El Ejército sirio y los rebeldes combaten en las calles de Damasco
Los muertos se elevan ya al medio centenar después de que ayer se retiraran de Siria los observadores de los países árabes
Tropas leales al régimen sirio mantuvieron hoy fuertes enfrentamientos con soldados desertores pertenecientes al Ejército Libre Sirio (ELS) en barrios de los afueras de Damasco, informaron a Efe fuentes opositoras.
Los rebeldes están resistiendo a pesar de la ofensiva del Ejército sirio
Una
activista opositora, que pidió el anonimato, explicó que los choques entre
soldados opositores y fieles al régimen se sucedieron en la zona de Qabun, en la capital, y que se escucharon disparos en otras
partes de la ciudad.
Según
las fuentes, se produjeron también enfrentamientos en las zonas de Al
Guta, Kafr al Batna, Saqba e Irbin, todas ellas muy próximas a la capital
siria.
Sin
poder precisar cuál de las dos partes controla esos lugares, situados en su
mayoría al este de Damasco, las fuentes señalaron que los rebeldes están resistiendo a pesar de la ofensiva con fuertes
medios de combate del Ejército sirio.
Bombardeos antes de la retirada
Por
su parte, los opositores Comités de Coordinación Local explicaron
que en Irbin, las fuerzas sirias bombardearon la zona antes de retirarse y que
el ELS se enfrentó a efectivos de las fuerzas de seguridad del régimen en la
localidad de Yabrud, a 80 kilómetros de Damasco.
Los Comités apuntaron la muerte hoy de al menos 48 personas
Mientras,
los grupos opositores y las autoridades informaron de la muerte de mas de medio centenar de personas en distintos
sucesos.
Los
Comités apuntaron la muerte hoy de al menos 48 personas, entre ellas tres
menores de edad, como consecuencia de la represión del régimen del presidente Bashar al-Assad.
Diecinueve
de las víctimas se produjeron en la provincia de Homs (centro), catorce en localidades de los alrededores de
Damasco, cinco en Idleb (norte), cuatro en Deraa (sur), cuatro en Hama (centro), una en Dir Zur (este) y otra en Damasco.
Los observadores, retirados de Siria
La
agencia Sana informó, por su parte, de la muerte de seis militares, dos de ellos
oficiales, por la explosión de un artefacto, colocado por un "grupo terrorista",
al paso del autobús en el que se trasladaban en la zona de Sahnaya, también
cerca de la capital.
Otros
seis soldados resultaron heridos por el estallido, indicó la agencia.
Desde el inicio de la revuelta, más de 5.000 personas han muerto en Siria
La Liga Árabe decidió ayer suspender la misión de sus observadores
en Siria debido al deterioro de la seguridad en el país.
Además,
el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, partió hoy de El Cairo al frente de una
delegación de su organismo con destino a Nueva York para abordar la situación
siria con el Consejo de Seguridad de la ONU.
Desde
el inicio de la revuelta el pasado marzo, más de 5.000 personas han muerto en Siria, según las últimas
cifras de la ONU, aunque la oposición sostiene que ascienden a 6.000.
Fuente Diario "ABC"
Fuerzas rebeldes y tropas del régimen combaten en los suburbios de Damasco
El Asad concentra sus fuerzas en la capital mientras la revuelta se extiende
Enric González Jerusalén 29 ENE 2012 - 14:25 CET
Las tropas de Bachar el Asad han lanzado una ofensiva para
reconquistar los suburbios de Damasco y se combate a apenas tres kilómetros
de la capital. La ciudad no está bajo asedio, pero la enorme superioridad del
Ejército sirio sobre las milicias de la oposición ha sido hasta ahora
insuficiente para sofocar una revuelta que surgió hace casi un año en Daraa, una
población remota, y se ha extendido ya a casi todo el país.
La violencia ha experimentado un rápido incremento durante la última semana. La Liga Árabe suspendió el sábado la misión de sus observadores, porque consideró que los riesgos resultaban excesivos. También la ONU dejó de contabilizar las víctimas del conflicto en diciembre, cuando se llegó a las 5.000, dada la imposibilidad de verificar datos.
Portavoces de la oposición estiman que entre el miércoles y el sábado se registraron más de 100 muertos.
