'La misión no ha finalizado'
Un soldado israelí hace guardia cerca a donde fueron encontrados los cuerpos de los tres adolescentes. EFE
"Es cuestión de tiempo hasta que lleguemos a los asesinos", nos dice Roi, un soldado israelí con muestras evidentes de cansancio que no disimulan dos sentimientos encontrados. Máxima adrenalina para detener a los dos palestinos más buscados en la última década en Cisjordania y profunda tristeza porque la misión iniciada hace 19 días acabó trágicamente ayer con el hallazgo de los cadáveres de los tres secuestrados cerca de Hebrón.
En la oscuridad de esta zona palestina que intenta festejar los inicios del mes del Ramadán, Roi sabe que no se trata de un atentado más. Miembro de una de las numerosas brigadas que el Ejército envió horas después de confirmarse el secuestro, sabe que el hallazgo no es el fin sino el principio. Principio de qué es una pregunta qué la noche hebronita no tenía respuesta.
Los rostros de Naftali, Gilad y Yifraj acompañan cada paso de los soldados que rastrean día y noche esta zona. No están solos. Voluntarios judíos de la zona que conocen bien los pozos, cuevas y rincones del distrito de Hebrón, el más popular de Cisjordania. Agentes de las unidades de élite como la Yamam (lucha policial antiterrorista) que han estado esperando durante 18 días la orden que al final no llegó. No había nada que rescatar porque poco después de ser secuestrados, los tres jóvenes fueron asesinados y escondidos por un pozo cavado por los raptores. Su objetivo, creen, era conseguir el canje de sus cadáveres por presos palestinos en Israel.
"Nos hemos prometido encontrar a los hijos de puta que han matado a sangre fría a tres chavales que sólo querían volver a casa", asegura un militar que sueña con la pista que les lleve a los dos principales sospechosos del grupo islamista Hamas, Marwan al Qawasmi y Amer Abu Eisha.
Como reconoce un oficial de la Brigada Kfir, la operación "Volved Hermanos" ha movilizado un número de medios y efectivos sin precedentes desde la Segunda Intifada. Como por ejemplo, sensores especiales, escuchas generalizadas, perros y vehículos especializados o drones de sólo tres metros. "Es un aparato de vigilancia muy pequeño que nos sirve en el terreno ya que muchas veces las tropas están ante una colina y no saben que hay al otro lado", explica a EL MUNDO el Mayor responsable del llamado Skylark. Lidera la unidad "jinete en los cielos" que como otras muchas fueron reclutadas para buscar a tres jóvenes que anteayer eran símbolos y hoy son héroes póstumos.
Según fuentes militares, "estamos en momentos de mucha tensión. La sed de venganza de los colonos más radicales puede encender aun más una situación ya de por si explosiva. "Para nosotros la misión no ha finalizado. No descansaremos ni un segundo hasta dar con los terroristas de Hamas que cometieron semejante crimen", concluye el general Nitzan Alon, máximo responsable del Ejército en la Zona Centro.
"Hebrón es conocida por ser muy religiosa y cercana a Hamas pero creo que no están muy contentos con esta acción en la que no secuestraron a soldados sino a niños. Por su culpa, en estas dos semanas apenas los hebronitas han podido salir de la ciudad", opina un oficial de la Inteligencia empotrado en la búsqueda. Entre sus principales misiones, analizar los documentos en árabe y los ordenadores confiscados en las redadas sin pausa realizadas desde el secuestro.
Mientras Roi vuelve a su jeep, compañeros de otra brigada se trasladan al famoso cruce cerca de una colonia donde centenares de israelíes se congregan armados con velas. En el mismo punto donde los tres tomaron su último auto-stop.
En la oscuridad de esta zona palestina que intenta festejar los inicios del mes del Ramadán, Roi sabe que no se trata de un atentado más. Miembro de una de las numerosas brigadas que el Ejército envió horas después de confirmarse el secuestro, sabe que el hallazgo no es el fin sino el principio. Principio de qué es una pregunta qué la noche hebronita no tenía respuesta.
Los rostros de Naftali, Gilad y Yifraj acompañan cada paso de los soldados que rastrean día y noche esta zona. No están solos. Voluntarios judíos de la zona que conocen bien los pozos, cuevas y rincones del distrito de Hebrón, el más popular de Cisjordania. Agentes de las unidades de élite como la Yamam (lucha policial antiterrorista) que han estado esperando durante 18 días la orden que al final no llegó. No había nada que rescatar porque poco después de ser secuestrados, los tres jóvenes fueron asesinados y escondidos por un pozo cavado por los raptores. Su objetivo, creen, era conseguir el canje de sus cadáveres por presos palestinos en Israel.
"Nos hemos prometido encontrar a los hijos de puta que han matado a sangre fría a tres chavales que sólo querían volver a casa", asegura un militar que sueña con la pista que les lleve a los dos principales sospechosos del grupo islamista Hamas, Marwan al Qawasmi y Amer Abu Eisha.
Como reconoce un oficial de la Brigada Kfir, la operación "Volved Hermanos" ha movilizado un número de medios y efectivos sin precedentes desde la Segunda Intifada. Como por ejemplo, sensores especiales, escuchas generalizadas, perros y vehículos especializados o drones de sólo tres metros. "Es un aparato de vigilancia muy pequeño que nos sirve en el terreno ya que muchas veces las tropas están ante una colina y no saben que hay al otro lado", explica a EL MUNDO el Mayor responsable del llamado Skylark. Lidera la unidad "jinete en los cielos" que como otras muchas fueron reclutadas para buscar a tres jóvenes que anteayer eran símbolos y hoy son héroes póstumos.
Buscan a los dos pistoleros de Hamas
Mientras Israel aumenta el cerco en torno a los dos pistoleros de Hamas, los palestinos de la zona tenían anoche algo muy claro. Las casas de Qawasmi y Abu Eisha no tardarán en volar por los aires. "Castigo y disuasión", sostienen en Israel.Según fuentes militares, "estamos en momentos de mucha tensión. La sed de venganza de los colonos más radicales puede encender aun más una situación ya de por si explosiva. "Para nosotros la misión no ha finalizado. No descansaremos ni un segundo hasta dar con los terroristas de Hamas que cometieron semejante crimen", concluye el general Nitzan Alon, máximo responsable del Ejército en la Zona Centro.
"Hebrón es conocida por ser muy religiosa y cercana a Hamas pero creo que no están muy contentos con esta acción en la que no secuestraron a soldados sino a niños. Por su culpa, en estas dos semanas apenas los hebronitas han podido salir de la ciudad", opina un oficial de la Inteligencia empotrado en la búsqueda. Entre sus principales misiones, analizar los documentos en árabe y los ordenadores confiscados en las redadas sin pausa realizadas desde el secuestro.
Mientras Roi vuelve a su jeep, compañeros de otra brigada se trasladan al famoso cruce cerca de una colonia donde centenares de israelíes se congregan armados con velas. En el mismo punto donde los tres tomaron su último auto-stop.
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