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sábado, 12 de marzo de 2011

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-LIBIA, LA LIGA ÁRABE DA SU APROBACIÓN AL ESTABLECIMIENTO DE LA ZONA DE EXCLUSIÓN AÉREA







Los rebeldes libios huyen en desbandada ante el acoso del ejército gadafista

Embutido en un uniforme militar y acompañado por una nutrida cohorte de guardaespaldas, el general Abdul Fatah Yunes, afirmó que "como en toda guerra del desierto los frentes cambian cada hora".

"Volveremos a Ras Lanuf hoy o mañana", añadió frente a los periodistas. Pero la convicción de Yunes no parecía responder a la realidad que se apreciaba hoy en la línea de frente que se ha establecido ahora en torno a la aldea de Egeila, a varias decenas de kilómetros ya de la estratégica instalación petroquímica de Ras Lanuf.

Los propios combatientes rebeldes admitieron que Ras Lanuf fue capturada por completo el viernes por la noche tras una última arremetida que dejó 6 muertos y decenas de heridos en sus filas.

Una nueva debacle militar que confirma la progresión sistemática del ejército del régimen, muy superior en parafernalia bélica a un conglomerado de milicianos que sólo se sostienen en su determinación que se quebró ante los nuevos bombardeos que lanzó la aviación contra sus posiciones más avanzadas ubicadas en Egeila.

Tras las deflagraciones, que levantaron una enorme columna de humo, varias decenas de jeeps y vehículos cargados de revolucionarios partieron a la carrera en dirección a Brega, sede de otra planta petroquímica de enorme importancia estratégica y que se delinea como el próximo objetivo de las fuerzas leales.

Pese a las informaciones difundidas por algunos medios de comunicación, Brega permanecía en calma hasta esta tarde aunque las defensas establecidas en los alrededores de este enclave eran tan precarias como las que se apreciaron en Ras Lanuf. Varias docenas de todo-terreno equipados con ametralladoras antiaéreas y rebeldes equipados con cohetes antitanque.

La mayor parte de la población de Brega ha huido consciente de que el avance de las fuerzas armadas de Gadafi es inexorable. De hecho, por primera vez se comienzan a escuchar voces discordantes con la euforia revolucionaria que antes era unánime en esta región.

"Queremos que vuelva el ejército (de Gadafi). Esta gente está todo el día disparando. Queremos seguridad", explicó a ELMUNDO.ES un residente de Egaila que no quiso dar su nombre por miedo a la "reacción de los rebeldes". El mismo miedo se constataba en Bishr, otra aldea situada antes de Brega, donde los residentes se habían concentrado para proclamar su "neutralidad". "No estamos ni con un lado ni con otro. Somos simples campesinos", manifestó uno de los presentes.

El coronel rebelde Bashir Abdul Qadr reconoció que sus fuerzas se han replegado de Ras Lanuf y adujo que lo hicieron porque temen que como han alertado los expertos que trabajaban en esas instalaciones el fuego que se ha declarado en la misma derive en una masiva explosión de los tanques que contienen miles de toneladas de materiales tan peligrosos como etanol y gas líquido.

Según Abdu Qadr, los ingenieros de Ras Lanuf le han asegurado que tal deflagración se producirá en los próximos 5 días y arrasará varios kilómetros a la redonda.

La ofensiva general que había anunciado el hijo de Gadafi, Saif al-Islam, se concretizó también en el oeste donde otra columna de vehículos blindados intentó forzar las defensas rebeldes que controlan los accesos a la ciudad de Misrata, la tercera villa del país.

La marcha de los uniformados de Gadafi podría desembocar en una batalla mayor en torno a la ciudad de Ejdabia, donde los sublevados si disponen de una cierta presencia militar y cuentan con varios vehículos blindados y toneladas de munición.

La Liga Árabe apoya imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia

La Liga Árabe allanó este sábado el camino a la acción de la comunidad internacional al avalar el establecimiento de una zona de exclusión aérea en Libia y reconocer como interlocutor al Consejo Nacional Transitorio Interino, la autoridad con sede en Bengasi que gestiona el este liberado del yugo de Muamar Gadafi.

La declaración final de la reunión de urgencia celebrada en El Cairo por los ministros de Exteriores árabes insta al Consejo de Seguridad de la ONU a "asumir su responsabilidad ante el deterioro de la situación en Libia e imponer de inmediato una zona de exclusión al tráfico aéreo libio".

Además, se reclama la creación de "áreas seguras en las zonas expuestas a los bombardeos como medida preventiva que proteja al pueblo libio y a los extranjeros residentes en el país".

Los 22 estados miembro de la organización panárabe acordaron también entablar comunicación con el Consejo Nacional para proporcionar ayuda urgente al pueblo libio y aseguraron que el régimen de Gadafi, en el poder desde el golpe de estado de 1969, ha perdido la legitimidad por "los graves crímenes y violaciones" cometidas desde el inicio de las revueltas, el pasado 15 de febrero.

