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sábado, 23 de abril de 2011

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-LIBIA, LAS FUERZAS GADAFISTAS, ABANDONARAN EL ASEDIO DE MISRATA





El régimen libio anuncia que sus fuerzas van a abandonar el asedio a Misrata

Las fuerzas leales al coronel Muamar Gadafi van a dejar la ciudad rebelde de Misrata, único enclave del oeste en manos de los rebeldes y víctima de un asedio medieval desde hace meses por parte de los gadafistas.

Así lo ha asegurado el viceministro de Exteriores libio, Khaled Kaim, quien dijo que confiarán a las tribus de la región la misión de poner fin al conflicto en esta ciudad, ya sea "utilizando la fuerza o la negociación".

"La táctica del ejército era tener una solución quirúrgica pero esta solución no marcha con los ataques aéreos" de la OTAN, aseguró Kaim.

Fuente Diario "EL MUNDO"


El régimen libio amenaza con dejar el ataque de Misrata en manos de las tribus
El Gobierno de Gadafi asegura que hasta ahora su intervención fue "quirúrgica" pero que no pueden continuar por los bombardeos de la OTAN. -McCain alienta a Obama a reconocer al 'Gobierno' de los rebeldes libios

El régimen libio ha anunciado en un tono entre amenazante y condescendiente que estudia retirarse de Misrata para que las tribus locales lideren la lucha contra los rebeldes. "Si el Ejército no puede resolver el problema por los bombardeos de la OTAN, entonces la población de la región entrará", ha dicho a los periodistas el viceministro de Exteriores, Khaled Kaim.

"La situación en Misrata está controlada. Las tribus se ocuparán de ello", insistió el político, que tiene a bien conceder libertad a la población para decidir si quieren solucionar el conflicto "utilizando la fuerza o la negociación". Según su visión de los combates y del cerco que se ha mantenido más de un mes alrededor de la ciudad, "la táctica del Ejército había sido hasta ahora una solución quirúrgica, pero los ataques aéreos impiden continuar con ella".

Las extrañas declaraciones de la diplomacia de Gadafi no pasan desapercibidas para la comunidad internacional, que parece encontrar en ellas pruebas de que sus ataques están debilitando las posiciones del régimen. "La muestra de que tenemos éxito es que Gadafi ha cambiado de táctica y ahora está dispersando a sus fuerzas y escondiéndolas", aseguró ayer a Efe el oficial Mike Rafferty, jefe de Estrategia en el Cuartel General de la OTAN en Esmirna (Turquía), desde donde se diseña la operación Protector Unificado en Libia. La OTAN aseguró ayer que considera de momento "un éxito" su operación en Libia y asegura que "hace todo lo posible" por ayudar a los civiles en Misrata.

Los mensajes cruzados están abundando en este conflicto. El senador estadounidense John McCain visitó ayer Bengasi para decir exactamente lo que el 'Gobierno' de los sublevados contra Muamar el Gadafi quería escuchar. "Animo a todos los países, y especialmente a Estados Unidos, a reconocer al Consejo Nacional Transitorio como la voz legítima del pueblo libio", afirmó el ex candidato presidencial y primera gran figura política norteamericana que se reúne con los dirigentes rebeldes. Otros líderes occidentales seguirán sus pasos. Nicolas Sarkozy prevé viajar a la capital de la revuelta en las dos primeras semanas de mayo, según revelaron a Reuters fuentes del Elíseo. McCain y Sarkozy abogaron ayer por liberar los fondos libios congelados -decenas de miles de millones de euros- para financiar las exhaustas arcas del Consejo Nacional. Se suceden las iniciativas para defenestrar a Gadafi. Solo tres naciones -Francia, Catar e Italia? han reconocido la legitimidad del Consejo, imprescindible para que los insurrectos puedan acceder en condiciones al mercado de armamento.

La presión sobre el régimen, salvo en el campo de batalla, va in crescendo. El presidente Barack Obama autorizó el jueves misiones de aviones no tripulados sobre Libia. No será la panacea, a juicio de expertos militares, pero la precisión de estos aparatos ayudará a destruir objetivos en zonas urbanas y a socavar la moral de los soldados. Abdelhafiz Ghoga, vicepresidente del Consejo, dio la "bienvenida" a la entrada en acción de los 'drones' porque ello "ayudará a salvar vidas de civiles". Hay más.

