Obama, en el G-20: «Fui elegido para acabar guerras»
Día 06/09/2013 - 17.24h
El presidente de Estados Unidos ha confirmado que hablará el martes para calmar el «escepticismo y el cansancio» que muestran los americanos ante el conflicto
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha comparecido en San Petersburgo tras la reunión del G 20. Sus primeras palabras han sido para confirmar la salida de la recesión y la mejora de los indicadores económicos que se están vislumbrando en todo el mundo. «La recuperación es el principal hito en los últimos cinco años», ha dicho. «Por primera vez en tres años mejoran los indicadores económicos», mantiene, al tiempo que ha alabado la creación de nuevos empleos en su país y la reducción de la dependencia del petróleo extranjero. «Hemos sentado las bases para comenzar un crecimiento económico más sostenible», ha explicado.
También ha hablado sobre la situación de los países emergentes, que «han parado su crecimiento», y apuesta por favorecer su apoyo para continuar con su desarrollo.
Intervención en Siria
Sobre el caso de Siria, Obama ha mantenido que el régimen utilizó armas prohibidas. «Las armas químicas que Al Assad utilizó son una tragedia para la paz y seguridad global». «Las acciones de Assad suponen una amenaza para sus vecinos y corren el riesgo de desestabilizar Oriente Próximo. Además está el peligro de que estas armas caigan en manos terroristas», confirmó en la rueda de prensa posterior a la reunión del G20.
«No responder a esta provocación sería mandar un mensaje a regímenes dictatoriales para que puedan utilizar estas armas si no se toman medidas contra Siria. Los líderes de Europa, Asia, Estados Unidos y los países árabes se han reunido para confirmar una respuesta contundente y tomar medidas disuasorias», ha explicado.
El presidente continuará con su ronda de diálogos para recabar apoyos para su intervención: «Seguiré hablando con el Congreso y el pueblo estadounidense así como con la comunidad internacional». Por este motivo ha anunciado que se dirigirá a la nación el martes para explicar las decisiones tomadas, ya que ha constatado que «los ciudadanos están cansados de guerra» y entiende «el escepticismo» de los votantes, pero que lo hace «porque es lo correcto, no porque sea lo más popular». «Me eligieron para esto, para tomar decisiones difíciles: este tipo de intervenciones siempre son impopulares, pero incluso ayudar a los británicos en la Segunda Guerra Mundial fue impopular», mantiene.
«Fui elegido para acabar guerras»
El presidente ha explicado que su objetivo no es iniciar guerras por otros intereses más que proteger a la población tras las imágenes de niños gaseados que «todos vimos en televisión». A este respecto ha mantenido que «fui elegido para acabar guerras, no para iniciarlas». «Tengo una reputación bien ganada de examinar muy en serio cualquier acción militar», ha asegurado, y cree que, aunque esta sea una decisión difícil, «tenemos que tomarla para proteger las cosas que nos importan».
En el caso del posible veto por Rusia y China en la ONU, ha defendido que «si utilizamos el Consejo de Seguridad de la ONU como una barrera, entonces la gente se convertirá en escéptica del sistema y dejará de creer».
El presidente no se ha querido mojar ante la pregunta de qué pasaría si el Congreso no le apoyara en el ataque. Se ha centrado en decir que tiene un plan limitado y proporcionado y que congresistas y senadores conocen los informes oficiales y no cree que no le den su apoyo. Además ha dicho que uno de los temores es un nuevo ataque de Assad con armas químicas. Ante esto ha dicho que «es posible que Assad pueda redoblar su apuesta y vuelva a utilizar armas químicas en caso de intervención estadounidense», pero que sería contraproducente porque entonces sí que se haría una coalición internacional.
Durante la intervención ha hecho hincapié varias veces sobre la comparación con Iraq para decir que no habrá similitudes entre ambas guerras. «Será un ataque limitado y proporcional que limite la capacidad de Al Assad. No habrá hombres sobre el terreno», ha recalcado, y ha querido insistir en que la intervención se hará «porque es lo correcto y es bueno para la Democracia».
Respecto a los casos de espionaje de la NSA
Obama ha hablado sobre las alegaciones que Roussef y Peña Nieto hicieron sobre el escándalo de espionaje de la NSA. «Me reuní con los presidentes de México y Brasil para hablar sobre las acciones de la Agencia de Seguridad Nacional», ha explicado el presidente. Obama ha creído oportuno «repensar» la naturaleza de las tecnologías para tener cuidado por las «preocupaciones sobre la privacidad e intimidad» que muestran los ciudadanos. «Tenemos que tener cuidado a la hora de utilizar estas tecnologías», ha mantenido. Sobre las protestas de Brasil y México ha defendido que «nos enteramos por la prensa de las alegaciones de ambos países» por los casos de espionaje.
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