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martes, 22 de febrero de 2011

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-GADAFI QUIERE QUEMAR LIBIA ANTES DE IRSE





Españoles, tirados en Trípoli: '24 horas sin comer y sin auxilio diplomático

La situación que se vive en Libia ha atrapado a decenas de trabajadores españoles que se encontraban en el país cuando estallaron las revueltas y que ahora ven prácticamente imposible salir, sobre todo porque, según ha contado a ELMUNDO.es el propietario de la empresa Tolder -una de las empresas con presencia en el país- "nadie de la embajada española les va a ayudar".

Trabajadores de Tolder, Sacyr, Repsol, entre otras, así hasta 80 españoles, permanecen atrapados y sin comida en el aeropuerto de la capital libia, Trípoli, donde esperan a que el Gobierno español envíe un avión para repatriarlos, aunque de momento no hay expectativas de un plan de evacuación.

"El canciller español en Trípoli ha acudido esta mañana al aeropuerto y sólo ha apuntado en una lista sus nombres. Cuando le han preguntado si les van a sacar allí les ha contestado que no hay plan de evacuación ni tiene ninguna orden al respecto. Están desesperados", ha explicado Fernando Saavedra, propietario de la empresa Tolder.

A la desesperación y angustia por la violenta situación que se vive en el país, hay que sumarle que estos españoles llevan 24 horas sin comer, ya que el aeropuerto sufre desabastecimiento porque han entrado "masas y masas de personas".

"No tienen alimentos, ni gua embotellada y el canciller les ha dicho que entre sus funciones no está abastecerles de comida", insiste Saavedra.

Además, sus ánimos están cada vez pero ya que los españoles van viendo como los gobiernos de Turquía, Portugal, Italia, Bulgaria o Jordania ya han enviado aviones para repatriar a sus ciudadanos, mientras que de España no ha noticias.

Según ha contado Saavedra, "están a la espera de coger cualquier vuelo en el que se puedan meter aunque no venga a España, pero no hay ninguno y además no tienen ningún tipo de auxilio de la embajada".
Otros trabajadores atrapados

Mientras, otros cuatro trabajadores de Sacyr Vallehermoso están tratando de abandonar el país, aunque igualmente se encuentran atrapados en el aeropuerto de Trípoli.

Según explica la empresa, el último contacto con ellos ha sido esta misma mañana, cuando les han telefoneado desde un teléfono fijo para informarles de que se encontraban bien y que estaban intentando tomar un vuelo, algo que no ha sido posible pues no se están realizando aterrizajes en Trípoli. Esos cuatro trabajadores representan el 10% de la plantilla de la empresa en Libia. El resto de empleados ha abandonado el país en días pasados.

También están tratando de salir de Libia varios trabajadores de una multinacional de telefonía, entre ellos un español. La evacuación iba a haberse producido el lunes vía Túnez, pero no fue posible por 'overbooking'.

La compañía ha enviado un avión privado para trasladarles a Roma, y desde ahí efectuar la repatriación de los trabajadores hacia sus respectivos países.

Sin embargo, tras desplazarse esta mañana hasta el aeropuerto de Trípoli, ha sido imposible embarcar, de modo que han tenido que regresar a su residencia en la capital libia, donde esperan "tranquilos" a que pueda producirse la evacuación.

Por otro lado, la compañía Calima Aviación está a la espera de que permitan a su Boeing 737 sobrevolar el espacio aéreo de Libia para repatriar a un número indeterminado de españoles, que, según los últimos datos de AENA, podrían aterrizar en Barajas a las 20.45 horas de este martes, informa Efe.

El vuelo 101 de Calima tenía previsto aterrizar en Barajas a las 23.45 horas del lunes y ha sufrido numerosas demoras. Fuentes aeroportuarias han señalado que este vuelo ha sido fletado por la empresa Repsol para repatriar a sus trabajadores, aunque la compañía aérea no ha querido confirmar este aspecto ni tampoco ha revelado el número de pasajeros que volarán en este avión con capacidad para unas 130 personas.

