La población de Homs relata a Al Yasira y otros medios su desesperación ante el ataque del Ejército
Idlib, Daraa, Deir Az Zor, Zabadani… De norte a sur, de este a oeste, el jército sirio continúa sus operaciones contra los opositores al presidente Bashar al Assad, pacíficos o insurgentes. Pero el fuego de la represión se centra sobre todo en Homs, sometido a lo largo de toda esta semana.
El principal foco de contestación sigue siendo esta ciudad, Homs, bombardeada incesantemente durante los últimos días. En especial, son atacados Bab Amro y los barrios de población suní, que carecen de agua y electricidad y donde la comida empieza a convertirse en un bien escaso.
«Nos sentimos solos. La ONU dio permiso a Al Assad para que nos bombardearan», afirmó un habitante de Bab Amro a la cadena Al Yasira. «Los árabes nos han olvidado», añadió otro vecino. El número de muertos alcanzó los sesenta a lo largo de la jornada, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. «Tres familias completas murieron cuando bombardearon sus edificios. Están horriblemente mutilados», aseguró otro activista a la BBC.
La ciudad vieja, los barrios suníes del extrarradio norte, y las zonas de Bab Amro e Inshaat al oeste, y Karm El Zeytoun, al este han sido duramente castigados. En cambio, han quedado más o menos a salvo las áreas de mayoría alauí, lo que hace temer que el enfrentamiento esté cobrando un tinte sectario. Posibilidad que, no obstante, es negada tanto por el Gobierno como por los insurgentes del Ejército Sirio Libre.
En la guerrilla de los desertores, casi todos son suníes. Es lógico, pues dos tercios de la población siria pertenecen a esta confesión; entre los soldados rasos y la baja oficialidad –que son los que en su mayoría han desertado-, el porcentaje es aún mayor. Pero
los oficiales insurgentes insisten en que no se trata de una guerrilla suní que combate a los alauíes. Así lo aseguraron al enviado especial de ABC en su reciente visita a la zona insurgente de Idlib. «Hay de todo, cristianos, kurdos, incluso unos pocos alauíes», nos aseguró un capitán, él mismo de confesión alauí. El tinte de la represión en lugares como Homs es cada vez más sectario. Los opositores aseguran que la «shabbiha», la milicia progubernamental compuesta casi totalmente por alauíes, ha empezado a ejecutar a familias suníes. En el clima de violencia extrema que se vive en la ciudad, las represalias contra los barrios alauíes son probablemente cuestión de tiempo. Y entonces, la temida guerra civil interétnica podría convertirse en una peligrosa realidad.
Fuente Diario "ABC"
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La violencia en Siria se extiende a Alepo
Al menos dos explosiones han tenido lugar este viernes en Alepo, la segunda ciudad de Siria, sin que por el momento se sepa de manera si hay víctimas, aunque según la televisión estatal siria y los activistas citados por Reuters, habrían muerto algunos soldados y civiles.
La televisión señala que se trata de un "ataque terrorista" dirigido contra la inteligencia militar y una base de las fuerzas de seguridad.
La opositora Comisión General de la Revolución Siria precisó que tras los estallidos en los barrios de Nuevo Alepo y de Al Sajur se desencadenaron tiroteos.
El Observatorio de la oposición siria para los Derechos Humanos citando a residentes afirma que han sido tres y no dos las explosiones.
La situación en Alepo ha sido relativamente tranquila durante el levantamiento en Siria que ya se prolonga 11 meses contra el presidente Bashar Asad, pero ha visto aumentar las protestas y la violencia en las últimas semanas.
Alepo, al norte del país norte, es clave por su actividad comercial. También ha sido considerada un ejemplo de convivencia entre musulmanes suníes, alawíes, kurdos y cristianos.
La mayoría de los 21 millones de sirios son suníes (el 74%), aunque hay una significativa minoría de cristianos (10%) y de alauíes, de confesión musulmana chií a la que pertenece el presidente Asad (10%), informa EL MUNDO.
Fuente Diario "EL MUNDO"
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AGENCIAS Beirut / Pekín 9 FEB 2012 - 20:36 CET
En este sexto día de ofensiva del Ejército sirio contra la ciudad de Homs, las fuerzas leales al presidente Bachar el Asad han matado a al menos un centenar de personas en diversos ataques en varios distritos de la ciudad, poblaciones de la provincia homónima y en otros puntos del país, según relata el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Simultáneamente, continúan las gestiones diplomáticas para buscar una salida. Una delegación de opositores ha visitado esta semana Pekín, donde se han reunido con altos cargos del Gobierno.
Homs, una ciudad de un millón de personas, se ha convertido en las últimas semanas en el corazón de la revuelta contra el régimen de los Asad. Los ataques de las últimas horas han afectado a los barrios de Bab Amro, Inshaat, Jalidiya, El Bayyada y Juret el Shayyá. A los fallecidos en Homs, se suman tres víctimas mortales en Maarat el Nuaman, en la provincia norteña de Idlib, y otras cuatro en Zabadani, a las afueras de la capital. "[Homs] está viviendo una auténtica catástrofe humanitaria", han asegurado activistas sirios a través de Skype. "Muchos de los heridos mueren por sus heridas, debido a que es imposible llevarlos a hospitales", añadieron.
El médico Alí al Hazuri ha explicado por teléfono desde el barrio Bab Amro, de Homs, a la agencia Efe que los fallecidos de hoy incluyen cuatro familias enteras, y que otras 55 personas han resultado heridas. "Hacemos un llamamiento a las organizaciones internacionales para que nos ayuden. Intentamos proteger a los niños, muchos de ellos están heridos", ha asegurado el doctor. El grupo opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos había informado a primera hora de la muerte de 12 personas en Bab Amro y una más en Jalidy, pero conforme pasan las horas remite nuevos informes con más muertes. Ocho testigos citados por Human Rights Watch han confirmado que la ciudad ha sido sometida a un salvaje y reiterado ataque con artillería pesada.
El propio Ministerio de Asuntos Exteriores chino informó este jueves de la reunión entre el viceministro, Zhai Jun, y los opositores sirios. "China desea mantener contactos y comunicación con los grupos opositores sirios importantes", declaró el portavoz del Ministerio, Liu Weimin, en rueda de prensa. En paralelo, el Gobierno ruso intenta patrocinar un diálogo entre el régimen de El Asad y la oposición.
Rusia y China vetaron hace unos días una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, patrocinada por la Liga Árabe y Occidente, que reclamaba la salida del poder de el Asad.
Fuente Diario "EL PAÍS"
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