de tres catalanes en Mauritania en 2009, que a finales del año pasado se escindió de la rama magrebí de Al Qaeda (AQMI) para fundar su propia célula.
Aunque se haya separado de Al Qaeda, Belmojtar convive con sus jefes en el norte de Malí y comparte sus objetivos. Llevaba días diciendo que devolverá “ojo por ojo, diente por diente” los golpes que reciban los islamistas en el norte de Malí.
Las instalaciones petroleras y gasísticas suelen estar muy protegidas por seguridad privada y por la Gendarmería. Conseguir introducirse en ellas es una hazaña. BP ha anunciado que la extracción de gas ha quedado paralizada mientras. Por su parte, la española Cepsa ha anunciado que va a evacuar de forma preventiva a todo su personal extranjero de dos campos de crudo que gestiona en el país.
Un periodista argelino experto en terrorismo aseguraba el miércoles que, a menos que se ejercieran fuertes presiones, especialmente de EE UU, sobre el Gobierno argelino, era "seguro" el asalto a la
instalación gasística”.
En 2003 Argel ya lo hizo para liberar a los turistas apresados, pero solo consiguió rescatar a la mitad y los demás fueron trasladados al norte de Malí. Más recientemente Argel se negó a negociar con el MUYAO, un pequeño grupo asociado a Al Qaeda que secuestró en marzo al vicecónsul argelino en Gao (Malí), Tahir Tuati, al que asesinó en septiembre.
La intervención militar se ha prolongado durante todo el día (en dos fases diferentes), pero no ha logrado liberar completamente la planta gasística, en contra de lo que dijeron las autoridades locales tras la segunda incursión de tropas argelinas. Las instalaciones siguen rodeadas ya que solo una parte de las mismas se encuentran bajo control de los militares, ha informado la agencia nacional APS. La operación ha provocado que países implicados, como Reino Unido o Noruega, hayan criticado la falta de información por parte de Argel. Reino Unido no ha sido informado de antemano de la intervención y el primer ministro británico, David Cameron, la ha calificado de "peligrosa" e "incierta". "Los argelinos son conscientes de que hubiéramos preferido ser avisados con antelación", ha asegurado un portavoz británico de Exteriores. El presidente francés, François Hollande, ha declarado que la crisis se estaba desarrollando en "condiciones terribles, dramáticas", y ha recalcado que este suceso "justifica más la decisión de ir en ayuda de Mali". Japón ha exigido el fin de la operación y Noruega ha expresado su malestar ante la falta de noticias, aunque el primer ministro ha declarado que aún era "pronto" para evaluar la operación. La Casa Blanca ha afirmado estar pendiente de que se aclararan los hechos.
Las informaciones han sido confusas durante toda la jornada. El grupo afín a Al Qaeda ha dicho a media tarde a la agencia mauritana Ani que mantenía a siete occidentales cautivos: tres belgas, dos estadounidenses, un británico y un japonés. Y Reuters, citando una fuente de seguridad argelina, que otros 25 retenidos habían escapado antes del asalto. La agencia oficial argelina APS ha asegurado que al menos cuatro occidentales (dos británicos, un keniano y un francés) habían sido liberados por el Ejército, e incluso que otros 600 empleados de la planta fueron puestos en libertad.
Por la mañana el Ejército argelino ha bombardeado desde el aire con helicópteros al menos un vehículo en el que los yihadistas pretendían trasladar a los cautivos a "un lugar más seguro", según han explicado los terroristas a la agencia mauritana con la que han estado en contacto desde que empezó el secuestro.
La planta es operada conjuntamente por la argelina Sonatrach, la británica BP y la noruega Statoil. BP ha ordenado a todo su personal "no esencial" en Argelia que salga del país.
El grupo islamista, autodenominado Los que firman con su sangre, secuestró el miércoles a 41 extranjeros y 150 argelinos. Asaltó la planta con la exigencia de que concluya la operación militar lanzada por Francia y varios países africanos para acabar con los islamistas radicales que se han hecho fuertes en el norte de Malí.
