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sábado, 19 de febrero de 2011
GAGOMILITARIA NOTICIAS.- LA REVOLUCIÓN SE EXTIENDE EN EL MUNDO ÁRABE COMO UN REGUERO DE PÓLVORA
Bahrein, Yemen y Libia reprimen duramente sus protestas populares
Las revueltas populares contra los regímenes autoritarios han seguido extendiéndose este viernes -día de la oración- en Yemen, Libia y Bahrein, justo cuando se cumple una semana de la caída del 'rais' egipcio, Hosni Mubarak. En los tres países han sido duramente reprimidas y se han cobrado numerosos muertos.
Las protestas se inspiran en las que han acabado con los regímenes de Zine El Abidine Ben Ali en Túnez y Mubarak en Egipto, haciendo nacer en el mundo árabe la esperanza de que la presión popular haga llegar la democratización.
El presidente estadounidense, Barack Obama, condenó "el recurso a la violencia contra manifestantes pacíficos", en Libia, Bahrein y Yemen, estos últimos regímenes aliados de EEUU. El mandatario dijo estar "profundamente preocupado".
La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha denunciado por su parte las reacciones "ilegales y excesivas" contra "demandas legítimas".
Respuesta 'fulminante' en Libia
En Libia, donde el coronel Muamar el Gadafi gobierna desde hace 42 años, los comités revolucionarios, pilar del régimen, han amenazado a los manifestantes con una respuesta "fulminante". Además, advirtieron de que "sobrepasar las líneas rojas" será un "suicidio", según su órgano de información en internet, el periódico Azahf Al Akhdar.
La represión ha dejado 84 muertos desde el martes, según Human Rights Watch.
Los movimientos de protesta, impulsados por Facebook, se han visto violentamente reprimidos, sobre todo en Bengasi -segunda ciudad del país y bastión de la oposición, donde millares de personas participaron en los funerales de las víctimas- y Al Bayda, donde una quincena personas ha fallecido desde el miércoles. En Al Bayda, los manifestantes han ahorcado además a dos policías, según un diario libio. Ambas ciudades están situadas en la costa, al este de Trípoli.
La ONG Human Rights Watch (HRW), que esta mañana cifraba en 24 el número de personas fallecidas durante las protestas del jueves, ha denunciado una represión "salvaje" y la "brutalidad de Gadafi frente a toda contestación".
Asimismo, este viernes cuatro prisioneros fueron abatidos este viernes por las fuerzas del orden mientras intentaban escaparse de la cárcel de El-Jedaida, cerca de Trípoli, según fuentes de seguridad.
El ejército dispara a los manifestantes bahreiníes
En Bahrein, un pequeño reino del Golfo Pérsico, la monarquía suní ha desplegado el ejército en la capital Manama, donde los manifestantes reclamaban la liberalización del sistema político, en el que la mayoría chií se siente excluida.
Ya entrada la noche, los militares abrieron fuego sobre los manifestantes que se dirigían a la Plaza de la Perla de Manama. Al menos 26 heridos han sido hospitalizados, uno de ellos "en estado de muerte clínica" según un diputado de la oposición. Varios manifestantes se encuentran en estado muy grave.
Un alto responsable de la oposición chiíta bahreiní, Abdel Jalil Khalil Ibrahim, exige la dimisión del Gobierno y la retirada de las fuerzas armadas de las calles de Manama para responder a la oferta de diálogo realizada por el príncipe heredero.
Bahrein es un enclave estratégico para Washington, pues es el cuartel general de su flota V, encargada de supervisar las rutas marítimas petroleras en el Golfo, apoyar las operaciones en Afganistán y contrarrestar una posible amenaza iraní.
En total, según fuentes oficiales, cinco personas han fallecido y al menos 200 han resultado heridas desde que el lunes comenzase la protesta bahreiní. La oposición habla de seis muertos.
'Preocupante' represión en Yemen
Mientras tanto, en Yemen cuatro manifestantes fallecieron este viernes por la noche en Aden, principal ciudad del sur, cuando la policía disolvía las manifestaciones contra el presidente Ali Abdallah Saleh, en el poder desde hace 32 años, según fuentes médicas.
Poco antes, dos manifestantes habían muerto y otros 27 resultaron heridos en Taiz (270 km al suroeste de Sanaa) en un ataque con una granada contra los manifestantes.
El balance asciende así a 11 muertos desde el comienzo del movimiento de protesta, hace ahora siete días. La revuelta no ha decaído a pesar de las promesas de medidas sociales y económicas, entre ellas un aumento de los salarios, realizadas por el régimen.
En la capital alrededor de 4.000 manifestantes fueron disueltos este viernes por la policía y matones partidarios del régimen que atacaron con sables, bastones y piedras a los manifestantes.
