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domingo, 4 de septiembre de 2011

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-LIBIA, SALEN A LA LUZ DOCUMENTOS QUE VINCULAN A LA C.I.A CON GADAFI.




Rescatan documentos que vinculan a Gadafi con la C.I.A

La posguerra en Libia ha sacado a la luz documentos que prueban la guerra sucia del Reino Unido y Estados Unidos en su batalla contra el terrorismo internacional

La posguerra en Libia ha sacado a la luz documentos que prueban la guerra sucia del Reino Unido y Estados Unidos en su batalla contra el terrorismo internacional. El mismo Muamar Gadafi, que ahora es un dictador y un tirano, fue un estrecho colaborador de los servicios de inteligencia más importantes de Occidente entre 2002 y 2007, según documentos desvelados por la organización Human Rights Watch (HRW) tras el registro del despacho de Musa Kosa, ex ministro de Exteriores huido a Londres en las primeras semanas de la revolución. La CIA y el M16 encontraron en Trípoli un aliado a quien enviar prisioneros para ser interrogados dentro de su red de vuelos secretos. El representante de HRW en Trípoli, Peter Bouckaert, afirmó que se trata de «una parte muy oscura de la historia de la inteligencia americana ya que queda probado sus lazos con un régimen tan represivo».

Entre los archivos encontrados destacan dos apartados dedicados a Abdul Hakim Belhadj, antiguo emir del Grupo Libio Islámico de Lucha (LIFG, por sus siglas en inglés) y hoy comandante de las fuerzas rebeldes en Trípoli, que en los documentos aparece bajo su nombre de guerra «Abdullah al-Sadiq». La CIA contactó en 2004 con Libia para pedir que enviara dos hombres a Kuala Lumpur para escoltarle en su «viaje» de vuelta a casa y pidieron «acceso al preso» en suelo libio donde debía ser «tratado de forma respetuosa».

La detención de Belhadj
En una entrevista concedida a este medio, el propio Belhadj narró la detención por parte de los agentes americanos en Malasia tras su paso por Afganistán, las torturas sufridas a manos de los estadounidenses —que sus abogados ya han denunciado ante la Justicia internacional—, y los malos tratos en los seis años que pasó en Abu Salim, prisión de máxima seguridad del régimen. Bajo la acusación de ser miembro de Al Qaida «me tuvieron seis años en régimen de aislamiento, con manos atadas y ojos vendados», recordaba el actual comandante de las fuerzas de Trípoli, que en unos meses ha pasado de ser calificado «terrorista» a héroe de la nueva Libia. La CIA fue quien le entregó a Gadafi, pero a lo largo del encuentro repetía que «no es momento para venganzas, ahora los americanos están con Libia y el país es más importante que mi persona».

Las calles de Trípoli comenzaron a vaciarse de los milicianos llegados de Misrata, Zintan o Zawiya y los agentes de Policía, ayudados de los rebeldes de la propia capital, van ocupando su lugar de forma progresiva. Las fuerzas rebeldes se concentran ahora en el cerco de las cuatro zonas gadafistas que resisten en el país. El presidente del Consejo Nacional Transitorio, Mustafá Abdul Jalil, aseguró que «nuestro objetivo es evitar un baño de sangre y por eso hemos alargado el ultimátum una semana más». Sirte, Bani Walid —donde según los últimos rumores se encontraría Gadafi—, Jufra y Sabha tienen de plazo hasta el próximo sábado, si para entonces no aceptan a las nuevas autoridades rebeldes habrá guerra.

Fondos para Bengasi
Mientras rebeldes y gadafistas negocian sobre el terreno, el «Grupo de amigos de la nueva Libia» celebrará su próxima reunión el día 20 de septiembre en Nueva York. En la cita de París del pasado jueves, la comunidad internacional acordó descongelar los fondos retenidos al régimen libio y el Reino Unido anunció que en un plazo de una semana llegarán a Bengasi mil millones de euros, sólo una primera parte de los más de cuarenta mil que permanecen en cuentas occidentales.

