La historia comienza en 1942. Cuando África se convirtió en zona de combate, la Fuerza Aérea Española envió algunas escuadrillas a África del Norte para proteger el espacio aéreo del Marruecos español y su protectorado. Entre las unidades enviadas, había algunos Heinkel 112B, el aparato que años antes había competido en Alemania con el Bf 109 (Messerschmitt) por la plaza de caza estándar de la Luftwaffe.
Para el que no conozca este aparato (He112) simplemente diré que para muchos
aficionados a la aviación, este modelo tenía más posibilidades que el
Messerschmitt y que de haber seguido su desarrollo, hubiera dado lugar a una
serie de interceptores de gran nivel. Pero ésta no es la cuestión del presente
artículo.
Volviendo a África, en noviembre de 1942 los Aliados desembarcaron en el
Marruecos francés y en Argelia, lo que supuso llevar la guerra hasta las
mismísimas fronteras españolas. Desde el principio, los aviones aliados
violaron el espacio aéreo español de forma deliberada y continuada. En
muchísimas ocasiones, estas violaciones dieron lugar a la aparición de cazas
españoles en el área, que armados de paciencia y con órdenes expresas de Madrid
no abrieron fuego contra los incursores.
Una de esas ocasiones en que los cazas españoles podrían haber causado una
escabechina entre los aparatos aliados, tuvo lugar el 8 de noviembre, cuando
varios cazas interceptaron una formación de C-47 Skytrains sin escolta cargados
de paracaidistas en Estutel, cerca de Melilla. Sin embargo, los aparatos
españoles no hicieron fuego, limitándose a escoltar a los aviones
norteamericanos fuera del espacio aéreo propio.
Durante meses, este tipo de “encuentros” fue habitual. Hay varios informes
similares de encuentros en espacio aéreo español con Spitfires. La mayor parte
de las interceptaciones las realizaron los Heinkel 112, que por prestaciones y
características, era el mejor caza español en África. Estos aparatos habían
permanecido en la Fuerza Aérea desde la Guerra Civil, con pocas mejoras. En
total, había 18 de ellos disponibles.
Además de estos encuentros con aviones aliados, hubo otros menos amistosos con
aparatos de la Francia de Vichy, llegando a combatir los He112 con Dewoitine
520 galos en varias ocasiones sin pérdidas por parte de ningún bando.
Sin embargo, los aliados siguieron sin respetar el espacio aéreo español, y el
primer incidente serio ocurrió el 3 de marzo de 1943. Ese día, los puestos de
observación de tierra observaron como una formación de cazabombarderos aliada
violaba nuevamente la soberanía española cruzando a Marruecos desde Argelia.
Recibida la noticia en el 27º Grupo de Caza, se ordenó que los Heinkels
salieran a interceptarlos.
El Teniente Miguel Entrena Klett despegó inmediatamente con su He112B2 del
aeródromo de Nador y ascendió hasta los 3.500m detectando casi inmediatamente
la presencia de 11 cazabombarderos norteamericanos (P-38F1 Lightnings del 14th
Fighter Group con base en Youk-les-Bains, Argelia) volando en dos formaciones,
de cinco y seis aparatos a diferentes alturas. Para atacar con alguna
posibilidad, Entrena se posicionó a mayor altura (4.000m) entre los P-38 y el
sol. Eligió de las dos formaciones estadounidenses, la que volaba a mayor
altura, y se lanzó disparando contra uno de los bimotores. El aparato fue
alcanzado por varios proyectiles del cañón de 20mm del He112, y uno de sus
motores comenzó a arder desprendiendo humo. El piloto del aparato alcanzado
lanzó los depósitos externos de combustible y abandonó la formación, seguido
por el Teniente Miguel Entrena, quien no volvió a disparar contra él, sino que
poniéndose a su altura le hizo gestos para que se lanzara en paracaídas.
El piloto estadounidense no saltó. Preocupado seguramente por no quedar en
territorio español (lo que habría supuesto el internamiento, maniobró hacia la
frontera hispano francesa entre Marruecos y Argelia, consiguiendo hacer un
aterrizaje forzoso a orillas del río Mulluya, justo en la frontera pero ya en
territorio francés (controlado por los Aliados desde 1942 tras los desembarcos
de la Operación Torch). El P-38 sufrió serios daños en la toma de tierra porque
debido a los impactos recibidos, sólo una de las dos ruedas laterales
descendió, con lo que al final, el aterrizaje se produjo sobre su panza.