La multiplicación de los ataques contra los manifestantes es "preocupante", consideró el viernes la embajada estadounidense en Yemen.
Un estado pobre de más de 23 millones de habitantes, Yemen es un aliado estratégico de EEUU en la lucha contra los grupos terroristas inspirados por Al Qaeda.
Una semana sin Mubarak
Al mismo tiempo, en El Cairo, donde 18 días de presión popular provocaron la caída de Mubarak hace ahora una semana, centenares de miles de personas festejaron este viernes el fin del antiguo régimen.
El ejército no ha intervenido contra los manifestantes. Las Fuerzas Armadas egipcias -que ostentan el poder, han suspendido la Constitución y disuelto el Parlamento- se han comprometido a preparar la transición a un poder civil electo.
Con motivo de la oración del viernes en la cairota plaza Tahrir (liberación, en árabe), símbolo de la revolución, el clérigo suní Yusuf al Qardawi, con gran peso en el mundo árabe, ha pedido a los líderes árabes que no intenten "detener la Historia", sino que escuchen a su pueblo.
Paralelamente más de diez mil partidarios del ex presidente se reunieron en distintos puntos de la ciudad para rendirle homenaje y gritaron: "Padre, no te enfades por lo que hizo mi hermano" y "queremos rendirte homenaje", indicaron fuentes de los servicios de seguridad.
Otros países
En Jordania, ocho personas han resultado heridas en Amman mientras los seguidores del gobierno atacaban una manifestación de varios centenares de jóvenes que pedían reformas políticas, según los testigos.
Según una web de la oposición, all4Syria.info, que se realiza en Dubai, más de un centenar de sirios se han manifestado este jueves en Damasco contra la brutalidad policial.
En Yibuti, que también aloja una importante base militar, este viernes por la noche se produjeron enfrentamientos con la policía tras una manifestación de varios miles de personas contra el régimen del presidente Ismail Omar Guelleh, en el poder desde 1999.
Mientras tanto, en Irán miles de partidarios del Gobierno salieron a la calle tras el rezo del viernes para pedir el procesamiento y la muerte de los líderes de la oposición, a los que el régimen acusa de secesionistas. Los congregados, muchos de ellos procedentes de las clases y los barrios menos favorecidos, gritaron consignas como "muerte a Mir Husein Musaví" y "muerte a Mehdi Karrubí". La oposición iraní ha convocado una manifestación para el próximo domingo, para honrar la memoria de las dos personas muertas en la movilización del pasado lunes.
En Argelia, la oposición sigue decidida a salir de nuevo a la calle este sábado en la capital, a pesar de las promesas del poder de un levantamiento del estado de urgencia y medidas para responder a las peticiones de los argelinos.
Fuente Diario "El MUNDO"
Ola de cambio en el mundo árabe
Barhéin retira el Ejército de la plaza de la Perla para facilitar el diálogo con la oposición
La retirada de los militares era una de las condiciones puestas por los opositores para iniciar las conversaciones, así como la dimisión del Gobierno.- Obama habla por teléfono con el Rey y le pide "contención"
La oposición de Bahréin puso ayer dos condiciones para aceptar la oferta de diálogo lanzada por el rey, Hamad bin Isa al Jalifa: la dimisión de todo el Gobierno y la retirada del Ejército de la plaza de la Perla de Manama, la capital del país. El Gobierno ha accedido esta mañana a la primera, como gesto para que se pueden entablar las primeras conversaciones que busquen una solución a las protestas y la posterior represión militar que han dejado varios muertos y decenas de heridos.
Ayer por la tarde, el monarca había encargado al príncipe heredero, Salman Bin Hamad al Jalifa, que iniciara un diálogo político "con todas las partes". A tal fin le habría transferido "todos los poderes para satisfacer las esperanzas y aspiraciones" de los ciudadanos "de todos los sectores" y resolver así la actual crisis. Poco después, el principal bloque de la oposición chií de Bahréin rechazó la propuesta condicionado el diálogo a que las autoridades aceptaran "el concepto de monarquía constitucional" y sacaran a las tropas de las calles. "Entonces podremos llegar a un Gobierno provisional con nuevas figuras que podría no integrar a los actuales ministros de Interior o Defensa", precisó.
Los militares ya han empezado a retirarse de la plaza de la Perla y su lugar lo esta ocupando la Policía. Los manifestantes expulsado de la plaza se concentrar ahora en el parking de urgencias del hospital de Salmaniyah, bautizado ya como la "la plaza de la Liberación" de Manamá, y han convocado para las 15.00 una marcha hacia la plaza de la Perla, lo que sera un examen para probar la disposición del Gobierno a entablar el diálogo con la oposición.
