30 de enero de 1945: en aguas del mar Báltico, un submarino soviético hunde el barco hospital Wilhelm Gustloff. Es la mayor tragedia naval de la historia humana, con más de 9000 muertos, casi todos mujeres, niños y heridos.
Hay pánico, los millones de refugiados no dudan en caminar en campo abierto con temperaturas por debajo de los veinte grados bajo cero. Hay desesperación, algunos de ellos se dirigen a las líneas rusas para mendigar comida y encomendarse a una incierta caridad. El tercer frente bielorruso intentaba rodear la ciudad de Koenisberg, hogar de Kant. La Armada alemana (la Kriegsmarine) se arriesga con sus buques de superficie y el almirante Doenitz ordena la Operación Aníbal, que comienza el 21 de enero: un plan de rescate de los civiles atrapados en el frente.
Mientras, unos dos mil civiles al día cruzan el hielo en dirección
al puerto de Pillau donde el primer vapor tarda ocho días en poner a salvo a mil
ochocientos civiles y mil doscientos heridos. Pero Pillau tenía una rada pequeña
y fue obligado a trasladar a los civiles a Gotenhafen (hoy, Gdynia). Allí, el 30
de enero zarpó el Wihelm Gustloff hacia Dinamarca. Éste era el barco
emblemático del programa Fuerza por la Alegría, el
megalomaníaco plan de Hitler para proporcionar vacaciones de lujo a los
trabajadores alemanes. Cargado hasta los topes, con más de nueve mil
personas en sus cubiertas y escoltado por un torpedero, se adentró en las frías
aguas del Báltico.
INDICE DEL ARTICULO:
INDICE DEL ARTICULO:
- Hundimiento con más victimas
- A FONDO: El hundimiento del Wilhem Gustloff
- Alexander Marinesko
- El submarino soviético. S-13
- La maldición de Marinesko
El hundimiento con más víctimas
Esa misma noche, el capitán del submarino soviético S-13,
Alexander Marinesco, localiza al crucero de viaje alemán y le dispara cuatro
torpedos, de los cuales tres hacen blanco. A oscuras, en medio de la confusión,
con tres explosiones, el barco cargado hasta los topes, el agua del Báltico a
dos grados y el ambiente a casi veinte bajo cero hicieron su fatal trabajo. En
55 minutos se hundió el Gustloff y el nerviosismo provocó que volcaran
muchas de las barcas de salvamento. Las cifras que se valoran oscilan entre
siete mil y ocho mil quinientos muertos. Sólo se libraron unas mil trescientas
personas, rescatadas por el crucero de guerra Admiral Hipper. (En este
vídeo de tres minutos se pueden ver varias imágenes del buque).
Muy poca gente conoce este hecho. Si lo comparamos con el
Titanic —en el cual murieron 1.513 personas—, ese naufragio fue entre
cuatro y seis veces menos importante que el del Wihelm Gustloff. Otro
balance: en el torpedeo del Lusitania, en la Primera Guerra Mundial,
murieron 1.200 personas, una cifra entre siete y ocho veces inferior.
Los soviéticos aseguraron durante años que el Gustloff
estaba cargado con seis mil soldados alemanes para esconder el asesinato de los
civiles. Al capitán Marinesco le ofrecieron la recomendación de Héroe de la
Unión Soviética, pero los comisarios políticos se la negaron por tener una
relación con una mujer extranjera. Al final, el honor se le reconoció
en 1990.
A FONDO: EL HUNDIMIENTO DEL WILHEM GUSTLOFF
El hundimiento del transatlántico alemán Wilhelm Gustloff es considerada la mayor de las tragedias navales de todos los tiempos, a la que siguen el del Cap Arcona y del Goya, los tres ocurridos en el mismo escenario. Fue provocado por un submarino de la armada soviética en el contexto de la Operación Aníbal, durante la Segunda Guerra Mundial. El barco, un antiguo buque de recreo, había sido reconvertido en un buque militar de transporte y se encontraba evacuando en esos momentos a 1.656 militares y 8.956 civiles. El resultado de su hundimiento fue la muerte de 9.343 hombres, mujeres y niños.
