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martes, 22 de febrero de 2011
GAGOMILITARIA NOTICIAS.-LIBIA, ESTOY AQUI Y NO EN VENEZUELA...AFIRMA EL DICTADOR LIBIO, MIENTRAS MASACRA A SU PUEBLO.
Gadafi confirma que sigue en Trípoli mientras continúa la brutal represión
Mientras el régimen libio intenta reprimir con máxima violencia las protestas recién llegadas a la capital, el dictador Muamar el Gadafi ha comparecido esta noche en la televisión estatal para negar los "rumores maliciosos" que lo situaban huido en Venezuela: "Quiero demostrar que estoy en Trípoli y no en Venezuela, como dicen las emisoras de los perros", ha declarado desde lo que pueden ser las inmediaciones de su residencia en la capital.
En la intervención, de unos treinta segundos, el dictador aparecía saliendo de un desvencijado automóvil y resguardándose de la lluvia con un paraguas. "Querría haber dicho algunas palabras a los jóvenes que están en la Plaza Verde y estar con ellos, pero ha empezado a llover".
Poco antes, el canal de televisión oficial había anunciado que transmitiría un discurso de Gadafi "en directo" que "desmiente todos los rumores". Sin embargo, el anunciado discurso se redujo a esas fugaces imágenes del dictador en su residencia en Trípoli, convertida en una suerte de museo tras los bombardeos de la aviación estadounidense en 1986 en los que murió uno de sus hijos.
En su comparecencia del domingo, el hijo mayor de Gadaffi, Saif al-Islam, fue mucho más extenso y menos enigmático en sus palabras. En un discurso televisado y con tono amenazador, declaró que su padre "no es Mubarak o Ben Alí" y advirtió que la situación en el país podría desesembocar en una "guerra civil". Además aseguró que "eliminarían cualquier elemento de sedición".
Este lunes la violenta represión del régimen de Gadafi contra los manifestantes ha subido de nivel y se ha cobrado unos 250 víctimas mortales tras una serie de ataques aéreos por parte de la aviación libia. Activistas y testigos en la zona han descrito la escenas del lunes como una masacre, se ha llegado incluso a hablar de genocidio. "Aviones de guerra y helicópteros están bombardeando indiscriminadamente una zona tras otra. Hay muchos, muchos muertos", dijo Adel Mohamed Saleh.
La televisión estatal anunció lunes que las fuerzas de seguridad libias habían llevado a cabo una operación contra "los saboteadores y [los que siembran] el terror" que ha dejado "varios muertos". A continuación, el canal estatal -que no especificó en qué lugar del país se desarrolló la ofensiva- mostró imágenes "en directo" de manifestantes pro Gadafi en la principal plaza de la capital y pidió a la población "colaborar con las fuerzas de seguridad y la policía".
Por otra parte, mientras se suceden las reacciones internacionales de condena a la brutal violencia ejercida por las fuerzas del orden libia, este martes el Consejo de Seguridad de la ONU celebrará una reunión especial para tratar la situación en el país.
La reunión se ha convocado a petición del embajador adjunto de Libia ante la ONU, Ibrahim Dabbashi, que hoy declaró a la cadena de televisión CNN que el gobernante libio, Muamar el Gadafi, debe "dejar el poder lo antes posible" y la comunidad internacional debe "evitar que se refugie en otro país".
Fuente Diario "EL MUNDO"
Mientras el régimen libio intenta reprimir con máxima violencia las protestas recién llegadas a la capital, el dictador Muamar el Gadafi ha comparecido esta noche en la televisión estatal para negar los "rumores maliciosos" que lo situaban huido en Venezuela: "Quiero demostrar que estoy en Trípoli y no en Venezuela, como dicen las emisoras de los perros", ha declarado desde lo que pueden ser las inmediaciones de su residencia en la capital.
