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jueves, 29 de marzo de 2012

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-SIRIA, EL CONFLICTO OLVIDADO


REVUELTA CONTRA EL RÉGIMEN DE EL ASAD

La oposición siria no logra formar un frente contra El Asad

Tras dos días de reuniones en Estambul, 300 delegados tuvieron que aceptar una nueva derrota. No consiguieron sobreponerse a sus diferencias.



Líderes de la oposición siria reunidos en Estambul. / BULENT KILIC (AFP)

Un año después del inicio de la revuelta siria, los grupos de la oposición son incapaces de formar un frente común que les permita presentarse como una alternativa eficiente al régimen del presidente sirio Bachar el Assad. Ayer por la noche, tras dos días de reuniones en un hotel a las afueras de Estambul, 300 delegados y opositores sirios tuvieron que aceptar una nueva derrota. No consiguieron sobreponerse a sus diferencias. Ni siquiera consiguieron alcanzar un acuerdo de mínimos en una reunión marcada por enfrentamiento entre el Consejo Nacional Sirio, grupos opositores kurdos y activistas de peso.

Invitados por Turquía y Qatar, que ostenta la presidencia rotatoria de la Liga Árabe, la reunión marca la agenda de una semana cuyo plato fuerte es el cónclave del Grupo de Amigos de Siria, que se celebra este domingo en Estambul. Para entonces la oposición siria debería mostrarse como una alternativa coherente y unida para poder contar con apoyo internacional. El resultado de ayer, unido a últimas oleadas de disidentes dentro del Consejo Nacional Sirio (CNS), la organización paraguas que agrupa el mayor número de opositores, ponen en dificultades este objetivo. El desencanto por el liderazgo, la falta de democracia en los procesos internos y sobretodo, el excesivo peso de los Hermanos Musulmanes dentro del CNS son los principales motivos que alegan los disidentes para abandonar la organización.

La falta de consenso dentro de los miembros de la oposición se pudo observar desde el inicio en Estambul. Comenzó con Haitham al Maleh. Maleh, un letrado sirio y activista histórico que pasó varios años en prisión durante la era de Asad y de su padre, abandonó la reunión tras el discurso inaugural del presidente de CNS, Burhan Ghalioun. Según Maleh, el CNS está acaparando demasiado poder y obvia las peticiones de los otros grupos opositores. “ Quiero ver al consejo comportarse de una forma democrática. Hasta ahora se están comportando como el Partido Baath (el partido de El Asad)” aseguró Maleh, que abandonó el CNS hace un mes, a Reuters.


Después llegó el turno a los partidos kurdos, que protestaron por la negativa de CNS a abordar de forma explícita sus deseos de tener una región federal–autónoma en el Siria post-Asad. “ Si no llegamos a un acuerdo ahora, estas cuestiones serán más complicadas después de la caída del régimen” aseguró Abdulhakim Basar, del Consejo Nacional Kurdo, a Reuters. “Tenemos miedo de una posible guerra interna entre las diferentes facciones sirias. Por eso preferimos llegar a un acuerdo para evitarlo. Siria tiene que ser para todos los sirios sin discriminación”, dijo Abdulhakim Basar
Horas antes, el presidente del Consejo Nacional Sirio, Gahlioun, había anunciado un plan de acción del Consejo que incluye el respaldo internacional a las protestas pacíficas así como el envío de armamento a los combatientes del Ejercito Sirio Libre. Gahlioun también abogó por la adopción de un “juramento nacional” en el que toda la oposición se comprometiera a la creación de un Estado democrático, basado en la reconciliación nacional y no en la búsqueda de venganza. El proyecto se quedó sin apoyos fuera del CNS. La heterogeneidad de posturas de la oposición paraliza la adopción de cualquier propuesta conjunta. Peor aun, alimenta los temores de que Siria pueda padecer un conflicto sectario tras la caída del gobierno de Bachar el Asad.

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En Binnish, las mujeres y los niños han huido ante la ofensiva del Ejército de Asad

Los rebeldes sirios esperan la batalla final

Una mujer y sus hijos huyen en un camión desde Siria hacia Al-Qaa, al norte de Líbano

29 Marzo 12 - - Ethel Bonet / Enviada Especial
BINNISH (IDLIB)- Los tambores de guerra comienzan a sonar con vehemencia en la ciudad de Binnish, al este de Idlib. La guerra ha llegado hasta las puertas de sus hogares. Sólo una decena de kilómetros les separan de la maquinaria bélica del régimen de Bachar al Asad, que sigue castigando las localidades vecinas de Sermin y Seraqib.

Una voz metálica escupe la información a través de un pequeño walkie-talkie que sostiene el general Abu Abdul Qader, comandante en jefe de las fuerzas rebeldes en Binnish. Este veterano soldado se afana, junto a sus hombres, en blindar la ciudad y prepararla para el asalto final de las tropas del régimen. «Hemos colocado minas anticarro y minas antipersona alrededor de Binnish. Cada avenida, cada calle y cada callejón de esta ciudad tienen colocadas minas y explosivos preparados para ser detonados cuando los tanques y las tropas del régimen decían entrar en el interior de la ciudad. No nos vamos a rendir sin presentar batalla… Vamos a vender cara nuestra vida», afirma este ex soldado del régimen del rais sirio desde el cuartel general en la ciudad rebelde.