Este incidente pudo haber tenido consecuencias internacionales, pero los
Aliados, implicados en la campaña africana y con toda la Segunda Guerra Mundial
por delante todavía, no tomaron represalias sobre España. Del mismo modo, desde
Madrid se dio órdenes expresas a los interceptores de que sólo en el caso de
ser atacados estarían autorizados a disparar sobre aviones aunque se hallaran
en territorio español.
De hecho, varios aparatos estadounidenses tuvieron que hacer aterrizajes de
emergencia en el Marruecos español, quedando internados, siendo algunos de
ellos: tres Spitfires, un Swordfish, un B-24, un P-38 y un B-25 (que después
fue puesto en servicio en las Fuerzas Armadas Españolas). Por supuesto, también
aparatos del Eje acabaron internados en este escenario de la guerra, entre
ellos, un Ju88 y un He111.
Fuera del terreno de la aviación, muchos paracaidistas norteamericanos cayeron
también sobre el Marruecos español, siendo apresados por las autoridades de
cada zona.
Para el que no conozca este aparato (He112) simplemente diré que para muchos aficionados a la aviación, este modelo tenía más posibilidades que el Messerschmitt y que de haber seguido su desarrollo, hubiera dado lugar a una serie de interceptores de gran nivel. Pero ésta no es la cuestión del presente artículo.
Volviendo a África, en noviembre de 1942 los Aliados desembarcaron en el Marruecos francés y en Argelia, lo que supuso llevar la guerra hasta las mismísimas fronteras españolas. Desde el principio, los aviones aliados violaron el espacio aéreo español de forma deliberada y continuada. En muchísimas ocasiones, estas violaciones dieron lugar a la aparición de cazas españoles en el área, que armados de paciencia y con órdenes expresas de Madrid no abrieron fuego contra los incursores.
Una de esas ocasiones en que los cazas españoles podrían haber causado una escabechina entre los aparatos aliados, tuvo lugar el 8 de noviembre, cuando varios cazas interceptaron una formación de C-47 Skytrains sin escolta cargados de paracaidistas en Estutel, cerca de Melilla. Sin embargo, los aparatos españoles no hicieron fuego, limitándose a escoltar a los aviones norteamericanos fuera del espacio aéreo propio.
Durante meses, este tipo de “encuentros” fue habitual. Hay varios informes similares de encuentros en espacio aéreo español con Spitfires. La mayor parte de las interceptaciones las realizaron los Heinkel 112, que por prestaciones y características, era el mejor caza español en África. Estos aparatos habían permanecido en la Fuerza Aérea desde la Guerra Civil, con pocas mejoras. En total, había 18 de ellos disponibles.
Además de estos encuentros con aviones aliados, hubo otros menos amistosos con aparatos de la Francia de Vichy, llegando a combatir los He112 con Dewoitine 520 galos en varias ocasiones sin pérdidas por parte de ningún bando.
Sin embargo, los aliados siguieron sin respetar el espacio aéreo español, y el primer incidente serio ocurrió el 3 de marzo de 1943. Ese día, los puestos de observación de tierra observaron como una formación de cazabombarderos aliada violaba nuevamente la soberanía española cruzando a Marruecos desde Argelia. Recibida la noticia en el 27º Grupo de Caza, se ordenó que los Heinkels salieran a interceptarlos.
El Teniente Miguel Entrena Klett despegó inmediatamente con su He112B2 del aeródromo de Nador y ascendió hasta los 3.500m detectando casi inmediatamente la presencia de 11 cazabombarderos norteamericanos (P-38F1 Lightnings del 14th Fighter Group con base en Youk-les-Bains, Argelia) volando en dos formaciones, de cinco y seis aparatos a diferentes alturas. Para atacar con alguna posibilidad, Entrena se posicionó a mayor altura (4.000m) entre los P-38 y el sol. Eligió de las dos formaciones estadounidenses, la que volaba a mayor altura, y se lanzó disparando contra uno de los bimotores. El aparato fue alcanzado por varios proyectiles del cañón de 20mm del He112, y uno de sus motores comenzó a arder desprendiendo humo. El piloto del aparato alcanzado lanzó los depósitos externos de combustible y abandonó la formación, seguido por el Teniente Miguel Entrena, quien no volvió a disparar contra él, sino que poniéndose a su altura le hizo gestos para que se lanzara en paracaídas.