Además de este vuelo de la compañía Calima Aviación, está programada para el miércoles a las 12.00 horas la llegada a Barajas del vuelo regular de Libyan Airlines desde Trípoli.
Sin plan de evacuación

Entre los españoles atrapados en el país también se encuentra Raúl Martínez Pérez, becario de informática para el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) que está realizando sus prácticas allí. Según este joven, desde el ICEX y el departamento de becas se "está actuando con corrección, haciendo todo lo que está en su mano".

Este es el único apoyo que tiene y el del consejero Económico y Comercial de la Oficina Comercial libia, del que "hemos recibido una atención exquisita". Sin embargo critica que la oficina "está desamparada" por la Embajada y crítica duramente al embajador de España en Libia, Luis Francisco García Cerezo.

Desde el lunes por la tarde, cuando empezaron los bombardeos ordenados por Gadafi contra la población manifestante, Raúl Martínez está viviendo en casa del consejero. "No se nos ha ofrecido asilo en la residencia del embajador", explica. Comparte la casa del consejero con otro compañero becario, el hijo del consejero, un policía de la Embajada, su mujer y su hijo.

El embajador, según nos ha dicho, "ha hablado con el Ministerio de Exteriores para comunicar que la situación en Libia está tranquila", dice con ironía.

No es la primera vez que los españoles en el extranjero denuncian la polémica la falta de auxilio del Ejecutivo. En las revueltas que acabaron con el régimen de Ben Ali en Egipto, decenas de turistas españoles pasaron días atrapados en los hoteles y en el aeropuerto de El Cairo sin ningún tipo de noticia de la embajada española, que no envió ningún vuelo para repatriarlos, sino que salieron gracias a los touroperadores con los que viajaban.

Un actitud similar a la que ha ocurrido en el inicio de la revuelta la semana pasada en Libia. Una española residente en Libia ha explicado a ELMUNDO.es que el pasado viernes, ante el incremento de la tensión en el país y la suspensión de las comunicaciones móviles, sus compañeros italianos telefonearon a la Embajada para informarse, y la sede diplomática les instó a abandonar el país de inmediato.

Ante la alarma despertada, decidió ponerse en contacto con la Embajada española, donde únicamente le informaron de que desaconsejaban moverse de Trípoli si no lo tenían previsto, y tomaron nota de sus datos con el fin de tener localizados a todos los españoles para poder comunicarse con ellos en caso de peligro o evacuación.

El Ejército reanuda sus bombardeos contra la población en Trípoli

La Fuerza Aérea libia bombardeó hoy varios sectores de Trípoli como parte de una ofensiva contra las protestas que se están desarrollando en la capital libia en contra del régimen de Muamar el Gadafi, informó la cadena qatarí de televisión Al Yazira.

En estas operaciones, según testigos citados por la cadena, participan también mercenarios que, según Al Yazira, se han sumado a las fuerzas militares y de seguridad de Libia para reprimir las protestas.

Los testimonios, que llegan con cuentagotas, son alarmantes. El diario italiano 'la Repubblica' recoge el testimonio del emprendedor libio Khamal: "Muchas mujeres han sido asesinadas cuando estaban ofreciendo agua a los manifestantes desde las ventanas de sus casas. Han perdido la vida por la libertad de Benghasi y Libia". "Había muchas personas manifestándose, jóvenes de 18 años junto a viejos de 80, todo el mundo ha tomado la calle para pedir libertad, no queremos ver más a Ghaddafi, el pueblo libio sólo quiere la democracia y que el coronel sea procesado", ha añadido el empresario.

Otro empresario italiano que lleva dos años en Trípoli habla a través de Skype: "La situación está fuera de control, no podemos hablar de una guerra civil sólo porque es una guerra entre libios y mercenarios de África negra y Europa de Este. Es un horror, Trípoli está en llamas".

La pista del aterrizaje del aeropuerto libio de Bengasi, donde se encuentran varados muchos extranjeros, está severamente dañada, por lo que ya no pueden aterrizar aviones allí, según informó hoy la cadena televisiva Al Arabiya citando al ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Ahmed Abul Gheit.

No está claro si la pista fue destruida por el Ejército libio o por los insurgentes con el objetivo de cortarles las vías de suministro a las tropas desplazadas a esa ciudad, que ha sido en los últimos días el epicentro de las manifestaciones contra el régimen del coronel Muammar al Gaddafi.

