Los opositores asestan un duro golpe a los pilares del régimen sirio
El cuñado del presidente, exjefe del espionaje y otro general han fallecido también
Ana Carbajosa Jerusalén18 JUL 2012 - 17:35 CET
Los grupos opositores han asestado un duro golpe al régimen del presidente sirio, Bachar el Asad, contra el que luchan. Han matado al ministro de Defensa, Daoud Rajha, a su número dos, Asef Shawkat, cuñado del presidente en un atentado. El ataque, según los analistas, demuestra la fragilidad de los centros de poder del régimen y podría suponer el principio del fin del dominio de la familia El Asad.
La agencia oficial de noticias siria indicó que “una explosión terrorista sucedió durante una reunión de varios ministros y oficiales de alto rango, causando heridas entre los asistentes, algunas de ellas críticas”. El jefe de la seguridad nacional y el ministro de Interior estaban también presentes en la reunión y están heridos de gravedad. Se trataba de una reunión del Gabinete de crisis, que discutía la estrategia a seguir para aplastar a los rebeldes, cada vez más presentes en Damasco. Los combates entre grupos armados antigubernamentales y el Ejército se han intensificado en los últimos tres días.
Poco después de la explosión que sucedió el centro de Damasco, el Ejército Libre Sirio y Liwa al Islam, un grupo islamista, se atribuyeron la autoría del ataque, según recoge la agencia Reuters. El Ejército sirio advirtió en un comunicado de que perseguirá hasta el final a los culpables. “Las Fuerzas Armadas eliminarán con decisión a las bandas asesinas y las perseguirán en sus guaridas hasta que limpiemos la patria de su maldad”, reza el comunicado.
Horas después del ataque, las fuerzas de seguridad sirias se empleaban a fondo para eliminar los focos rebeldes en la capital, según informaron los medios estatales. “Hay una fuerte presencia de las fuerzas de seguridad en las calles ahora mismo”, relataba Susan Ahmad, una vecina de Barzeh, uno de los barrios en los que se esconden los rebeldes a la agencia Reuters. “Aparte de las fuerzas de Asad, las calles están vacías”, añadió Ahmad.
Hassan Turkmani, ex ministro de Defensa también murió en el ataque como confirmaron posteriormente los medios estatales. El ministro de Interior, que a lo largo por día algunas fuentes dieron por muerto, “se encuentra estable”, según publicó la agencia estatal de noticias Sana. El hasta hoy titular de Defensa Rajha, un cristiano con el que el régimen pudo alardear de pluralista, fue inmediatamente reemplazado. Le sustituye el general Fahd Yasem al Freich, quien se apresuró a expresar su determinación de seguir librando la batalla contra los opositores. Mientras, el ministro de información sirio, Omran al Zoubi, estimó en una entrevista en televisión que “la responsabilidad de este crimen terrorista reside en los países que envían dinero y armas a Siria”.
La comunidad internacional condenó el atentado y se mostró alarmada ante la escalada de violencia en al capital siria. “La situación en Siria está quedando rápidamente fuera de control”, sostuvo el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta.
“La situación en Siria se está deteriorando claramente. Todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU tienen la responsabilidad de poner todo su peso para reforzar el plan del enviado especial, Kofi Annan, para poner fin a la violencia”, dijo el ministro de Exteriores británico, William Hague.
Está previsto que el Consejo de Seguridad de la ONU vote entre hoy y el próximo viernes una resolución propuesta por Estados Unidos, Reino unido, Francia y Alemania que debería prolongar la misión de los 300 observadores internacionales en Siria durante 45 días y endurecer las sanciones al régimen. China y Moscú se oponen a cualquier tipo de sanción contra Damasco y es previsible que veten cualquier resolución en este sentido, según fuentes diplomáticas citadas por la Agencia France Presse.
