Netanyahu acusa a Irán de estar detrás de los ataques sin víctimas mortales en India y Georgia
Israel sufre un doble atentado
JERUSALÉN- La esposa del agregado militar de Israel en India y siete civiles locales resultaron heridos ayer al estallar una carga explosiva en el automóvil de Tali Yehoshua-Koren en Nueva Delhi, cuando iba de camino para recoger a sus hijos en el colegio.
Prácticamente al mismo tiempo, un funcionario en la Embajada de Israel en Tibilisi, capital de Georgia, frustró un atentado con bomba lapa tras detectar un objeto extraño adherido al vehículo en el que debía viajar poco después un diplomático israelí. El administrativo alertó al servicio de seguridad de la legación y la carga fue neutralizada. El ministro de Exteriores de India llamó de inmediato a su homólogo israelí, Avigdor Liberman, y aseguró que se había abierto una investigación sobre el caso. También garantizó a la embajada hebrea y a sus diplomáticos todas las medidas de seguridad necesarias para protegerlos.
La esposa del agregado militar israelí, Tali Yehoshua-Koren, fue atendida en el Hospital Americano de Nueva Delhi con heridas en la parte inferior del cuerpo. Testigos presenciales aseguraron ayer que vieron cómo un motorista adherió el explosivo en el vehículo oficial, según informó la Policía de Nueva Delhi a los periodistas.
En Jerusalén parecía haber ayer certeza acerca de la identidad de los autores. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, declaró que «Israel no cesará de combatir el terrorismo internacional», y agregó que «Irán es el mayor exportador de terrorismo». No dudó en asegurar que detrás de los atentados están «Irán y su cliente Hizbulá».
Desde Teherán se ofrecía ayer una versión opuesta. El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, responsabilizó a los propios israelíes de los hechos.
El domingo se cumplieron cuatro años del asesinato de Imad Mughniyeh, el jefe de operaciones de Hizbulá, que murió al estallar junto a él un coche bomba en Damasco.
La organización terrorista libanesa acusó a Israel del ataque, pero las autoridades hebreas jamás lo han reivindicado. Desde 2008 Israel estableció una alerta especial en las fechas cercanas al aniversario de la muerte de Mughniyeh, debido a la certeza de que Hizbulá –que nunca dio importancia a los desmentidos israelíes sobre su supuesto rol en el asesinato– juró vengarlo. Sin embargo, en su intento de maniobrar entre el deseo de tomar venganza y el de no provocar una reacción israelí demasiado contundente –como seguramente habría ocurrido en el caso de que los atentados se produjeran en el territorio israelí–, Hizbulá no consiguió hasta ayer lanzar una acción de envergadura contra Israel. Se estima que varios complots de atentados desarticulados en el exterior serían obra de Hizbulá.
En cualquier caso, si bien Israel guardaba motivos para tratar de eliminar a Mughniyeh –era el cerebro de los atentados contra la Embajada de Israel en Buenos Aires y contra la central judía AMIA–, había también otros servicios secretos exteriores que lo buscaban por ataques contra blancos norteamericanos, franceses y kuwaitíes.
La sombra de Hizbulá
«¿Esto es un ataque de Hizbulá?» se preguntaba ayer con sarcasmo el analista israelí Ron Ben Yshai de Ynet. «Parece un incidente en una guerra en el bajo mundo», escribió ridiculizando los ataques de ayer en Nueva Delhi y Georgia.
Sin embargo, para el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Avigdor Liberman, el resultado relativamente leve de los dos atentados –el cometido en India y el evitado en Georgia– nada quita al significado de lo sucedido. «Israel no tolerará ataques contra sus representantes en el exterior», aseguró. «Estas [acciones] reflejan que el Estado de Israel y sus ciudadanos lidian diariamente con la amenaza del terrorismo, tanto físico como diplomático».
