Nueve detenidos por una masacre de policías en Guatemala
Entre los presuntos culpables de asesinar a ocho agentes se encuentra un policía
La investigación apunta a que fue una venganza por el robo de droga
José Elías Ciudad de Guatemala 15 JUL 2013 - 20:18 CET1
Una investigación de inteligencia, en la que participaron “lo mejor del Ejército y la Policía”, en palabras del ministro del Interior, Mauricio López Bonilla, permitió la detención de nueve de los presuntos autores de una masacre de policías ocurrida el pasado 13 de junio. En aquel ataque contra ocho agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) destinados en la subestación de la ciudad de Salcajá (Quetzaltenango, oeste del país) fue además secuestrado el subinspector al mando del cuartelillo, Augusto García Cortez, cuyo cuerpo, descuartizado, fue hallado días después en el río Valparaíso (Huehuetenango, frontera con México).
De acuerdo a la versión oficial, la captura de los presuntos responsables es fruto de una investigación denominada Operación Dignidad, que duró un mes y se tradujo, este domingo, en 38 allanamientos en el municipio de La Democracia (Huehuetenango). Entre los detenidos está un agente de la PNC, Fredy García Chávez, y dos mujeres, en cuyas viviendas se encontraron armas, y 15 vehículos de gran cilindrada, algunas de ellos blindados.
“Tenemos suficientes pruebas que indican que los capturados son los responsables de la muerte de los ocho policías y del secuestro del subinspector García”, dijo la fiscal General del Estado, Claudia Paz y Paz, en una rueda de prensa en el Aeropuerto Militar de la capital guatemalteca, hasta donde los detenidos fueron llevados en helicópteros del Ejército.
Todo apunta a que la masacre fue una venganza por la supuesta participación de García en un robo de droga al cartel que ordenó el ataque y su posterior secuestro. Lo anterior explica que García no fuera asesinado como sus compañeros: lo necesitaban vivo para conocer el paradero de la cocaína robada. También explica la crueldad de su asesinato: su cuerpo fue descuartizado y lanzado en bolsas plásticas al río Valparaíso, en la fronteriza provincia de Huehuetenango. Las aguas dispersaron los restos a lo largo de 30 kilómetros, rastreados pulgada a pulgada por unidades especializadas de bomberos. El primer hallazgo, tres dedos de la mano derecha, se produjo el martes 18. Horas después, a varios kilómetros, se encontró una pierna, sin pie, y un torso. El miércoles se encontró la cabeza, cortada en forma vertical.
La saña es la impronta de los asesinatos de las mafias del narcotráfico, que a la vez son avisos para quienes sientan la tentación de intervenir en esta actividad.
Al final de la rueda de prensa, el ministro López Bonilla hizo énfasis en que con esta operación se lanza un mensaje a los grupos criminales. “Este es un mensaje para quien se atreva a tocar a un juez, un fiscal, policía o soldado, quienes velan por el cumplimiento de la ley”, dijo.
La Operación Dignidad también permitió a las autoridades incautarse de seis fusiles de alto poder tipo AK-47, cuyo uso en Guatemala solo está permitido al Ejército, así como pistolas calibre .9 milímetros, tolvas y munición abundante; 15 vehículos todo terreno de modelo reciente, algunos de ellos blindados, dinero en efectivo en monedas estadounidense, mexicana y guatemalteca, cuyo importe ronda los 15.000 dólares.
La operación de la policía guatemalteca, que ha recibiido apoyo de su homóloga mexicana, continúa abierta. Los detenidos prestarán su primera declaración este lunes en Ciudad de Guatemala.
De acuerdo a la versión oficial, la captura de los presuntos responsables es fruto de una investigación denominada Operación Dignidad, que duró un mes y se tradujo, este domingo, en 38 allanamientos en el municipio de La Democracia (Huehuetenango). Entre los detenidos está un agente de la PNC, Fredy García Chávez, y dos mujeres, en cuyas viviendas se encontraron armas, y 15 vehículos de gran cilindrada, algunas de ellos blindados.
“Tenemos suficientes pruebas que indican que los capturados son los responsables de la muerte de los ocho policías y del secuestro del subinspector García”, dijo la fiscal General del Estado, Claudia Paz y Paz, en una rueda de prensa en el Aeropuerto Militar de la capital guatemalteca, hasta donde los detenidos fueron llevados en helicópteros del Ejército.
Todo apunta a que la masacre fue una venganza por la supuesta participación de García en un robo de droga al cartel que ordenó el ataque y su posterior secuestro. Lo anterior explica que García no fuera asesinado como sus compañeros: lo necesitaban vivo para conocer el paradero de la cocaína robada. También explica la crueldad de su asesinato: su cuerpo fue descuartizado y lanzado en bolsas plásticas al río Valparaíso, en la fronteriza provincia de Huehuetenango. Las aguas dispersaron los restos a lo largo de 30 kilómetros, rastreados pulgada a pulgada por unidades especializadas de bomberos. El primer hallazgo, tres dedos de la mano derecha, se produjo el martes 18. Horas después, a varios kilómetros, se encontró una pierna, sin pie, y un torso. El miércoles se encontró la cabeza, cortada en forma vertical.
La saña es la impronta de los asesinatos de las mafias del narcotráfico, que a la vez son avisos para quienes sientan la tentación de intervenir en esta actividad.
Al final de la rueda de prensa, el ministro López Bonilla hizo énfasis en que con esta operación se lanza un mensaje a los grupos criminales. “Este es un mensaje para quien se atreva a tocar a un juez, un fiscal, policía o soldado, quienes velan por el cumplimiento de la ley”, dijo.
La Operación Dignidad también permitió a las autoridades incautarse de seis fusiles de alto poder tipo AK-47, cuyo uso en Guatemala solo está permitido al Ejército, así como pistolas calibre .9 milímetros, tolvas y munición abundante; 15 vehículos todo terreno de modelo reciente, algunos de ellos blindados, dinero en efectivo en monedas estadounidense, mexicana y guatemalteca, cuyo importe ronda los 15.000 dólares.
La operación de la policía guatemalteca, que ha recibiido apoyo de su homóloga mexicana, continúa abierta. Los detenidos prestarán su primera declaración este lunes en Ciudad de Guatemala.
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