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viernes, 1 de abril de 2011

GAGOMILITARIA NOTICIAS.- AHORA ES COSTA DE MARFIL LA QUE SE ENCUENTRA A LAS PUERTAS DE UNA GUERRA CIVIL








El presidente electo de Costa de Marfil decreta el toque de queda en Abiyán

Las tropas leales a Ouattara cercan la capital económica del país y ordenan el cierre de fronteras.- EE UU pide a Gbagbo que se vaya de forma pacífica para evitar un "baño de sangre"

El presidente electo de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, ha decretado el cierre de las fronteras terrestres, aéreas y marítimas del país, así como el toque de queda en Abiyán, capital económica clave en el enfrentamiento con Laurent Gbagbo, el exmandatario que se aferra al poder. La prohibición de salir a la calle -vigente hasta el domingo entre las 21.00 y las 06.00 locales- la establecía hasta ahora Gbagbo, informa Efe. Se trata de un gesto significativo en la lucha por el poder de Ouattara y Gbagbo, iniciada tras las polémicas elecciones de noviembre y que hoy ha dado un giro con el cerco de las Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil (FRCI), fieles a Ouattara, a esta ciudad clave.

La presión sobre Gbagbo crece sin parar: EE UU ha subrayado que la oportunidad para dejar el poder de forma pacífica se agota y ha pedido a los seguidores del exlíder que se entreguen "en las próximas horas" para evitar "un baño de sangre" en Abiyán. "Todavía hay una oportunidad para Gbagbo deje el poder pacíficamente y anime a sus partidarios a hacer lo mismo, pero esta oportunidad se está agotando", ha declarado el secretario adjunto de Estado norteamericano, Johnie Carson.

Ante los enfrentamientos, que han provocado la huida de casi un millón de personas de sus casas, los cascos azules han tomado el aeropuerto, y Francia, por su parte, ha desplegado tropas en la costa de la antigua capital, según Reuters.

En un discurso retransmitido por radio y televisión, Ouattara ha asegurado que "a pesar de los llamamientos a Laurent Gbagbo y su entorno para una transferencia pacífica del poder, la única respuesta a esta mano extendida ha sido la violencia". Ha hecho un llamamiento a que los militares fieles a Gbagbo se unan a sus fuerzas y por tanto a la "legalidad". Varios generales del expresidente ya han seguido su recomendación, según AFP. Guillaume Soro, el primer ministro de Ouattara, ha asegurado a Reuters que al exlíder le quedan "dos o tres horas en el poder". "El juego ha terminado", ha zanjado.

Frente al avance militar de su opositor, el asesor de Gbagbo, Alain Toussaint, ya ha respondido que éste no dimitirá. "Soro ha lanzado un ultimátum que no lo compromete más que a él. Es una tentativa de golpe de Estado iniciada en 2002. En Abdiyán hay una verdadera campaña militar orquestada por medios internacionales", ha asegurado. Gbagbo pidió ayer un alto el fuego y anunció una retirada táctica del Ejército, pero advirtió, a través de un portavoz, de que podría usar su "derecho legítimo de defensa".

Abiyán, cercada

Abiyán, la antigua capital y la ciudad más poblada del país, con más de 4 millones de habitantes, era considerada hasta ayer por los favorables a Gbagbo como "inexpugnable". Sin embargo, las últimas informaciones apuntaban hoy a disparos de artillería pesada en el centro de la ciudad, y a la presencia de soldados pro Gbagbo apostados cerca del palacio presidencial, según testigos que cita Reuters. Además, unos 5.000 presos de la mayor cárcel del país, en esa misma ciudad, han escapado tras un tiroteo, supuestamente entre activistas a favor de Ouattara y los funcionarios del centro.

Las tropas leales al presidente electo han entrado asimismo a uno de los principales puertos, San Pedro, por donde salen la mayor parte de las exportaciones de cacao, y ayer consiguieron hacerse con el control de la capital, Yamusukro.