Fuente Diario "ABC"


Documentos secretos revelan la relación de Gadafi con Reino Unido y EEUU

Varios documentos secretos revelan el alcance de los estrechos vínculos que tenía Muamar Gadafi con el Reino Unido y EEUU, hasta el punto de que las autoridades británicas facilitaron al régimen de Libia información sobre opositores.

Así lo ha revelado el periódico británico 'The Independent', que dice haber tenido acceso a unos archivos que muestran que, en virtud de los llamados vuelos secretos de la CIA, EEUU envió a Libia prisioneros para que fueran interrogados.

Los documentos también indican que los servicios de espionaje británicos MI6 entregaron al dictador libio detalles de personas que se oponían a su régimen, ha agregado el rotativo.

Además, funcionarios británicos ayudaron a redactar el borrador de un discurso para Gadafi cuando éste decidió hace unos años abandonar el apoyo a grupo terroristas y colaborar con Occidente.

Otros documentos revelan que EEUU y el Reino Unido actuaron en nombre de Libia en las negociaciones de ese país con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).

Según 'The Independent', los archivos fueron encontrados en las oficinas privadas de Musa Kusa, la mano derecha de Gadafi y su ministro de Asuntos Exteriores, que huyó al Reino Unido tras la revolución que empezó hace unos meses en Libia. La mayoría de ellos datan del periodo comprendido entre 2002 y 2007.

Los documentos han aportado detalles de la visita que hizo hace unos años a Trípoli el entonces primer ministro británico, el laborista Tony Blair, cuyo despacho solicitó que la entrevista con Gadafi se mantuviera en una tienda de campaña.

"El número 10 (de Downing Street, residencia oficial del jefe de Gobierno británico) quiere que el primer ministro se reúna con el Líder en una tienda de campaña. No entiendo por qué los ingleses tienen tanto interés en la tienda de campaña", han revelado los textos.

Tras la llegada de Kusa al Reino Unido, numerosos políticos pidieron que éste fuera interrogado en relación con la participación del régimen libio en asesinatos perpetrados en el extranjero, como el de la agente de policía británica Yvonne Fletcher, que murió frente a la embajada libia en Londres en 1984 por disparos efectuados desde la legación diplomática.

Según la información de 'The Independent', Musa habría copiado numerosos documentos antes de salir de Libia.

Tras conocerse estas revelaciones, el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, ha señalado a la cadena de televisión por satélite Sky News que la información está relacionada con un Gobierno previo al suyo. Por tanto, "no tengo conocimiento de esto, de lo que estaba pasando entonces", puntualizó.

"Además, nosotros no hacemos comentarios sobre asuntos de inteligencia relativos al asunto", ha agregado Hague.

Secuestro de opositores en el extranjero
Estos comprometedores documentos confidenciales también han causado revuelo al otro lado del Atlántico. Según ha informado 'The New York Times', la CIA envió en ocho ocasiones a sospechosos de terrorismo para su interrogatorio en ese país, conocido por sus prácticas de tortura.

La relación era tan estrecha que la CIA buscaba una presencia duradera en Libia, ha asegurado 'The Wall street Journal' citando notas de Stephen Kappe, entonces el número dos de las operaciones secretas de la CIA.

La cooperación se intensificó a partir de 2004, cuando el régimen de Gadafi puso fin a su programa de armas de destrucción masiva. También hay documentos que apuntan a que los estadounidenses prepararon un texto para un discurso de Gadafi sobre la renuncia de Libia a las armas de destrucción masiva, que aportaba al entonces líder una imagen positiva. Con esa renuncia Gadafi allanó el camino para acercarse a Occidente.

De los documentos se desprenden también que Abdelhakim Belhay, el nuevo comandante militar de Trípoli, fue secuestrado en 2004 junto con su mujer embarazada en el aeropuerto de Bangkok por agentes de la CIA y devueltos a la capital libia, donde fue torturado por agentes norteamericanos.

