Los neonazis griegos asumen el trabajo de la Policía
Esto está ocurriendo de veras. Así lo cuenta The Guardian: “El partido de extrema derecha Amanecer Dorado está asumiendo de modo creciente el papel de agentes de la ley y el orden en las calles de un país en bancarrota, con pruebas también crecientes de que los atenienses están siendo reconducidos directamente por la Policía a buscar la ayuda del grupo neonazi. A cambio, un número creciente de víctimas de la delincuencia tienden a ver a ese partido, cuyo símbolo recuerda a la esvástica, como protector”.
Numerosos griegos informan de que cuando las víctimas de un robo o una agresión presentan denuncia, la Policía les responde:“Si los sospechosos son inmigrantes, diríjase usted a Amanecer Dorado”.
Amanecer Dorado obtuvo 18 escaños en las legislativas griegas del pasado 17 de junio. De celebrarse ahora nuevas elecciones, esa cifra aumentaría, según diversos sondeos. Uno realizado a finales de septiembre, revela que se han casi doblado las “opiniones positivas” de Amanecer Dorado, pasando del 12% de mayo al 22% actual. Sube también la popularidad de su líder, Nikos Michaloliakos.
A fuerza de incesantes recortes, el Estado griego se está desmantelando. Su lugar empieza a ser ocupado por los ultraderechistas. Y no solo a la hora de repartir estopa a los inmigrantes, también a la de ayudar materialmente a la gente. En una táctica semejante a que ha reportado amplia popularidad a grupos islamistas como Hezbolá, Hamás, los Hermanos Musulmanes y otros, Amanecer Dorado cubre algunas carencias de los sectores más empobrecidos, siempre, eso sí, que sean 100% griegos.
Los neonazis reparten bolsas de patatas y cartones de leche, ofrecen sopas gratuitas y hasta hacen transfusiones de sangre a la gente de “pura raza griega”, signifique eso lo que signifique. También han abierto una agencia de empleo prohibida a los inmigrantes.
Es lo que pasa cuando se deshace el Estado: su lugar empieza a ser ocupado por populismos extremistas.
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