Su hundimiento se produjo mediante torpedos, que fueron lanzados contra la embarcación el 30 de enero de 1945. A bordo del buque se encontraban más de 10.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, pero también había heridos, participantes de las batallas contra el Ejército Rojo. Igualmente se hallaban a bordo aproximadamente mil cadetes de la marina, que habían acabado su adiestramiento para combatir en los submarinos alemanes y se debían incorporar al servicio lo antes posible.
El buque fue construido por los astilleros Blohm & Voss de Hamburgo, tenía 208,5 m de eslora y 23,5 m de manga, desplazaba 25.484 tn impulsado por motores diésel de 9.500 cv. Contaba con una tripulación de 420 oficiales y marineros y podía transportar a 1.465 pasajeros de una sola clase con una velocidad de 15,5 nudos. Fue bautizado Wilhelm Gustloff en honor a un líder nacionalsocialista suizo asesinado en 1936.
Después de entrar en servicio, el KdF Wilhelm Gustloff zarpó en cruceros de placer que incluyeron puertos del Atlántico, el Mediterráneo y del Mar del Norte. Aparte de esas travesías llevando turistas alemanes, el Gustloff realizó un viaje a España, poco antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial, para transportar de regreso a la Legión Cóndor que ayudó a los sublevados a ganar la Guerra Civil. El convoy, compuesto por los cruceros KdF Robert Ley, Deutsche, Stuttgart, y el Sierra Córdoba, además del Gustloff llegaron a España el 24 de mayo de 1939, descargando grandes cantidades de material para las fuerzas nacionalistas, que incluían medicinas y alimentos. Dos días después, la Legión Cóndor embarcaba en los buques que zarparon inmediatamente rumbo a Alemania.
BARCO HOSPITAL.-Meses después, poco antes de comenzar la invasión a Polonia, el Gustloff fue pintado de blanco con una banda verde de proa a popa, y cruces rojas en varios lugares del casco y cubierta. Fue comisionado en la Kriegsmarine como "Lazaretschiff" o buque hospital. Luego de un intenso período de entrenamiento para sus nuevas actividades, entró en servicio por primera vez después de la campaña de Polonia en Danzig-Neufahrwasser transportando a Alemania 685 heridos durante la campaña y regresando a Danzig, donde quedó asignado para prestar servicios médicos. También formó parte del convoy que movilizó miles de alemanes que fueron repatriados a Alemania desde las regiones que en ese momento iban siendo ocupadas por los soviéticos, de conformidad con el acuerdo germano-soviético de repartición de Polonia.
Desde mayo hasta julio de 1940, el Gustloff se trasladó a Oslo en Noruega para atender a los heridos durante la campaña en ese país. Finalmente le ordenaron que se dirigiera a Stettin el 2 de julio transportando 563 heridos. Allí quedó anclado en puerto durante más de cuatro años, convertido en unas barracas militares para los cadetes de la cercana base de instrucción en guerra submarina. Durante este periodo fue pintado de gris naval y se le dotó de una pequeña cantidad de medios antiaéreos, convirtiéndose de hecho en un transporte armado. Con estas características finales aparece en la maqueta del Marine-Ehrenmal Laboe que ilustra este artículo.
La evacuación de los civiles en el Frente del Este comenzó muy tarde, aunque había habido planes para hacerlo durante meses, por causa de la decisión de los líderes nazis de luchar hasta el final. Por ello, sólo se dio la orden cuando las tropas soviéticas ya habían penetrado profundamente en Prusia Oriental, y las condiciones de evacuación tanto por tierra como por mar fueron caóticas.
En enero de 1945, el Almirante Karl Dönitz ordenó que el Gustloff evacuase al personal de U-Boots y que apoyase también la evacuación de refugiados y heridos en la denominada Operación Aníbal. De esta forma el trasatlántico pasó a formar parte de la mayor evacuación realizada en la historia, el rescate y transporte de millones de refugiados, enfermos, heridos y todos los que escapaban de las tropas rusas que avanzaban desde el este. Todos los buques disponibles en el Báltico fueron destinados a la evacuación incluyendo los buques del KdF, cargueros, auxiliares y buques pesqueros. Entre los grandes buques se encontraban el Cap Arcona, Robert Ley, Hamburg, Hansa, Deutschland, Potsdam, Pretoria, Antonio Delfino, Winrich von Kniprode, Ubena, Goya, Berlin, General von Steuben y Monte Rosa.