Reino Unido, Francia e Italia anunciaron a mediados de semana el envío de asesores militares a Bengasi, y aunque niegan que vayan a implicarse directamente en la guerra, la decisión suscita interrogantes. ¿Se envían asesores para ayudar a milicianos desarmados a los que, se dice, no se adiestrará para luchar? ¿Es un primer paso para alimentar su arsenal? Y ahora que el objetivo declarado de Occidente es destronar a Gadafi y que las sanciones pueden surtir efecto solo a largo plazo, ¿es posible derrotar al régimen sin una embestida terrestre?

Guerra en punto muerto

Los días en que la euforia en Bengasi cedía paso a la depresión en cuestión de horas, al compás de los avatares bélicos, son el pasado. La realidad se impone testaruda en los estancados frentes y los ciudadanos son conscientes ahora de que, salvo un inesperado colapso del régimen, derrocar al tirano llevará tiempo. Todo indica que el punto muerto en que ha entrado la guerra tiene visos de prolongarse, pese a que el jefe del Estado Mayor de EE UU, Mike Mullen, aseguró ayer que "entre el 30% y el 40% de las fuerzas terrestres de Gadadi han sido dañadas".

Pronosticar acontecimientos en el Magreb es una aventura arriesgada. Pero sabe el Consejo Nacional que sin una intervención más mortífera de los aviones de la OTAN no se conseguirá hundir al régimen. Tal vez por ello, se amoldan los dirigentes a la nueva tesitura y se muestran dispuestos a concesiones difíciles de digerir. Ya justificaron la intervención aérea de la coalición internacional. Y ahora están dispuestos a aceptar la presencia de soldados foráneos en suelo libio, poco menos que herejía hasta hace unos días.

"Proteger a los civiles exige corredores para suministrar ayuda humanitaria. Si eso solo puede lograrse con el despliegue de fuerzas terrestres extranjeras, el Consejo Nacional no observa eso como una intervención militar extranjera", ha declarado Ghoga. Los aliados erraron el tiro al fiarlo todo a la zona de exclusión aérea, y el envío de consejeros para asesorar a los milicianos sublevados es otro indicio de que las potencias occidentales no contemplan un desplome del Ejército libio, mucho más resistente ante la volátil situación bélica de lo calculado. "Si no se levanta Trípoli, esto va para largo", asegura el ingeniero Hasan Mohamed.

EE UU advierte del peligro de que la guerra en Libia "entre en punto muerto"

El jefe del Estado Mayor conjunto asegura que los ataques de la coalición han mermado en un 40% la capacidad terrestre del Ejército de Gadafi

El jefe del Estado Mayor conjunto de EE UU, el almirante Mike Mullen, ha advertido este viernes del peligro de que el conflicto en Libia se estanque y entre en "un punto muerto". A esta conclusión ha llegado el responsable militar estadounidense al hacer balance de las operaciones de la coalición, liderada por Francia, Reino Unido y Estados Unidos, para proteger a la población libia de la represión de Muamar el Gadafi.

Mullen también ha asegurado que los ataques aéreos de los cazas de la OTAN han destruido entre un 30 y un 40% de las fuerzas terrestres que el régimen de Gadafi emplea para cercar poblaciones como Misrata o Ajdabiya. Pero sigue sin ser suficiente para frenar la ofensiva de Trípoli contra las ciudades sublevadas. "Los ataques continuarán su curso", ha añadido el jefe militar.

Mullen, que ha aterrizado en Bagdad para reunirse con los líderes del Gobierno iraquí y para visitar a las tropas estadounidenses, ha asegurado que existe un consenso internacional sobre la necesidad de que el tirano abandone el poder. "Gadafi debe de irse", ha dicho. Pero, al igual que las autoridades de Reino Unido y Francia, no ha sido capaz de establecer un horizonte temporal concreto para que se produzca su partida. "Todas las acciones llevadas a cabo por los países [de la coalición] van en el sentido de ir apretando el cerco hasta que se vaya. ¿Cuándo se dará Gadafi por enterado? Eso no lo sé", ha dicho Mullen.

Al mismo tiempo, el responsable del Pentagono ha despejado cualquier duda que pudiera tener a estar alturas los mandos militares y políticos en Washington sobre la composición del Gobierno interino rebelde de Bengasi. Según Mullen, ninguno de sus miembros tiene o ha tenido en el pasado vínculos con Al Qaeda, descartando de ese manera la posibilidad de que el terrorismo extremista esté apoyando el alzamiento rebelde contra la dictadura libia. "Esto no significa que en Libia o en otros países del entorno haya líderes de organizaciones terroristas que intenten sacar ventaja de la actual situación", ha matizado Mullen. "Pero estamos alertas al respecto".
McCain visita el bastión rebelde de Bengasi

El senador republicano estadounidense John Mc Cain, que es partidario de una mayor implicación de su país en el conflicto libio, ha visitado este viernes Bengasi, el bastión de los alzados, para reunirse con los líderes rebeldes integrados en el Consejo Nacional interino.