El Gobierno, por su parte, asegura que el sábado fueron enterrados 28 soldados y agentes de las fuerzas de seguridad y que ayer, domingo, murieron otros 16.
El Ejército, confeccionado a medida por la minoría alauí a la que pertenece la familia El Asad (se calcula que el 80% de los altos oficiales pertenecen a dicha rama del chiísmo), empieza a dar muestras de fatiga tras meses de despliegue ininterrumpido. El uso de artillería y tanques en zonas urbanas sólo ha exacerbado las protestas y ha estimulado el uso de las armas por parte de grupos opositores.
Las Fuerzas Armadas sirias son numerosas, pero la gran mayoría de los 300.000 soldados son reclutas suníes a los que no suelen asignarse misiones de combate porque se duda de su fidelidad al régimen. La principal responsabilidad a la hora de reprimir la revuelta recae en la Guardia Republicana, con unos 10.000 efectivos, y en la Cuarta División Mecanizada, con unos 20.000 efectivos, ambas dirigidas por Maher el Asad, hermano menor del presidente, y formadas exclusivamente por alauíes.
Para desplegar unos 2.000 soldados y medio centenar de tanques en suburbios de Damasco como Sakba, Hamouriya y Kfar Batna, el Gobierno ha tenido que reducir fuerzas en otros lugares. Esa es la razón de que la superioridad en número y armamento del Ejército no se haya traducido hasta el momento en una victoria sobre la oposición: en cuanto una ciudad es sometida a sangre y fuego, los soldados de Maher el Asad deben abandonarla para asaltar otra y los rebeldes resurgen.
Los portavoces de la oposición y del Gobierno coincidían este domingo en que los combates cerca de Damasco eran muy intensos. La oposición hablaba de “guerra”. También se combatía en Rankus, a unos 30 kilómetros de la capital y muy cerca de la frontera libanesa, por donde, según el Gobierno, entran grandes cantidades de armas pagadas por “gobiernos extranjeros” (El Asad prefiere no señalar directamente a Arabia Saudí y el resto de los países petroleros del Golfo) y destinadas a la oposición. Arabia Saudí, la gran potencia suní, e Irán, la potencia chií aliada con el régimen de El Asad, libran en territorio sirio un conflicto estratégico por la hegemonía.
El régimen de Bachar el Asad ha decidido resistir hasta el final, pese a las presiones de la Liga Árabe, que pide abiertamente la renuncia del presidente y la creación de un Gobierno de unidad. Amplios sectores de la población, entre los que destacan las minorías alauí y cristiana, respaldan al presidente. Alauíes y cristianos temen la venganza de los suníes si cae el régimen, y sus temores se refuerzan por las amenazas contra las minorías que se escuchan, cada vez con más frecuencia, en algunos ámbitos de la oposición.
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, viajó ayer a Nueva York. El martes intentará convencer al Consejo de Seguridad de la ONU (en el que Rusia y China defienden a El Asad) de la necesidad de emitir una resolución inspirada en el plan de paz de la Liga Árabe. Nadie está a favor, sin embargo, de una intervención militar internacional en Siria, por lo que una hipotética resolución de condena a Bachar el Asad no tendría otra fuerza que la moral. Es decir, podría ser ignorada por el Gobierno de Damasco, ya sometido
Fuente Diario "EL PAÍS"
La violencia ha experimentado un rápido incremento durante la última semana. La Liga Árabe suspendió el sábado la misión de sus observadores, porque consideró que los riesgos resultaban excesivos. También la ONU dejó de contabilizar las víctimas del conflicto en diciembre, cuando se llegó a las 5.000, dada la imposibilidad de verificar datos.
Portavoces de la oposición estiman que entre el miércoles y el sábado se registraron más de 100 muertos.
El Gobierno, por su parte, asegura que el sábado fueron enterrados 28 soldados y agentes de las fuerzas de seguridad y que ayer, domingo, murieron otros 16.
El Ejército, confeccionado a medida por la minoría alauí a la que pertenece la familia El Asad (se calcula que el 80% de los altos oficiales pertenecen a dicha rama del chiísmo), empieza a dar muestras de fatiga tras meses de despliegue ininterrumpido. El uso de artillería y tanques en zonas urbanas sólo ha exacerbado las protestas y ha estimulado el uso de las armas por parte de grupos opositores.