"La colaboración con las autoridades rebeldes tiene como objetivo permitir la protección y la ayuda humanitaria al pueblo libio conforme a la legalidad internacional", declaró el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, en una rueda de prensa posterior al encuentro, al que no asistió ninguna representación del Gobierno de Gadafi tras la suspensión de su participación el pasado 2 de marzo. "El trato con el Consejo Nacional es un reconocimiento práctico del mismo", agregó el diplomático egipcio.

Para evitar las suspicacias de Siria, Musa enfatizó que la solicitud de imposición de la zona de exclusión aérea supone "una decisión preventiva y no una intervención militar", posibilidad que fue rechazada con contundencia por los cancilleres árabes.

La decisión de la Liga Árabe proporciona un respiro a los rebeldes, golpeados por las embestidas de las tropas de Gadafi que están recuperando parte del territorio perdido, y proporciona una aval claro a la comunidad internacional, especialmente a la OTAN y la Unión Europea, que habían condicionado cualquier posible operación al apoyo decidido de los países vecinos.

En Bengasi, el portavoz del Consejo celebró la decisión de la Liga Árabe de apoyar la imposición de una zona de exclusión aérea. "La decisión tomada por la Liga Árabe ha sido apoyar la imposición de una zona de exclusión aérea y nosotros damos la bienvenida a la Liga Árabe por esta decisión" dijo el portavoz del CNLT, Abdelhafiz Ghoga.

Por su parte, tanto EEUU como Reino Unido apoyaron también la decisión de la Liga Árabe. "Celebramos este importante paso, que fortalece la presión internacional a Gadafi y el apoyo al pueblo libio", aseguró Washington en un comunicado.

Entretanto, continúan los enfrentamientos entre opositores y las tropas de Gadafi. Cientos de personas han muerto, más de 3.500 según fuentes rebeldes, desde que el pasado 15 de febrero se iniciara la revuelta contra el régimen de Muamar Gadafi, en el poder desde el golpe de estado de 1969.

Un cámara de Al Jazeera, muerto en una emboscada

La cadena de noticias Al Jazeera acaba de anunciar que uno de sus cámaras, que estaba trabajando en Libia, ha sido asesinado en una emboscada cerca de Bengasi, al este del país.

Al Jazeera ha explicado que Ali Hassan al-Jaber ha muerto en el área de Hawari, cerca de Bengasi. Su equipo de cámara habría sido capturado en una "emboscada armada", según el comunicado oficial.

Fuente Diario "EL MUNDO"


Las fuerzas de Gadafi avanzan con paso lento pero firme hacia Bengasi

Los rebeldes acusan a Siria y Argelia de proporcionar armas y mercenarios al régimen libio.- Las brigadas gubernamentales bombardean las localidades de Brega y Misrata.- La Liga Árabe pedirá a la ONU que imponga la zona de exclusión aérea

Las fuerzas militares de Gadafi avanzan poco a poco pero con paso firme hacia la ciudad de Bengasi, el bastión rebelde del este, tras consolidar sus posiciones en el oeste. A pesar de las bolsas de milicianos antigubernamentales que puedan quedar en localidades com Ras Lanuf, las tropas del régimen han comenzado a bombardear Brega y Misrata, de camino hacia el municipio crucial de Ajdabiya, el último antes de Bengasi. A la superioridad militar del ejército libio sobre los insurgentes se podría haber añadido apoyo extranjero. El rebelde Consejo Nacional Libio ha denunciado que Siria y Argelia están apoyando a Gadafi con armas y mercenarios.

El Consejo también ha reclamado la necesidad de establecer la zona de exclusión aérea, y ya cuenta con el apoyo de la Liga Árabe. El consejo de ministros de Asuntos Exteriores del organismo ha aprobado hoy solicitar al Consejo de Seguridad de la ONU la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia para evitar que el régimen de Gadafi utilice la aviación contra los rebeldes.

La cadena Al Yazira anunció a última hora de la tarde del sábado la muerte de uno de sus cámaras en una emboscada cerca de Bengasi. Ali Hassan Al Jaber fue asesinado en la localidad de Hawari en un ataque del que todavía se desconocen las circunstancias, pero que demuestra que las fuerzas de Gadafi ya rondan demasiado cerca de la capital de los rebeldes.