En el puerto, más de 60.000 refugiados trataban de abordar las naves creándose un estado de caos y confusión. Mientras los oficiales intentaban contabilizar a los pasajeros, mucha gente subían a bordo desordenadamente burlando la guardia, que se veía inerme para controlar a la multitud. Algunos disparos al aire hacían recuperar el orden, pero no por mucho tiempo. Niños deambulaban por doquier buscando a sus padres. Un nutrido grupo de auxiliares femeninas de la Kriegsmarine fueron acomodadas en lo que una vez fue la piscina del lujoso trasatlántico ubicada en la Cubierta-E. Todas eran jóvenes de 17 a 25 años. Un día antes de zarpar, llegó un tren hospital a Gotenhafen llevando heridos que fueron subidos a bordo y acomodados en la llamada cubierta para tomar el sol, donde años atrás miles de turistas alemanes se broncearon navegando por las aguas del Mediterráneo. Todos los espacios del buque estaban abarrotados de gente. En cubierta se veían algunas ametralladoras antiaéreas instaladas para rechazar posibles ataques aéreos. Sólo dos tercios de los pasajeros llevaban chalecos salvavidas y ante el número de pasajeros era evidente que en caso de emergencia los botes salvavidas no podían albergar al resto.
El buque contaba con una tripulación de 173 hombres y transportaba 918 oficiales y marineros, 373 mujeres del Cuerpo Femenino Auxiliar de la Kriegsmarine, 162 heridos y 4.424 refugiados. La lista oficial informó de un total de 6.050 personas, pero no cabe duda que muchos cientos más, de una manera u otra, lograron subir a bordo escapando del Ejército Rojo. Las últimas investigaciones dicen que a bordo del Gustloff viajaban 8.956 refugiados, 918 oficiales y marineros de la 2. Unterseeboot-Lehrdivision, 373 mujeres del Cuerpo Femenino Auxiliar de la Kriegsmarine, 173 auxiliares y 162 heridos graves, sumando un total de 10.582 personas.
A las 12:30 de la tarde del 30 de enero de 1945, el Gustloff soltó amarras mientras cuatro remolcadores lo sacaban a la rada. Zarpó de la bahía de Gotenhafen en un día con muy mal tiempo, precedido por un dragaminas, con una curiosa estructura de mando. Como transporte de civiles estaba bajo el comando del capitán de la marina mercante Friedrich Petersen y como transporte militar asignado a la 2. Unterseeboots-Lehrdivision tenía como comandante al capitán Wilhelm Zahn. Nevaba con vientos fuertes y la temperatura era de 10° C bajo cero. El mar se encontraba medio congelado y cualquier persona que cayera al agua no podría sobrevivir. El Gustloff comenzó la navegación sin escolta contra los ataques submarinos o de aviación. Ante los ataques aéreos el buque tenía la protección del clima y unas pocas ametralladoras antiaéreas, pero ante los submarinos estaba indefenso. Pronto la oscuridad invernal envolvió al buque y la gente con varios días sin comer ni dormir, cayó presa del mareo. La cubierta estaba congelada.
Se produjo una discusión entre los diversos capitanes del buque, pues el capitán civil (más veterano) era partidario de navegar por aguas profundas, buscando la protección de los convoyes alemanes, mientras el militar prefería viajar cerca de la costa. Al final se impuso la veteranía del capitán civil, y el Gustloff avanzó con las luces apagadas en busca de un convoy de dragaminas situado más al norte. Cuando se aproximaban al mismo, encendieron las luces de posición en medio de la noche, bajo condiciones de mala visibilidad, para evitar una colisión. Ese fue el momento en que fue avistado por el submarino soviético S-13, que patrullaba aquellas aguas con la misión de impedir las operaciones navales alemanas en torno a Prusia Oriental. No ha quedado establecido que el capitán atacante viera, en la noche invernal báltica, mucho más que estas luces de posición delatando a un buque de gran porte.