La cadena Al Yazira dijo que en el barrio de Tayura, en el este de Trípoli, todavía se veían hoy cadáveres en las calles. La cifra de muertos ya alcanza los 300 durante los disparos y bombardeos de estos días, según la citada cadena.

"Los aviones de guerra y los helicópteros están bombardeando indiscriminadamente un sector después de otro. Hay muchos muertos", dijo uno de los testigos citados por Al Yazira, Adel Mohamed Saleh.

También han sido vistos helicópteros militares transportando mercenarios en el barrio de Fashlu, según los testigos citados por Al Yazira.

El activista político Al Muntaser Zidan dijo a la cadena que el general del Ejército Abdel Rahman al Zaid ha sido detenido y la comunicación con él ha sido cortada

Mientras tanto, la ciudad oriental de Bengasi, la segunda del país, seguía hoy bajo control de los participantes en las manifestaciones contra el régimen, después de que los cuarteles fuesen abandonados por los soldados.
Investigación

Por su parte, la ONU pidió hoy, a través de su alta comisionada para los derechos humanos, Navi Pillay, una investigación internacional sobre la violenta represión de las protestas civiles en Libia y reclamó al Gobierno que detenga las graves violaciones a los derechos de sus ciudadanos.

"La insensibilidad con la que las autoridades libias y sus empleados armados están disparando ráfagas de proyectiles contra manifestantes pacíficos es inconcebible", declaró Pillay.

"Estoy extremadamente alarmada porque mientras yo hablo se están perdiendo vidas", señaló en una declaración pública.
Balances

Un representante de su organismo indicó que por el momento se maneja la cifra de unos 250 muertos en la revuelta popular en Libia, aunque organismos no gubernamentales afirman que el número de víctimas mortales supera los 400. Además, fuentes médicas han cifrado en 300 los fallecidos.

La Coalición Internacional contra los Criminales de Guerra ha elevado a 519 el número de víctimas mortales.

La Coalición, formada en 2009 por diversas organizaciones no gubernamentales centradas en el conflicto entre palestinos e israelíes, ha informado además de 3.980 heridos y al menos 1.500 desaparecidos desde la semana pasada, cuando comenzaron las manifestaciones, según informó la cadena de televisión Al Yazira.

La organización internacional Human Watch Rights ha informado de alrededor de 300 muertos en todo el país desde la semana pasada y la Liga Internacional por los Derechos Humanos ha elevado la cifra a 400.

Israel: 'Las revueltas en Oriente Medio sólo se deben a la pobreza'

Según Israel, las revueltas en Libia, Egipto o Túnez no son consecuencia de las ganas repentinas de sus ciudadanos de democracia, sino de la pobreza y la ineptitud de sus mandatarios.

"La razón principal de la inestabilidad en nuestra región es la pobreza, la miseria y los gobiernos ineficaces", dijo hoy el ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, tras una reunión bilateral entre su país y la UE.

Israel, insiste, no quiere "interferir" y prefiere no comentar la violencia para "respetar a todos los gobiernos y todas las elecciones" de sus vecinos.

El Gobierno de Tel Aviv no condena la represión en Libia o en Egipto y su única preocupación es la vuelta de la estabilidad y la seguridad a la región "lo antes posible". En medio del caos, Israel se presenta como "el único socio fiable" de la UE en una región muy sensible para Europa.

Lieberman lo explicaba en una rueda de prensa muy movida junto sus colegas europeos. Un periodista irlandés le dio un pequeño susto al recibirle con chillos de "Free Palestine! Israel es un Estado apartheid!"

Los guardias de seguridad del Consejo se abalanzaron sobre el hombre, acreditado como reportero, pero con pasado de activista y quien ya provocó otro incidente en Bruselas al intentar "arrestar" a Tony Blair por crímenes de guerra. Se lo llevaron mientras seguía gritando.

El ministro israelí lo miró en silencio y no hizo ningún comentario sobre el recibimiento, como tampoco el comisario de Política de Vecindad y el ministro de Exteriores húngaro a su lado.

La seguridad del Consejo de la UE estaba reforzada para la reunión bilateral con Israel con controles especiales en la entrada, pero nada pudo detener las críticas.