La planta gasística de la localidad argelina de In Amenas, en pleno desierto del Sáhara, ha amanecido este jueves rodeada por las fuerzas de seguridad de Argelia mientras en sus instalaciones fueron retenidos unos 40 ciudadanos extranjeros y al menos 150 trabajadores argelinos a manos de un grupo de Al Qaeda como represalia por la intervención militar francesa en Malí. En ningún momento ha habido certeza sobre el número de personas secuestradas y sus nacionalidades.
Dos horas antes de que empezara a llegar información sobre el asalto al lugar, el canal Al Shoroun, citado por la noruega RNK, ha asegurado que 30 rehenes había logrado escapar, entre ellos 17 extranjeros y 13 argelinos. La cifra de 30 personas ha sido confirmada a la agencia estatal por fuentes oficiales, pero sin detallar las nacionalidades.
Un portavoz de los yihadistas había asegurado a la agencia mauritana ANI que habían instalado explosivos alrededor de la planta.
El ministro del Interior argelino, Dahou Ould Kablia, descartó el miércoles cualquier tipo de negociación con los terroristas. Sin embrago, el diario digital TSA, citando a un líder local, ha asegurado hoy que el Gobierno argelino estaba dispuesto a dejar marchar a los terroristas sin los rehenes.
En una entrevista telefónica para la televisión francesa France 24, uno de los rehenes relató el miércoles por la noche que los islamistas han obligado a algunos de los secuestrados a llevar cinturones cargados de explosivos. La cadena advirtió que no podía confirmar si los secuestradores le habían obligado a hacer estas declaraciones. El hombre explicó que los secuestradores estaban fuertemente armados y habín amenazado con hacer volar el yacimiento de gas natural si el Ejército argelino intenta liberar a los rehenes.
Este grupo ultrarradical afín a Al Qaeda, dirigido por un histórico terrorista, perpetró el miércoles su mayor secuestro colectivo apresando a unos 40 rehenes occidentales, aunque fuentes oficiales argelinas rebajan a “más de veinte” el número de cautivos. Este secuestro masivo en una planta energética del sureste del país es el mayor desafío terrorista al que se enfrenta el Gobierno argelino desde que en 2003 el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), del que nació Al Qaeda en el Magreb, capturó a 32 turistas en el Sáhara.
Armados hasta los dientes, 60 terroristas atacaron de madrugada un centro de extracción de gas en Amenas, cerca de la frontera libia, al sureste del país. En el asalto murieron dos británicos y un argelino y tres personas (dos británicos y un noruego) resultaron heridas, según las primeras informaciones, aunque aún son confusas. En la planta quedaron secuestrados 41 occidentales, entre los que figuran noruegos, siete estadounidenses y ciudadanos de Francia, Canadá, Japón e Irlanda, entre otros países.
Los terroristas obedecen a Mojtar Belmojtar, el responsable del secuestro de tres catalanes en Mauritania en 2009, que a finales del año pasado se escindió de la rama magrebí de Al Qaeda (AQMI) para fundar su propia célula.
Aunque se haya separado de Al Qaeda, Belmojtar convive con sus jefes en el norte de Malí y comparte sus objetivos. Llevaba días diciendo que devolverá “ojo por ojo, diente por diente” los golpes que reciban los islamistas en el norte de Malí.
Las instalaciones petroleras y gasísticas suelen estar muy protegidas por seguridad privada y por la Gendarmería. Conseguir introducirse en ellas es una hazaña. BP ha anunciado que la extracción de gas ha quedado paralizada mientras. Por su parte, la española Cepsa ha anunciado que va a evacuar de forma preventiva a todo su personal extranjero de dos campos de crudo que gestiona en el país.
Un periodista argelino experto en terrorismo aseguraba el miércoles que, a menos que se ejercieran fuertes presiones, especialmente de EE UU, sobre el Gobierno argelino, era "seguro" el asalto a la
instalación gasística”.

En 2003 Argel ya lo hizo para liberar a los turistas apresados, pero solo consiguió rescatar a la mitad y los demás fueron trasladados al norte de Malí. Más recientemente Argel se negó a negociar con el MUYAO, un pequeño grupo asociado a Al Qaeda que secuestró en marzo al vicecónsul argelino en Gao (Malí), Tahir Tuati, al que asesinó en septiembre.


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