Una decena de países, entre ellos España, expulsa a la diplomacia siria
La medida se ha tomado tras casi quince meses de matanzas del régimen de Assad, cuyos seguidores asesinaron a más de cien pesonas el viernes en Hula
Día 29/05/2012 - 21.00h
La comunidad internacional ha censurado en las últimas horas la matanza de más de un centenar de personas el viernes en la localidad de Hula por parte del régimen sirio y ha tomado medidas para intentar aislar aún más al Gobierno de Bashar al Assad. En una acción coordinada, varios países occidentales han decidido expulsar o calificar de persona non grata a los embajadores de Siria en sus territorios. Esos países son España, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Países Bajos, Suiza, Bulgaria, Estados Unidos, Canadá y Australia. El presidente francés, François Hollande, anunció también una reunión a principios de julio del grupo de amigos de Siria mientras su ministro de Exteriores, Lauren Fabius llamaba a Assad «asesino».
El Gobierno español comunicó la decisión de expulsar al embajador sirio en Madrid, Hussam Edin Aala, en respuesta a la represión del régimen, de los anuncios de Francia y Alemania. Más tarde, Italia, Reino Unido y Canadá anunciaron la misma decisión.
«La locura mortífera de Damasco representa una amenaza para la seguridad regional», coincidieron Cameron y Hollande
«Estamos haciendo más o menos lo mismo que nuestros amigos en todo el mundo», dijo el ministro australiano de Asuntos Exteriores, Bob Carr, que añadió que la intención es transmitir «un claro mensaje a Damasco de que los australianos están horrorizados con esta matanza». «Buscaremos una respuesta internacional unificada para que los responsables rindan cuentas», añadió Carr.
Hollande se entrevistó el lunes con el primer ministro británico, David Cameron. Ambos acordaron incrementar la presión sobre Damasco: «La locura mortífera del régimen representa una amenaza para la seguridad regional y sus responsables deberán responder de sus actos», indicaron los dos mandatarios, según una nota publicada por la Presidencia francesa. Hollande recibirá el sábado en el Elíseo al presidente ruso, Vladímir Putin, principal apoyo de Al Assad en la comunidad internacional.
El plan de paz, contra las cuerdas
Esta previsto que el mediador internacional Kofi Annan valore esta tarde su reunión, horas antes, con Assad, el mismo día que la ONU ha apuntado a los matones del régimen sirio (conocidos como «Shabiha») como responsables de la masacre. Según las primeras conclusiones de los investigadores de Naciones Unidas, «menos de 20 de los 108 asesinatos se pueden atribuir a disparos de artillería y tanques». «La mayoría del resto de las víctimas [...] fueron ejecutadas en dos incidentes distintos», sigue el documento, que recoge las acusaciones de la población, que culpan a los milicianos leales al régimen de Assad. Damasco ha rechazado, sin embargo, la implicación de sus tropas en la matanza.
Annan se declaró el lunes, a su llegada a Damasco, «horrorizado» por la masacre, que pone contra las cuerdas su aparentemente fallido plan de paz. Los 19 nuevos muertos de la mañana de este martes en violentos combates entre rebeldes y soldados ponen de manifiesto la escasa eficaci de la tregua establecida el pasado 12 de abril en virtud de la citada «hoja de ruta».
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Occidente aísla a Damasco con la expulsión de los embajadores sirios
España se encuentra entre los países que ha ordenado la salida de los embajadores sirios
Ana Carbajosa / Miguel González Jerusalén / Madrid29 MAY 2012 - 20:53 CET

El ministro de Exteriores británico, William Hague (izq.), recibe en Londres a su homólogo español, José Manuel García Margallo. / MIGUEL MEDINA (AFP)
La matanza de Hula supone un punto de inflexión en la diplomacia internacional, que hoy ha marcado distancias con Damasco como no lo había hecho hasta ahora. La cascada de expulsiones de embajadores sirios de países occidentales ha comenzado a mediodía y no se ha detenido. España ha secundado la iniciativa diplomática y ha dado 72 horas al embajador y a otros cuatro miembros de la misión diplomática para abandonar el país. El presidente Bachar el Asad se mostró una vez más impasible ante el creciente aislamiento internacional que vive su régimen.
España, Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Australia, Suiza y Holanda tomaron medidas en contra del personal diplomático destacado en sus países. Hasta ahora la comunidad se había limitado a imponer sanciones y un embargo de petróleo a Damasco. Pero la muerte en Hula de 108 personas, buena parte de ellas ejecutadas según la ONU y cerca de la mitad niños, parece haber colmado la paciencia de una comunidad internacional que dispone de escaso margen de actuación, ya que hasta ahora los países occidentales se han mostrado reacios a intervenir militarmente en el conflicto sirio. Algunos países árabes sí están dispuestos por el contrario a armar a los grupos rebeldes sirios.
