Pasadas las seis de la tarde se produjo en El Cairo el esperado anuncio. Palestinos e israelíes se comprometían a dejar de dispararse. Habían alcanzado un acuerdo de alto el fuego gracias a la mediación egipcia y estadounidense. Habían decidido poner fin a ocho días de un sangriento fuego cruzado, que amenazaba con desbordarse y dinamitar los frágiles equilibrios regionales. El alto el fuego trajo anoche la paz a la zona. Por ahora. Las próximas horas y días resultarán decisivas para determinar si las partes se adhieren al compromiso de alto el fuego inicial. Se mantenga o no,
el Egipto del presidente Mohamed Morsi, garante último del pacto, ha quedado consagrado como la nueva gran potencia diplomática de la región.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó en una conferencia de prensa su satisfacción y agradecimiento a los mediadores, pero también su cautela. “Sé que hay ciudadanos que esperan una acción militar más severa y puede que la necesitemos”, dijo durante su intervención en alusión a una eventual ruptura del pacto. El Ejecutivo israelí ha llamado en los últimos días a filas a 70.000 reservistas, a la espera de una orden de entrar en la franja por tierra. Jaled Meshal, líder de Hamás en el exilio consideró sin embargo
un éxito rotundo un acuerdo que dijo “ha conseguido todas nuestras demandas”.
Al menos 154 palestinos y cinco israelíes han muerto en esta nueva espiral de violencia desencadenada
tras el asesinato selectivo de Ahmed Yabari, jefe militar de Hamás hace una semana. El miércoles fue un día especialmente intenso de bombardeos sobre Gaza.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, fue junto a su homólogo egipcio la encargada de anunciar el acuerdo que incluye dos fases. Una primera, que comenzó la noche de este miércoles a las nueve —una hora menos en España— y por la que las partes se comprometen en esencia, a no disparar. Israel a no atacar “por tierra, mar y aire, incluidos los ataques a individuos”, según la traducción del texto del acuerdo al inglés. Y todas las facciones palestinas se comprometen a “poner fin a las hostilidades, incluido el lanzamiento de cohetes y los ataques fronterizos”.
A esta primera fase inicial, le seguirá una segunda más compleja que en principio se negociará a partir de las 24 horas de la puesta en marcha del acuerdo y que debe dar paso a la tregua permanente. Se trata de dar cumplimiento a las principales exigencias de las partes. Israel quiere que vuelva la calma al sur y en general a todo el país y quiere además garantías de que no entrará armamento a Gaza a través de la frontera sur de la Franja, es decir, la que linda con Egipto. El movimiento islamista Hamás exige a cambio el alivio del bloqueo israelí, que impide la entrada y salida de personas y mercancías de Gaza desde hace más de cinco años.
El punto “c” del acuerdo estipula que tras 24 horas de cumplimiento del alto el fuego, “se tratará la apertura de los pasos fronterizos y se facilitará el movimiento de personas y la transferencia de mercancías”. Para Israel, esto quiere decir que se sentarán a negociar estas cuestiones; que el único compromiso israelí hasta el momento es el cese de las hostilidades, según explican fuentes oficiales. En la Franja de Gaza sin embargo ya celebraban sin embargo lo que consideran un levantamiento inmediato del embargo. Lo que está claro es que el texto no deja zanjada esta espinosa cuestión y que por tanto hay margen para el desencuentro pasadas las 24 horas iniciales de calma. Egipto será el encargado de negociar con Israel estos puntos.
La tensión de los dos últimos días de tira y afloja diplomático sobre los detalles del acuerdo alcanzó el miércoles su punto álgido cuando empezaron a trascender las noticias de un inusual atentado en Tel Aviv.
Un autobús había explotado. Los peores temores se confirmaron en seguida. Había sido un atentado, que causó más de una veintena de heridos y que resucitó los fantasmas de los autobuses saltando por los aires durante la segunda Intifada. El atentado se produjo en la calle Shaul Hameleh, justo en la parte trasera de la Kirya, sede del ministerio de Defensa y cuartel general del Ejército israelí. Un lugar ultravigilado, donde sin embargo, una persona logró subirse al autobús 142 y dejar un paquete bomba que explotó poco después sin causar víctimas mortales.
Las persianas de la Kirya echaron el cierre y algunos militares se trasladaron a otros edificios. En el lugar del atentado, se podía ver los restos de las ventanas del autobús y de algunos coches, que saltaron por los aires. Israel Cornick, de los equipos de rescate explica que “cuando llegué, vi a una mujer llorando como un niño. Estaba sangrando. Cuando la saqué, me dijo:
Dile a Netanyahu que sea fuerte, que vaya hasta al final”. Israel se puso en seguida en alerta y las esperanzas de una tregua se fueron diluyendo con el paso de las horas. A media tarde, sin embargo, saltó la sorpresa de la mano de Hillary Clinton.
El papel egipcio
Clinton llegó a la capital egipcia después de haberse entrevistado a primera hora de la mañana con
el raïs palestino, Mahmud Abbas, y posteriormente con el primer ministro israelí,
Benjamin Netanyahu. La reunión con Netanyahu fue la segunda en las últimas 24 horas.