El piloto estadounidense no saltó. Preocupado seguramente por no quedar en territorio español (lo que habría supuesto el internamiento, maniobró hacia la frontera hispano francesa entre Marruecos y Argelia, consiguiendo hacer un aterrizaje forzoso a orillas del río Mulluya, justo en la frontera pero ya en territorio francés (controlado por los Aliados desde 1942 tras los desembarcos de la Operación Torch). El P-38 sufrió serios daños en la toma de tierra porque debido a los impactos recibidos, sólo una de las dos ruedas laterales descendió, con lo que al final, el aterrizaje se produjo sobre su panza.
Este incidente pudo haber tenido consecuencias internacionales, pero los Aliados, implicados en la campaña africana y con toda la Segunda Guerra Mundial por delante todavía, no tomaron represalias sobre España. Del mismo modo, desde Madrid se dio órdenes expresas a los interceptores de que sólo en el caso de ser atacados estarían autorizados a disparar sobre aviones aunque se hallaran en territorio español.
De hecho, varios aparatos estadounidenses tuvieron que hacer aterrizajes de emergencia en el Marruecos español, quedando internados, siendo algunos de ellos: tres Spitfires, un Swordfish, un B-24, un P-38 y un B-25 (que después fue puesto en servicio en las Fuerzas Armadas Españolas). Por supuesto, también aparatos del Eje acabaron internados en este escenario de la guerra, entre ellos, un Ju88 y un He111.
Fuera del terreno de la aviación, muchos paracaidistas norteamericanos cayeron también sobre el Marruecos español, siendo apresados por las autoridades de cada zona.
Miguel Entrena Klett.
Participó en la Guerra Civil Española como Alférez (más tarde Teniente) Provisional de Regulares de África (primer Tabor del Tetuán Nº1). Fue condecorado dos veces con la Cruz de Guerra y con una Cruz Laureada de San Fernando colectiva.
Ingresó en la Escuela Elemental de El Copero del Ejército del Aire en 1939, llegando a ser a lo largo de su carrera, profesor de la Escuela de Caza (fue seleccionado como Instructor con sólo 135 horas de vuelo durante 1941, lo que dice bastante de sus habilidades) y piloto de pruebas del Escuadrón Experimental de Vuelo de Torrejón.
Se retiró en 1967 con el grado de Coronel, habiendo acumulado como piloto de combate y como instructor (cerca de diez años como profesor), más de 6.800 horas de vuelo, casi todas en cazas monomotores.
Fue también piloto de la línea aérea Spantax, donde acumuló otras 14.000 horas de vuelo en aviones comerciales hasta su retirada definitiva. Falleció en Madrid el 19 de febrero de 1999, a los 81 años.
LA DEFENSA DEL ESPACIO AÉREO ESPAÑOL 1939-1944.
Obviando los movimientos políticos, la recepción de diferente tipo de armamento procedente de las potencias del Eje y el envío de la División Azul al frente ruso, España se vio envuelta durante la Segunda Guerra Mundial en una difícil partida de ajedrez, en la que no jugaba como contendiente pero que se jugaba sobre su tablero. Un tablero que se extendía por la zona del estrecho de Gibraltar, Islas Baleares, Protectorado de Marruecos, Sahara, Ifni y las islas Canarias. Franceses, italianos, ingleses y posteriormente norteamericanos violaron en repetidas ocasiones el espacio aéreo español y no fueron pocos los choques que se produjeron. Este breve trabajo quiere ser sólo una pequeña muestra de lo duro y peligroso que era mantener la neutralidad en ese tablero.
ZONA DEL ESTRECHO Y BALEARES
El 18 de diciembre de 1939, un Ju-52 de Iberia que realizaba el trayecto Sevilla-Tetuán fue derribado sobre la bahía de Algeciras por el fuego antiaéreo de un destructor británico. La tripulación y los 7 pasajeros que viajaban en el aparato murieron en el acto. Así comenzaba la difícil defensa del espacio aéreo español en la Segunda Guerra Mundial.