A pesar de que Damasco niega tajantemente tener nada que ver con el baño de sangre cometido en Hula, los países que hoy han expulsado a los embajadores o encargados de negocios dejaron claro que no albergan dudas sobre la autoría de la masacre. “Nosotros consideramos al Gobierno sirio responsable de esta matanza de inocentes”, ha dicho la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Victoria Nuland. El Gobierno español ha decidido expulsar al embajador sirio en Madrid, Husam Edim Ala, y a otros cuatro miembros de la misión diplomática como protesta por la “inaceptable” represión del régimen de El Asad contra la población civil. El subsecretario de Exteriores, Rafael Mendívil, ha convocado al embajador para comunicarle que había sido declarado persona no grata y que tanto él como los otros cuatro expulsados —entre ellos, un coronel de la Muhabarat, al que se acusa de espiar a la oposición siria en España— disponen de 72 horas para salir del país. Tras la expulsión, la legación siria quedará a cargo de un diplomático encargado de asuntos consulares para que “preste la debida asistencia a los ciudadanos sirios residentes en España”.
El jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo, ha afirmado en Londres, donde estaba en visita oficial, que el objetivo de la medida es “elevar un grito de protesta contra las salvajadas que se están produciendo en Siria” y, en particular, la matanza de Hula, donde, según las informaciones de las que dispone el Gobierno, el Ejército sirio pudo utilizar artillería pesada. Margallo ha reclamado el cese de la violencia, la llegada de ayuda humanitaria y la retirada del presidente El Asad.
Falta mucha información sobre lo que pasó la tarde-noche del viernes en Hula, una zona agrícola del oeste de Siria próxima a Homs. Los observadores de la ONU encontraron el sábado sobre el terreno los primeros indicios de que el Gobierno se encontraba detrás de al menos parte de las muertes al encontrar restos de artillería del Ejército. Los testimonios que ha ido recogiendo la propia ONU apuntan a una acción conjunta de los militares y de las milicias que apoyan al régimen de Damasco.
El aislamiento de Siria no es, sin embargo, total. Damasco cuenta aún con el apoyo de China y de Rusia, los dos países que ejercen de parapeto al régimen de Damasco en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde evitan que cualquier resolución vinculante en contra del régimen sirio vea la luz. El martes, Kofi Annan, enviado de Naciones Unidas y de la Liga Árabe, mantuvo una conversación telefónica con el jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, quien pidió “a todas las partes en Siria que rechacen la violencia”. Sus declaraciones, en las que de nuevo comparó los crímenes del Gobierno con los de los rebeldes, fueron una muestra clara de que ni siquiera la matanza de Hula ha conseguido quebrar la lealtad de Moscú hacia el régimen de Damasco.
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El enviado de la ONU, Kofi Annan, con el presidente sirio, Bashar Asad, en Damasco. | Reuters
España, Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Australia, Suiza y Holanda tomaron medidas en contra del personal diplomático destacado en sus países. Hasta ahora la comunidad se había limitado a imponer sanciones y un embargo de petróleo a Damasco. Pero la muerte en Hula de 108 personas, buena parte de ellas ejecutadas según la ONU y cerca de la mitad niños, parece haber colmado la paciencia de una comunidad internacional que dispone de escaso margen de actuación, ya que hasta ahora los países occidentales se han mostrado reacios a intervenir militarmente en el conflicto sirio. Algunos países árabes sí están dispuestos por el contrario a armar a los grupos rebeldes sirios.
A pesar de que Damasco niega tajantemente tener nada que ver con el baño de sangre cometido en Hula, los países que hoy han expulsado a los embajadores o encargados de negocios dejaron claro que no albergan dudas sobre la autoría de la masacre. “Nosotros consideramos al Gobierno sirio responsable de esta matanza de inocentes”, ha dicho la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Victoria Nuland. El Gobierno español ha decidido expulsar al embajador sirio en Madrid, Husam Edim Ala, y a otros cuatro miembros de la misión diplomática como protesta por la “inaceptable” represión del régimen de El Asad contra la población civil. El subsecretario de Exteriores, Rafael Mendívil, ha convocado al embajador para comunicarle que había sido declarado persona no grata y que tanto él como los otros cuatro expulsados —entre ellos, un coronel de la Muhabarat, al que se acusa de espiar a la oposición siria en España— disponen de 72 horas para salir del país. Tras la expulsión, la legación siria quedará a cargo de un diplomático encargado de asuntos consulares para que “preste la debida asistencia a los ciudadanos sirios residentes en España”.
El jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo, ha afirmado en Londres, donde estaba en visita oficial, que el objetivo de la medida es “elevar un grito de protesta contra las salvajadas que se están produciendo en Siria” y, en particular, la matanza de Hula, donde, según las informaciones de las que dispone el Gobierno, el Ejército sirio pudo utilizar artillería pesada. Margallo ha reclamado el cese de la violencia, la llegada de ayuda humanitaria y la retirada del presidente El Asad.
Falta mucha información sobre lo que pasó la tarde-noche del viernes en Hula, una zona agrícola del oeste de Siria próxima a Homs. Los observadores de la ONU encontraron el sábado sobre el terreno los primeros indicios de que el Gobierno se encontraba detrás de al menos parte de las muertes al encontrar restos de artillería del Ejército. Los testimonios que ha ido recogiendo la propia ONU apuntan a una acción conjunta de los militares y de las milicias que apoyan al régimen de Damasco.
"El régimen sirio es responsable de las terribles acciones de Hula"
Ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle
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Annan pide 'pasos audaces' a Asad, que atribuye la violencia a 'terroristas'
El enviado de la ONU, Kofi Annan, con el presidente sirio, Bashar Asad, en Damasco. | Reuters- El presidente sirio asegura que la paz no depende de su Gobierno
- Rusia exige una 'investigación imparcial' de la matanza de Hula
Bashar Asad se entrevistó este martes con el mediador internacional Kofi Annan, que viajó a Damasco para intentar salvar su plan de paz después de la masacre de Hula. El presidente sirio aseguró al enviado de la ONU y de la Liga Árabe que el éxito de su iniciativa está condicionado al fin del "terrorismo", un término que el dictador utiliza para referirse a rebeldes y manifestantes que piden desde hace meses el fin de su régimen.
En el encuentro, Asad analizó con Annan los "obstáculos" que están dificultando el desarrollo de los seis puntos del plan de paz, entre los que figuran el fin de la violencia y el repliegue militar de las ciudades.
El enviado de la ONU dijo a Asad que debe dar "pasos audaces" para salir de la crisis, pero su interlocutor no se dio por aludido y acusó a supuestos grupos armados de haber aumentado sus asesinatos, secuestros y ataques a propiedades públicas y privadas. Con anterioridad, el ministro de Exteriores sirio había asegurado que Damasco está cumpliendo el alto el fuego.
A pesar del compromiso que las partes enfrentadas mostraron por el plan de paz del diplomático y la presencia en el terreno de unos 300 observadores de Naciones Unidas, la violencia continuó en las últimas semanas y, según cifra de la ONU, ya se ha cobrado la vida de más de 10.000 personas desde que la revuelta estallara en marzo de 2011.
Rusia, el principal aliado de Damasco en la escena internacional, indicó que el conflicto podría perjudicar a toda la región si no se resuelve. "Todos necesitamos ejercitar la máxima responsabilidad y no añadir leña al fuego, sino más bien tratar de extinguirlo y llevar a las partes a la mesa de negociaciones", señaló el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, que exigió a Annan una "investigación imparcial" de la matanza de Hula.
Según la oposición, como señal de desobediencia civil muchas tiendas permanecen cerradas desde el lunes en el principal centro comercial de Damasco. Las mismas fuentes afirman que las tropas del régimen mataron este martes a 18 civiles y dos desertores een las provincias de Homs y Alepo. Entre los muertos hay tres niños.
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En el encuentro, Asad analizó con Annan los "obstáculos" que están dificultando el desarrollo de los seis puntos del plan de paz, entre los que figuran el fin de la violencia y el repliegue militar de las ciudades.
El enviado de la ONU dijo a Asad que debe dar "pasos audaces" para salir de la crisis, pero su interlocutor no se dio por aludido y acusó a supuestos grupos armados de haber aumentado sus asesinatos, secuestros y ataques a propiedades públicas y privadas. Con anterioridad, el ministro de Exteriores sirio había asegurado que Damasco está cumpliendo el alto el fuego.
Observadores de la ONU
La visita de Annan es la segunda que realiza a Siria, donde ya viajó por primera vez el pasado 10 de marzo. A su llegada el lunes a Damasco, el emisario de la ONU instó al régimen a "adoptar pasos efectivos para demostrar que es serio en su intención de resolver la crisis pacíficamente".A pesar del compromiso que las partes enfrentadas mostraron por el plan de paz del diplomático y la presencia en el terreno de unos 300 observadores de Naciones Unidas, la violencia continuó en las últimas semanas y, según cifra de la ONU, ya se ha cobrado la vida de más de 10.000 personas desde que la revuelta estallara en marzo de 2011.