Netanyahu tenía certeza de que los dos ataques de ayer son parte de una cadena mucho más duradera. «Durante los últimos meses hemos sido testigos de varios intentos de atacar a ciudadanos israelíes y a judíos en distintos países como Azerbayán y Tailandia», dijo el primer ministro hebreo, recordando que todos los ataques fueron frustrados a tiempo gracias a la cooperación con los servicios de las Fuerzas de Seguridad locales, interesados en preservar la estabilidad. Los ataques, que no causaron víctimas mortales, se producen en un momento de máxima tensión entre los dos países a causa de la carrera nuclear iraní. Israel ha advertido del riesgo de que obtengan la bomba atómica, lo que alimenta la especulación sobre un ataque preventivo.
Prácticamente al mismo tiempo, un funcionario en la Embajada de Israel en Tibilisi, capital de Georgia, frustró un atentado con bomba lapa tras detectar un objeto extraño adherido al vehículo en el que debía viajar poco después un diplomático israelí. El administrativo alertó al servicio de seguridad de la legación y la carga fue neutralizada. El ministro de Exteriores de India llamó de inmediato a su homólogo israelí, Avigdor Liberman, y aseguró que se había abierto una investigación sobre el caso. También garantizó a la embajada hebrea y a sus diplomáticos todas las medidas de seguridad necesarias para protegerlos.
La esposa del agregado militar israelí, Tali Yehoshua-Koren, fue atendida en el Hospital Americano de Nueva Delhi con heridas en la parte inferior del cuerpo. Testigos presenciales aseguraron ayer que vieron cómo un motorista adherió el explosivo en el vehículo oficial, según informó la Policía de Nueva Delhi a los periodistas.
En Jerusalén parecía haber ayer certeza acerca de la identidad de los autores. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, declaró que «Israel no cesará de combatir el terrorismo internacional», y agregó que «Irán es el mayor exportador de terrorismo». No dudó en asegurar que detrás de los atentados están «Irán y su cliente Hizbulá».
Desde Teherán se ofrecía ayer una versión opuesta. El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, responsabilizó a los propios israelíes de los hechos.
El domingo se cumplieron cuatro años del asesinato de Imad Mughniyeh, el jefe de operaciones de Hizbulá, que murió al estallar junto a él un coche bomba en Damasco.
La organización terrorista libanesa acusó a Israel del ataque, pero las autoridades hebreas jamás lo han reivindicado. Desde 2008 Israel estableció una alerta especial en las fechas cercanas al aniversario de la muerte de Mughniyeh, debido a la certeza de que Hizbulá –que nunca dio importancia a los desmentidos israelíes sobre su supuesto rol en el asesinato– juró vengarlo. Sin embargo, en su intento de maniobrar entre el deseo de tomar venganza y el de no provocar una reacción israelí demasiado contundente –como seguramente habría ocurrido en el caso de que los atentados se produjeran en el territorio israelí–, Hizbulá no consiguió hasta ayer lanzar una acción de envergadura contra Israel. Se estima que varios complots de atentados desarticulados en el exterior serían obra de Hizbulá.
En cualquier caso, si bien Israel guardaba motivos para tratar de eliminar a Mughniyeh –era el cerebro de los atentados contra la Embajada de Israel en Buenos Aires y contra la central judía AMIA–, había también otros servicios secretos exteriores que lo buscaban por ataques contra blancos norteamericanos, franceses y kuwaitíes.
La sombra de Hizbulá
«¿Esto es un ataque de Hizbulá?» se preguntaba ayer con sarcasmo el analista israelí Ron Ben Yshai de Ynet. «Parece un incidente en una guerra en el bajo mundo», escribió ridiculizando los ataques de ayer en Nueva Delhi y Georgia.
Sin embargo, para el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Avigdor Liberman, el resultado relativamente leve de los dos atentados –el cometido en India y el evitado en Georgia– nada quita al significado de lo sucedido. «Israel no tolerará ataques contra sus representantes en el exterior», aseguró. «Estas [acciones] reflejan que el Estado de Israel y sus ciudadanos lidian diariamente con la amenaza del terrorismo, tanto físico como diplomático».