Lieberman sólo admitió dos preguntas en la rueda de prensa y una de ellas, de un periodista húngaro, fue por qué Israel no cumple con las resoluciones de Naciones Unidas y por qué la UE premia a un país "que ha cometido crímenes peores que Bielorrusia". Tras su interrogante/discurso, la rueda de prensa terminó de inmediato.

Fuente Diario "EL MUNDO"

"Helicópteros y mercenarios disparan contra la gente"


Testigos relatan a EL PAÍS la campaña de terror de Gadafi contra la población civil.- El aeropuerto de Bengasi, destruido tras los choques entre manifestantes y el Ejército libio

El régimen de Muamar el Gadafi continúa, por segundo día consecutivo, con su campaña de terror contra la población civil. Después de que ayer los militares atacaran varios objetivos en la capital libia con cazabombarderos y helicópteros, el régimen ha recurrido hoy a mercenarios fuertemente armados que patrullan las calles de Trípoli para dar caza a los opositores. Un ciudadano español que reside en Trípoli ha asegurado a este periódico que "los helicópteros están sobrevolando la ciudad disparando contra la gente. Mercenarios en coches patrullan la ciudad y disparan también". Este testigo, que ha preferido guardar el anonimato por razones de seguridad, ha asegurado que "salir a la calle es complicado" y que la situación en los aeropuertos es caótica. "Más de 3.000 turcos esperan a las puertas del aeropuerto para coger un vuelo y dejar el país". Abandonar el país africano se ha convertido en una misión imposible. "En las fronteras está comenzado el pillaje y si intentas salir por los pasos fronterizos de Túnez o Egipto te quitan el dinero, el móvil y tus pertenencias". El acceso a Internet en Trípoli también se ha convertido en una odisea. "No sé lo que me durará la conexión ya que nos la cortan cada dos por tres", se ha quejado este español.

Las comunicaciones con el país son muy difíciles, como confirman miembros de la comunidad libia en Madrid, que contactan a duras penas con sus familiares y amigos. Muchos ciudadanos cuentan que tienen tarjetas SIM tunecinas o egipcias y se acercan a las fronteras con estos países para poder llamar al exterior. Khaled Shari, cofundador de la Casa Libia en España, con sede en Bilbao, consiguió hablar a las dos de la madrugada con su hermano, que vive en Zliten, a 150 kilómetros de Trípoli. "La situación es muy alarmante. Hay cadáveres por la calle, y todo lo que se dice es poco", explica. En Trípoli la gente tiene pánico, asegura, porque hay grupos de mercenarios africanos -traídos en vuelos fletados desde distintos países africanos, y contratados por 2.000 dólares al día- que "disparan indiscriminadamente a todo lo que se mueva". Otro libio residente en España, Sufian Fahm, afirma que las noticias que les llegan de Trípoli describen una "masacre total". "Están matando a todo lo que se mueva, y la gente está cayendo como moscas".

"Siento miedo"

Amira, una joven libia que aguanta como puede el castigo del Ejército, ha confesado, en conversación telefónica, "sentir miedo". "Pero soy libia. Nací en este país y moriré en él", ha proclamado a continuación. "No nos atrevemos a salir de casa. A través de las ventanas vemos disparar a los soldados continuamente y se oyen gritos", dice. Amira, que es profesora en una guardería en Trípoli, tiene una hermana que reside en Madrid, y ella también está aportando su granito de arena para propiciar el cambio en Libia. "Protesta delante de la Embajada en España con otros residentes libios en España", declara orgullosa. La Casa Libia ha organizado una concentración en apoyo a los pueblos de Libia y de Bahréin en la plaza Sant Jaume de Barcelona el jueves a las ocho de la tarde. La convocatoria está corriendo como la pólvora en Facebook. Al igual que el otro joven español, Amira confiesa que tiene serios problemas para comunicarse con el exterior. "La línea telefónica se corta cuando menos lo esperas e Internet se cae con frecuencia".