Pocos días después, tal vez como represalia por este ataque, un avión británico era derribado por la artillería antiaérea de Tarifa. Se desconoce el tipo de aparato, pero ciertos documentos estudiados recientemente parecen confirmar este derribo.
Las cosas se complicaron con el hundimiento de Francia arrollada por el ejército alemán ya que aviones franceses comenzaron a aparecer en este escenario. El 3 de Junio de 1940, 2 aviones franceses ( se desconoce el modelo) que habían invadido territorio español, son derribados por la artillería antiaérea de La Línea de la Concepción, cuando al parecer se dirigían a Gibraltar.
El 7 de julio de 1940 un Dewoitine D-520 francés fue derribado por la AA de Algeciras.
El 20 de agosto, los protagonistas serían diferentes, durante un ataque de bombarderos italianos a Gibraltar uno de ellos fue derribado, casi con toda seguridad por baterías antiaéreas españolas.
Después de este derribo en la zona del estrecho permaneció en calma durante un año antes de que surgieran nuevos incidentes. Sin embargo el 8 de noviembre de 1940 un Savoia SM-79 español fue derribado por cazas británicos cerca de las Islas Baleares que al parecer “confundieron” con un aparato italiano, como afirmaron oficialmente las autoridades británicas a las españolas. En este incidente murieron los 5 tripulantes del aparato español. Aparentemente España aceptó las excusas y explicaciones de los británicos, pero siguiendo con el casual principio de acción y reacción, que ya se dio en diciembre de 1939 entre británicos y españoles, el 6 de julio de 1941 las baterías de artillería antiaérea De Punta Carnero derribaron un aparato Handley Page Hampden británico cerca de Gibraltar. El 25 de julio otro avión británico fue dañado por baterías antiaéreas españolas.
Sin embargo ese mes de julio de 1941 sería recordado por un bombardeo italiano que por error ( su objetivo era la base británica de Gibraltar) sufrió la Línea. En total murieron 5 personas y las baterías antiaéreas españolas respondieron al ataque aunque se desconoce si causaron algún daño a los aparatos italianos. El 20 de Octubre de 1941 los bombarderos italianos atacaron por error nuevamente La Línea ocasionando esta vez 2 muertos.
Este fue el último incidente que se produjo en la zona del estrecho hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, no sería así en otras zonas como veremos más adelante.
En total España durante el período que duraron estos incidentes sufrió la pérdida de 2 aparatos frente a los 6 aparatos (2 británicos ,3 franceses y 1 italiano) que las baterías antiaéreas lograron derribar.
PROTECTORADO ESPAÑOL EN MARRUECOS
El 29 de febrero de 1940, fue alcanzado por baterías antiaéreas españolas en la zona de Montes del Zaio un avión francés, pudiendo haber caído en zona francesa.
El 27 de mayo se repitió la visita de los aviones franceses pero esta vez en la zona de Tetuán, los disparos de las baterías no alcanzaron a los aparatos franceses.
Durante 1941 la tensión se enfrió y sólo se produjeron esporádicos incidentes durante el mes de abril. Sin embargo durante 1942 la tensión volvió a crecer, el 26 de junio la AA de Ceuta disparó sobre aviones británicos sin resultado.
El 8 de noviembre de 1942 se inició la Operación Torch, una fuerza conjunta anglo norteamericana con más de 100.000 hombres, desembarcó en las colonias norteafricanas de la Francia de Vichy. España sospechaba que la operación pudiera tener también como objetivo las islas Canarias y las posesiones españolas en África. Estas sospechas estaban totalmente fundadas, de hecho existían una serie de planes aliados de invasión del Protectorado Español en Marruecos, estos planes estaban englobados bajo la denominación “Backbone II”. Los planes aliados consistían en un conjunto de movimientos navales, acciones de comandos, desembarcos y lanzamientos de paracaidistas con el objetivo de ocupar rápidamente los puertos de Ceuta y Tánger, para desde allí ocupar el resto del Marruecos español. Era un plan ambicioso y al que se dedicaba numerosos medios materiales y humanos, con todo probabilidad las tropas españolas allí destacadas no hubieran podido aguantar mucho esta gran ofensiva. Por suerte para España, el plan no se llevó a cabo y los choques armados entre fuerzas españolas y aliadas se limitaron a incidentes aéreos.