La lucha por el control de zonas estratégicas deja un creciente número de víctimas entre la población civil. Casi un millón de personas han huido de sus casas por la violencia, la mayoría en Abiyán, y por lo menos 462 personas han muerto desde diciembre, según la ONU. Los últimos de los que se tiene conocimiento son 10 civiles abatidos en Abiyán por fuerzas de Gbagbo cuando participaban en una manifestación a favor de Ouattara, según un informe de Naciones Unidas. Cruz Roja Internacional ha alertado hoy de que la situación humanitaria sigue deteriorándose, y ha pedido 17 millones de euros para atender a los desplazados.

Sanciones de la ONU

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer por unanimidad una resolución que contempla nuevas sanciones contra Laurent Gbagbo por su negativa a abandonar el poder. Los 15 miembros del máximo órgano internacional de seguridad votaron a favor de aprobar la resolución 1975 propuesta por Francia y Nigeria, en la que endurece las sanciones contra Gbagbo y su círculo de colaboradores más cercano, al tiempo que le piden que traspase el poder al ganador de las elecciones de noviembre, Alassane Ouattara, a quien la comunidad internacional ha reconocido repetidamente como vencedor de esos comicios.

La adopción de la resolución se produjo el mismo día en que la capital marfileña, Yamusukro, cayó en manos de las fuerzas de Ouattara.

El documento señala a Gbagbo como principal responsable de la crisis humanitaria que atraviesa Costa de Marfil. El texto exige el "cese inmediato de la violencia contra los civiles" y pide a ambas partes que "respeten la voluntad del pueblo marfileño y la elección de Ouattara como presidente del país", como lo reconoció la Comunidad Económica de Estados de Africa occidental (Cedeao) y la Unión Africana (UA).

La resolución da "todo el apoyo" a la Misión de las Naciones Unidas en Costa de Marfil (Onuci) para usar "todas las medidas necesarias" para llevar a cabo su mandato de "proteger a la población civil". A partir de ahora Gbagbo, su esposa Simone Gbagbo, y colaboradores verán sus activos en el exterior congelados, además de que se les impone una restricción a todos sus viajes al exterior "por incitar al odio y a la violencia".

Entre el resto de personas sobre las que se centra la resolución destaca Alcide Djédjé, quien fuera embajador de Costa de Marfil ante las Naciones Unidas y actualmente al frente de la cartera de Asuntos Exteriores en el "ilegítimo Gobierno de Gbagbo", según el proyecto de resolución.

Los otros dos colaboradores de Gbagbo a los que la ONU impone sanciones son Désiré Tagro, quien, además de participar en ese Gobierno que no reconoce la comunidad internacional está "envuelta en la represión violenta de los movimientos populares de los pasados febrero, noviembre y diciembre"; así como Pascal Affi N'Guessan, presidente del FPI.


La sombra de la guerra civil planea en Costa de Marfil


Gbagbo se aferra a la presidencia pese al rechazo internacional

La violencia se recrudeció ayer en Abiyán, la principal ciudad de Costa de Marfil, y otras ciudades del país en favor de la victoria de Alassane Ouattara en las elecciones presidenciales del pasado domingo. Mientras, el gobernante desde 2000, Laurent Gbagbo, juró por otros cinco años en el cargo a pesar de la fuerte oposición interna y el rechazo internacional a su investidura. La tensión ha aumentado en los dos últimos días en el país y existe el temor de que se reanude la guerra civil, que dividió al país entre 2002 y 2007, ya que se vislumbra difícil una salida consensuada al conflicto.

En varias zonas de Abiyán, grupos de jóvenes cercanos a la Agrupación de Hufuetistas para la Democracia y el Desarrollo (RHDP), coalición que respalda a Ouattara, levantaron barricadas y quemaron neumáticos, mientras los policías disparaban para disolverlos. Escenas similares se produjeron en las populosas barriadas de la periferia de la ciudad, donde Ouattara tiene un gran número de seguidores, y también en la localidad de Grand-Bassam, a unos 15 kilómetros de Abiyán, la capital económica del país. Los disturbios han causado ya cuatro muertos.