Un ingeniero libio contactado por EL PAÍS a través de telefonía por Internet ha contado que la ciudad a primera hora de la mañana estaba tranquila y que se podía ver a libaneses buscando pan y gasolina. Este residente en Trípoli ha explicado que muchas de las barricadas han sido levantadas para impedir el paso de los vehículos del Ejército con armamento pesado. Una de las plazas del centro ha sido escenario de una manifestación de partidarios de Gadafi que ondeaban banderas verdes y adornaban sus coches con fotografías del líder líbio. Algunos iban armados y han efectuado disparos al aire con la intención de amedrentar a la población para que vuelva a sus casas, según este testimonio.

Salem Gnan, un portavoz del Frente Nacional para la Salvación de Libia, ha explicado al británico The Guardian que ha contactado con su cuñado en Trípoli esta mañana y le ha hablado de "cadáveres tirados en las calles". "Hay informaciones de que el principal hospital de la ciudad ha sido bombarderado y todo aquel que está en la calle, especialmente si forman grupos de tres o cuatro personas, es disparado por los soldados", explica Gnan. "El régimen hace todo lo que puede para mantenerse en el poder y la gente se está empezando a desesperar. Necesitan comida y agua".

Otro ciudadano libio ha recorrido en coche algunos barrios de la capital libia y ha relatado lo que ha visto en un foro de expatriados en Internet. Según este testimonio, el acceso a la plaza Verde, en el centro de la ciudad, está bloqueado por el Ejército. Algunos edificios siguen en llamas y se han levantado barricadas con neumáticos en varias calles. Todavía se ven por algunos rincones retratos a medio quemar de Gadafi y pintadas contra el líder libio. Las gasolineras registran largas colas de ciudadanos en busca de combustible. La mayoría de comercios están cerrados y los pocos que están abiertos están desabastecidos de productos de primera necesidad como harina, arroz, tomate, pasta o leche.

El seleccionador nacional de fútbol-sala de Libia, el gallego Pablo Prieto, ha podido hablar con su familia gracias a Skype y ha reconocido que tanto él como el preparador físico, el extremeño Luis Castellano, están "angustiados". Pablo Prieto ha dibujado a su mujer una situación muy complicada: "Aquí todo lo que se ven son señales de guerra. En el camino nos hemos encontrado más de 20 coches quemados, escasea la gasolina y hay colas de kilómetros ante las estaciones de servicio". "Nos vamos para el aeropuerto", ha sido lo último que ha transmitido el seleccionador a su esposa.

El aeropuerto de Bengasi, destruido

La situación también es extremadamente complicada en el este de Libia. El aeropuerto de Bengasi, bastión de la resistencia al régimen de Gadafi, ha amanecido este martes con sus pistas de aterrizaje completamente destruidas e inutilizadas, según ha relatado el ministro egipcio de Exteriores Ahmed Aboul Gheit. Esta noticia, que no ha podido ser confirmada por ninguna otra fuente, es una prueba más de que el régimen de Gadafi ha perdido el control de esa zona del país, y ciudades como Bengasi , Musratha, Tobruk y Sirte han sido liberadas por los manifestantes después de varios días de duros enfrentamientos que han terminado con la estampida de los militares. No obstante, la situación en esa ciudad y en la capital Trípoli sigue siendo muy confusa a estas horas, debido al cerrojazo informativo que ha impuesto el régimen tras someter a su población a un castigo aéreo sin precedentes en la historia reciente de este país árabe.

Elisenda López, una catalana que reside en Lugo y que está casada con un británico, explica que su marido está atrapado en Bengasi. "Anoche fue la última vez que hablé con él. Estaba atrincherado con unos italianos en el hotel Al-Hurra", cuenta la pareja de David Livingstone. La embajada británica ya advirtió el sábado de "la extrema peligrosidad de viajar por carretera". Ya que el aeropuerto está destruido, la única opción para ser evacuado es coger un ferry a Malta o arriesgarse a emprender una ruta por carretera hasta la frontera con Egipto.

Ben Wedeman, uno de los pocos periodistas occidentales que ha logrado entrar en Libia, confirma las informaciones sobre la situación en Bengasi. Allí, según este reportero estadounidense de CNN, la oposición ha empezado a organizarse en "comités populares" para paliar la ausencia de autoridad y restablecer el orden después de expulsar al Ejército de la zona. Grupos de civiles sin uniforme y armados con pistolas y fusiles se han desplegado en las calles de las poblaciones del este de Libia mientras los líderes de la oposición se han hecho con el control de la mayoría de la región.

