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domingo, 20 de octubre de 2013

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-EL ESCANDALO SNOWDEN, HA PERJUDICADO LA CREDIBILIDAD DE EE.UU

El joven que se sabía fugitivo o la trastienda de la exclusiva sobre la NSA

'The Guardian', que publicó el espionaje masivo de la agencia de seguridad de EE UU, gana dos premios de excelencia periodística

 
Fotograma tomado de un vídeo de Snowden en Moscú. / EFE
  
Dos días de debates en una pequeña redacción de Nueva York en la que abogados y periodistas compartían espacio, encuentros en Hong Kong sin teléfonos y con "salas de reuniones desechables" y un hombre joven consciente de su destino como fugitivo mundial. Son algunos de los detalles de la construcción de la noticia del año, el espionaje masivo de la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA, en sus siglas en inglés). Parte de la intrahistoria de la fabulosa exclusiva periodística ha sido compartida en Atlanta este sábado por la directora de The Guardian US, Janine Gibson, en un encuentro con 1.400 periodistas de todo el mundo. Un debate que tuvo lugar horas antes de que la cabecera británica ganara dos premios de la prestigiosa Online News Association (ONA), entregados a Gibson en la clausura de su reunión anual.

Desde principios de junio, The Guardian ha publicado una serie de artículos basados en documentos que entregó el ex analista de la agencia Edward Snowden, papeles que acreditan que el organismo espió millones de correos electrónicos y llamadas telefónicas, así como reuniones secretas de gobiernos aliados, con la excusa de la lucha antiterrorista.

Todo empezó con una llamada de un reputado columnista de la cabecera, Glenn Greenwald. El abogado y escritor anunció a Gibson: "Tengo una historia". A partir de ahí, y convertido en reportero, Greenwald viajó a Washington y a Hong Kong, donde se encontró con Snowden. "Este tipo de informaciones son caras. Hay que enviar a la gente en la que confías a los sitios", ha afirmado Gibson este sábado, "nada de emails ni comunicaciones por Skype". Funcionó el clásico cara a cara. No se utilizaron teléfonos, y las conversaciones de Hong Kong tuvieron lugar en "salas desechables", una expresión de Gibson que provocó perplejidad en más de un asistente. El encuentro en el que la directora ha participado llevaba por título, de manera bastante apropiada, El periodismo en la era de la vigilancia.

Gibson ha comentado en el debate que la decisión de publicar las informaciones se tomó tras dos días de deliberaciones en "una sala grande de una pequeña redacción con muchos abogados". Se refería al brazo estadounidense de The Guardian, que ha conseguido adelantarse con esta exclusiva a medios nacionales más poderosos. La cabecera británica tiene el doble de lectores fuera de las fronteras del Reino Unido, y en 2011 montó una redacción digital en Nueva York con 20 personas tras fracasar su aventura americana en 2007. Ahora suman medio centenar de empleados en tres ciudades estadounidenses.

"La cuestión era verificar los contenidos, cuestionarse si la fuente es fiable y las informaciones buenas y no preguntarse por qué se deben publicar. La pregunta correcta es por qué no deberían publicarse", ha relatado la directora.

Snowden entregó los papeles a Glenn Greenwald en Hong Kong. "Temí dos veces por su vida", relató Gibson, "cuando regresó de su viaje, le pregunté, ¿'Has podido dormir algo?". Greenwald forma parte del modelo Guardian: los recursos limitados no dan para cubrir todas las áreas. Así que los periodistas escriben sobre aquello que les apasiona y les motiva. En el caso del columnista, sobre seguridad nacional.

La directora se sorprendió de lo joven que era Snowden, quien, por su parte, "sabía que su identidad sería revelada y lo que le iba a pasar, era perfectamente consciente de cuál sería su destino". Snowden, de 30 años, se ha refugiado en un lugar secreto de Rusia tras huir de Hong Kong. "Él nunca quiso tomar decisiones sobre lo que había que publicar y lo que no. Fue muy respetuoso y solemne sobre la misión de la prensa", explicó Gibson. Sin embargo, un periodista de The Washington Post, Barton Gellman, declaró a The New York Times que Snowden había contactado con él con la pretensión de imponer la publicación íntegra de parte del material.

