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sábado, 4 de enero de 2014

PIERRE BILLOTE, EL TANQUISTA FRANCÉS MAS FAMOSO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Pierre Billote. Él solo contra 20 tanques alemanes.



Billote, Pierre Armand Gaston, más conocido solamente como Pierre Billote fue un militar y político francés, y es quizás el tanquista francés más exitoso de la Segunda Guerra Mundial. La historia de este extraordinario personaje comienza el 8 de marzo de 1906 en la ciudad de la luces, París. 
 
Nació en el seno de una familia de clara tradición castrense. Su padre era nada más y nada menos que el general Gaston Henri Gustave Billotte, general de cinco estrellas (rango inferior al de Mariscal de Campo en Francia) desde 1933. El padre de Pierre era un extraordario soldado de brillante historial, pues había sido ampliamente condecorado durante la Primera Guerra Mundial. Es por eso que el muchacho tuvo un estricta educación que marcaría fuertemente el carácter del futuro oficial tanquista. 
 
Sería también un hombre de mundo, dado que debido a las obligaciones de su padre, viviría en el extranjero durante varios años. Viviría durante varios años en Polonia y Siria, antes de regresar a Francia donde se graduaría en el instituto Stanislas de París. 
 
Durante sus años de aprendizaje gozaría de una extraordinaria educación y de excelentes tutores que le prepararían para su brillante porvenir. Su padre sabía perfectamente que la educación era la llave del éxito, dado que él fue profesor, por lo que invirtió grandes sumas de dinero en la educación de su vástago. Después de licenciarse en  Derecho y Ciencias estudiaría en la Escuela Militar de Saint-Cyr para oficiales. No hay duda que el peso de la tradición militar de la familia jugó un importante papel en su decisión. Se acabaría graduando, consiguiendo así el rango de alférez.
 
En octubre de octubre 1930 sería ascendido a Teniente y sirvió temporalmente con la Infantería Colonial francesa hasta abril de 1932 en Indochina. 
 
De regreso a Francia, a la edad de 28 años, fue admitido como estudiante en la Escuela Superior de Guerra para iniciar una meteórica carrera militar en 1934. Hay que tener en cuenta que la Escuela Superior de Guerra era el paso necesario para alcanzar altos rangos en el ejército y que lo normal era iniciar estudios en la misma con 35 años, por lo que el que fuera autorizado a realizar los correspondientes estudios a tan temprana edad seguramente se debiera a su buen expediente militar y a la posición que ocupaba su padre en ese momento. 
 
Fue ascendido a capitán en diciembre en 1936 y formó parte del Estado Mayor General del Ejército de Tierra ese mismo año, aunque con el inicio de la 2ª Guerra Mundial (1 de septiembre de 1939) fue asignado al Estado Mayor del Ejército.
 
En marzo de 1940, cansado de la vida de escritorio que le ofrecía el Estado Mayor, envió una solicitud para ingresar en la Escuela de Versalles y forma parte de un batallón de tanques. Su solicitud fue aprobada, muy seguramente en contra de los deseos paternos dado que este no quería que su hijo participara en la guerra en primera línea de combate. Pero finalmente la voluntad  del hijo fue la que venció, por lo que fue aceptada su solicitud para ingresar en la Academia Militar de Versalles. 
 
Tras su paso por aquella institución fue asignado al batallón de tanques número 41, con el que participaría en su primera misión de combate contra los alemanes al inicio de la Campaña de Francia por parte de los alemanes. Hay que indicar que el tanque utilizado por su unidad era el tanque Char B1. 
 
 
 
El Char B1 era un tanque pesado de 28 toneladas especialmente creado como vehículo blindado para ser utilizado como punta de lanza en batallas acorazadas. Tenía un blindaje de 40 milímetros y un pesado cañón-mortero Hotwitzer de 75 milímetros, además de un cañón secundario de 47 milímetros, lo que lo convertía en un enemigo digno contra los tanques alemanes. 
 