El presidente egipcio, Mohamed Morsi se implicó en el conflicto de Gaza desde el primer día. Su compromiso se explica sobre todo por dos razones: su voluntad de restaurar el rol de potencia regional de Egipto, y la posible desestabilización del país que provocaría una incursión terrestre del ejército israelí en Gaza.
A pesar del sentimiento de solidaridad hacia Hamás de Morsi, y su movimiento, los Hermanos Musulmanes, el
raïs es consciente de que necesita mantener unas buenas relaciones con Occidente para relanzar la maltrecha economía egipcia. Una mayor inflamación del conflicto entre Hamás e Israel aumentaría las presiones internas hacia el presidente para adoptar una actitud más contundente, como romper las relaciones diplomáticas con Israel, o incluso congelar los acuerdos de paz de Camp David.
Una de las primeras acciones de Egipto tras el inicio de la ofensiva israelí fue el envío a Gaza de una
delegación gubernamental presidida su primer ministro, Hisham Kandil, enterrando así el aislamiento político de Hamás promovido por Washington desde que la milicia islamista se hizo con el control de la Franja.
Sin embargo, el gesto fue aplaudido por parte de la Casa Blanca: un ejercicio de pragmatismo y una muestra de que Obama entiende que la primavera árabe ha cambiado la ecuación geostratégica en la región, y que debe otorgar a Egipto un mayor margen de maniobra respecto a EE UU. De hecho,
la propia Hillary fue una de las primeras visitas de mandatarios extranjeros que recibió Morsi tras su investidura presidencial.
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HA SIDO ANUNCIADO POR EL MINISTRO EGIPCIO DE EXTERIORES Y HILLARY CLINTON
Israel y Hamás pactan un alto el fuego que entra en vigor esta misma noche
El ministro egipcio de Exteriores, Mohamed Kamel Amr, anunció hoy en El Cairo un acuerdo entre israelíes y palestinos para comenzar un alto el fuego desde las 21.00 hora local (19.00 GMT) de hoy. En la rueda de prensa de presentación del alto el fuego ha estado presente la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton.
21 Noviembre 12 - Jerusalén/El Cairo - larazon.es
"Egipto llevó a cabo grandes esfuerzos y contactos con los dirigentes palestinos, las facciones palestinas, con Israel y con las partes internacionales implicadas, a la cabeza de las cuales está Estados Unidos, y esos esfuerzos llegaron a un acuerdo para el alto el fuego y al cese del derramamiento de sangre", dijo Amr.
En una rueda de prensa junto a la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, Amr anunció que la tregua comenzará a partir de "las 21.00 hora de El Cairo".
El titular de Exteriores se comprometió a que Egipto continuará con sus esfuerzos para hallar "una solución global y justa en la región", y que trabajará de igual forma para poner fin a la división interpalestina y para la reconciliación de los palestinos.
Finalmente, el jefe de la diplomacia egipcia reclamó a todas las partes el "cumplimiento del acuerdo al que se llegó hoy bajo los auspicios de Egipto".
Por su lado, la jefa de la diplomacia estadounidense destacó el papel del nuevo Gobierno egipcio del presidente Mohamed Mursi en las negociaciones, y agradeció al mandatario islamista "su liderazgo personal".
"Este es un momento crítico para la región. El nuevo Gobierno egipcio está asumiendo la responsabilidad y el liderazgo que han convertido durante mucho tiempo a este país en una piedra angular de la estabilidad y la paz", señaló Clinton.
Después de dar la bienvenida a este acuerdo para "el alto el fuego, el cese del lanzamiento de cohetes y el fin de la violencia", Clinton lo calificó de "paso en la dirección correcta", que debe ser mantenido entre todos.
"Mursi y yo abordamos cómo pueden EEUU y Egipto trabajar juntos para apoyar a las partes en este proceso", aseguró, antes de explicar que en los próximos días su país trabajará "con sus socios en la región" para respaldar el paso y mejorar la situación de los habitantes de Gaza y la seguridad para los israelíes.
"Todos los pasos deben llevar a una paz global en la región. No hay más alternativa mas que un paz justa y global", aseveró Clinton, que en las últimas horas se ha reunido con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Obama
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó hoy al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para felicitarle por su aceptación del alto el fuego propuesto por Egipto y anunciado esta noche en El Cairo. "El presidente (Obama) elogió al primer ministro (Netanyahu) por aceptar la propuesta egipcia de alto el fuego a la vez que reiteró que Israel mantiene el derecho a defenderse", indicó Obama en un comunicado difundido hoy por la Casa Blanca.
Asimismo, la nota señaló que Obama "recomendó" a Netanyahu aceptar este alto el fuego y reiteró su "compromiso en favor de la seguridad de Israel".
"No se puede esperar que ningún país tolere los ataques con cohetes contra civiles", agregó el presidente de Estados Unidos en alusión a lanzamientos hechos por Hamás desde la Franja de Gaza sobre suelo israelí.
Por último, subrayó que Washington "aprovechará esta oportunidad ofrecida por el alto el fuego para intensificar los esfuerzos para ayudar a Israel a encarar sus necesidades de seguridad, especialmente en el tema del contrabando de explosivos y armas hacia Gaza".
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