Noticia elaborada con información de Cecilia Jan, Aurora Muñoz, Fernando Navarro, Gloria Rodríguez-Pina, Miguel Ángel Medina e Iván de Moneo

"Gadafi está solo y quiere quemar la tierra libia antes de irse"

Omran Mohamed Omran, disidente libio de la coalición que lidera las revueltas, asegura que el dictador apenas tiene apoyos en el Ejército y se resiste a caer con una lucha mercenaria

"El régimen de Gadafi está utilizando mercenarios contra su pueblo. No es una guerra civil. Es la masacre de un hombre que está solo y tiene una premisa en la cabeza: yo he hecho este país y yo lo quemo". Expatriado desde hace 21 años, Omran Mohamed Omran, un periodista libio de 56 años que vive en Málaga, es representante en España de la Coalición del 17 de febrero, el movimiento popular que lideró el levantamiento contra el régimen de Gadafi.

"Los mercenarios son africanos, ni siquiera hablan árabe, patrullan las calles ametrallando cualquier aglomeración de gente, atacando hospitales y saqueando los lugares públicos para desestabilizar y crear confusión", explica Omran, que asegura que los ciudadanos libios han decidido crear grupos de guardia para proteger calles e instituciones del asalto mercenario. "Es horrible. Gadafi ha utilizado aviones contra la gente. Me cuentan que los cadáveres son muchos más de las cifras que se conocen y no se pueden recoger de las calles porque hay informadores y aparecen los mercenarios".

Omran, que trabaja para distintos periódicos árabes, se comunica diariamente por un teléfono vía satélite que supera los problemas de comunicación con su país. Habla en varias ocasiones al día con sus compatriotas, que están protagonizando estos días unas revueltas históricas contra un dictador que lleva 42 años en el poder. "Estamos luchando por un Estado laico. El hijo de Gadafi, Saif el Islam, dijo el otro día que somos islamistas para asustar a Occidente pero no es verdad". Omran asegura que los manifestantes "en ningún caso" tienen como objetivo a los extranjeros y pide a los españoles y demás extranjeros que se refugien "en hoteles porque no serán nunca atacados" por la gente de la calle. "No queremos manchar de sangre nuestro levantamiento, como le gustaría a Gadafi", sentencia.

La Coalición del 17 de febrero toma su nombre de la jornada de levantamiento popular en Libia , cuando se llevó a cabo el Día de la Ira en el país norteafricano, a semejanza de sus vecinos de Túnez y Egipto. "Lo que queremos es fundar un Estado con democracia, derechos civiles, libertad de expresión, de asociación, de prensa.... Queremos un Estado moderno no un Estado que vive en la edad media. Queremos vivir en el siglo XXI y no en el siglo X.", cuenta el disidente libio.

Divisiones en el Ejército

Según sus informaciones, la división en el Ejército es un hecho y varios militares se han unido a la protesta. No es el caso del jefe del Estado Mayor del Ejército libio, Abubaker Yunas, quien participó en el golpe de Estado de 1969 que llevó a Gadafi al poder, que está en arresto domiciliario porque se enfrentó al líder libio. Según Omran, en una reunión previa al discurso del hijo del dictador el pasado domingo, Yunas le pidió a Gadafi que se apartara del poder para cumplir con las demandas del pueblo, pero Gadafi respondió que antes quemaría la tierra que él mismo había hecho florecer. Poco después, Saif el Islam, sucesor de Gadafi, aseguró en un mensaje televisado que su familia lucharía "hasta que caiga el último hombre".

Omran informa que el general de los paracaidistas, Abdul Aftah Yunes, próximo a Gadafi, ha sido arrestado por los revolucionarios y fue entregado a los jueces, que se han convertido en símbolo de las protestas ante el caduco régimen del general libio. "En vez de los alcaldes de Gadafi, son los jueces los que dirigen y administran los pueblos de los revolucionarios porque gozan del respeto del pueblo", afirma Omran. "Gadafi dijo al pueblo: o nosotros o la muerte. Y hemos elegido la muerte antes que a Gadafi porque queremos vivir en el siglo XXI y no en el siglo X".

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