A las 21:08 del 30 de enero de 1945, el Wilhelm Gustloff navegaba entre la Bahía de Danzig y la isla danesa de Bornholm, casi a la altura de Stolpmünde en Pomerania, cuando fue atacado por este submarino S-13, comandado por Alexander Marinesko. El S-13 era un submarino diseñado en Alemania y construido en Holanda cuando estaba en vigencia el Tratado de Versalles, que le prohibía a Alemania poseer una flota submarina. El astillero donde se construyó el S-13 fue una empresa mixta con intereses alemanes procedentes del Krupp Germania-Werft de Kiel asociado con la Deutsche Schiff und Maschinenbau AG de Bremen y la Kriegsmarine. Los gobiernos alemán y soviético negociaron la venta y traspaso de la nave, que desde entonces formó parte de la flota soviética del Báltico.
Esa noche de enero de 1945, Marinesko disparó tres torpedos contra el Wilhelm Gustloff sin que el buque de guerra que lo escoltaba pudiera evitarlo. El transporte acusó los impactos, escoró rápidamente a estribor recuperando la verticalidad poco después, pero finalmente volvió a escorar hacia babor. El testigo del hecho, Oberbootsmannsmatt Karl Hoffman, relató que el primer torpedo hizo blanco en la proa debajo de la línea de flotación, el segundo en la sección media a la altura de la piscina, matando a casi todas las auxiliares de marina, y el tercero a mitad del buque por delante de la sala de máquinas. En pocos minutos el castillo de proa se encontraba casi bajo las aguas. El Gustloff se hundió en menos de 50 minutos, llevándose hasta el fondo del Báltico a 9.343 hombres, mujeres y niños; 1.239 personas pudieron ser rescatadas con vida por buques alemanes que se encontraban en las cercanías en misiones de evacuación o escolta. El mar estaba cubierto de cadáveres con salvavidas. El torpedero T-36 rescató a 564 personas, el torpedero Löwe a 472, el dragaminas M 387 a 98, el M 375 a 43, el M 341 a 37, el Göttingen a 28, el Torpedofangboot TF 19 salvó a 7, el carguero Gotland a 2 personas y el Vorpostenboot 1703 rescató a un bebé de sólo un año de edad.
Karl Hoffman sufriendo hipotermia fue rescatado por el torpedero T-36, cuya tripulación lo reanimó con masajes y té caliente. El T-36 formaba parte del escuadrón de escolta del crucero pesado Admiral Hipper, que también llevaba refugiados. El propio T-36 sorteó dos nuevos torpedos escapando a toda velocidad. A las 2 de la tarde del 31 de enero de 1945, el T-36 llegó a Sassnitz.
De Alemania Oriental y Polonia fueron evacuadas en total 2 millones de personas. De los que lograron ser embarcados, entre 25.000 y 30.000 murieron; la mayoría de ellos, unos 15.000, cuando el Gustloff y el Goya fueron hundidos. La desordenada evacuación de Prusia Oriental se cobró cerca de 300.000 vidas en total.
Alexander Marinesko, comandante del S-13, como resultado de estas acciones fue propuesto como Héroe de la Unión Soviética, pero paradójicamente se le denegó porque el alto mando soviético albergaba dudas sobre si verdaderamente fue Marinesko quien hundió el buque, pues se decía que había sido bombardeado por la Luftwaffe. Finalmente se le otorgó la condecoración a título póstumo.
Los rusos dinamitaron los restos con el resultado de que se partiese el pecio, de manera que desistieron.
Hoy día el Gustloff reposa en tres secciones relativamente en buen estado de conservación a 42 m de profundidad en aguas de gran turbiedad.
Ninguna otra tragedia marítima ha sido tan grande por el número de víctimas. En 1955 fue estrenada la película alemana "Nacht fiel über Gotenhafen" que se basaba en el hundimiento del Wilhelm Gustloff. De los muchos libros aparecidos sobre la tragedia del Gustloff, el escrito por Heinz Schon, "SOS Wilhelm Gustloff - Die größte Schiffskatastrophe der Geschichte" es el considerado como el más preciso relato sobre el hundimiento del Wilhelm Gustloff. El Premio Nobel de Literatura alemán Günter Grass ambientó con gran detalle su novela A paso de cangrejo (2002) en torno al hundimiento de este navío.