Netanyahu tenía certeza de que los dos ataques de ayer son parte de una cadena mucho más duradera. «Durante los últimos meses hemos sido testigos de varios intentos de atacar a ciudadanos israelíes y a judíos en distintos países como Azerbayán y Tailandia», dijo el primer ministro hebreo, recordando que todos los ataques fueron frustrados a tiempo gracias a la cooperación con los servicios de las Fuerzas de Seguridad locales, interesados en preservar la estabilidad. Los ataques, que no causaron víctimas mortales, se producen en un momento de máxima tensión entre los dos países a causa de la carrera nuclear iraní. Israel ha advertido del riesgo de que obtengan la bomba atómica, lo que alimenta la especulación sobre un ataque preventivo.
Los antecedentes
Las embajadas, en la diana
1.- Complot en Tailandia
En enero se detuvo a un terrorista de Hizbulá que supuestamente pretendía atentar contra la legación israelí en el país asiático.
2.- Trama en Azerbaiyán
También el pasado mes de enero la Policía de esta república ex soviética truncó una trama terrorista anti-israelí.
3.- Célula en Washington
En octubre de 2012 se desactivó una célula terrorista con conexión méxicana que pretendía atacar a las legaciones israelí y saudí.
4.- 12/02/08
El cerebro de Hizbulá, Imad Mughniyeh, muere en una explosión en Damasco. Israel en el aniversario de su muerte elevó el nivel de alerta de sus embajadas.
Las embajadas, en la diana
1.- Complot en Tailandia
En enero se detuvo a un terrorista de Hizbulá que supuestamente pretendía atentar contra la legación israelí en el país asiático.
2.- Trama en Azerbaiyán
También el pasado mes de enero la Policía de esta república ex soviética truncó una trama terrorista anti-israelí.
3.- Célula en Washington
En octubre de 2012 se desactivó una célula terrorista con conexión méxicana que pretendía atacar a las legaciones israelí y saudí.
4.- 12/02/08
El cerebro de Hizbulá, Imad Mughniyeh, muere en una explosión en Damasco. Israel en el aniversario de su muerte elevó el nivel de alerta de sus embajadas.
ANÁLISIS: ¿Una venganza de Teherán?; por Yoram Schweitzer
l ¿Quién puede estar detrás de los atentados: Irán o Hizbulá?
–Podría haber ocurrido lo que yo denomino «armonía de vengadores». Cada uno puede sentir que tiene sus motivos y ambas respuestas pueden ser correctas.
l El domingo se cumplieron cuatro años del asesinato de Imad Mughniyeh, líder de Hizbulá. ¿Ha sido una venganza?
–Claro está que Hizbulá siempre quiso vengar la muerte de Mughniyeh. Y aunque Israel jamás lo reinvindicó y además otros servicios secretos lo buscaban (Francia, EE UU y Kuwait por atentados contra objetivos suyos), Hizbulá prometió vengarse contra Israel y no podían dejar de intentar cumplir su propia palabra. Sin embargo, yo no estoy seguro de que ése sea el trasfondo de los atentados por más que ésta sea la semana del cuarto aniversario de la muerte de Imad Mughniyeh.
l ¿Esto nos lleva entonces a Irán?
–Exactamente. Si bien siempre puede haber, por supuesto, una operación conjunta. No hay un vínculo concreto en el terreno entre Irán e Hizbulá. Esta vez mi sensación es que Irán tenía grandes motivaciones para tratar de asestar un golpe a Israel. Recordemos que de fondo hay una serie de incidentes relacionados con el programa nuclear iraní por los que Irán acusa a Israel y, por lo tanto, está claro que Teherán tiene sus propias motivaciones para atacar y puede simplemente haber aprovechado el símbolo de la semana del aniversario de la muerte de Imad Mughniyeh.
l ¿Con qué capacidades militares cuenta Hizbulá? ¿Irán le suministra armamento?
–Hizbulá es ahora indudablemente mucho más fuerte que antes. Ha multiplicado varias veces las armas en su poder: la cantidad de misiles que ha recibido de Irán y de Siria.
No sólo es que no tiene problemas en Líbano, también políticamente su situación es mejor que antes ya que tiene mayoría en el Gobierno en Beirut.