En la intervención, de unos treinta segundos, el dictador aparecía saliendo de un desvencijado automóvil y resguardándose de la lluvia con un paraguas. "Querría haber dicho algunas palabras a los jóvenes que están en la Plaza Verde y estar con ellos, pero ha empezado a llover".
Poco antes, el canal de televisión oficial había anunciado que transmitiría un discurso de Gadafi "en directo" que "desmiente todos los rumores". Sin embargo, el anunciado discurso se redujo a esas fugaces imágenes del dictador en su residencia en Trípoli, convertida en una suerte de museo tras los bombardeos de la aviación estadounidense en 1986 en los que murió uno de sus hijos.
En su comparecencia del domingo, el hijo mayor de Gadaffi, Saif al-Islam, fue mucho más extenso y menos enigmático en sus palabras. En un discurso televisado y con tono amenazador, declaró que su padre "no es Mubarak o Ben Alí" y advirtió que la situación en el país podría desesembocar en una "guerra civil". Además aseguró que "eliminarían cualquier elemento de sedición".
Este lunes la violenta represión del régimen de Gadafi contra los manifestantes ha subido de nivel y se ha cobrado unos 250 víctimas mortales tras una serie de ataques aéreos por parte de la aviación libia. Activistas y testigos en la zona han descrito la escenas del lunes como una masacre, se ha llegado incluso a hablar de genocidio. "Aviones de guerra y helicópteros están bombardeando indiscriminadamente una zona tras otra. Hay muchos, muchos muertos", dijo Adel Mohamed Saleh.
La televisión estatal anunció lunes que las fuerzas de seguridad libias habían llevado a cabo una operación contra "los saboteadores y [los que siembran] el terror" que ha dejado "varios muertos". A continuación, el canal estatal -que no especificó en qué lugar del país se desarrolló la ofensiva- mostró imágenes "en directo" de manifestantes pro Gadafi en la principal plaza de la capital y pidió a la población "colaborar con las fuerzas de seguridad y la policía".
Por otra parte, mientras se suceden las reacciones internacionales de condena a la brutal violencia ejercida por las fuerzas del orden libia, este martes el Consejo de Seguridad de la ONU celebrará una reunión especial para tratar la situación en el país.
La reunión se ha convocado a petición del embajador adjunto de Libia ante la ONU, Ibrahim Dabbashi, que hoy declaró a la cadena de televisión CNN que el gobernante libio, Muamar el Gadafi, debe "dejar el poder lo antes posible" y la comunidad internacional debe "evitar que se refugie en otro país".
Fuente Diario "EL MUNDO"
Gadafi: "Estoy en Trípoli, no en Venezuela"
El general comparece unos segundos en televisión para negar los rumores sobre su exilio. - El Ejército emplea artillería pesada contra los manifestantes horas después de que el ministro de Justicia anuncie su dimisión por el "uso excesivo de la fuerza". - El régimen pierde el control del este del país. -Deserciones de políticos y jefes del Ejército
"Estoy en Trípoli, no en Venezuela como afirman esas emisoras televisivas de perros". Muamar el Gadafi es, entre otras cosas, famoso por su afición a los discursos, pero parece que en esta ocasión no le ha apetecido mucho explayarse. Ataviado con un paraguas y desde el interior de un coche, el general libio hizo anoche su primera aparición pública desde que estallaron las revueltas, que la televisión Al Yazira calcula que han dejado unas 250 víctimas en el país. No ha huído del país, intentaba dejar claro. "Quería decirle algo a los jóvenes que están en la plaza Verde [en Trípoli] y quedarme con ellos hasta tarde", continuó, "pero empezó a llover. Eso es algo bueno, gracias a Dios". Y con esas pocas palabras cerró el discurso. Menos de medio minuto retransmitido por la televisión pública que, en opinión de Gadafi, ha debido de servir para responder a todas las peticiones internacionales de que detenga la ola de violencia lanzado contra los manifestantes. Con una de las intervenciones públicas más lisérgicas que se recuerdan, el general abofeteó todas las expectativas que había generado en los libios la publicitada aparición.