Antes de publicar la exclusiva en los periodistas trabajaron en una sala sin teléfonos ni ordenadores y en otra con dispositivos digitales. "La idea era lanzar una serie de informaciones antes de revelar la identidad de Snowden. Él quería controlar eso", ha relatado Gibson. La primera entrega revelaba que Verizon, uno de los principales operadores telefónicos de Estados Unidos, facilita diariamente los detalles de millones de llamadas de teléfono de forma indiscriminada a la NSA. "Cuando contactamos con Verizon para conocer su versión", ha contado la directora, "preguntaron: '¿Qué agencia?' '¿Qué fecha?' Y a continuación, dijeron: "Sin comentarios".

Tres horas después de publicar la exclusiva, el equipo se puso a trabajar en la siguiente información. "Esperábamos más presiones por parte de las autoridades de Estados Unidos, pero creo que estaban más preocupados por el calendario", The Guardian también publicó en 2010 junto a otras cabeceras informativas como The New York Times o EL PAÍS informaciones sobre los papeles del Departamento de Estado estadounidense filtrados por Wikileaks. En el caso de los británicos, se une a otras exclusivas como el espionaje por parte de los medios de Murdoch a celebridades del país. ¿Cuáles son las enseñanzas después de Wikileaks y del caso Snowden?, preguntó un reportero de la audiencia: "La voluntad de elaborar informaciones, no de filtrar papeles; que Skype no es seguro y que necesitamos encriptar las comunicaciones".

Esta semana el firmante de la primicia, Glenn Greenwald, ha anunciado que abandona The Guardian para trabajar en un proyecto periodístico patrocinado por el fundador de eBay, Pierre Omidyar, quien invertirá 250 millones de dólares. Janine Gibson, ya su ex directora, comentaba este sábado: "Estoy sorprendida de que se vaya Greenwald. Pero no todos los días llega un tipo con 8,5 millones de dólares y te dice: 'Voy a hacer que tus sueños se hagan realidad'. Creo que seguiremos colaborando. Cuantos más seamos trabajando es esto, mejor, es algo muy caro". Al recoger los premios en la noche de este sábado Gibson agradecía a sus colegas el reconocimiento al tiempo que compartía con la audiencia las nuevas presiones que está sufriendo la cabecera por parte de las instituciones británicas.

El fundador de eBay sigue los pasos de Jeff Bezos, dueño de Amazon, que compró recientemente The Washington Post. “Como parte de mi proceso de aprendizaje, contacté con Greenwald para preguntarle qué es lo que los periodistas como él necesitan para hacer bien su trabajo", confió en una entrevista esta semana, "él y dos colegas, autora de documentales Laura Poitras (que también ha participado en la información de la NSA) y el escritor y experto en seguridad Jeremy Scanhill estaban intentando crear un espacio en la web para apoyar a periodistas independientes. Decidimos unir fuerzas". Scanhill, por su parte, ha descrito su nuevo destino no como un medio de comunicación al uso, con una estructura jerárquica en la que ellos serían meros empleados de Omidyar. El acuerdo, dice, es que se trabaje de una manera horizontal y colaborativa.

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 El escándalo Snowden incita a los europeos a sacar sus datos de EE UU

Las empresas europeas tratan de atraer clientes inquietos por el espionaje norteamericano.

Una encuesta revela que el 56% de las compañías no americanas desconfían ahora de EE UU

 
“Hay una gran desconfianza” hacia EE UU “y muchos buscan alternativas” para poner sus metadatos a buen recaudo. En pocas palabras Francisco Ginel, director de seguridad de la división grandes empresas de Telefónica, resume la situación que atraviesa el sector tras la conmoción provocada por Edward Snowden.

