En este punto, quiso dejar claro que a los militares también «se les toca el bolsillo» al igual que a los funcionarios, pero que, pese a ello, «son gente que mantiene la ilusión y el interés». El general Domínguez Buj no escatimó en halagos para los suyos y afirmó que «tenemos el mejor Ejército de los últimos años», para añadir que «es un orgullo y una responsabilidad mandar a gente así».


Con este panorama, el JEME señaló que el año que acaba de empezar está «cargado de retos» a los que «tenemos que responder», pero no sólo a los de hoy, sino también a los del futuro. Por ello, hizo hincapié en que «hay que dar pasos para alcanzar el Ejército que tenemos que tener en 15 o 20 años», haciendo «una transición realista, asumible, sin perder operatividad y sin producir grandes daños al personal». Para lograrlo, dijo, habrá que tocar muchas cosas, como la estructura de la enseñanza, la logística o la Carrera Militar, algo que «no se hace en cinco años».

Aún así, se mostró optimista y confió en que la crisis y los recortes «pasen definitivamente» y dejen de «optimizarse plantillas»