Las fuerzas leales a Gadafi han lanzado hoy un ataque aéreo sobre la ciudad de Misrata, en un intento de retomar el último reducto rebelde del oeste del país, según han indicado a Reuters varios rebeldes y residentes de la ciudad. "Están intentando irrumpir en Misrata, ahora están a unos 10 kilómetros", ha señalado un rebelde. "Escuchamos ruido de artillería. No nos queda otra salida que luchar", ha añadido. Poco antes, los cazas de Gadafi han bombardeado de nuevo la localidad de Brega, a unos 110 kilómetros al este de Ras Lanuf, donde continúan los combates entre las brigadas gadafistas y los milicianos rebeldes, según una fuente de la oposición.

"Nuestros hombres siguen en, al menos, parte de Ras Lanuf", dijo a Efe el portavoz rebelde, Mustafa Geriani, que indicó que militares profesionales continuaban participando en la defensa de estas localidades, consideradas la principal línea defensiva rebelde, cuyo bastión, Bengasi, está situado a unos 500 kilómetros al este. Algunos residentes han comenzado a abandonar Brega, que ya ha sido bombardeada esta semana por la aviación leal a Muamar al Gadafi, cuyos carros de combate han impuesto su superioridad con apoyo artillero desde mar y tierra.

El jefe del rebelde Consejo Nacional Libio, el ex ministro de Justicia Mustafá Abdel Jalil, ha reclamado hoy a la comunidad internacional que imponga la zona de exclusión aérea, y ha lamentado que si esto no se produce "los civiles van a sufrir" víctimas de la violencia del régimen. "Si no hay zona de exclusión aérea y restricciones a los barcos de Gadafi, los civiles libios van a sufrir", ha declarado, en una entrevista a Reuters en la que también ha confirmado que algunos líderes rebeldes están en contactos "para conseguir algunas armas".

La vital zona de exclusión

Con todo, los soldados de Gadafi no lo tienen fácil. Pese a su superioridad militar -mejor adiestramiento, muchísimo mejor armamento- les cuesta un esfuerzo enorme mantener el control de las poblaciones que conquistan. Los insurgentes son conscientes de lo obsoleto de sus armas y de que hasta la fecha suplen esa carencia con una determinación que difícilmente será suficiente si no reciben mejores pertrechos. Si la guerra se estanca y si la comunidad internacional no impone la zona de exclusión aérea, Gadafi tiene las de ganar.

Para resistir la embestida de los rebeldes y aferrarse al poder, el dictador confía en su superioridad militar, en las alianzas tribales, en los mercenarios, y en las ayudas de países africanos -y algunos árabes- . Pero el tirano no ignora que por mucho agasajo que recibiera en las capitales europeas hasta hace bien poco, ahora ha caído en desgracia ante el resto del mundo. Y solo le queda la brutalidad y las amenazas. "Si Libia pierde el apoyo de los países europeos, se verá obligada a retirarse de la alianza contra el terrorismo y cambiará su política hacia Al Qaeda", advirtió Gadafi a través de la agencia oficial Jana.

Posible acercamiento a Al Qaeda

Gadafi riza el rizo. Porque de cumplir su palabra, el coronel se aliaría con quienes dice que ahora le combaten: Al Qaeda. En el comunicado, emitido por la mañana, antes de que se iniciara la cumbre de la Unión Europea que abordaría el expediente libio, el coronel precisaba su mensaje a Bruselas: "La alianza contra el terrorismo debe respaldar a las autoridades de Libia en su lucha contra Al Qaeda para que el país siga siendo seguro". Evidentemente, no son los partidarios de Osama Bin Laden -aunque algunos puede haber- quienes marchan en camionetas a la zona donde se ha enfangado el frente de batalla, a 350 kilómetros al suroeste de Bengasi. La lectura de tantos analistas es justo la opuesta: la continuidad en el trono de esta clase de gobernantes es el caldo de cultivo propicio para la expansión del fundamentalismo más radical. El coronel también reiteró que dejará de frenar la inmigración de africanos hacia Europa.

No solo arremete la camarilla que manejaba Libia contra el viejo continente. El desquiciamiento de uno de sus principales prebostes, Saif al Islam, hijo de Gadafi, debía ser notorio ayer cuando exclamó enrabietado en Trípoli: "¡Qué se jodan los árabes!". Sus partidarios aplaudían cuando a poca distancia los musulmanes apenas pudieron celebrar el rezo del viernes. Fueron dispersados sin contemplaciones por la policía antes de que se pudiera organizar cualquier conato de protesta.

Con todo, y pese a la más que segura pérdida de la ciudad de Zauiya, a unos 50 kilómetros al oeste de Trípoli, los sublevados lograron ayer regresar a Ras Lanuf para intentar expulsar a los soldados enemigos de esta ciudad petrolera en la que fue bombardeada una refinería por la aviación del sátrapa, capaz de cualquier barbaridad, a juicio del Consejo Nacional, el Gobierno de facto de los rebeldes. Ayer uno de las dos fragatas con que cuentan los insurgentes, atracadas en el puerto de Bengasi, zarpó a algunas millas de distancia para impedir un eventual ataque de las naves de Gadafi, que anteayer se sumaron a la guerra. Vigilaban para proteger a la multitud, unas 15.000 personas, que participaba en el rezo en la plaza Mahkama, donde se ubica la sede del Consejo.