La principal acción que le daría las mieles de la inmortalidad en la Historia militar tendría lugar el 16 de mayo de 1940 cuando se encontraba cerca de la ciudad francesa de Stonne. La ciudad de Stonne hoy en día es un tranquilo pueblo cercano al bosque de las Ardenas en el que se vivieron intensos combate entre el 15 y 17 de mayo de 1940, cuando los alemanes intentaban penetrar en territorio francés. 
 
Es conocido por todos que los franceses fueron completamente derrotados en un tiempo récord, y muchas veces se cree, de forma equivocada, que los franceses no ofrecieron resistencia contra los alemanes. Stonne es el mejor ejemplo para desmentir estos rumores. En esos dos días la ciudad cambiaría de manos en 17 ocasiones ante las ofensivas y contraofensivas de unos y otros. 
 
Hay que decir que en ese intervalo de tiempo, desde que salió de Versalles rumbo a las Ardenas,  se entregaría a la unidad de Billotte nuevas unidades de Char B1, dado que el Char B1-bis, es una versión mejorada del Char B1, con más blindaje (20 milímetros adicionales) y mejor potencia de fuego, por lo que la Primera Compañía de tanques del 41º Batallón Acorazado haría frente a los alemanes con el mejor tanque francés del momento. ¿Sería suficiente para frenar a los alemanes en Stonne?
 
El 15 de mayo a las 8 de mañana la ciudad estaba en manos alemanas, a las nueve en manos francesas, a las nueve y media en manos germanas, a las diez y media en manos francesas, a las diez y cuarenta y cinco minutos en manos alemanas, a las doce volvía a manos francesas y a las cinco y media la ciudad estaba de nuevo, bajo control de las tropas de la Wehrmatch. 
 
El 16 de mayo, con las primeras luces del alba la Primera Compañía estaba lista para tratar de arrebatar una vez más la ciudad de manos alemanas. En este caso, Billote estaba comandando un Char B1 Bis apodado “Eure”, el cual sería su herramienta de trabajo para la operación que tenía entre manos. 
 
 
 
La ciudad estaba controlada por elementos del 8º Regimiento Panzer, por lo que era de suponer que habría blindados enemigos. Los franceses harían lo que estuviera en su mano para impedir que los alemanes continuaran su avance hacia la ciudad de Sedan, pues Stonne era la llave para llegar a la mencionada ciudad por carretera. 
 
La primera compañía recibió un terrible fuego y la unidad se retiró antes de entrar en la ciudad. ¿Todos los tanques se retiraron? NO. Billotte sabía que su tanque era una extraordinaria máquina pesada con el aumento de 20 milímetros de blindaje frontal, por lo que Billotte dio la orden a su conductor de seguir adelante. El tanque recibió los primeros impactos. Se oyeron los impactos en el interior del tanque mientras Billotte gritaba: 

«¡Adelante, adelante mis muchachos!»

Los gritos de ánimo de su comandante fueron la llama combativa que la tripulación necesitaba para no caer presa del pánico. Nuevos impactos frontales se escucharon en el interior del tanque, mientras que el tanque se desplazaba a la “carrera”, a 24 kilómetros por hora, hacia la ciudad.  Cuando se encontraba a las puertas de la ciudad gritó:

«¡Tanque enemigo a la derecha, fuego, fuego!
 ¡100 metros, fuego, fuego!»

El cañón del Char B1 Bis rugió y su proyectil impactó de lleno en un PzKpfw IV Ausf. A que quedó convertido en un humeante pedazo de chatarra a la vez que otro PzKpfw IV Ausf. A hacía acto de presencia y disparaba su cañón de 75 milímetros hacia el frontal de Char B1 Bis. El impacto fue demoledor, pero el tanque no se inmutó. Billotte de nuevo gritó:

«¡Tanque enemigo a la izquierda, fuego, fuego!
 ¡100 metros, fuego, fuego!»

