Infantería, y caballería española. Equipamiento de los tercios de 1550 a 1660
Nota: esta entrada es continuación de:
https://aforjar.wordpress.com/2014/04/17/infanteria-y-caballeria-espanola-de-granada-1492-a-muhlberg-1547/
Aplíquese la adminsitración comentada acerca de los tercios, pues esta se mantuvo en vigor sin importantes cambios también en este periodo.
CONTEXTO POLÍTICO
¿Qué tierra no conoce nuestra sangre?
Entramos en los años 50 del siglo XVI, Felipe II sucede a Carlos I de España y V de Alemania y toma las riendas de un imperio que adquiere su máxima extensión territorial (pese a que Felipe II solo era rey por título).
1582, gran año…aquel era un tiempo en que podías ir de España a Portugal y viceversa sin sentirte un extranjero en otro país, o podías ir de California a la Patagonia sin pasar por aduana alguna. Amén del hecho de marchar armado con todas las picas, arcabuces y cañones desde Milán a Bruselas sin tener que rendir pleitesía ni explicaciones a monarca extranjero alguno.
Rara era la tierra que no conocía nuestra bota y nuestra sangre (¡Felipe II reina en los 5 continentes!), y hay de aquel que se metiera en guerra con España porque muchas calamidades y sufrimientos le esperaban al infeliz en tal empresa, la guerra con Inglaterra (1585-1604) lo atestigua.
Sucesivas bancarrotas y la paz de Westfalia (1648) fue lo que nos desplazó del mapa político europeo en beneficio de Francia y Suecia. Con todo España siguió manteniendo sus tercios hasta la entrada del siglo XVIII, en el que los nuevos mosquetes relegaron a los piqueros.
INFANTERÍA EXPAÑOLA
Los tercios mantienen su efectividad y siguen haciendo de las suyas, peleando en Flandes y contra Inglaterra y eventualmente contra Francia, Suecia y los aliados calvinistas. La pica y el arcabuz imponen su voluntad incuestionados.
Por su parte, los conquistadores se consolidan en América y protagonizan nuevas expediciones, caracterizados por esa curiosidad e inconformismo que les diferencia. La espada Toledana abre la maleza allá donde ningún europeo había osado llegar.
La infantería española mantiene un status o aura de invencibilidad que la caracteriza hasta las derrotas tardías de los últimos periodos de la guerra de los 30 años.
EL TERCIO DE INFANTERÍA
Manual holandés con instrucciones sobre el empleo de los arcabuces y las picas.
- A: posición de marcha, con mecha humeante, lista para disparar.
- B: posición de marcha con soporte.
- B: disparo sin soporte
- C: disparo sobre soporte
- G y H: posiciones de marcha
- I y M: piqueros en posición contra infantería. Picas horizontales.
- L: la posición a adoptar para repeler a la caballería. Picas formando 45º, brazo libre presto en la empuñadura de la espada.
Estado mayor
Maestre de campo, con su bastón de mando y su estandarte, flanqueado por dos herreruelos. Dibujo del ilustrador de uniformes José María Bueno.
Piqueros
En Europa los piqueros siguen siendo la columna vertebral de los ejércitos españoles. Su armadura evoluciona para mayor homogeneidad, por un lado se introduce el uso de corazas y escarcelas para todos los infantes sin excepción, complementados con el uso del morrión, el capacete o la borgoñota.
Piqueros españoles contienen a los cobardes reiters suecos, los arcabuceros responden al fuego.
Los hombres de la primera fila acercan su rodilla a tierra e inclinan la pica mientras que sus compañeros de las filas anteriores levantan las suyas por encima de las cabezas de los que llevan por delante.
Una buena panorámica de la posición a adoptar para rechazar a la caballería.
El piquero (1) del periodo de la guerra de los 30 años, con todos los cascos posibles válidos (morriones y capacetes) (2), además de la coraza con escarcelas ampliadas (3), características del siglo XVII. Los guantes protegen la mano del desgaste y del roce al sujetar la pica.