Los jefes de este organismo -reconocido desde ayer como el representante de Libia por la Unión Europea- celebraron la noticia pero confían mucho menos en otros Estados de la región, a los que llaman "hermanos". Hay que escuchar las palabras de trazo grueso de algún portavoz de los rebeldes libios para constatar que su confianza en buena parte de los líderes árabes tiende a cero. Independientemente de lo que decidan en la reunión de la Liga Árabe que hoy se celebra en El Cairo. "No sean cómplices de Gadafi", se leía ayer en una pancarta en la plaza Mahkama.

El régimen, por su parte, reaccionó al reconocimiento del Consejo rebelde por parte de la UE rompiendo las relaciones con Francia, que impulsó la medida.


La Liga Árabe respalda imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia


La Liga Árabe ha respaldado hoy el establecimiento de una zona de exclusión aérea sobre Libia "con el acuerdo de todos los países miembros presentes en la reunión de El Cairo", según declaró el ministro de Exteriores de Omán, Youssef bin Alawi bin Abdullah. Antes, sin embargo, había trascendido que dos de los países de la organización, Siria y Argelia, habían votado en contra de la intervención militar internacional para impedir que Muamar el Gadafi usara aviones de guerra contra los rebeldes. Siria y Argelia parecían los únicos aliados firmes del régimen en la región, y según los rebeldes ambos países aportaban aviones y armamento al dictador libio.

La jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton, había considerado "imprescindible" que se consiguiera el consenso en Oriente Próximo y el norte de África a favor de la exclusión aérea. La Liga Árabe ha expresado reparos formales ante acciones militares "extranjeras", aunque se declaró dispuesta a aceptar lo que decidiera en el futuro el Consejo de Seguridad de la ONU. Los dos principales aliados árabes de EE UU, Arabia Saudí y Egipto, se declararon rotundamente favorables.

Amr Musa, el secretario general saliente de la organización (tenía previsto dejar en breve el cargo para formalizar su candidatura a la presidencia de Egipto), presionó todo lo que pudo a los delegados para que aportaran su voto a lo que calificó de "acción humanitaria". Musa dijo tras la reunión que el Gobierno libio ha perdido la legitimidad por "los graves crímenes y violaciones" que ha cometido.

La Liga Árabe decidió también establecer contactos oficiales con el Consejo Nacional Libio de Transición, que representa políticamente a los rebeldes. Previamente, la organización ya había decidido suspender temporalmente a Libia como país miembro. "Ha llegado el momento de que el Consejo de Seguridad de la ONU asuma la responsabilidad que le corresponde", dijo una fuente diplomática a la agencia Efe, en referencia a la necesidad de una resolución que aportara cobertura legal a la zona de exclusión aérea. La adopción de una resolución explícita en la ONU era otra de las precondiciones establecidas por Clinton y por el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen. Sin embargo Rusia, que posee poder de veto en el Consejo de Seguridad, sigue considerando que una intervención militar internacional sería "inaceptable", en palabras de su ministro de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov.

El delegado permanente de Siria ante la Liga Árabe, Yusef Ahmed, que ha representado a su Gobierno en la reunión, insistió en el respeto a la soberanía libia. "Cualquier decisión que tome la Liga Árabe debe tener en cuenta el absoluto rechazo árabe a cualquier injerencia militar extranjera en Libia, porque supondría una violación de su soberanía y su independencia", ha dicho Ahmed en el discurso que dio antes de la votación.

Además de Siria y Argelia, otros dos miembros, Sudán y Yemen, expresaron serias dudas sobre la conveniencia de la medida. Los representantes de Arabia Saudí y otros países de la península arábiga coincidieron en señalar que era apropiado impedir que Gadafi utilizara aviones de guerra para sofocar la rebelión, dado que su régimen había "perdido toda legitimidad".

Abdelhafiz Ghoga, vicepresidente del Consejo Nacional Libio de Transición, criticó a Siria y Argelia. En declaraciones a Al Yazira, aseguró que los rebeldes libios tenían pruebas de que Argelia había fletado vuelos para llevar mercenarios a Trípoli y que Siria había enviado armas a Gadafi.

Mientras la Liga Árabe celebraba su reunión, su sede, en el centro de El Cairo, permanecía rodeada de manifestantes egipcios que gritaban contra Gadafi, pedían acciones militares contra él y enarbolaban la bandera tricolor de los rebeldes libios.

Fuente Diario "EL PAÍS"
La organización considera que Gadafi ha perdido legitimidad por sus crímenes

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