Este consultor tecnológico desveló en junio cómo a través de cuatro programas (PRISM, XKeyscore, Bullrun y Social Graph) dos agencias (NSA y CIA) espiaban desde los correos electrónicos hasta los datos almacenados pasando por las redes sociales.
Fuente: Cloud Security Alliance. / EL PAÍS
El goteo de revelaciones aún continúa. La semana pasada el diario The Washington Post informaba de cómo en un solo día del año pasado la NSA se adueñó de las agendas asociadas a 689.246 cuentas de correo. A este ritmo se podría apoderar en un año de 250 millones de agendas.

El llamado caso Snowden está teniendo no solo consecuencias políticas sino económicas para las empresas de las tecnologías de la información (IT) sometidas a la legislación estadounidense; al Patriot Act y al Cispa, dos leyes que otorgan amplios poderes a los servicios secretos.

Las empresas e incluso las instituciones públicas de medio mundo tienden a evitar contratar con compañías estadounidenses que ofrecen correo, almacenamiento etcétera para no ser tan vulnerables a la intrusión.

“El fenómeno está muy acentuado en Alemania”, señala Ginel. “Sí, las compañías alemanas están preocupadas”, confirma Roberto Valerio, fundador de CloudSafe en Hamburgo. “La legislación alemana les hace responsable del buen uso de los datos que acopian de clientes, empelados etcétera”, prosigue. “Si no cumplen pueden ser multadas”.

Una encuesta efectuada en julio por la Cloud Security Aliance, una asociación que fomenta las buenas prácticas en la nube de Internet, indicaba que sobre un total de 207 empresas no americanas más de la mitad (56%) es reticente a utilizar servicios de proveedores de EE UU. Un 10% habían incluso cancelado proyectos relacionados con ese país.

Fuente: Cloud Security Alliance. / EL PAÍS
 
Las reticencias no afectan solo al sector privado. En verano la agencia sueca de protección de datos pidió a varios ayuntamientos que revisen sus contratos con Google o dejen de utilizarlo porque no respetan la legislación. Más llamativo aún, Brasil anunció a principios de semana la creación de un servicio de correo público seguro para que su Gobierno esté a salvo del espionaje.

“Las políticas se seguridad de EE UU son perjudiciales para sus intereses nacionales”, asegura David Castro, analista de la Fundación Tecnologías de la Información e Innovación en Washington. “El Gobierno de Obama debe más transparente sobre cómo obtiene y procesa los datos”, advierte.
Eso es lo que pidieron, en agosto, seis empresas norteamericanas dedicadas a las tecnologías de la información en un memorándum enviado a la Casa Blanca. Prevén que si no se cambia la legislación perderán oportunidades de negocio por 25.600 millones de euros de aquí al 2016. Preguntados uno por uno, ninguno de los grandes del sector, desde Google hasta Yahoo, reconocen, por ahora, haber perdido clientes.

Las empresas europeas y de países emergentes van ahora a tratar de arrebatar ese botín multimillonario a sus rivales norteamericanos. “Las últimas revelaciones crean una oportunidad para que las compañías europeas marquen diferencias con sus competidores de EE UU”, afirma David Castro.

Spamina es uno de esas pymes españolas que trata de atraer usuarios inquietos por la inseguridad en EE UU. “En Spamina creemos en el modelo de nube multi-nodo que permite garantizar a nuestros clientes que leyes como la Patriot Act no tienen vigor en nuestros datacenters”, reza la presentación en su web. “La mayoría de los que ahora llaman a nuestra puerta es por este motivo”, explica Jordi Vilanova, director de marketing de esta pyme catalana.

“Desde que estalló el escándalo el número de nuestros clientes aumentó en cerca de un 25% porque solo almacenamos datos en Alemania”, indica Valerio. En Europa son, sin embargo, las empresas suizas las que hacen un mayor esfuerzo de captación —Artmotion incrementó sus clientes en un 50%— argumentando que en la Confederación los datos estarán tan seguros como el dinero.
A medio plazo los directivos europeos del sector se muestran, no obstante, escépticos. “Sospecho que los gobiernos europeos tienen intenciones similares del de EE UU y acabarán recurriendo a los mismos métodos”, vaticina Valerio resumiendo una opinión bastante generalizada.

 

 

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