El rival de Obama en las pasadas elecciones presidenciales ha recorrido las calles de Bengasi y ha charlado con varios rebeldes, uno de los cuales le ha cubierto el cuello con un pañuelo rojo, según las imágenes divulgadas por CNN. Un portavoz rebelde ha asegurado que el político estadounidense ha visitado los juzgados de la ciudad, emblema de la revolución al ser el lugar donde los opositores empezaron su cruzada a mediados de febrero.

Fuente Diario "EL PAÍS"


Gadafi somete al bastión rebelde de Misrata a un asedio medieval


Entre los insurgentes crecen las voces que piden una intervención terrestre para evitar una masacre en la ciudadLos francotiradores amenazan con sumar este centro antigadafista a la lista de ciudades mártires de la guerra

Misrata es la ciudad mártir de la guerra de Libia. Desde el inicio fue rebelde. Desde el inicio, cercada por las tropas leales al coronel Muamar Gadafi. Un bastión inexpugnable para asediadores. Una ciudad trampa para sus defensores. El lugar donde Gadafi quiere devolver al Medievo las siempre oscuras artes de la guerra. El episodio del uso de las bombas de racimo «a pocos metros de un hospital» —investigado por la ONU por ser constitutivo de «crimen de guerra»— ha sido el último protagonizado por el régimen libio. Pero habrá más.

Como tercera ciudad de Libia —con una población aproximada de 300.000 habitantes—, Misrata está situada a 210 kilómetros al este de Trípoli y su importancia para ambos bandos en la guerra civil de Libia estriba en dos razones militares de tipo logístico y moral: su puerto de aguas profundas y el golpe moral que supondría si cayera totalmente en manos de las tropas de Gadafi, lo que rompería el actual equilibrio de fuerzas urbanas que ahora mantienen ambos bandos con Trípoli en manos gadafistas y Bengasi en las de los rebeldes.

He aquí las claves para entender «el asedio medieval» de Misrata, tal y como fue descrito por Barack Obama, David Cameron y Nicolas Sarkozy en un artículo de prensa conjunto para tratar de frenar las sospechas de división en el seno de la coalición internacional que encabeza la guerra contra el régimen de Gadafi.
Un puerto estratégico. Símbolo de la resistencia rebelde

Objetivo prioritario de los bombardeos del Ejército de Gadafi antes de la intervención de la OTAN —y ahora siempre que puede—, el puerto de Misrata se ha convertido en el símbolo de la resistencia de los rebeldes. Es un puerto de aguas profundas —data de la época fenicia— que admite el atraque de grandes mercantes para abastecer a la población con víveres, agua y medicinas y a las fuerzas militares rebeldes con armamento. El puerto de Misrata se ha convertido así en un «hilo de vida» tanto para sus defensores como para aquellos que quieren huir del conflicto.
Francotiradores de Gadafi. Una brigada de 60 hombres

De prolongarse el asedio, Misrata podría ingresar la siniestra lista de ciudades arrasadas por la guerra. Como en su día Sarajevo, Grozni o Beirut. En la tercera urbe de libia, Gadafi está utilizando una de las «artes» de guerra más temidas por la población civil por su capacidad de generar desconcierto y temor: los francotiradores.

Según aseguró uno de esos francotiradores apresado por los rebeldes, el Ejército de Gadafi tendría emplazados a unos 60 hombres con rifles de mira telescópica en el edificio Tameen, el más alto de la ciudad. Gadafi, que no es muy amigo de las grandes operaciones militares que impliquen un gran número de soldados a la vez (para que no puedan desertar de golpe), ha combinado esta táctica militar en Misrata con los grandes bombardeos en los últimos días. Su objetivo es quebrar la férrea línea del frente que divide la ciudad en torno a la calle Trípoli.

Ni que decir tiene que en Misrata las tropas de Gadafi, mejor equipadas y entrenadas que las rebeldes, tienen mejor acceso a los suministros procedentes de Trípoli. Algo con lo que no contaron en el asalto final a Bengasi, capital rebelde situada al este de país.
Bombardeos. Misiles rusos Grad y bombas de racimo

Como ejemplo valga una de las últimas acciones de las tropas de Gadafi el pasado sábado. Más de 200 misiles Grad cayeron en el área del puerto y zonas industriales, incluyendo vecindarios residenciales cerca de la zona portuaria. «La destrucción fue enorme. Estuve ahí y lo vi por mí mismo» declaró un portavoz rebelde, quien agregó que el puerto se cerró ese mismo día.