Por su parte, Guillaume Soro, primer ministro y líder de las Fuerzas Nuevas, que mantuvieron la guerra contra el Gobierno de Gbagbo hasta hace tres años y que siguen armadas y mantienen el control del norte del país, apoyó también la victoria de Ouattara y dijo que la proclamación de Gbagbo por el Consejo Constitucional no se basa en argumentos legales.

Soro consideró ilegal la anulación de los resultados en siete departamentos del norte donde Ouattara tenía amplia mayoría, incluida Bouaké, donde tienen su sede principal las Fuerzas Nuevas. Mientras tanto, Gbagbo reunió el viernes en el palacio presidencial a los altos mandos de las Fuerzas Armadas para obtener su respaldo. Los militares cerraron durante la jornada de ayer las fronteras del país.

Gbagbo advirtió durante la ceremonia de investidura de que no cederá la soberanía del país a pesar de la negativa prácticamente unánime de la comunidad internacional a la hora de reconocerle como vencedor de los comicios presidenciales. "Seguiré trabajando con todos los países del mundo, pero nunca rendiré nuestra soberanía", advirtió.

Tanto Naciones Unidas, como la Unión Africana (UA), la Unión Europea, Estados Unidos y otros países han admitido como válidos los resultados electorales anunciados el jueves por la Comisión Electoral Independiente (CEI), que dio la victoria a Ouattara. Según anunció el jueves la CEI, Ouattara obtuvo un 54% de los votos y Gbagbo el 46%, lo que daba la victoria al candidato opositor.

La UA ha anunciado que enviará al ex presidente sudafricano Thabo Mbeki en "misión de urgencia" a Costa de Marfil, donde la tensión crece y se disparan las amenazas de guerra civil por la disputa poselectoral entre los dos candidatos a la jefatura del Estado.

La ONU se interpone para evitar el choque civil en Costa de Marfil


Los cascos azules protegen el cuartel general del presidente electo ante el acoso de las tropas leales a Laurent Gbagbo, que se niega a ceder el poder

Costa de Marfil, con dos presidentes autoproclamados tras las elecciones del 28 de noviembre, ha dado un paso más para reanudar la guerra civil que dividió el país entre 2002 y 2007. Los cascos azules se han enfrentado hoy a disparos con la policía cuando los agentes trataron de cercar el Hotel Golf de Abiyán-la ciudad más poblada-, donde se encontraba Alassane Ouattara, investido presidente con la aprobación de la comunidad internacional. La policía apoya a Laurent Gbagbo, gobernante de Costa de Marfil desde el año 2000 que reclama la victoria en las elecciones y ha jurado el cargo por otros cinco años pese a la fuerte oposición interna y el rechazo internacional.

Costa de Marfil, con dos presidentes autoproclamados tras las elecciones del 28 de noviembre, ha dado un paso más para reanudar la guerra civil que dividió el país entre 2002 y 2007. Los cascos azules se han enfrentado hoy a disparos con la policía cuando los agentes trataron de cercar el Hotel Golf de Abiyán-la ciudad más poblada-, donde se encontraba Alassane Ouattara, investido presidente con la aprobación de la comunidad internacional. La policía apoya a Laurent Gbagbo, gobernante de Costa de Marfil desde el año 2000 que reclama la victoria en las elecciones y ha jurado el cargo por otros cinco años pese a la fuerte oposición interna y el rechazo internacional.

