El decimotercer «casco azul» que España pierde en el Líbano
Día 28/01/2015 - 16.01h
Podría ser el primer militar español víctima del fuego de Israel, que afectó al vehículo de la FINUL cuando respondía con una andanada de proyectiles a un ataque previo de Hizbulá.
El fallecimiento confirmado este mediodía por el Ministerio de Defensa del cabo Francisco Javier Soria Toledo, de 36 años, miembro de la Brigada «Guzmán el Bueno» X de Córdoba constituye la pérdida del undécimo militar del Ejército español en el Líbano. La misión española en el sur del País del Cedro se inició en el marco de la UNIFIL amparada por la ONU en septiembre de 2006, tras la guerra que Israel libró en el verano de ese mismo año contra la milicia chií de Hizbulá. En la actualidad, 580 uniformados españoles componen el contingente desplegado en ese territorio, concretamente en la Base Miguel de Cervantes establecida en la localidad de Marjayoun, y cuya tarea se centra fundamentalmente en vigilar el cese de hostilidades en el Líbano.
Un nuevo repunte de la violencia, -reanudada hoy entre Israel y Hizbulá diez días después de que hace diez días un ataque aéreo de la aviación judía golpeara un convoy de la milicia enemiga provocando la muerte de dos destacados jefes chiíes-, ha causado precisamente el fallecimiento del cabo Francisco Javier Soria. De ratificarse los primeros datos, el militar habría sido víctima de la andanada de proyectiles lanzada por Israel al otro lado de su frontera norte en respuesta al ataque de Hizbulá sufrido en suelo propio por uno de sus vehículos militares.
La anterior baja registrada por el Ejército español en suelo libanés se remonta a marzo de 2014, cuando un soldado extremeño de 25 años perdió la vida en Sidón ( situada a medio camino entre Marjayoun y Beirut) víctima de un accidente que le produjo traumatismos en el cráneo irrecuperables. Apenas un mes antes, en un siniestro de tráfico morían también el soldado conductor español Abel García Zambra y el soldado de origen salvadoreño José Manuel Cabrera.
Era la primera tragedia registrada en tres años, desde que el 31 de enero de 2011, el subteniente Isaías Martín Anguera muriera a consecuencia de una parada cardiorrespiratoria en la base. En 2009 el miembro de los «Boinas Verdes» José Antonio Godia Pi, de 21 años y natural de Lérida, también fallecía tras una parada cardiorrespiratoria, que le sobrevino mientras practicaba deporte.
Especialmente traumática por el número de afectados fue, no obstante, la pérdida en junio de 2007 de seis «cascos azules» españoles en la ciudad chií de Jiam, donde los BMR en que viajaran fueron presas del estallido de una bomba instalada en la carretera por milicianos. En 2008, también fallecía un militar bajo bandera española y nacionalidad colombiana tras volcar al salirse de la carretera el vehículo blindado BMR en el que viajaba.
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