Vemos una evolución de moda en el tipo de zapatos, y los pantalones complementados con calzas.
En cuanto a armamento complementario:
- 5: diversas espadas roperas.
- 4: espadas largas con distintas empuñaduras.
Arcabuceros
El arcabucero carece de coraza para mayor movilidad, aunque a menudo emplea un morrión, un capacete o un sombrero de fieltro de ala ancha. Su objetivo no es el cuerpo a cuerpo, sino el manejo eficiente de su arma.
Arcabuceros del siglo XVII, con sus sombreros de ala ancha. El robusto sombrero de ala ancha protegía al arcabucero, del sol, la lluvia y las estocadas de los jinetes. Nótese las bandoleras con los frasquillos con la dosis justa de pólvora.
Además de los frasquitos con las dosis justas en la bandolera, también estaban estos frascos de mayor capacidad, de donde el arcabucero sacaba la pólvora para cebar la cazoleta. Otros elementos son el soporte para el arcabuz, la mecha, la baqueta (va encajada en la propia culata), etc.
Ejemplos genéricos
Soldados españoles del periodo 1550-1560
Infantería del periodo Felipe II. Dibujos del ilustrador de uniformes José María Bueno.
Soldados españoles del periodo de la guerra con Inglaterra (1585-1604). Hecho interesante es encontrar la borgoñota para uso en infantería.
Piquero, portaestandarte y capitán (1585-1604).
Infantería y caballería española de finales del siglo XVI.
Arcabuceros con la armadura descrita, mientras que el arcabucero se protege el torso con un simple chaleco de cuero.
LA CABALLERÍA
Empezamos a ver cierta decadencia de los lanceros a caballo en aras de escuadrones de jinetes con pistola y espada para hostigar al enemigo. Este modelo fue adoptado también por muchos países europeos, como forma de acosar a la infantería y “romper”las formaciones con picas.
Pistolas de rueda, algunas eran hechas por encargo y eran auténticas obras de arte.
Pistolas y carabinas con mecanismo de rueda, menos propenso a fallar gracias al buen contacto.
Distintos tipos de caballería española, en la que se incorpora y domina las armas de pólvora desde 1550.
La máxima armadura posible, periodo 1550.
Un herreruelo de finales del siglo XVI, con su ristra de pistolas de pedernal o de mecanismo de rueda.
Armadura tipo 3/4 de un herreruelo o reiter. Se aprecia el nuevo modelo de escarcelas laminadas del siglo XVII.
Un herreruelo con borgoñota evolucionada del siglo XVII.
VESTIMENTA Y ARMADURA
Vello facial
Barbas acabadas en punta, o bigotes anchos y atusados.
Vestimenta
Siglo XVI
En la línea de la primera mitad del siglo anterior, con algunos matices:
- Predominan los sombreros altos de ala corta estilo chistera, o bajos de ala ancha.
- Jubones más ajustados que los de la primera mitad de este siglo.
- Calzones acolchados con calza, o calzones ajustados con calza.
- Introducción de gorgueras en la clase alta.
- Introducción de camisas con cuellos y puños cortos en la tropa. Los puños son doblados hacia afuera, sobresaliendo del jubón.
- Botín de cuero sin tacón y con puntera en pico en la tropa.
- Botas altas hasta el muslo o pantorrilla en oficiales.
Siglo XVII
- Sombrero de fieltro de ala ancha con plumas.
- Los capotes llegan al muslo, y descansan sobre el hombro izquierdo, para dejar libre el brazo derecho (el de la espada).
- Jubones ya sean de manga holgada o ajustada, pero siempre con los puños blancos y largos de la camisa doblados hacia afuera.
- Gorgueras, reticelas o cuellos de alambre (rebatos) en el cuello.
- Pantalones tipo bombacho de media pierna.