–Podría haber ocurrido lo que yo denomino «armonía de vengadores». Cada uno puede sentir que tiene sus motivos y ambas respuestas pueden ser correctas.
l El domingo se cumplieron cuatro años del asesinato de Imad Mughniyeh, líder de Hizbulá. ¿Ha sido una venganza?
–Claro está que Hizbulá siempre quiso vengar la muerte de Mughniyeh. Y aunque Israel jamás lo reinvindicó y además otros servicios secretos lo buscaban (Francia, EE UU y Kuwait por atentados contra objetivos suyos), Hizbulá prometió vengarse contra Israel y no podían dejar de intentar cumplir su propia palabra. Sin embargo, yo no estoy seguro de que ése sea el trasfondo de los atentados por más que ésta sea la semana del cuarto aniversario de la muerte de Imad Mughniyeh.
l ¿Esto nos lleva entonces a Irán?
–Exactamente. Si bien siempre puede haber, por supuesto, una operación conjunta. No hay un vínculo concreto en el terreno entre Irán e Hizbulá. Esta vez mi sensación es que Irán tenía grandes motivaciones para tratar de asestar un golpe a Israel. Recordemos que de fondo hay una serie de incidentes relacionados con el programa nuclear iraní por los que Irán acusa a Israel y, por lo tanto, está claro que Teherán tiene sus propias motivaciones para atacar y puede simplemente haber aprovechado el símbolo de la semana del aniversario de la muerte de Imad Mughniyeh.
l ¿Con qué capacidades militares cuenta Hizbulá? ¿Irán le suministra armamento?
–Hizbulá es ahora indudablemente mucho más fuerte que antes. Ha multiplicado varias veces las armas en su poder: la cantidad de misiles que ha recibido de Irán y de Siria.
No sólo es que no tiene problemas en Líbano, también políticamente su situación es mejor que antes ya que tiene mayoría en el Gobierno en Beirut.
Yoram Schweitzer
Analista israelí de seguridad nacional
Analista israelí de seguridad nacional
Una guerra (cada vez menos) secreta entre dos enemigos
14 Febrero 12 - - J. Beris
Israel e Irán se acusaron ayer mutuamente de los atentados contra embajadas israelíes en el exterior. Pero claro está que la desconfieanza entre ambos países va mucho más allá. La hostilidad básica del régimen de los ayatolás contra el Estado judío es una de sus características desde que éste se instaló en Teherán. Irán es el único país del mundo que llama a exterminar a otro: Israel. Con esta amenaza de fondo, fortalecido por las sospechas de la propia Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Israel sostiene que, contrariamente a lo que alegan las autoridades iraníes, lo que busca Teherán es tener armas nucleares. Mientras advierte de que «todas las opciones deben estar sobre la mesa», Israel ha intentado convencer a la comunidad internacional de imponer sanciones «paralizantes» contra Irán. Pero, además, una serie de incidentes misteriosos en diferentes instalaciones del programa nuclear iraní y de su desarrollo misilístico, explosiones en algunas de ellas, además de la desaparición y muerte de algunos científicos del programa nuclear, fueron atribuidas por Irán de inmediato a Israel. En una entrevista concedida a LA RAZÓN, el ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Moshe Yaalon, declaró que basta con decir que parecen haberse dado «con la ayuda de Dios». El presidente de Israel, Simon Peres, recalcó días atrás que su país «no es enemigo del pueblo iraní» y que el problema es sólo con su régimen. Uno de los componentes clave en la guerra que mantiene Irán contra Israel es la ayuda que ha prestado y sigue prestando a grupos radicales enemigos de Israel: tanto Hizbulá en Líbano como las organizaciones palestinas Hamas y la Yihad Islámica. Aunque para Hamas la relación con Irán tiene también aspectos problemáticos, su jefe en Gaza, Ismail Haniye, visitó recientemente Teherán y fue recibido con entusiasmo por el líder supremo, Ali Jamenei, quien prometió que Irán ayudará «siempre» a «la resistencia palestina», puesto que «éste es el deber y la única opción». Lo que para Hamas e Irán es «resistencia», para Israel es «terrorismo».
Fuente Diario "LA RAZÓN"
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