El mismo día de iniciarse la operación, 3 C-47 norteamericanos fueron obligados a aterrizar en Tetuán, Melilla y Monte Arruit respectivamente por cazas Heinkel He-112 españoles. El 17 de noviembre una formación de 24 B-17 recibió disparos de aviso…la tensión iba en aumento.
El 3 de marzo de 1943 un He-112 pilotado por Miguel Entrena Klett atacó una formación de 11 P-38 norteamericanos que estaban violando el espacio aéreo español, el He-112 atacó y logró alcanzar en uno de los motores a un P-38. El avión norteamericano logró realizar un aterrizaje forzoso en la frontera entre Argelia y el Protectorado Español en Marruecos. Después de este derribo, continuaron las provocaciones de los aviones norteamericanos pero los pilotos españoles no realizaron ninguna salida ya que se les prohibió realizar intercepciones, la diplomacia española era ahora la que estaba jugando la partida… A pesar de esto, durante los meses de abril y mayo los incidentes son muy numerosos, las baterías antiaéreas españolas abren fuego repetidas veces contra aviones norteamericanos y británicos (B-24,P-38,Wellington,…) aunque no se tienen noticias de derribo alguno.
Finalmente son tantos los incidentes que las baterías antiaéreas españolas se apuntan un tanto, un Bristol Beaufighter británico es derribado cerca de Tánger, el piloto muere y el observador resulta herido y es capturado.
El 20 de julio en la zona de Larache las baterías españolas abren fuego sobre un Catalina Norteamericano, quien posteriormente se dedicó a ametrallar a 2 pesqueros españoles….
Pero al final la marea pasó y para alivio de España no hubo invasión aliada, durante este tenso período 2 aparatos aliados fueron derribados, 1 probable y 3 aviones fueron capturados.
SAHARA E IFNI
El 5 de febrero de 1941, un Ju-52 español procedente de Ifni, cuando se encontraba dentro del mar a 30 Km de Casablanca fue atacado por dos cazas franceses, el aparato resultó dañado y tuvo que tomar tierra en Rabat. Un miembro de la tripulación murió y otros 2 pasajeros resultaron heridos. Salvo este incidente todo permaneció en calma en esta zona, pero tras los desembarcos aliados de noviembre de 1942 la zona del Sahara y de Ifni sufre repetidas “visitas” de aviones aliados, durante el mes de febrero de 1943 las baterías antiaéreas españolas efectúan numerosos disparos contra los aviones aliados. Concretamente el 1 de febrero en Sidi Ifni las baterías españolas derriban un Vickers Wellington británico.
SAHARA E IFNI
El 5 de febrero de 1941, un Ju-52 español procedente de Ifni, cuando se encontraba dentro del mar a 30 Km de Casablanca fue atacado por dos cazas franceses, el aparato resultó dañado y tuvo que tomar tierra en Rabat. Un miembro de la tripulación murió y otros 2 pasajeros resultaron heridos. Salvo este incidente todo permaneció en calma en esta zona, pero tras los desembarcos aliados de noviembre de 1942 la zona del Sahara y de Ifni sufre repetidas “visitas” de aviones aliados, durante el mes de febrero de 1943 las baterías antiaéreas españolas efectúan numerosos disparos contra los aviones aliados. Concretamente el 1 de febrero en Sidi Ifni las baterías españolas derriban un Vickers Wellington británico.
Durante el mes de marzo continúan los incidentes, las baterías antiaéreas españolas vuelven a abrir fuego contra aviones que violan el espacio aéreo, especialmente los días 12 y 13, pero en estas ocasiones ningún avión aliado es derribado.
ISLAS CANARIAS
Desde el principio de la guerra, las Islas Canarias eran objeto de deseo por parte de las fuerzas aliadas debido a su posición estratégica. Los británicos elaboraron un plan de desembarco que denominaron “Chutney” que tenía como objetivo desembarcar en la isla de Gran Canaria, el plan fue posteriormente actualizado con el nombre de “Pilgrim”. Lo cierto es que la amenaza de invasión de las Islas Canarias fue muy real durante los años 1940,1941 y 1942, afortunadamente para España la invasión aliada no se llevó a cabo, quizás el fracaso de la operación aliada contra Dakar y el miedo británico a repetir otro fracaso similar, salvaron a las Islas Canarias de ser invadidas. Sin embargo esto no impidió que se produjeran numerosos incidentes aéreos. Desde principios de 1943 la artillería antiaérea española tuvo que repeler numerosas incursiones de aviones aliados, fundamentalmente de Catalinas. El 21 de febrero de 1943 un Wellington británico fue alcanzado y es posible que finalmente fuera derribado. Durante los meses siguientes continuaron las incursiones pero el 26 de octubre de 1943 además de las baterías antiaéreas se verían envueltos en estos incidentes aviones de caza españoles.