Los combates en el oeste de Costa de Marfil cercan a miles de desplazados

Las fuerzas del presidente electo toman dos ciudades del cinturón del cacao controladas hasta ahora por el Ejército de Gbagbo.- Medio millón de niños abandonan sus hogares huyendo de la violencia

La negativa del presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, a ceder el poder a Alassane Ouattara, vencedor de las elecciones de noviembre pasado y reconocido por la comunidad internacional, ha reavivado una guerra civil que se pretendía evitar, y ha causado la muerte de al menos 462 personas desde diciembre y ha obligado a cerca de un millón a huir de sus hogares, según la ONU, que alerta de que decenas de miles de desplazados están cercados por los combates sin posibilidad de recibir ayuda. En las últimas horas, las fuerzas de Ouattara siguen su avance hacia el suroeste, y han logrado tomar dos ciudades en una ofensiva que pronto podría llevarlos a controlar un importante puerto.

Testigos y fuerzas de ambos bandos han confirmado que las tropas de Ouattara -los antiguos rebeldes, que controlaban el norte desde la guerra de 2002-2003, cuya línea de alto el fuego dividió el país en norte y sur - se han hecho con Daloa y Duekoue, en pleno corazón del cinturón del cacao (oeste), del que Costa de Marfil es el primer productor a nivel mundial. De hecho, los hombres del presidente electo controlan ahora una zona de la que se extraen 600.000 toneladas anuales, la mitad de la producción del país. Este avance abre además una ruta directa al importante puerto exportador de San Pedro.

"Los combates han sido muy violentos toda esta noche en Daloa, y no conseguimos conservar nuestra posición", ha explicado una fuente del Ejército, leal al presidente saliente Gbagbo. Según esta fuente, los rebeldes controlan Duekoue, algo que habían negado el día anterior los militares, aunque hay aún enfrentamientos en algunas zonas.

"Han tomado Daloa y circulan por todas partes", describe el propietario de un hotel, Jean Marie Gado. "Nadie sale, las tiendas están cerradas. Esto parece un cementerio".

Los hombres de Ouattara, conocidos como Fuerzas Nuevas, afirman que su ofensiva del oeste tiene por objetivo sellar la frontera con Liberia, ya que acusan a Gbagbo de traer y entrenar combatientes del país vecino.

Durante esta semana, las fuerzas de Ouattara también han abierto otro frente en el este, con la toma de Bondoukou, cerca de la frontera con Ghana. Hasta ahora, los choques se habían limitado a la principal ciudad, Abiyán (sureste) y al extremo oeste del país.

Al contrario que en la última guerra, cuando las fuerzas de paz francesas entraron en Duekoue para frenar el avance rebelde a San Pedro, la comunidad internacional está ahora furiosa con Gbabgo por torpedear el proceso de paz al no reconocer los resultados electorales.

"Condiciones insoportables"

La situación de los desplazados alarma especialmente a los organismos de ayuda humanitaria. "Estamos extremadamente preocupados por la situación en el oeste de Costa de Marfil. Los desplazados han pasado en dos semanas de 40.000 a 100.000", alerta Melissa Fleming, portavoz de ACNUR, la alta comisaría de la ONU para los Refugiados, que dice que decenas de miles de personas están cercadas por los combates sin posibilidad de recibir ayuda. En Duekoue, "unas 20.000 personas se han precipitado a una misión católica en busca de refugio y las condiciones son insoportables", dice el portavoz de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), Jean-Philippe Chauzy.

Según la OIM, las fuerzas de Ouattara han rodeado la ciudad de Guiglo, lo que impide el acceso a 4.000 desplazados que sobreviven al aire libre sin refugio, agua, comida o acceso a medicamentos desde hace más de una semana. Otras 2.500 personas están refugiadas en los alrededores de la iglesia de Nazareth de Guiglo.

La ONG Save the Children también alerta de la "seria crisis humanitaria que se está extendiendo" en el país, y estima que del millón de desplazados, la mitad son menores de edad, y que cerca de un millón de niños no pueden ir a la escuela por el conflicto.

También continua el goteo de refugiados marfileños en Liberia -una media de 400 por día-. Este país alberga 112.000 de las 116.000 personas que han abandonado el país desde noviembre, según ACNUR. El resto se encuentran en Guinea, Mali, Burkina Faso, Benin, Nigeria y Ghana.

