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lunes, 2 de junio de 2014

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-LOS EXCESOS DE LOS MOSSO EXAMINADOS CON LUPA

La violencia policial de los Mossos, a examen
 
EVA PASTRANA@abc_ES / MADRID
Día 02/06/2014 - 00.15h

La dimisión de Manuel Prat coloca de nuevo la lupa sobre los excesos del cuerpo policial autonómico

La dimisión de Manel Prat al frente de los Mossos d'Esquadra supone un punto de inflexión en la vida del cuerpo autonómico. El dirigente asegura que ha tomado esta decisión por motivos «estrictamente personales», sin embargo hace tiempo que la lupa está sobre el cuerpo autonómico por un uso abusivo de la fuerza y en particular sobre él, por su inexperiencia al acceder al cargo y por su mala gestión en los momentos de crisis.
 
El informe de la Coordinadora para la prevención y Denuncia de la Tortura calcula que en 2012 851 personas se vieron afectadas por casos de violencia policial, 141 de esos casos sucedieron en Cataluña.
 
También el Consejo de Europa ha dedicado apartados específicos a los Mossos d'Esquadra en sus informes para la prevención de la tortura. En uno de los últimos basado en la visita a las comisarías de L'Hospitalet de Llobregat, Granollers o Les Corts, la institución europea tacha de "lamentable" que después de sus visitas a Cataluña se sigan recibiendo "constantes denuncias de malos tratos a los detenidos" y recomienda a la Administración una vigilancia "constante" de los Mossos y la difusión de un mensaje de "tolerancia cero hacia los malos tratos".

Ester quintana

Uno de los últimos casos de violencia policial lo protagoniza Ester Quintana, una catalana de 42 años que perdió un ojo en la huelga general del 14 de noviembre en Barcelona por el impacto de una pelota de goma que le dispararon los Mossos d'Esquadra cuando abandonaba de forma pacífica la manifestación. Su imagen tras la pérdida es sobrecogedora: "Así es como ha quedado mi rostro, después de la brutal agresión que sufrí" explica la catalana en el manifiesto que acompaña a la imagen. Tras el golpe, Quintana se ha sometido a varias operaciones. Además, ha iniciado una campaña por la abolición del uso de pelotas de goma en las manifestaciones.
 
La violencia policial de los Mossos, a examen
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Ester Quintana tras su última agresión por los mossos
 
En la misma noche en la que Ester Quintana perdía un ojo un niño de 13 años era golpeado por los antidisturbios en Tarragona. Con la cabeza ensangrentada, fue trasladado hasta el Hospital Joan XXIII. Una joven de 16 años que estaba próxima al adolescente recriminó la actuación de los agentes recibiendo también varios golpes. ¡Pero que hacéis, si solo es un niño!, les gritó.

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El momento de la agresión al menor
 
Juan Andrés Benítez y el caso Raval
 
Probablemente el caso más controvertido de los últimos años. El pasado 6 de octubre, después de pelearse con un vecino del barrio, Juan Andrés Benítez fue reducido por los Mossos d'Esquadra. El empresario del Gaixample tenía el abdomen inflado, la camisa rota y la cabeza ensangrentada cuando fue atendido por los servicios médicos. Según explicaron los testigos al juez, la reducción policial duró unos quince minutos en los que los agentes pegaban a Benítez, «se iban alternando con patadas y puñetazos», mientras la víctima gritaba, «primero más suave y enseguida como un cerdo, hasta que de repente paró. Los testigos también declararon que vieron como un agente de los Mossos arrojaba agua a la mancha de sangre que quedó en el suelo tras la detención. Otro vecino denunció que los Mossos le ordenaron destruir las imágenes que había grabado en la noche de autos. Ocho mossos han sido imputados por el ataque.
 
Dos muertes en tres horas
 
La muerte de dos personas en apenas unas horas el pasado mes de abril volvió a poner en el punto de mira al cuerpo autonómico El actorAlfons Bayard, conocido por participar en series como Aída y Hospital Central, murió tras ser reducido por siete agentes por "estar molestando a los clientes". Minutos después de ponerle las esposas se desvaneció y murió por una parada cardio respiratoria.A las pocas horas otro hombre fallecía en Salou tras ser arrestado por un caso de violencia doméstica. La familia del actor ha recogido más de 20.000 firmas para que se investiguen en profundidad las circunstancias de su muerte.
 
«¿Cómo es posible que una persona con un trastorno psíquico, que no ha delinquido, sea atendida por la Guardia Urbana, los Servicios Sanitarios y los Mossos d'Esquadra en un mismo día y acabe falleciendo en manos de estos últimos en el momento de su detención?», se pregunta la familia en el documento en el que pide las firmas a través de la plataforma Change.org.
 
El ladrón que no era un ladrón
 
Lucian Paduraru, un albañil rumano de 28 años, era detenido por tres policías autonómicos que pensaron que era un ladrón. La Audiencia de Barcelona condenó a los tres agentes a cuatro y tres años de prisión respectivamente por desnudarle, propinarle una paliza al rumano, insultarle e incluso introducirle una pistola en la boca para que confesara. Su mujer que también estuvo presente en el momento de la detención denunció haber recibido un trato vejatorio por parte de los Mossos.
 
Diez años en el centro de las polémicas
 
La Policía autonómica catalana es un cuerpo muy joven. Se puso en funcionamiento hace 25 años, sin embargo no fue hasta hace diez años cuando se extendió por toda Cataluña. En ese período, de 2005 a 2008, el tamaño del cuerpo se amplió hasta los 14.000 agentes que lo forman en la actualidad. Fue entonces cuando a raíz de la entrada de los nuevos mossos, se bajó el nivel de las pruebas de acceso y comenzaron a sucederse las polémicas.
 
Joan Saura, conseller de interior hasta 2010, propuso crear un código ético para los agentes. Sin embargo, su sucesor, Felip Puig (CIU), tomó la decisión de derogarlo nada más acceder al cargo instando a la "mano dura". 
 
La sucesión de casos controvertidos en los últimos años demuestra que algo sucede con la policía autonómica, reclamando acciones profundas por parte de la administración catalana, que probablemente van más allá de un cambio en la dirección del cuerpo.
 
 

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