Los esfuerzos para contener la violencia en Bahréin se han intesificado en las últimas horas. Esta madrugada, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha hablado por teléfono con el rey de Bahréin quien le ha trasladado la necesidad de frenar la violencia empleada por las fuerzas del orden contra las manifesaciones opositoras. Durante la conversación, Obama ha condenado la violencia y ha señalado que la estabilidad de Bahréin depende del respeto que se demuestre por los derechos de la población. Estados Unidos viene expresando en los últimos días su preocupación por los acontecimientos en el emirato, que acoge una importante base militar norteamericana y es fronterizo con Arabia Saudí, principal exportador de petróleo del mundo.
Dura represión
Bahréin empleó ayer a los militares para intentar ahogar en sangre las manifestaciones a favor de las reformas democráticas. El Ejército abrió fuego contra la multitud cuando volvía de celebrar el funeral por las víctimas en la jornada de protesta de la víspera y trataba de ocupar la plaza de la Perla, en el centro de Manama. Al menos una persona murió y más de un centenar resultaron heridas, desbordando la capacidad del hospital Salmaniyah de la capital.
La dura respuesta del régimen está transformando a los reformistas en revolucionarios . Durante el funeral de tres de los muertos el día anterior, volvieron a oírse los gritos de "muerte a los Al Jalifa", en referencia a la familia real. Cuando algunos de los participantes quisieron dirigirse a la plaza de la Perla, de donde fueron desalojados a sangre y fuego el día anterior, las fuerzas de seguridad (en concreto el Ejército, según la mayoría de las fuentes) abrieron fuego para impedírselo. El príncipe heredero, Salman bin Hamad al Jalifa, pidió a los ciudadanos que vuelvan a sus casas y prometió dialogar con la oposición una vez que se restablezca la calma. El rey le concedió ayer plenos poderes para llegar a un acuerdo.
"Muerte a Al Jalifa. Abajo el Gobierno", repetía la multitud que volvió a congregarse anoche en el hospital Salmaniyah, a donde trasladaban a los heridos en el choque con las fuerzas de seguridad. Fuentes hospitalarias dijeron que estaban desbordados, aunque resultaba difícil obtener una cifra de víctimas. Según un responsable médico citado por Reuters, 66 personas habían sido hospitalizadas y cuatro se encontraban en estado crítico. Ayer se registró al menos un muerto, que se suma a los siete identificados desde que comenzó la revuelta. Los heridos superan los 100.
Por la mañana, decenas de miles de personas acudieron a la isla de Sitra, una de las 30 que forman este pequeño archipiélago, de donde eran originarios los tres fallecidos. Los asistentes agitaban banderas negras y rojas, símbolo del martirio, y repetían los eslóganes antigubernamentales. La policía se mantuvo alejada. Casi a la misma hora, miles de partidarios del Gobierno se congregaron en la avenida costera para expresar su apoyo al rey. A última hora de la tarde, muchos de ellos todavía recorrían las calles de Manama y de la vecina isla de Muharraq agitando banderas de Bahréin. Los sucesos de los últimos días han abierto una peligrosa brecha entre la población de este pequeño pero estratégico país.
"Bahréin atraviesa hoy un estado de división que es inaceptable", declaró el príncipe Salman durante una entrevista en la televisión estatal. "No hago ninguna diferencia entre un bahreiní y otro; todos son nuestros hijos", aseguró el heredero, que insistió en que "Bahréin nunca ha sido un Estado policial", pidió una y otra vez que vuelva la calma y ofreció diálogo con la oposición "desde esta misma noche si es posible".
Tanto la mayoría chií como la oposición liberal suní llevan tiempo quejándose de que bajo la pátina de democracia que dan las elecciones, el rey Hamad sigue gobernando como un monarca absoluto. De hecho, la familia real copa todos los puestos de decisión, entre ellos 11 de las 23 carteras ministeriales, y designa a los miembros de la Cámara Alta, que actúa de freno del Parlamento electo.
De hecho, muchos de los asistentes al sermón del viernes del jeque Isa Qasem se mostraron decepcionados al ver que no hacía un llamamiento expreso a que continúen las manifestaciones. Qasem, el más respetado clérigo chií de Bahréin, calificó de "matanza" la actuación policial del jueves en la plaza de la Perla y dijo que las autoridades habían cerrado la puerta al diálogo.
"La matanza tenía como objetivo matar y herir, no dispersar una manifestación", declaró el religioso, que sigue la línea quietista del chiísmo. Pero la denuncia se quedó corta para los miles de fieles que habían acudido a escucharle esperando que condonara un reforzamiento de las protestas. "El pueblo quiere la caída del régimen", le interrumpieron repitiendo el eslogan acuñado durante las revueltas populares de Túnez y Egipto .
fuente Diario "EL PAIS"
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