Al parecer pertenecía a la Asociación de Combatientes Islámicos en Libia, considerada organización terrorista por Estados Unidos. Sin embargo, la organización asegura que sólo buscaba la caída de Gadafi y que había roto su cooperación con Osama bin Laden.

Según 'The New York Times', tanto la CIA como el Ministerio británico del Exterior rechazaron comentar los documentos. La portavoz de la CIA Jennifer Youngblood sólo declaró: 'No sorprende que la CIA coopere con gobiernos extranjeros para ayudar a proteger a nuestro país del terrorismo y de otras amenazas mortales'.

Por otro lado, 'The Wall Street Journal' ha informado sobre una estrecha cooperación entre la CIA y su par libia durante la presidencia de George W. Bush.

Peter Bouckaert, de la organización Human Rights Watch, consideró que la relación de Washington y el régimen de Gadafi constituye una oscura historia de los servicios secretos, ha declarado a la cadena de televisión CBS.

Fuente Diario "EL MUNDO"


La 'sharia' aflora en la transición libia
El Consejo Nacional anuncia una Constitución democrática, con garantías de corte liberal, pero con la ley islámica como fuente principal de la legislación

Las dictaduras tunecina y egipcia toleraban cierto margen de maniobra a partidos opositores, por testimonial que fuera su presencia en la vida parlamentaria. Libia es un erial institucional. Dedicados durante seis meses a derrocar a Muamar el Gadafi y a persuadir a los dirigentes occidentales para que se devuelvan los capitales incautados al tirano, los líderes de la sublevación han iniciado la andadura política. La transición comienza con un calendario encaminado a establecer un sistema democrático en un plazo de 18 o 20 meses, tras la ratificación popular de la nueva Constitución. Una tarea complicada para una sociedad habituada a la fuerza bruta y carente de cultura política. El presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT, el Gobierno de los sublevados), Mustafá Abdel Yalil, anunció ayer que la semana entrante viajará a la capital desde Bengasi. "Libia una, y Trípoli nuestra capital", rezaban los lemas de los insurgentes desde el primer día de la revuelta, en febrero. Es hora de ponerse manos a la obra en la política.

El proceso arrancará con una Declaración de Liberación que exige la captura o muerte del déspota, todavía fugitivo y amenazante. A partir de esa declaración, y del establecimiento en Trípoli de un Gobierno interino, los libios elegirán en el plazo de ocho meses una Conferencia Nacional con la misión de redactar una Constitución, que será sometida a referéndum, y de nombrar un Gobierno interino. El CNT se disolverá entonces y comenzará el desarme de los rebeldes. Una vez aprobada la nueva Ley Fundamental por mayoría de dos tercios, en un término máximo de cuatro meses, la Conferencia Nacional emitirá la legislación electoral y seis meses después se celebrarán elecciones generales que contarán con la presencia de observadores de Naciones Unidas. Punto final a la transición.

Aunque todo está por decidir, el programa esbozado por el CNT establece que Libia es un Estado con el islam como religión oficial y la sharia como fuente principal de la legislación. Un aspecto que no provoca ningún rechazo en una sociedad profundamente conservadora y donde los sentimientos religiosos -durante cuatro décadas de dictadura- han aflorado con enorme vigor. Por lo demás, el plan describe un Estado homologable a las democracias europeas. Se garantizarán la igualdad ante la ley, las libertades de expresión, de manifestación y de formación de partidos y organizaciones; se protegerán los derechos de las minorías, y se prohibirá la discriminación por razones ideológicas, étnicas, religiosas y de género o filiación tribal.

Abdulrazak Mujtar, miembro del Consejo, comentaba a este diario que "la Conferencia Nacional Pública será elegida por el pueblo". Pero más allá de esta precisión, todo son interrogantes. "No sabemos si el sistema será presidencialista o parlamentario. Eso ha de decidirse cuando se redacte la Constitución", añadía el dirigente. También se ignora qué partidos concurrirán a los comicios. En Túnez fue ilegalizado el Reagrupamiento Constitucional Democrático, el partido del autócrata Ben Ali, pero había grupos activos y En Nahda, el partido islamista clandestino reprimido con dureza, pero de indudable implantación. En Egipto, el Consejo Supremo Militar manda, pero otras formaciones tienen tradición, y los Hermanos Musulmanes son también muy influyentes. En Libia hay que fundar los partidos.