Alexander Marinesko
Александр Иванович Маринеско. (Odessa, 15 de enero de 1913 - Leningrado, 25 de noviembre de 1963) fue un marino del arma de submarinos de la Unión Soviética durante la segunda guerra mundial. Durante el final de la llamada Gran Guerra Patria adquirió una dudosa fama por hundir al buque hospital Wilhelm Gustloff, y al transporte SS General von Steuben con un total aproximado de 13.800 víctimas, la mayoría civiles.
Alexander Marinesko nació en el puerto de Odessa en Ucrania, era hijo de una rumana y de un marino ucraniano. Se unió a la Armada Soviética en la rama de marinos mercantes en la Flota del Mar Negro y posteriormente, en 1939 pasó como comandante de submarinos a la flota del Báltico destacándose en la puesta a punto operativa del submarino M-96. Durante el inicio de la Gran Guerra Patria, su submarino M-96 quedo inhabilitado en un puerto debido a un accidente de fuerza mayor, por el lapso de 4 meses, lo que contribuyó al deterioro del entrenamiento de su tripulación y además Marinesko se sumió en el alcohol siendo motivo para ser expulsado del partido comunista. Marinesko entonces desarrolló una gran ansia de ser reconocido y reivindicado ante sus superiores; sentimiento que conduciría a realizar acciones que pudieran ser relevantes para lograr ese reconocimiento a costa de lo que fuera necesario.
En agosto de 1942, Marinesko tuvo la oportunidad de reivindicarse con su M-96, torpedeando a un cañonero alemán (Helena SAT-4) que embarrancó, declarando que su tonelaje era de 7.000 (en realidad eran 400 t de desplazamiento). En octubre de ese año realizó una labor de fuerzas especiales desembarcando un equipo de tareas en la bahía de Narva con el objeto de capturar una máquina Enigma; el equipo de tareas tuvo bajas del 50% y regresaron sin el equipo; de todos modos fue reincorporado al partido y se le concedió una medalla Orden de Lenin por sus servicios.
En enero de 1943, se le concedió el mando del moderno submarino S-13, de la clase S en Hanko, Finlandia y destinado al puerto de Hela para labores de hostigamiento. En ese puerto sorprendió al transporte Sigfrid y le disparó una salva de 4 torpedos, ninguno de los cuales dió en el blanco, por lo que tuvo que emerger y cañonearlo a distancia, declarándolo finalmente hundido y reclamando 6.000 t, cuando tenía un desplazamiento mucho menor; el transporte severamente dañado pudo sin embargo llegar a puerto.
En enero de 1945, Alexander Marinesko desapareció por tres días y sus superiores votaron por realizar una corte marcial y declararlo desertor; pero él apareció y declaró que había tenido un lío de faldas con una novia sueca. De todos modos, había vulnerado una estricta ordenanza que contemplaba que los militares soviéticos no podían involucrarse con extranjeros y estuvo a punto de ser dado de baja; pero debido que el alejamiento de Marinesko supondría la inactividad del submarino S-13, es que el alto mando decidió darle una nueva oportunidad enviándolo a la costa báltica prusiana. En ese momento, Alemania realizaba la Operación Aníbal cuyo objetivo era la evacuación de militares heridos y civiles de los puertos orientales alemanes.
En ese contexto, Marinesko sorprendió y hundió al buque hospital Wilhelm Gustloff, el 30 de enero de 1945 ocasionado unas 9.500 víctimas, entre personal médico, soldados heridos y civiles en las cubiertas. El 10 de febrero de ese año, atacó al atestado transporte SS General von Steuben produciendo unas 4.500 víctimas entre civiles y militares. Las tácticas de torpedeamiento a estos navíos usadas por Marinesko fueron consideradas como "ideales" por la Academia Naval Soviética. A pesar de estos "logros", el Alto Mando Naval de la Unión Soviética representado por Nikolái Gerásimovich Kuznetsov se negó a reconocer a Marinesko como merecedor al título de Héroe de la Unión Soviética calificándolo como poseedor de un inadecuado perfíl de héroe, descalificándolo principalmente debido a su alcoholismo y su carácter rencilloso; y a que confundió al Steuben con el crucero Emden. Desacreditado, Marinesko fue destinado a trabajos secundarios en la Armada Soviética y además fue acusado de dilapìdación de bienes, por lo que tuvo presentar su renuncia y pasar prisionero en el campo de concentración de Kolyma por dos años. Al finalizar Marinesko era un hombre absolutamente arruinado e indigente y falleció de úlcera en Leningrado.