eis días después de que se iniciaran las protestas, el régimen se tambalea. Pero las que pueden ser las últimas horas del líder más antiguo de un país africano -lleva casi 42 años en el poder- se están desarrollando en medio de un baño de sangre. Durante todo el día de ayer se cumplieron las peores amenazas pronunciadas por el régimen libio contra los manifestantes. Todas las informaciones procedentes de Trípoli apuntan que desde helicópteros y también aviones militares se está ametrallando e incluso lanzando bombas a los manifestantes, a los que además se reprime en las calles con carros de combate. Primero les tocó el turno a los distritos de Tajura y Fashlum y, al caer la noche, al barrio residencial de República. Las cifras de muertos, ninguna de ellas confirmada, se disparan.
La información relativa a los bombardeos aéreos fue desmentida por Saif el Islam, hijo del coronel Gadafi, en declaraciones a la agencia oficial Jana transmitidas luego por la televisión nacional en un mensaje sobreimpreso en pantalla. "Las Fuerzas Armadas han bombardeado depósitos de armas situados en zonas alejadas de concentraciones urbanas", afirmó Saif el Islam, quien desmintió "informaciones según las cuales las Fuerzas Armadas han bombardeado las ciudades de Trípoli y Bengasi".
La comunidad internacional, con Naciones Unidas al frente, ha pedido el cese de la violencia y varias empresas y países (EE UU, entre otros) han anunciado la evacuación del personal no esencial. La ONU ha anunciado que el Consejo de Seguridad se reunirá a puesrta cerrada hoy para debatir el asunto. El Ministerio de Exteriores español urge a abandonar el país y desaconseja todo viaje a la república árabe.
Disidencias en el régimen
Mientras, un grupo de oficiales del Ejército libio han urgido en un comunicado a los soldados que "se sumen al pueblo" y contribuyan a la marcha de Gadafi, informó anoche Al Yazira. La televisión señaló además que los militares han pedido a las tropas que marchen hacia Trípoli para incrementar la presión sobre el dictador, informa Reuters.
Los datos fragmentarios sobre lo que es probablemente una gran matanza de civiles llegan a través de los testimonios que recogen las televisiones árabes, sobre todo Al Yazira; de las ONG de derechos humanos y también, sin pulir, a través de Internet, que, curiosamente, volvió a funcionar en parte del país, así como los teléfonos móviles. Sea cual sea la cifra final, parece ya evidente que será en el país menos poblado del norte de África (6,3 millones de habitantes) donde más habrá corrido la sangre.
"Lo que estamos presenciando hoy es inimaginable. Aviones y helicópteros militares están bombardeando un barrio tras otro", aseguraba por teléfono a Reuters Adel Mohamed Saleh, un hombre que se declara activista anti-Gadafi. Según Saleh, los bombardeos se han estado sucediendo "cada 20 minutos" produciendo "muchísimos muertos". Según testigos del grupo Feb17voices, un colectivo que está haciendo llamadas a ciudadanos libios y colgando los audios en la Red para dar testimonio de lo que está pasando, el caos se extiende por la capital.
Trípoli, donde la Fuerza Aérea intentaba aplastar la rebelión civil, ha sido prácticamente la última aglomeración urbana alcanzada por la oleada de protestas, que arrancó el martes pasado en Bengasi, la segunda ciudad del país (un millón de habitantes), y se propagó de este a oeste. La Federación Internacional de Derechos Humanos proporcionó incluso una lista de las ciudades liberadas por los manifestantes, que encabeza Bengasi seguida por Musratha, Tobruk y Sirte.
En paradero desconocido
Cuando Saif el Islam, el hijo designado por Gadafi para sucederle, pronunciaba, el domingo por la noche, un discurso por televisión, se produjeron en Trípoli los primeros enfrentamientos serios. La intervención de Saif el Islam, en la que advirtió del peligro de una guerra civil, tuvo un efecto contraproducente. No amedrentó a los manifestantes, sino todo lo contrario. Los choques se generalizaron ayer en la capital, en la que fueron quemados al menos dos edificios públicos, entre ellos la sede de la televisión y varias comisarias y locales oficiales y de los comités revolucionarios del régimen.