'Máxima responsabilidad'
En respuesta a la represión del régimen, los principales países occidentales anunciaron este martes la expulsión de embajadores o encargados de negocios sirios. Una iniciativa que llega después de la matanza perpetrada el pasado viernes en la localidad de Hula, donde murió más de un centenar de personas, un tercio de ellos niños.Rusia, el principal aliado de Damasco en la escena internacional, indicó que el conflicto podría perjudicar a toda la región si no se resuelve. "Todos necesitamos ejercitar la máxima responsabilidad y no añadir leña al fuego, sino más bien tratar de extinguirlo y llevar a las partes a la mesa de negociaciones", señaló el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, que exigió a Annan una "investigación imparcial" de la matanza de Hula.
Según la oposición, como señal de desobediencia civil muchas tiendas permanecen cerradas desde el lunes en el principal centro comercial de Damasco. Las mismas fuentes afirman que las tropas del régimen mataron este martes a 18 civiles y dos desertores een las provincias de Homs y Alepo. Entre los muertos hay tres niños.
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Hollande no excluye una intervención armada en Siria si la coordina la ONU
El presidente francés, François Hollande, no excluyó hoy la posibilidad de llevar a cabo una intervención armada en Siria para poner fin a la represión del régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, siempre y cuando esté coordinada por el Consejo de Seguridad de la ONU.
"La intervención armada no está excluida a condición de que se haga mediante una decisión del Consejo de Seguridad. Hay que convencer a China y a Rusia", indicó Hollande en una entrevista concedida a la cadena "France 2".
Hollande, no obstante, reconoció que lo deseable sería no llegar a ese extremo y "encontrar otra solución", ante la cual recordó que se ha convocado en París a principios de julio al llamado "Grupo de los Amigos de Siria".
El presidente francés añadió su deseo de que se endurezcan las sanciones contra el régimen sirio y dijo que así se lo va a transmitir a su colega ruso, Vladímir Putin, cuando se reúna con él este viernes en el Palacio del Elíseo.
Rusia "es junto con China el más reticente a las sanciones. Hay que convencerla de que no se puede dejar que Al Asad masacre a su pueblo", señaló Hollande en esa entrevista, la primera que concede desde que asumió la Presidencia de la República Francesa, el pasado día 15.
La decisión de incrementar la presión de la comunidad internacional contra las autoridades sirias, según recordó, fue tomada ayer junto con el primer ministro británico, David Cameron, con quien mantuvo una conversación telefónica.
Hollande y Cameron expresaron en esa charla su horror ante la matanza que el pasado viernes le costó la vida en Hula a 108 civiles, de los cuales 49 eran niños y 34 mujeres, ante lo que hoy Francia anunció la decisión de expulsar a la embajadora de Siria en París.
El presidente francés subrayó que se trata de una respuesta diplomática tomada en concertación con otros países, y que fue seguida de anuncios similares en naciones como Reino Unido, Alemania, Italia, España, Holanda, Bélgica y Bulgaria.
"No podía por menos que reaccionar ante lo que ha pasado en Siria en los últimos días", afirmó el presidente francés.
Hollande, no obstante, reconoció que lo deseable sería no llegar a ese extremo y "encontrar otra solución", ante la cual recordó que se ha convocado en París a principios de julio al llamado "Grupo de los Amigos de Siria".
El presidente francés añadió su deseo de que se endurezcan las sanciones contra el régimen sirio y dijo que así se lo va a transmitir a su colega ruso, Vladímir Putin, cuando se reúna con él este viernes en el Palacio del Elíseo.
Rusia "es junto con China el más reticente a las sanciones. Hay que convencerla de que no se puede dejar que Al Asad masacre a su pueblo", señaló Hollande en esa entrevista, la primera que concede desde que asumió la Presidencia de la República Francesa, el pasado día 15.
La decisión de incrementar la presión de la comunidad internacional contra las autoridades sirias, según recordó, fue tomada ayer junto con el primer ministro británico, David Cameron, con quien mantuvo una conversación telefónica.
Hollande y Cameron expresaron en esa charla su horror ante la matanza que el pasado viernes le costó la vida en Hula a 108 civiles, de los cuales 49 eran niños y 34 mujeres, ante lo que hoy Francia anunció la decisión de expulsar a la embajadora de Siria en París.
El presidente francés subrayó que se trata de una respuesta diplomática tomada en concertación con otros países, y que fue seguida de anuncios similares en naciones como Reino Unido, Alemania, Italia, España, Holanda, Bélgica y Bulgaria.
"No podía por menos que reaccionar ante lo que ha pasado en Siria en los últimos días", afirmó el presidente francés.








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