Las Fuerzas Armadas sirias son numerosas, pero la gran mayoría de los 300.000 soldados son reclutas suníes a los que no suelen asignarse misiones de combate porque se duda de su fidelidad al régimen. La principal responsabilidad a la hora de reprimir la revuelta recae en la Guardia Republicana, con unos 10.000 efectivos, y en la Cuarta División Mecanizada, con unos 20.000 efectivos, ambas dirigidas por Maher el Asad, hermano menor del presidente, y formadas exclusivamente por alauíes.
Para desplegar unos 2.000 soldados y medio centenar de tanques en suburbios de Damasco como Sakba, Hamouriya y Kfar Batna, el Gobierno ha tenido que reducir fuerzas en otros lugares. Esa es la razón de que la superioridad en número y armamento del Ejército no se haya traducido hasta el momento en una victoria sobre la oposición: en cuanto una ciudad es sometida a sangre y fuego, los soldados de Maher el Asad deben abandonarla para asaltar otra y los rebeldes resurgen.
Los portavoces de la oposición y del Gobierno coincidían este domingo en que los combates cerca de Damasco eran muy intensos. La oposición hablaba de “guerra”. También se combatía en Rankus, a unos 30 kilómetros de la capital y muy cerca de la frontera libanesa, por donde, según el Gobierno, entran grandes cantidades de armas pagadas por “gobiernos extranjeros” (El Asad prefiere no señalar directamente a Arabia Saudí y el resto de los países petroleros del Golfo) y destinadas a la oposición. Arabia Saudí, la gran potencia suní, e Irán, la potencia chií aliada con el régimen de El Asad, libran en territorio sirio un conflicto estratégico por la hegemonía.
El régimen de Bachar el Asad ha decidido resistir hasta el final, pese a las presiones de la Liga Árabe, que pide abiertamente la renuncia del presidente y la creación de un Gobierno de unidad. Amplios sectores de la población, entre los que destacan las minorías alauí y cristiana, respaldan al presidente. Alauíes y cristianos temen la venganza de los suníes si cae el régimen, y sus temores se refuerzan por las amenazas contra las minorías que se escuchan, cada vez con más frecuencia, en algunos ámbitos de la oposición.
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, viajó ayer a Nueva York. El martes intentará convencer al Consejo de Seguridad de la ONU (en el que Rusia y China defienden a El Asad) de la necesidad de emitir una resolución inspirada en el plan de paz de la Liga Árabe. Nadie está a favor, sin embargo, de una intervención militar internacional en Siria, por lo que una hipotética resolución de condena a Bachar el Asad no tendría otra fuerza que la moral. Es decir, podría ser ignorada por el Gobierno de Damasco, ya sometido
Fuente Diario "EL PAÍS"
El Ejército sirio y los rebeldes combaten en las calles de Damasco
- Más de cien personas han muerto en las últimas horas en los enfrentamientos
- La Liga Árabe decidió abandonar su misión en Siria este sábado
Tropas leales al régimen sirio mantuvieron fuertes enfrentamientos con
soldados desertores pertenecientes al Ejército Libre Sirio (ELS) en barrios de
los afueras de Damasco, que le han costado la vida solo este domingo a, al
menos, 60 personas. Esta cifra se une al centenar de víctimas que se contaron
durante la jornada previa.
Una activista opositora, que pidió el anonimato, explicó que los choques entre soldados opositores y fieles al régimen se sucedieron en la zona de Qabun, en la capital, y que se escucharon disparos en otras partes de la ciudad. Según las fuentes, se produjeron también enfrentamientos en las zonas de Al Guta, Kafr al Batna, Saqba e Irbin, todas ellas muy próximas a la capital siria.
Sin poder precisar cuál de las dos partes controla esos lugares, situados en su mayoría al este de Damasco, las fuentes señalaron que los rebeldes están resistiendo a pesar de la ofensiva con fuertes medios de combate del Ejército sirio.
Mientras, los grupos opositores y las autoridades informaron de la muerte de mas de medio centenar de personas en distintos sucesos.
Los Comités apuntaron la muerte de al menos 48 personas, entre ellas tres menores de edad, como consecuencia de la represión del régimen del presidente Bashar al-Assad.