En 1990, fue reivindicado como Héroe de la Unión Soviética cuando se cumplió el 50ª aniversario de la Gran Guerra Patria.
EL SUBMARINO SOVIÉTICO S-13
El 30 de enero de 1945, en el Mar Báltico, el S-13 hundió el Wilhelm Gustloff, el mayor barco de transporte de la Kriegmarine (marina de guerra nazi). El navío, de 20,000 toneladas de desplazamiento, se hundió después de ser torpedeado. Unas 6 600 personas se encontraban a bordo, entre ellas un millar de oficiales y marinos de la 2ª división de instrucción de las fuerzas submarinas. Los demás eran refugiados. Hubo 1,216 sobrevivientes.
Diez días después, el submarino comandado por Marinesko hundió el crucero auxiliar General von Steuben. Hubo 3,000 muertos y muy pocos sobrevivientes. Se decretó duelo nacional en Alemania.
El ataque del S-13 aparece en todos los manuales militares soviéticos como ejemplo de ataque con torpedos.
Después de descubrir, durante la noche, en la bahía de Danzig, el enorme navío protegido por seis contratorpederos, Marinesko había dado orden de salir a la superficie, seguirlo y adelantarse a él aprovechando la oscuridad para ponerse en posición de lanzar los torpedos. El mar estaba agitado.
Los dos motores diésel, al máximo de su capacidad, imprimían al submarino una velocidad de 19,5 nudos y, al cabo de dos horas de persecución paralela, el S-13 se detuvo en posición de ataque.
Contra todas las reglas, Marinesko decidió atacar con la costa a sus espaldas, reduciendo así prácticamente a nada sus propias posibilidades de escape en caso de persecución.
Alexander Marinesko estaba en el puente de mando y coordinaba las acciones de la tripulación con vistas al ataque.
Los torpedos fueron lanzados en abanico a la 23h02. Tres dieron en el blanco.
Marinesko dio inmediatamente la orden de sumergirse y comenzó a maniobrar ¡a poca profundidad! para escapar a la persecución de los contratorpederos, y también tuvo éxito
Los rusos dicen que la mano de Marinesko fue guiada por Dios y que la muerte de miles de alemanes era un castigo justo, los alemanes replican que no: si todos los habitantes de una ciudad se hundieron en las heladas aguas, fue obligatoriamente por obra de la mano del Diablo. Y fue la misma mano la que desvió de su blanco cada una de las 200 cargas de profundidad utilizadas contra el S-13.
LA MALDICION DE MARINESKO
Aquella proeza le valió la orden de la Bandera Roja, recompensa ciertamente honorable, aunque modesta ante la envergadura de la hazaña. Humillado, Marinesko se dio entonces a la bebida.
Poco después del fin de la guerra, fue convocado por el Comisario del Pueblo (ministro) Nikolai Kuznetzov a causa de una disputa que tuvo, estando ebrio, con el comandante de la división. Finalmente, Marinesko presentó su renuncia.
Alexander Marinesko entra, como intendente, en el Instituto leningradense de Transfusiones Sanguíneas donde es procesado poco después por dilapidación de los bienes socialistas.
En el domicilio del héroe se encontrará después una vieja cama plegable, de un valor de 54 rublos, que pertenecía al instituto. Se levantó un acta y, en 1948, una jueza temblorosa condenó al ex comandante de submarino a tres años de prisión.
Marinesko es enviado a cumplir su condena en la península de Kolyma, entre delincuentes y ex auxiliares de la policía alemana.
Alexander Marinesko dijo:Me pusieron con ladrones y esbirros de la policía nazi. Me raparon y me trataron como a un animal. Enseguida me robaron todo. El staroste (jefe) del barracón, un ex colaborador [de los alemanes] proveniente de los alrededores de Leningrado era tan brutal como un SS. Se había rodeado de una pandilla de truhanes que trabajaban para él. Ellos nos robaban la mayor parte de la poca comida que nos daban una vez al día...
Al salir de prisión, Marinesko no podía ya volver a la marina. Nacido en 1913, murió en diciembre de 1963, víctima de un cáncer de la garganta. Durante sus últimos meses de vida, tuvo que alimentarse a través de un tubo y no podía hablar.
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