SIRIA | Ya no queda rastro de la tregua
Hama, condenada a repetir su historia
- Pierden la vida 71 personas al impactar un misil en la ciudad
- En 1982 ya sufrió la cruenta represión del padre de Bashar Asad
La ciudad de Hama parece condenada a revivir su historia. En 1982, bajo las ordenes de Hafez Asad, padre del actual presidente, se llevó a cabo un cruento ataque militar para reprimir una sublevación cuyo número de víctimas aún se desconoce.
Según la agencia de noticias estatal SANA,lo ocurrido en Hama se debe a un artefacto que estalló dentro de una vivienda utilizada por un "grupo terrorista" para fabricar explosivos en el barrio de Mashaa al Tayar. Además de las víctimas mortales, entre las que hubo niños y mujeres, Sana destacó que al menos otras 12 personas sufrieron heridas por la explosión, que ocasionó daños materiales en seis edificios colindantes.
Esta versión difiere de la de los grupos opositores, los cuales sostienen que las fuerzas del régimen bombardearon el miércoles ese barrio, habitado en su mayoría por familias procedentes de la ciudad de Homs, que se tuvieron que desplazar por la represión del régimen contra esa localidad.
En la mañana de este jueves perecieron al menos siete personas por ataques de los militares, según el opositor Omar Homsi. Tres murieron en una protesta antigubernamental en la ciudad de Alepo, tres en el área este de Deir al Zur y un hombre en la central provincia de Homs.
Mientras tanto, la tarea de los observadores desarmados de la ONU que fueron enviados a Siria para controlar el alto el fuego parece cada vez más una misión imposible. Sus miembros corren riesgo por el uso de armas pesadas en el conflicto. El Gobierno se reserva el derecho además de rechazar a observadores de naciones que han criticado al régimen de Bashar Asad. De los 300 observadores anunciados han llegado hasta ahora apenas 15.
Tras las informaciones sobre el baño de sangre en Hama fueron destinados allí de forma permanente dos enviados, al igual que se había hecho antes con Homs. Un portavoz de la misión dijo que cuando haya más observadores sobre el terreno se hará lo mismo en las provincias de Daraa e Idlib.
El martes murió en Duma, a las afueras de Damasco, un trabajador de la Media Luna Roja. Los observadores de la ONU se mueven en vehículos blindados y están siendo recibidos por representantes del régimen y desertores del Ejército.
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