Sergei Lavrov, ministro de Exteriores de Rusia, el gran aliado sirio que ha torpedeado cualquier movimiento diplomático que pida la salida de El Asad, estimó que ahora mismo en Siria “se libra una batalla decisiva”. “Es una política de callejón sin salida apoyar a la oposición. Asad no se va a ir por sí mismo y nuestros socios occidentales no saben qué hacer al respecto”, dijo el ministro a los periodistas reunidos en Moscú.
La de hoy se perfila como una jornada crucial de un conflicto que se ha cobrado ya 16.000 vidas, según el recuento de los grupos opositores, desde que hace 17 meses miles de sirios decidieran salir a la calle para “derribar al régimen” al calor de la primavera árabe.
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La agencia oficial de noticias siria indicó que “una explosión terrorista sucedió durante una reunión de varios ministros y oficiales de alto rango, causando heridas entre los asistentes, algunas de ellas críticas”. El jefe de la seguridad nacional y el ministro de Interior estaban también presentes en la reunión y están heridos de gravedad. Se trataba de una reunión del Gabinete de crisis, que discutía la estrategia a seguir para aplastar a los rebeldes, cada vez más presentes en Damasco. Los combates entre grupos armados antigubernamentales y el Ejército se han intensificado en los últimos tres días.
Poco después de la explosión que sucedió el centro de Damasco, el Ejército Libre Sirio y Liwa al Islam, un grupo islamista, se atribuyeron la autoría del ataque, según recoge la agencia Reuters. El Ejército sirio advirtió en un comunicado de que perseguirá hasta el final a los culpables. “Las Fuerzas Armadas eliminarán con decisión a las bandas asesinas y las perseguirán en sus guaridas hasta que limpiemos la patria de su maldad”, reza el comunicado.
Horas después del ataque, las fuerzas de seguridad sirias se empleaban a fondo para eliminar los focos rebeldes en la capital, según informaron los medios estatales. “Hay una fuerte presencia de las fuerzas de seguridad en las calles ahora mismo”, relataba Susan Ahmad, una vecina de Barzeh, uno de los barrios en los que se esconden los rebeldes a la agencia Reuters. “Aparte de las fuerzas de Asad, las calles están vacías”, añadió Ahmad.
Hassan Turkmani, ex ministro de Defensa también murió en el ataque como confirmaron posteriormente los medios estatales. El ministro de Interior, que a lo largo por día algunas fuentes dieron por muerto, “se encuentra estable”, según publicó la agencia estatal de noticias Sana. El hasta hoy titular de Defensa Rajha, un cristiano con el que el régimen pudo alardear de pluralista, fue inmediatamente reemplazado. Le sustituye el general Fahd Yasem al Freich, quien se apresuró a expresar su determinación de seguir librando la batalla contra los opositores. Mientras, el ministro de información sirio, Omran al Zoubi, estimó en una entrevista en televisión que “la responsabilidad de este crimen terrorista reside en los países que envían dinero y armas a Siria”.
La comunidad internacional condenó el atentado y se mostró alarmada ante la escalada de violencia en al capital siria. “La situación en Siria está quedando rápidamente fuera de control”, sostuvo el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta.
“La situación en Siria se está deteriorando claramente. Todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU tienen la responsabilidad de poner todo su peso para reforzar el plan del enviado especial, Kofi Annan, para poner fin a la violencia”, dijo el ministro de Exteriores británico, William Hague.
Está previsto que el Consejo de Seguridad de la ONU vote entre hoy y el próximo viernes una resolución propuesta por Estados Unidos, Reino unido, Francia y Alemania que debería prolongar la misión de los 300 observadores internacionales en Siria durante 45 días y endurecer las sanciones al régimen. China y Moscú se oponen a cualquier tipo de sanción contra Damasco y es previsible que veten cualquier resolución en este sentido, según fuentes diplomáticas citadas por la Agencia France Presse.