- Calcetines largos
- Botas de caña, con tacón alto.
En la tropa son más comunes los zapatos de hebilla con tacón alto.
La gorguera
- Como se ha dicho la gorguera es una prenda que cubre el cuello del usuario.
- Es un símbolo de estátus o de pertenencia a la nobleza baja y alta.
- Existen diversos patrones de la 2ª mitad del siglo XVI y 1ª mitad del siglo XVII que recibieron distinto nombres.
Tendencia de las gorgueras con el paso de las décadas
Armadura
Cascos
Un morrión en su versión sin cresta. Desde 1550 hasta 1660, los morriones de diversos diseños y formas estuvieron a la orden del día en todas las guerras europeas.
El capacete, alcanzó su forma definitiva en la segunda mitad del siglo XVI, y fue retenido con ella hasta bien avanzado el siglo XVII.
También existen las borgoñotas de caballería e infantería comentados, algunos llegando a cubrir total o parcialmente el rostro del usuario.
En cuanto a corazas:
- Coraza con escarcelas completa para piqueros.
- Armadura 3/4 para herreruelos, oficiales y jinetes.
Felipe II, pintado por Antonio Moro en 1557.
Como se ha mencionado, Su reinado se caracterizó por la exploración global y la expansión territorial a través de los océanos Atlántico y Pacífico, llevando a la Monarquía Hispánica a ser la primera potencia de Europa y alcanzando el Imperio Español su apogeo, convirtiéndolo en la primera potencia mundial ya que, por primera vez en la historia, un imperio integraba territorios de todos los continentes del planeta.
Felipe II pese a sus innegables virtudes fue objeto de diversas campañas de difamación por parte de las envidiosas potencias extranjeras protestantes, que lo representan injustamente como un déspota y fanático.
Otros problemas que afrontó al final de su reino fue el progresivo endeudamiento y la guerra con Inglaterra y los rebeldes en Flandes.
Al contrario que su padre, no lideró personalmente a sus ejércitos en el campo de batalla, aunque sí ejerció gobierno directo de sus numerosas posesiones.
Felipe III pintado por Diego Velázquez: reinado 1598-1621.
Aficionado al teatro, la pintura y la caza, eludió sus responsabilidades y delegó en su valido el duque de Lerma.
El duque de Lerma, Francisco Gómez de Sandoval-Rojas.
Fue el artífice de la tregua con Holanda de 1609 y de la expulsión de los moriscos.
Adquirió fama de corrupto, enriqueciéndose y acumulando mucho poder en su persona. Caído en descrédito, se retira de la vida pública en 1618.
Felipe IV pintado por Diego Velázquez: reinado 1621-1665.
La mayor parte de su reinado fue mediante su valido, el conde-duque de Olivares, en un periodo marcado por las intrigas políticas, el desgaste de las guerras y las rebeliones de los “periferismos” (Portugal, Andalucía, Cataluña) contrarios a la política centralista del valido.
El conde-duque de Olivares, Gaspar de Guzmán, en 1634, cuadro de Diego Velázquez.
El conde-duque fue un ministro con una política interior muy reformista, autoritaria y activa, que se vio dificultada por la ruina económica y la incompetencia de muchos mandos. Los atentados secesionistas en Andalucía, Cataluña y Portugal llevaron al desastre su carrera política, muriendo solo y despreciado por muchos súbditos.
Otros
La toma de Breda o “Las Lanzas”, por Diego Velázquez (pintado en 1634-1635). Fue una de nuestras célebres victorias en la guerra de los 30 años (1618-1648), acaecida en 1525.
“El Último Tercio” (2011) por Ferrer-Dalmau. La batalla de Rocroi, librada en el contexto de la Guerra de los Treinta años en 1643, pese al admirable coraje y testarudez mostrado ante fuerzas enemigas superiores, puso en peligro el mito de la invencibilidad de nuestros tercios en esta larga y desgastadora guerra.
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