El uso de bombas de racimo de fabricación española en zonas residenciales —durante el pasado jueves y viernes— avivó la indignación internacional sobre el cruel asedio al que está siendo sometido la población de Misrata. Especialmente destructivas por su capacidad de fragmentación y ausencia de objetivo fijo —contienen un dispositivo que, al abrirse, libera un gran número de pequeñas bombas capaces de perforar vehículos y matar indiscriminadamente con sus fragmentos de metralla—, su uso ha sido denunciado por la organización internacional «Human Rights Watch». Especialistas que examinaron fragmentos de esas municiones determinaron que eran proyectiles de artillería MAT-120 calibre 120 mm de fabricación española. Bombas de racimo y misiles Grad para acabar con la ciudad.
Mil muertos. Desde el pasado 17 de febrero

Según fuentes médicas, al menos 1.000 personas han muerto ya en Misrata y otras 3.000 han resultado heridas desde que el 17 de febrero se iniciaran los disturbios en ese país magrebí, informa la agencia Efe.
A la espera de evacuación. Inmigrantes subsaharianos agolpados

En el puerto de Misrata se agolpan miles de inmigrantes subsaharianos a la espera de ser evacuados así como cientos de heridos en el asedio. El martes un millar de esos inmigrantes fueron evacuados en un barco fletado por la Organización Mundial de las Migraciones El «Ionian Spirit» es el tercer barco fletado por la OIM que evacua inmigrantes de Misrata. A bordo viajan 586 nigerinos, 239 libios, 92 nigerianos, 26 bengalíes, 24 filipinos, y 16 paquistaníes. Su destino es Bengasi.
¿Y la OTAN? Los rebeldes piden una operación terrestre

Misrata es también el paradigma de los corsés con los que se dotó la coalición internacional para actuar en Libia donde, sobre el papel, la resolución 1973 de la ONU no autoriza intervención terrestre de las fuerzas de la OTAN. Sin embargo, esa misma resolución plantea como fondo la protección de la población civil de las garras de Gadafi.

Precisamente una intervención terrestre es lo que piden los rebeldes en Misrata para alcanzar el objetivo de salvaguardar a la población civil. «Es una cuestión de vida o muerte», aseguró el portavoz rebelde de Misrata, Nuri Abdulá Abdulati, desmarcándose así del grueso de las fuerzas rebeldes que, con capital en Bengasi, no quieren ni oír hablar de una intervención terrestre de la OTAN.
«Extrema peligrosidad» para los periodistas
Tras lamentar la muerte de los dos fotoperiodistas —el estadounidense Chris Hondros y el británico Tim Hetherington— fallecidos en la madrugada del miércoles en las calles de Misrata tras un ataque de mortero, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) —con sede en Nueva York— denunció «la extrema peligrosidad del conflicto libio para los periodistas que lo cubren». Sobre todo en la fase actual de la guerra, en la que las calles de las ciudades se han convertido en trampas mortales.
Las dos víctimas de ayer se suman a otros dos periodistas que han muerto en el conflicto libio: el fundador del canal de televisión digital Libia Al Hurra TV, Mohammed al Nabús, que murió en Bengasi, y el cámara de televisión de Al Yasira, Ali Hassan al Jaber, que pereció durante una emboscada en esa misma ciudad.
Los fallecidos en Misrata tenían galones dentro de la profesión. Hondros, de 41 años, fue nominado a un Pulitzer por su trabajo en Liberia. Cubrió conflictos como Sierra Leona, Kosovo, Afganistán o Cachemira: «Nunca rehuyó cubrir en primera línea los mayores conflictos», asegura la agencia Getty en su comunicado. Hondros cubría el conflicto libio en primera línea de fuego entre milicianos contrarios al régimen de Gadafi.
Por su parte, Hetherington, que trabajaba para la revista Vanity Fair, fue nominado a los Oscar por su documental «Restrepo» —estuvo empotrado un año con soldados estadounidenses en Afganistán para filmarlo— y en 2007 se alzó con el premio World Press Photo, por una fotografía de un soldado exhausto en el frente afgano.
El CPJ ha documentado más de 80 ataques a la prensa desde que comenzó la revuelta en Libia en febrero. Entre ellos se incluyen 49 detenciones, 11 asaltos, dos ataques a instalaciones periodísticas y numerosos heridos. Hay que recordar que el fotógrafo español Manuel Brabo está actualmente retenido por fuerzas militares leales a Gadafi junto a otros tres periodistas.

Fuente Diario "ABC"

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