Gadafi estuvo todo el día en paradero desconocido hasta que llegó el momento del discurso televisivo. Su hijo Saif, que no desempeña ningún cargo, parece haber cogido las riendas. Ayer volvió a hablar en televisión y se mostró algo más flexible. Prometió abrir "una investigación" sobre el uso de la violencia, que será presidida por un juez libio.
Si Gadafi sigue aún en el país, como pretendió transmitir con su mensaje, otros se van o renuncian a servirle. Es el caso de dos pilotos de la Fuerza Aérea que llegaron a la vecina isla de Malta y pidieron asilo. Es también el caso del ministro de Justicia, Mustafá Abdelijali, que dimitió para protestar por el "uso desproporcionado de la violencia" contra los manifestantes. Y de una retahíla de diplomáticos que dimiten en cascada, como el embajador adjunto de Libia ante la ONU y su equipo, lo que demuestra la descomposición del régimen.
El Ejército egipcio anunció que abría la frontera común sin restricciones, así como la instalación de dos hospitales de campaña para acoger a los heridos. Los hospitales tunecinos más cercanos a la frontera recibieron refuerzos para atender a las posibles víctimas que les lleguen.
Fuente Diario "EL PAIS"
En las imágenes, el dictador aparece bajo un paraguas dentroentro de un coche desvencijado en las ruinas de una de sus casas en Trípoli bombardeada por EE UU en 1986 y convertida ahora en una especie de museo que el régimen denomina «Casa de la Resistencia». «Yo circulé hoy [por ayer] por la plaza Verde, yo estoy aquí y no en Venezuela, contrariamente a lo que afirman las emisoras de los perros», afirmó el líder libio a un periodista que parece entrevistarle en las fugaces imágenes difundidas por la televisión estatal.
Pese a estas escuetas declaraciones, a medida que pasan las horas, más y más elementos del régimen retiran su apoyo al coronel, desde altos mandos del Ejército, hasta los líderes religiosos y el cuerpo diplomático. En menos de 24 horas, 9 altos cargos diplomáticos libios han presentado su dimisión en protesta por la brutal represión del coronel, que parece cada vez más aislado y estaría tomando estas drásticas y desesperadas decisiones prácticamente en solitario, apoyado sólo por parte de su entorno más cercano. Su hijo, Seif al Islam, ha prometido la formación de un comité de investigación para aclarar las muertes de los últimos días –que se situarían ya en varios centenares–, a las que él mismo restó importancia el domingo, mientras anoche negó que se estuviera bombardeando a la población civil, según la televisión estatal.
Pero a estas alturas es imposible negar el horror que está teniendo lugar en el país, a pesar de la censura y de la ausencia de prensa internacional sobre el terreno. La delegación diplomática libia ante la ONU ha pedido a este órgano que tome medidas para detener el «genocidio» cometido por su Gobierno contra su propio pueblo, que es lo que ha provocado la dimisión de los embajadores en China, India, Indonesia y Polonia, así como la rebelión de diplomáticos en Estocolmo, Londres y Washington. Los líderes religiosos también retiraron su apoyo a Gadafi y emitieron una «fatua» (edicto religioso) en la que llaman a los musulmanes a rebelarse contra el régimen porque éste ya no merece ningún apoyo ni lealtad. En las filas de las Fuerzas Armadas y de Seguridad también habría cada vez más disidentes, agentes y soldados de bajo rango, pero también altos mandos que rechazan las órdenes de disparar contra los civiles y de hacerlo a matar. Ayer, dos cazabombarderosaterrizaron en Malta y sus pilotos pidieron asilo allí,tras haber desertado.
Fuente Diario "LA RAZON"
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