Llega a EE UU el acusado de atacar el consulado norteamericano en Bengasi
Ahmed Abou Jatala será juzgado en Washington y se enfrenta a la pena de muerte
En el atentado de 2012 murieron cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador en Libia
Agencias Washington 28 JUN 2014 - 16:35 CET27
Ahmed Abu Jatala, el presunto líder del ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi (en el este de Libia), ocurrido el 11 de septiembre de 2012 -y en el que murió el embajador Christopher Stevens y otros tres agentes de seguridad- ha llegado este sábado a Washington para ser juzgado, con cargos que podrían suponerle la pena de muerte, según han informado fuentes oficiales a varios medios estadounidenses. Se ha declarado inocente.
Después de más de 10 días de viaje hacia Estados Unidos en un buque de la Marina, Jatala fue trasladado en helicóptero hasta la capital estadounidense entre fuertes medidas de seguridad y llevado al tribunal federal del Distrito de Columbia, donde será juzgado por el ataque.
Jatala fue capturado por comandos estadounidenses a principios de este mes en una incursión secreta en suelo libio. Fuerzas especiales, en colaboración con agentes del FBI, llevaron a cabo la operación bajo estrictas medidas de discreción con el objetivo de detener a Jatala -a quien EE UU acusa de ser el cabecilla de ataque- al amparo de la oscuridad. Tras cumplir su misión, volvieron a Estados Unidos sin que la operación causase ninguna consecuencia. Sin embargo, al enterarse de ella, Libia acusó a Washington de violar su soberanía.
La captura representa una victoria para el presidente Barack Obama, quien ha tenido que enfrentarse a fuertes críticas por el manejo que su administración ha hecho del asalto en Bengasi y de sus secuelas.
Después de más de 10 días de viaje hacia Estados Unidos en un buque de la Marina, Jatala fue trasladado en helicóptero hasta la capital estadounidense entre fuertes medidas de seguridad y llevado al tribunal federal del Distrito de Columbia, donde será juzgado por el ataque.
Jatala fue capturado por comandos estadounidenses a principios de este mes en una incursión secreta en suelo libio. Fuerzas especiales, en colaboración con agentes del FBI, llevaron a cabo la operación bajo estrictas medidas de discreción con el objetivo de detener a Jatala -a quien EE UU acusa de ser el cabecilla de ataque- al amparo de la oscuridad. Tras cumplir su misión, volvieron a Estados Unidos sin que la operación causase ninguna consecuencia. Sin embargo, al enterarse de ella, Libia acusó a Washington de violar su soberanía.
La captura representa una victoria para el presidente Barack Obama, quien ha tenido que enfrentarse a fuertes críticas por el manejo que su administración ha hecho del asalto en Bengasi y de sus secuelas.
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