Sergei Lavrov, ministro de Exteriores de Rusia, el gran aliado sirio que ha torpedeado cualquier movimiento diplomático que pida la salida de El Asad, estimó que ahora mismo en Siria “se libra una batalla decisiva”. “Es una política de callejón sin salida apoyar a la oposición. Asad no se va a ir por sí mismo y nuestros socios occidentales no saben qué hacer al respecto”, dijo el ministro a los periodistas reunidos en Moscú.
La de hoy se perfila como una jornada crucial de un conflicto que se ha cobrado ya 16.000 vidas, según el recuento de los grupos opositores, desde que hace 17 meses miles de sirios decidieran salir a la calle para “derribar al régimen” al calor de la primavera árabe.
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El ministro de Defensa, el jefe de Inteligencia Militar y un ex jefe del Estado Mayor
Mueren los responsables sirios de Defensa en un ataque al corazón del régimen
El ministro sirio de Defensa, Daud Rayha y el jefe de la Inteligencia militar, Assef Shawkat (cuñado del presidente Bashar al Assad) y el general Hassan Turkmani, ex ministro de Defensa y antiguo jefe del Estado Mayor, han muerto y el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim al Shaar, y el jefe de la Seguridad Nacional, Hisham al Ijtiar, resultaron heridos y se encuentran en situación es estable.
El ministro de Defensa, el general Daud Abdelá Rayiha, y el viceministro y cuñado del presidente Bachar al Asad, el general Asef Shauqat, murieron por una "explosión terrorista suicida" en la sede de la Seguridad Nacional, en medio de una reunión de responsables ministeriales y de la policía, informó la televisión oficial.
En el mismo ataque también falleció el general Hassan Turkmani, antiguo ministro de Defensa y antiguo jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. Nacido en 1935 en la segunda ciudad del país, Alepo (norte), Turkmani desempeñó una larga carrera en el Ejército sirio y fue uno de los comandantes militares durante la guerra de 1973 contra Israel. En el pasado, ocupó los cargos de ministro de Defensa y de jefe del Estado Mayor hasta que se convirtió en ayudante del presidente en el 2004.
Una fuente de los servicios de seguridad sirios dijo a Efe que el atentado causó un número indeterminado de muertos, mientras que entre los heridos graves están el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim al Shaar, y el jefe de la Seguridad Nacional, Hisham al Ijtiar, según una web vinculada al grupo chií Hizbulá, próximo al régimen sirio. La muerte de Rayiha y Shauqat, esposo de la hermana del presidente, Bushra, supone un durísimo golpe para Al Asad, a manos de los rebeldes.
En declaraciones a Efe por internet, el portavoz del Ejército Libre Sirio (ELS) dentro de Siria Sami Kurdi reivindicó la autoría del ataque y explicó que se llevó a cabo en coordinación con los escoltas de algunos responsables políticos en el edificio.
El atentado en la estrechamente protegida sede de la Seguridad Nacional es un paso más en el recrudecimiento de la situación en Damasco, escenario de combates por cuarto día consecutivo entre los rebeldes y el Ejército del régimen, que bombardea con su artillería distintas zonas de la capital y sus alrededores, según la oposición.
A primera hora de la mañana, los enfrentamientos se reanudaron en el céntrico barrio de Al Midan y en el suburbio norteño de Al Qabun, donde, según la Comisión General de la Revolución Siria, los vehículos blindados del Ejército han irrumpido para establecer puestos de control en algunas calles.
Los choques de hoy se producen después de que las escaramuzas de ayer alcanzaran por primera vez el área de Al Mazra, en el centro de Damasco y cerca de la sede del partido gubernamental Al Baaz.
Por su parte, el régimen insistió hoy en que sus fuerzas hacen frente a supuestos grupos terroristas armados en la capital, en cuyas filas causaron grandes daños. Mientras la violencia continúa en Siria, el Consejo de Seguridad de la ONU prevé votar hoy la nueva iniciativa de los países occidentales para imponer sanciones al régimen sirio, un proyecto de resolución que cuenta una vez más con el rechazo ruso.
La reunión debe consensuar la extensión de la misión de observadores en Damasco, aunque se verá afectado por los últimos acontecimientos.