El Ejército Libre de Siria (ELS) tiene «al menos dos mil hombres» repartidos por toda la ciudad esperando el golpe de gracia. El ELS está integrado por militares desertores y civiles que han tomado las armas como última opción para enfrentarse a la brutal represión del rais. No hay una cifra oficial de componentes, pero estaría entre los 15.000 que declara el Ejército Libre de Siria y los 7.000 que señalan los analistas extranjeros.

Las barricadas están situadas en posiciones estratégicas de la ciudad para dificultar el avance del enemigo, pero saben que nada puede parar a los blindados. «Si deciden entrar aquí, nada será capaz de detenerlos… Pero, si Dios quiere, no vendrán a por nosotros», comenta Abu Salim, el segundo al mando de los rebeldes, mientras se pueden escuchar con una nitidez sobrecogedora las explosiones en Seraqib, a siete kilómetros al este de Binnish.

El batallón que dirige el «general» Abdul Qader cuenta con un arsenal compuesto por lanzagranadas «RPG», granadas de mano, varias ametralladoras M-50, bombas caseras, un par de rifles de francotirador modelo N-4 (fabricados en Estados Unidos), pertenecientes a soldados de Al Asad, y centenares de destartalados y vetustos Kalashnikov rusos.

Ésas son todas las armas que tienen estos hombres para luchar contra carros blindados, artillería pesada, morteros, helicópteros de combate y miles de soldados. «Ganaremos con la ayuda de Dios», afirman; pero ni ellos mismos se creen sus propias palabras. Prueba de ello es que sus familias huyeron hace tiempo de sus casas hacia un lugar más seguro. «Están en Turquía. Tengo miedo por ellos y decidí que saliesen del país. Las tropas del régimen matan a mujeres y a niños… les da igual. Y no quería que los asesinasen. Mi sitio está aquí… junto a mis hermanos. Lucharé y moriré a su lado, como un mártir. No hay mayor honor que ése», sentencia Abu Salim.

Proteger a la población civil
Miles de mujeres y niños ya huyeron también de la capital, Idlib. El hijo pequeño de Abdullah, de 15 años, huyó a Al Maraa, cerca de la frontera con Turquía, hace una semana. Ali, asustado, reconoce que escapar de Idlib fue muy duro. «Me detuvo un agente en un puesto de control cerca de mi casa, pero tuve suerte. El oficial me dijo que no revelara a nadie mi apellido, porque me matarían», relata el adolescente, que es uno de los afortunados que pueden contar su hazaña.

La mayoría de los reclutas del ELS ya tuvieron su bautismo de fuego en Idlib. «Estuve luchando allí contra los soldados de Bachar. No sé a cuántos maté… pero no me arrepiento ni una sola vez de haber apretado el gatillo. Ellos matan mujeres, ancianos, niños… Yo soy un soldado. Y en la guerra nuestro deber es luchar contra otro ejército no contra los civiles inocentes», recalca el opositor Mohammad Kafir.

Estos soldados, apostados en una enorme casa donde cada habitación está abarrotada de mantas y armas, pertenecen a la Katiba «Liberar a Siria» y son la última línea de defensa de esta ciudad sitiada. Si caen… el norte de Siria estará bajo control total de las fuerzas leales al régimen, lo que supondría un golpe terrible para los rebeldes. «Nosotros lucharemos hasta nuestro último aliento. Estamos preparados para morir con las armas en la mano. Si los soldados de Bachar al Asad nos detienen, nos ejecutarán en medio de la calle, sin juicio… Por eso preferimos la muerte antes que la rendición», comenta el comandante Abdul Qader.

«Todos tenemos que morir algún día, lo único que no sabemos es cuándo ni cómo; pero nosotros sabemos que si nos quedamos ,posiblemente moriremos. Pero no tenemos que tener ningún miedo, nos convertiremos en mártires», afirma el general.
La espada de Damocles se balancea sobre esta ciudad. Ya sólo es cuestión de tiempo.


La ONU dice que Asad ataca niños de forma «deliberada»


29 Marzo 12 - - Francesca Cicardi Corresponsal en el Mundo Árabe
No es la primera vez que la comunidad internacional denuncia la brutalidad del régimen del presidente Bashar al Asad incluso con los niños, pero la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha ido más allá asegurando que las autoridades sirias están deteniendo y torturando a menores «de forma sistemática». En una entrevista con la cadena de TV británica BBC, Pillay asegura que las fuerzas de seguridad sirias «han ido a por los niños» de forma masiva: «Cientos han sido detenidos y torturados». Pillay relató algunas barbaridades que la ONU estaría documentando en el marco de sus investigaciones: «Niños con disparos en las rodillas, retenidos junto a los adultos en condiciones inhumanas, sin tratamiento médico adecuado para sus heridas, detenidos como rehenes o como fuentes de información». La Alta Comisionada –que fue anteriormente juez de la Corte Penal Internacional también perteneciente a la ONU– confió en que Asad se enfrentará a la justicia por los abusos cometidos por sus hombres. «Hay suficientes evidencias que muestran que muchos de los actos llevados a cabo por las fuerzas de seguridad recibieron el visto bueno o la complicidad desde el más alto nivel (del Gobierno)», dijo Pillay a la BBC. Asimismo, Pillay se mostró convencida de que los crímenes pararían si el presidente sirio diera la orden de pararlos, responsabilizando directamente a Asad de esta forma. En los primeros meses del conflicto, se llegó a plantear que el dictador no tenía toda la responsabilidad directa de la brutal represión, pero este hecho ya no se pone en duda y la ONU podría abrir un caso internacional contra el régimen sirio, como hizo contra el libio, acusando de crímenes de guerra y contra la humanidad al propio dictador Muamar Gadafi.





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