El cañón del Char B1 Bis volvió a escupir un proyectil mortal que destruyó al otro PzKpfw IV Ausf. A de un certero disparo. Los gritos de alegría se oyeron en el interior del tanque, pero sus gritos de alegría se vieron apagados por las explosiones, y los sonidos de impactos que seguían sonando en el interior del tanque.

«¡Adelante! ¡Adelante!»

La orden de Billotte era clara y el conductor volvió a poner en marcha el tanque que lentamente penetraba las defensas alemanas. ¿Qué se encontraría en el interior de la ciudad? Todo el resto de una compañía alemana compuesta por 15 tanques PzKpfw III y varias ametralladoras de posición que comenzaron a disparar frontalmente al pesado tanque de Billotte que se balanceaba a cada impacto recibido.

«¡Fuego, 100 metros! ¡Fuego, 200 metros!»

Las órdenes de Billotte seguía resonando en el interior del tanque mientras que el conductor, cargador y artillero se esforzaban por cumplir con la mayor celeridad posible todas y cada una de las órdenes dictadas por Billotte. Nuevo impacto certero, y otro tanque enemigo se vio envuelto por las llamas.

«¡Fuego a la izquierda, 200 metros!»

Un nuevo proyectil disparado desde el Char 1 Bis que impactaba en el costado de un nuevo Panzer III que saltaba por los aires. 
 
Fueron 20 minutos de auténtica locura en el que el Char 1 Bis fue impactado en multitud de ocasiones por las armas alemanas. 20 minutos para la épica, 20 minutos para la gloria. El Char B1-Bis al mando de Billotte consiguió expulsar el solo en una carga heroica a la compañía alemana. Solamente 4 tanques PzFpfw III logaron escapar. El tanque galo y su tripulación destruyeron 11 tanques enemigos, además de dos piezas antitanque Pak 36. Después de la acción la tripulación tuvo tiempo de contar el número de impactos en la carrocería de su pesado tanque. El tanque recibió más de 140 impactos, pero ninguno fue capaz de penetrar el grueso blindaje del tanque pesado galo. 
 
 
 
Desafortunadamente la increíble acción de Billotte no serviría de nada, dado que la ciudad conquistada a la 07:30 de la mañana únicamente por el Char 1 Bis caería de nuevo a las 17.00 horas en manos alemanas tras un rápido contraataque. Los alemanes perderían por el control de esta ciudad un total de 24 tanques, 13 por la acción de Billotte.
 
 
 
 
Perdemos la pista de Billotte durante el tremendo caos posterior al rápido repliegue francés tras la derrota inicial hasta el 12 de junio, cuando sabemos que de nuevo se le ordenó luchar en la ciudad de Mourmelon, ciudad francesa a unos 100 kilómetros al sur de las Ardenas. La orden para la unidad fue clara y sencilla. Luchar hasta el último tanque para tratar de detener las fuerzas blindadas alemanas que se acercaban, para dar tiempo así a otras unidades que se estaban retirando. El destino no tenía preparada una muerte heroica para el esforzado capitán, como un paso de las Termópilas y los trescientos espartanos. En lugar de eso, su tanque fue uno de los primeros en quedar inutilizado por el fuego enemigo y a causa del impacto resultó herido en la cabeza y en su mano derecha. Minutos después fue hecho prisionero por los alemanes. Durante los cinco días siguientes intentaría escapar en tres ocasiones a pesar de sus heridas, pero sin éxito. 
 
Tras permanecer varios meses en un hospital fue encarcelado en un campo de concentración para prisioneros en Pomerania, de donde lograría escapar junto con otros dos compañeros, uniéndose a las fuerzas soviéticas algunos días más tarde, el 1 de febrero de 1941. Poco le duraría la libertad, pues los soviéticos sospecharon de él y le encarcelaron porque supusieron que era un espía alemán. Unos doscientos prisioneros franceses fueron instalados en varios barracones al sur de Moscú. El representante de los soldados fue Billotte, al ser el oficial francés de más alta graduación en el campo de prisioneros. 
 