Hoy, en Pekín, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se reunió con el presidente chino, Hu Jintao, cuyo Gobierno es junto al de Rusia el mayor aliados del régimen sirio en el Consejo. "Espero sinceramente que los miembros del Consejo intercambien posturas siendo conscientes de la urgencia y que tomen una acción colectiva con sentido de la unidad", dijo Ban.
Aunque Ban y Hu se mostraron de acuerdo en cuanto a la acuciante gravedad de la situación en Siria, China secunda a Rusia en su oposición a que la prórroga de la misión de la ONU (que expira mañana viernes) en el país árabe esté condicionada a la imposición de sanciones contra Damasco si el régimen no cumple ciertos requisitos.
En el mismo ataque también falleció el general Hassan Turkmani, antiguo ministro de Defensa y antiguo jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. Nacido en 1935 en la segunda ciudad del país, Alepo (norte), Turkmani desempeñó una larga carrera en el Ejército sirio y fue uno de los comandantes militares durante la guerra de 1973 contra Israel. En el pasado, ocupó los cargos de ministro de Defensa y de jefe del Estado Mayor hasta que se convirtió en ayudante del presidente en el 2004.
Una fuente de los servicios de seguridad sirios dijo a Efe que el atentado causó un número indeterminado de muertos, mientras que entre los heridos graves están el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim al Shaar, y el jefe de la Seguridad Nacional, Hisham al Ijtiar, según una web vinculada al grupo chií Hizbulá, próximo al régimen sirio. La muerte de Rayiha y Shauqat, esposo de la hermana del presidente, Bushra, supone un durísimo golpe para Al Asad, a manos de los rebeldes.
En declaraciones a Efe por internet, el portavoz del Ejército Libre Sirio (ELS) dentro de Siria Sami Kurdi reivindicó la autoría del ataque y explicó que se llevó a cabo en coordinación con los escoltas de algunos responsables políticos en el edificio.
El atentado en la estrechamente protegida sede de la Seguridad Nacional es un paso más en el recrudecimiento de la situación en Damasco, escenario de combates por cuarto día consecutivo entre los rebeldes y el Ejército del régimen, que bombardea con su artillería distintas zonas de la capital y sus alrededores, según la oposición.
A primera hora de la mañana, los enfrentamientos se reanudaron en el céntrico barrio de Al Midan y en el suburbio norteño de Al Qabun, donde, según la Comisión General de la Revolución Siria, los vehículos blindados del Ejército han irrumpido para establecer puestos de control en algunas calles.
Los choques de hoy se producen después de que las escaramuzas de ayer alcanzaran por primera vez el área de Al Mazra, en el centro de Damasco y cerca de la sede del partido gubernamental Al Baaz.
Por su parte, el régimen insistió hoy en que sus fuerzas hacen frente a supuestos grupos terroristas armados en la capital, en cuyas filas causaron grandes daños. Mientras la violencia continúa en Siria, el Consejo de Seguridad de la ONU prevé votar hoy la nueva iniciativa de los países occidentales para imponer sanciones al régimen sirio, un proyecto de resolución que cuenta una vez más con el rechazo ruso.
La reunión debe consensuar la extensión de la misión de observadores en Damasco, aunque se verá afectado por los últimos acontecimientos.
Hoy, en Pekín, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se reunió con el presidente chino, Hu Jintao, cuyo Gobierno es junto al de Rusia el mayor aliados del régimen sirio en el Consejo. "Espero sinceramente que los miembros del Consejo intercambien posturas siendo conscientes de la urgencia y que tomen una acción colectiva con sentido de la unidad", dijo Ban.
Aunque Ban y Hu se mostraron de acuerdo en cuanto a la acuciante gravedad de la situación en Siria, China secunda a Rusia en su oposición a que la prórroga de la misión de la ONU (que expira mañana viernes) en el país árabe esté condicionada a la imposición de sanciones contra Damasco si el régimen no cumple ciertos requisitos.
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