Diecinueve de las víctimas se produjeron en la provincia de Homs (centro), catorce en localidades de los alrededores de Damasco, cinco en Idleb (norte), cuatro en Deraa (sur), cuatro en Hama (centro), una en Dir Zur (este) y otra en Damasco.
La agencia Sana informó, por su parte, de la muerte de seis militares, dos de ellos oficiales, por la explosión de un artefacto, colocado por un "grupo terrorista", al paso del autobús en el que se trasladaban en la zona de Sahnaya, también cerca de la capital. Otros seis soldados resultaron heridos por el estallido, indicó la agencia.
Además, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, partió hoy de El Cairo al frente de una delegación de su organismo con destino a Nueva York para abordar la situación siria con el Consejo de Seguridad de la ONU.
Desde el inicio de la revuelta el pasado marzo, más de 5.000 personas han muerto en Siria, según las últimas cifras de la ONU, aunque la oposición sostiene que ascienden a 6.000.
Fuente Diario "EL MUNDO"
Una activista opositora, que pidió el anonimato, explicó que los choques entre soldados opositores y fieles al régimen se sucedieron en la zona de Qabun, en la capital, y que se escucharon disparos en otras partes de la ciudad. Según las fuentes, se produjeron también enfrentamientos en las zonas de Al Guta, Kafr al Batna, Saqba e Irbin, todas ellas muy próximas a la capital siria.
Sin poder precisar cuál de las dos partes controla esos lugares, situados en su mayoría al este de Damasco, las fuentes señalaron que los rebeldes están resistiendo a pesar de la ofensiva con fuertes medios de combate del Ejército sirio.
Bombardeos en otras zonas
Por su parte, los opositores Comités de Coordinación Local explicaron que en Irbin, las fuerzas sirias bombardearon la zona antes de retirarse y que el ELS se enfrentó a efectivos de las fuerzas de seguridad del régimen en la localidad de Yabrud. a 80 kilómetros de Damasco.Mientras, los grupos opositores y las autoridades informaron de la muerte de mas de medio centenar de personas en distintos sucesos.
Los Comités apuntaron la muerte de al menos 48 personas, entre ellas tres menores de edad, como consecuencia de la represión del régimen del presidente Bashar al-Assad.
Diecinueve de las víctimas se produjeron en la provincia de Homs (centro), catorce en localidades de los alrededores de Damasco, cinco en Idleb (norte), cuatro en Deraa (sur), cuatro en Hama (centro), una en Dir Zur (este) y otra en Damasco.
La agencia Sana informó, por su parte, de la muerte de seis militares, dos de ellos oficiales, por la explosión de un artefacto, colocado por un "grupo terrorista", al paso del autobús en el que se trasladaban en la zona de Sahnaya, también cerca de la capital. Otros seis soldados resultaron heridos por el estallido, indicó la agencia.
La Liga Árabe abandona
La Liga Árabe decidió suspender la misión de sus observadores en Siria debido al deterioro de la seguridad en el país.Además, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, partió hoy de El Cairo al frente de una delegación de su organismo con destino a Nueva York para abordar la situación siria con el Consejo de Seguridad de la ONU.
Desde el inicio de la revuelta el pasado marzo, más de 5.000 personas han muerto en Siria, según las últimas cifras de la ONU, aunque la oposición sostiene que ascienden a 6.000.
Fuente Diario "EL MUNDO"
LA SITUACIÓN, CADA VEZ MÁS CERCA DE CONVERTIRSE EN GUERRA
CIVIL
Los combates entre el Ejército sirio y los rebeldes llegan a Damasco
Tropas leales al régimen sirio mantuvieron hoy fuertes enfrentamientos con
soldados desertores pertenecientes al Ejército Libre Sirio (ELS) en barrios de
los afueras de Damasco, informaron a Efe fuentes opositoras. Según algunos
combatientes, el Ejército sirio habría lanzado una ofensiva con tanques y más de
2.000 soldados para tomar estos suburbios.
Una activista que pidió el anonimato explicó que los choques entre soldados
opositores y fieles al régimen se sucedieron en la zona de Qabun, en la capital,
y que se escucharon disparos en algunas partes de la ciudad.
Otros puntos de enfrentamientos fueron las zonas de Al Guta, Kafr al Batna, Saqba e Irbin, todas ellas muy próximas a la capital siria.