Con certeza nacerá alguno islamista, y muchos de otras tendencias. Pero hasta la fecha son políticos liberales quienes encabezan la transición y disfrutan del apoyo del mundo. El primer ministro, Mahmud Yibril, diseñó reformas liberales en los últimos años del régimen gadafista hasta que abandonó hastiado; el titular de Finanzas y Petróleo, Ali Tarhuni, ha enseñado Economía durante décadas en EE UU; el responsable de Infraestructuras, Ahmed Yehani, ha servido 30 años en el Banco Mundial...

A la política, sin embargo, preceden urgencias inaplazables que afronta Trípoli. Cientos de hombres y mujeres -en filas separadas- hacían cola a las puertas de los bancos para cobrar salarios devengados desde hace medio año. Ante la penuria de dinero en metálico, y a la espera de que las remesas de billetes lleguen desde Londres, donde fueron impresos, el CNT ha decidido limitar los fondos que cada ciudadano puede retirar: 250 dinares, equivalentes a 147 euros.

El desabastecimiento es notorio. Ni un solo restaurante ha reabierto sus puertas; los camiones cisterna circulan por Trípoli distribuyendo agua; los trabajadores de las instalaciones petroleras se esmeran para iniciar en 10 días la producción de crudo. Al mismo tiempo, muchos comercios vuelven a atender, el tráfico se normaliza y la actividad política ha despegado.

La CIA y el MI6 británico colaboraron con Gadafi
Los jefes del espionaje libio no quemaron los archivos. Y una vez hallados un montón de documentos por la ONG Human Rights Watch , las revelaciones son esclarecedoras. La CIA y el MI6 británico colaboraron estrechamente con los servicios de espionaje libios, entregaron a presuntos islamistas al Gobierno de Muamar el Gadafi e incluso facilitaron información al dictador sobre disidentes libios. "No es solo que se entregara a la inteligencia libia a secuestrados sospechosos de militancia islamista. La CIA envió las preguntas que deseaban hacer y de los archivos se desprende que algunos de sus agentes estaban presentes en los interrogatorios", declaró Peter Bouckaert, miembro de esta organización de derechos humanos que analiza los papeles en Trípoli, y que acusó a ambos servicios secretos de dar su aprobación a métodos abyectos: "Se trataba de que pudieran torturarlos en Libia para obtener la información que deseaban".

La cooperación entre los servicios libios, la CIA y el MI6 tuvo lugar entre 2002 y 2007, durante los años en que Gadafi trataba de recomponer las relaciones con Occidente; una vez ofrecidas compensaciones monetarias a las víctimas de Lockerbie (Escocia), donde fallecieron más de 270 personas en un atentado contra una avión comercial en diciembre de 1988. En la segunda mitad de la primera década del siglo, el déspota libio -después de admitir en 2004 a los inspectores internacionales que certificaron el desmantelamiento de los programas de armas químicas y biológicas- era recibido en las capitales europeas y recibía en su jaima a Tony Blair, Silvio Berlusconi y José María Aznar, entre otros.

Hubo al menos ocho entregas de supuestos terroristas vinculados a Al Qaeda, pero se ignora cuántas personas fueron puestas en manos de los espías libios. Entre ellos se encontraba Andel Hakim Belhadj, quien fue encarcelado durante seis años en la prisión tripolitana de Abu Salim y que comandó una de las brigadas de milicianos que conquistó Trípoli hace 10 días.

Han sido hallados también estos días expedientes sobre la infiltración de gadafistas en el Consejo Nacional rebelde. También sobre una reunión de un ex alto cargo del Departamento de Estado, David Welch, con altos funcionarios de Gadafi en El Cairo, en fecha tan reciente como el pasado 2 de agosto.

Fuente Diario "EL PAÍS"

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