Fuente Diario "EL PAIS"


Ouattara cerca Abiyán y amenaza con 'un baño de sangre' si Gbagbo no se marcha


El Gobierno del presidente electo de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, dio hoy un ultimátum al mandatario saliente, Laurent Gbagbo, para que tanto él como sus seguidores "se entreguen en las próximas horas", con el fin de evitar "un baño de sangre" en Abiyán.

"Costa de Marfil es una e indivisible. Gbagbo tiene unas horas para partir, si no habrá una marcha sobre Abiyán y será más complicado para él", afirmó el primer ministro del Gobierno de Ouattara, Guillaume Soro, en una entrevista a la cadena France 24.

Opinó que "la progresión (militar) debe continuar" y dijo que "el único objetivo es restablecer el veredicto de las urnas e instaurar la democracia" en el país.

Aunque no quiso confirmar que los blindados de las tropas partidarias de Ouattara se dirigen hacia Abiyán para "no revelar la estrategia militar de las fuerzas republicanas", no escondió que el control de la capital económica "era el objetivo final de la ofensiva".

Soro añadió que el régimen del presidente reconocido por la comunidad internacional como vencedor de las elecciones del pasado noviembre ha sido contactado "por varios generales", cuya identidad no se ha facilitado "por razones de seguridad".

"No encontramos resistencia, sino adhesiones", aseguró Soro, quien explicó que "la única dificultad registrada ha partido de milicianos y mercenarios en Duékoué", al oeste del país.

Este viernes, dos días después de que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptara una resolución en la que pide a Gbagbo que deje el poder a Ouattara, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, reunirá a su primer ministro, François Fillon, y a los responsables de Exteriores y Defensa, Alain Juppé y Gérard Longuet, respectivamente para tratar de la situación en ese país.

Entretanto, tropas de las Naciones Unidas han tomado control del aeropuerto de la capital administrativa. El Gobierno de Ouattara ha declarado un toque de queda en la ciudad entre las nueve de la noche y las seis de la mañana.


Francia despliega sus tropas para intervenir en el conflicto de Costa de Marfil


Soldados del destacamento galo de Costa de Marfil patrullan por las calles de ciertos barrios de Abiyán para evitar pillajes, ante la situación de confusión que vive la ciudad por la ofensiva de las fuerzas del presidente electo, Alassane Ouattara, informó el Estado Mayor galo.

Según medios franceses, los ciudadanos galos han sido objeto de ataques por parte de marfileños, al igual que otros ciudadanos europeos y libaneses.

Los ciudadanos fueron escoltados hasta la base militar francesa en Costa de Marfil, indicaron.

El Estado Mayor precisó que no fue necesario abrir el fuego en las intervenciones.

Las fuerzas leales a Ouattara se encuentran a las puertas de Abiyán, donde el presidente saliente Laurent Gbagbo se niega a abandonar el poder.

Según las últimas informaciones de la misión de la OTAN en el país, la policía y los gendarmes "han abandonado" a Gbagbo, lo que favoreció el avance de las tropas de Ouattara.

Entretanto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió el jueves a Gbagbo que "ceda de inmediato el poder" al presidente electo al tiempo que pidió a las partes que eviten las "venganzas".

Ban "pide al ex presidente Laurent Gbagbo que de inmediato ceda el poder al presidente Ouattara para iniciar la plena transición de las instituciones del Estado a las legítimas autoridades", señaló la ONU mediante un comunicado de prensa.

En Washington, un portavoz del Departamento de Estado avisó a Gbagbo que se está quedando sin opciones para efectuar su salida.

"La capacidad militar de Gbagbo se ha desintegrado... Todavía tiene tiempo para abandonar el poder. Pero ese tiempo es muy escaso".

Fuente Diario "EL MUNDO"

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