Sin poder precisar cuál de las dos partes controla estos enclaves, situados en su mayoría al este de Damasco, la fuente señaló que los rebeldes están resistiendo a pesar de la ofensiva y los medios del Ejército sirio.
Por su parte, los opositores Comités de Coordinación Local explicaron que en Irbin, las fuerzas sirias bombardearon la zona antes de retirarse y que en la localidad de Yabrud, el ELS se enfrentó a efectivos de seguridad del régimen.
Según informa Al Arabiya tomando como fuente al Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 68 personas habría muerto hoy domingo, entre ellos 26 civiles,
Trece de las víctimas se registraron en localidades de los alrededores de Damasco, nueve en la provincia de Homs (centro), cuatro en Hama (centro), cuatro en Idleb (norte), tres en Deraa (sur) y una en Damasco.
La agencia Sana anunció, por su parte, la muerte de seis uniformados, dos de ellos oficiales, por la explosión de un artefacto, colocado por un "grupo terrorista", al paso del autobús en el que se trasladaban en la zona de Sahnaya, también cerca de la capital. Otros seis soldados resultaron heridos por el estallido, indicó la agencia.
Los combates más fuertes tienen lugar en los alrededores de la capital siria. Alrededor de 2.000 miembros del Ejército habrían lanzado un ataque con tanques para retomar los suburbios de Damasco, han asegurado a Al Arabiya activistas de la oposición al régimen de Al Asad. Estas mismas fuentes cifraban en 19 los civiles muertes por los soldados.
Las fuerzas gubernamentales habrían tratado de entrar en el área de Ghouta, en el eje oeste de la ciudad para tomar parte en una ofensiva en los suburbios de Saqba, Hammouriya y Kfar Batna. Los tanques avanzan hacia el centro de estas zonas con el objetivo de expulsar a las fuerzas rebeldes, que han tomado estos distritos a apenas unos kilómetros del centro de poder de Al Asad.
"Esto es una guerra urbana. Hay cuerpos en la calle", explica uno de los activistas desde Kfar Batna a la agencia Reuters.
Otros puntos de enfrentamientos fueron las zonas de Al Guta, Kafr al Batna, Saqba e Irbin, todas ellas muy próximas a la capital siria.
Sin poder precisar cuál de las dos partes controla estos enclaves, situados en su mayoría al este de Damasco, la fuente señaló que los rebeldes están resistiendo a pesar de la ofensiva y los medios del Ejército sirio.
Por su parte, los opositores Comités de Coordinación Local explicaron que en Irbin, las fuerzas sirias bombardearon la zona antes de retirarse y que en la localidad de Yabrud, el ELS se enfrentó a efectivos de seguridad del régimen.
Según informa Al Arabiya tomando como fuente al Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 68 personas habría muerto hoy domingo, entre ellos 26 civiles,
Trece de las víctimas se registraron en localidades de los alrededores de Damasco, nueve en la provincia de Homs (centro), cuatro en Hama (centro), cuatro en Idleb (norte), tres en Deraa (sur) y una en Damasco.
La agencia Sana anunció, por su parte, la muerte de seis uniformados, dos de ellos oficiales, por la explosión de un artefacto, colocado por un "grupo terrorista", al paso del autobús en el que se trasladaban en la zona de Sahnaya, también cerca de la capital. Otros seis soldados resultaron heridos por el estallido, indicó la agencia.
Los combates más fuertes tienen lugar en los alrededores de la capital siria. Alrededor de 2.000 miembros del Ejército habrían lanzado un ataque con tanques para retomar los suburbios de Damasco, han asegurado a Al Arabiya activistas de la oposición al régimen de Al Asad. Estas mismas fuentes cifraban en 19 los civiles muertes por los soldados.
Las fuerzas gubernamentales habrían tratado de entrar en el área de Ghouta, en el eje oeste de la ciudad para tomar parte en una ofensiva en los suburbios de Saqba, Hammouriya y Kfar Batna. Los tanques avanzan hacia el centro de estas zonas con el objetivo de expulsar a las fuerzas rebeldes, que han tomado estos distritos a apenas unos kilómetros del centro de poder de Al Asad.
"Esto es una guerra urbana. Hay cuerpos en la calle", explica uno de los activistas desde Kfar Batna a la agencia Reuters.
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