Permanecería encarcelado hasta el 30 de agosto de 1941. Como bien ya sabemos, Alemania atacó a la Unión Soviética el 22 de junio de 1941. Los soviéticos entraron en razón y tras varias negociaciones los soldados franceses junto con Billotte serían liberados y enviados a Inglaterra donde podrían continuar su lucha al lado de los Aliados y defendiendo la Francia Libre que aún luchaba contra los alemanes.  Finalmente llegaría a Inglaterra junto con sus compañeros el 9 de septiembre de 1941.
Sería recibido por el general De Gaulle el cual trató de asignarle un puesto como miembro de su Estado Mayor. Billotte lo rechazó, pues quería seguir luchando contra los alemanes en primera línea de combate. Por méritos de guerra sería ascendido a mayor, y un poco más tarde, en diciembre de 1941 a Teniente Coronel. En mayo de 1942 se convirtió en Jefe del Estado Mayor del General de De Gaulle. 
 
Fue ascendido a Coronel en diciembre de 1942, y  nombrado secretario de la Comisión Permanente y del Comité Militar para la Defensa Nacional de Argel en mayo de 1943. Como miembro de varias delegaciones representantes de la Francia Libre viajaría a Estados Unidos e Italia. 
 
A principios de julio de 1944 volvería al combate, en este caso al mando de la Fuerza Expedicionaria C que fue lanzada sobre territorio francés un mes después del Día D.  
 
Poco más tarde fue nombrado comandante en la 2ª División Acorazada del General Leclerc. Llegó a Normandía el 7 de agosto de 1944 y recibió el mando de una de las Brigadas Acorazadas de la División. Lucharía contra los alemanes en la ciudad francesa de Alençon Ecoché el 11 y 12 de agosto de 1944 en un ataque sorpresa que acabaría eliminando a las fuerzas alemanas allí establecidas. Finalmente prestaría su apoyo para la liberación de París. 
 
 
 
 
En septiembre de 1944, fue ascendido a General de Brigada y  fue el responsable del entrenamiento de la 10ª División de Infantería.  El 11 de noviembre de 1944 era condecorado en París por el general De Gaulle con la Cruz de la Liberación. En enero de 1945 regresaría de nuevo al combate con su nueva división al participar en la ofensiva aliada para destruir las fuerzas alemanas que aún resistían en la Alta Alsacia. Llegaría a Alemania con la 10ª División, y la unidad actuaría como fuerzas de ocupación desde mayo de 1945 con el final de la Segunda Guerra Mundial. Durante los próximos meses también sería gobernador militar.
 
Pero aún no había alcanzado el cenit de carrera dado que fue nombrado Jefe Adjunto del Estado Mayor de la Defensa Nacional en diciembre de 1945, y ascendido a General en marzo de 1946. Poco más tarde sería nombrado responsable de la Delegación Francesa del Ejército en el Comité del Estado Mayor de la ONU.
 
En 1950, abandonaría su laureada carrera militar y comenzaría una importante carrera política que le llevaría a tener altos cargos de responsabilidad a lo largo de su vida. 
 
Tras una larga carrera y una intensa vida, Pierre Billote moría el 29 de junio de 1982 en Boulogne Billancourt, en el Hospital Ambroise Paré. 
 
 
 
Este impresionante militar y extraordinario héroe de guerra sería condecorado a lo largo de su vida con el título de Gran Oficial de la Legión de Honor, Oficial de Legión al Mérito de los Estados Unidos, y fue condecorado con la Croix de Guerre belga entre otras muchas condecoraciones y honores.
 
 
 
 
 
COMPOSICION Y ARCHIVO FOTOGRÁFICO
 
 

1 comentario:

Unknown dijo...
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