Cuatrocientos porteadores acusan a la Policía de Marruecos de exigir sobornos en la frontera de Ceuta
Porteadores marroquíes protestan en la frontera con Ceuta. EL MUNDO
Unos 400 porteadores marroquíes se han apostado esta mañana en la frontera ceutí con Marruecos exhibiendo pancartas en las que denuncian la exigencia de dádivas por parte de los policías o aduaneros del país vecino a cambio de dejarles pasar al territorio español. Los porteadores se han desplegado por las calles de Ceuta aledañas al paso habilitado de Biubz para realizar su protesta después de que durante la mañana los permisos de entrada se hayan visto interrumpidos de forma intermitente por las autoridades marroquíes. Esas interrupciones han sido frecuentes en las últimas semanas.
Los manifestantes forman parte de los entre 15.000 y 20.000 trabajadores que todos los días cruzan por el paso del Tarajal hasta Ceuta para recoger las mercancías que son almacenadas en el polígono de naves pegadas a esa zona fronteriza, naves que fueron pensadas en un principio para la actividad industrial pero que actualmente son enormes instalaciones comerciales o de almacenaje. Los empresarios marroquíes las utilizan para acumular allí el material procedente de otros países y que, después de ser embalado en fardos, es cargado por los porteadores desde las siete de la mañana, todos los días hasta territorio alaui, a pesar de la inexistencia de una aduana comercial.
En estos momentos, oficialmente, no hay un comercio regular en la zona debido a que el país vecino se niega a establecer una aduana comercial en términos ortodoxos. La actividad se reduce a un mercadeo irregular que las autoridades del país vecino definen como "economía de subsistencia", que en los últimos años está adquiriendo unos "niveles insostenibles", al decir de las autoridades españolas y que, en ocasiones provoca situaciones controvertidas como la concentración improvisada esta mañana. Los porteadores se han disuelto a última hora de la mañana de forma pacífica.
Los manifestantes forman parte de los entre 15.000 y 20.000 trabajadores que todos los días cruzan por el paso del Tarajal hasta Ceuta para recoger las mercancías que son almacenadas en el polígono de naves pegadas a esa zona fronteriza, naves que fueron pensadas en un principio para la actividad industrial pero que actualmente son enormes instalaciones comerciales o de almacenaje. Los empresarios marroquíes las utilizan para acumular allí el material procedente de otros países y que, después de ser embalado en fardos, es cargado por los porteadores desde las siete de la mañana, todos los días hasta territorio alaui, a pesar de la inexistencia de una aduana comercial.
En estos momentos, oficialmente, no hay un comercio regular en la zona debido a que el país vecino se niega a establecer una aduana comercial en términos ortodoxos. La actividad se reduce a un mercadeo irregular que las autoridades del país vecino definen como "economía de subsistencia", que en los últimos años está adquiriendo unos "niveles insostenibles", al decir de las autoridades españolas y que, en ocasiones provoca situaciones controvertidas como la concentración improvisada esta mañana. Los porteadores se han disuelto a última hora de la mañana de forma pacífica.
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