ISLAS CANARIAS
Desde el principio de la guerra, las Islas Canarias eran objeto de deseo por parte de las fuerzas aliadas debido a su posición estratégica. Los británicos elaboraron un plan de desembarco que denominaron “Chutney” que tenía como objetivo desembarcar en la isla de Gran Canaria, el plan fue posteriormente actualizado con el nombre de “Pilgrim”. Lo cierto es que la amenaza de invasión de las Islas Canarias fue muy real durante los años 1940,1941 y 1942, afortunadamente para España la invasión aliada no se llevó a cabo, quizás el fracaso de la operación aliada contra Dakar y el miedo británico a repetir otro fracaso similar, salvaron a las Islas Canarias de ser invadidas. Sin embargo esto no impidió que se produjeran numerosos incidentes aéreos. Desde principios de 1943 la artillería antiaérea española tuvo que repeler numerosas incursiones de aviones aliados, fundamentalmente de Catalinas. El 21 de febrero de 1943 un Wellington británico fue alcanzado y es posible que finalmente fuera derribado. Durante los meses siguientes continuaron las incursiones pero el 26 de octubre de 1943 además de las baterías antiaéreas se verían envueltos en estos incidentes aviones de caza españoles.
Un Fiat CR32 atacó a un Catalina produciéndole daños e hiriendo a 3 tripulantes pero a pesar de esto, logró llegar a Agadir y realizar un amerizaje de emergencia. El 28 de Octubre de 1943 los Fiat CR-32 vuelven a entablar combate con los aviones aliados pero es esta vez un Fiat CR32 el que lleva la peor parte, recibiendo algunos impactos lo que obliga al aparato regresar a la base.
El 1 de noviembre estos combates llegan a su punto culminante, un Fiat CR32 pilotado por Alfonso Ferrer de Armas es atacado por un Catalina norteamericano, el Fiat responde y logra hacer 40 impactos en el Catalina hiriendo a 3 de sus tripulantes y provocando serios daños en un motor, el tren de aterrizaje y en un tanque de combustible. El Catalina logró llegar a Agadir pero tras realizar un amerizaje de emergencia se hundió, lo que debe ser considerado como un derribo en toda regla. Este fue el segundo avión norteamericano derribado por cazas españoles durante la Segunda Guerra Mundial. A partir de este hecho los incidentes disminuyeron, durante el año 1944 siguieron produciéndose incursiones respondidas por las baterías antiaéreas españolas, pero ya no se volvieron a ver implicados cazas españoles. Según fue avanzando 1944 las incursiones sobre las Islas Canarias se fueron haciendo cada vez más esporádicas…
CONCLUSIÓN
España estuvo muy cerca del abismo en el período 1939-1944, la cantidad de incidentes armados y la gravedad de los mismos hubieran bastado para que los aliados declararan la guerra a España. Pero una combinación de hechos afortunados en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, los movimientos diplomáticos y por qué no decirlo, la determinación clara y rotunda demostrada en la defensa del espacio aéreo español salvó a España de verse envuelta en una guerra que hubiera tenido consecuencias terribles.
España estuvo muy cerca del abismo en el período 1939-1944, la cantidad de incidentes armados y la gravedad de los mismos hubieran bastado para que los aliados declararan la guerra a España. Pero una combinación de hechos afortunados en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, los movimientos diplomáticos y por qué no decirlo, la determinación clara y rotunda demostrada en la defensa del espacio aéreo español salvó a España de verse envuelta en una guerra que hubiera tenido consecuencias terribles.
1 comentario:
Gracias por su texto. Soy sobrino de D. Miguel Entrena y me he vuelto a emocionar como cuando se lo oía contar a él.
Les reitero mi agradecimiento.
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