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lunes, 7 de marzo de 2011

GAGOMILITARIA NOTICIAS.- LIBIA, LA OTAN PODRÍA INTERVENIR SI GADAFI SIGUE BOMBARDEANDO A SU PUEBLO











EEUU estudia armar a los rebeldes libios contra Gadafi

Armar a los rebeldes libios que luchan contra el régimen de Gadafi es una de las opciones que está considerando el Gobierno de EEUU para solucionar el problema en este país, según un portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

Carney enfatizó que el Gobierno de Obama se estaba moviendo rápidamente para evaluar las opciones, pero EEUU no quiere adelantarse a los acontecimientos.

"La opción de proveer de ayuda militar a los rebeldes está sobre la mesa porque ninguna posibilidad se ha descartado", aseguró Carney.

La Casa Blanca asegura que está en comunicación "con los distintos grupos de oposición". Pero en la cuestión específica de los suministros de armas, Carney también aclaró que "sería prematuro enviar una gran cantidad de armas a una ciudad del este de Libia".

"No hay que poner el carro delante de los caballos", añadió.


La OTAN se prepara para una posible intervención militar contra Gadafi


Los países de la OTAN han solicitado al Comité Militar aliado que comience a preparar la planificación militar "necesaria" y "prudente" para poder hacer frente a "cualquier eventualidad" en Libia, aunque el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, ha dejado claro que una eventual intervención de la Alianza requerirá un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU y que por el momento el organismo de seguridad euroatlántico "no tiene intención de intervenir en Libia".

"No puedo imaginarme que la comunidad internacional y Naciones Unidas permanecieran al margen si el señor Gadafi y su régimen continúan atacando a su pueblo sistemáticamente", ha asegurado sin embargo en rueda de prensa Rasmussen.

"Hemos pedido a nuestros militares que lleven a cabo la planificación necesaria para que estén preparados en caso de cualquier eventualidad", ha recalcado, insistiendo en que se trata de una planificación "necesaria" y "prudente" para permitir a la OTAN actuar "rápidamente" en caso de recibir "una petición".

Aunque formalmente se solicitó el viernes pasado al Comité Militar de la OTAN, que reúne a los responsables militares aliados, comenzar los preparativos necesarios para atender una petición de intervención de la OTAN, Rasmussen ha dejado claro este lunes que ello requerirá un mandato de la ONU, preguntado sobre si valdría un acuerdo unánime de los Veintiocho sin mandato de la ONU para intervenir.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, se mostró partidaria la semana pasada de solicitar a los aliados que los aviones de control y vigilancia AWACS de la OTAN "acudan pronto frente al espacio aéreo libio" para así poder "conocer qué sucede en el país" y que buques de 'Operación Active Endeavour' de la Alianza "se trasladen al espacio central del Mediterráneo", con el objetivo de "poder supervisar qué está sucediendo en sus costas".

Por su parte, Estados Unidos y Reino Unidos se encuentran entre los países que más defienden decretar una zona de exclusión aérea, aunque todos los aliados son conscientes de que la medida requeriría un mandato de la ONU, han explicado fuentes diplomáticas.

Sobre el decreto de una zona de exclusión aérea, Rasmussen ha admitido que constituye una cuestión compleja y "una operación militar claramente, de modo que debería basarse en un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU" y ha asegurado que de momento la Alianza Atlántica no ha recibido "ninguna petición" de intervención, aunque ha tomado "buena nota" de las declaraciones del secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, a favor de decretar una zona de exclusión aérea.

"Hemos indicado que estamos listos para apoyar una zona de exclusión aérea si el señor Gadafi continúa atacando la población civil en Libia", ha explicado.

"Asumo que cualquier operación de la OTAN se llevaría a cabo en concordancia y consonancia con un mandato de la ONU", ha precisado, reconociendo que el actual mandato de la ONU para aplicar un embargo de armas a Libia "no autoriza la fuerza militar", preguntado si la OTAN lanzará un bloqueo naval para garantizar el cumplimiento del embargo de armas.

"Es de máxima importancia garantizar una coordinación estrecha entre la OTAN, la UE y otras organizaciones internacionales. Igualmente creo que es de máxima importancia centrarse en la total aplicación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, incluido el embargo de armas y el suministro de la ayuda humanitaria", ha precisado. "No tenemos ninguna indicación de que nuestra asistencia sea necesaria por el momento", ha insistido.

Rasmussen, que ha conversado en los últimos días con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, así como con el secretario general de la Liga Árabe, Amer Mussa y el secretario general de la Unión Africana, Jean Ping, ha reconocido que la OTAN es consciente de la existencia de "sensibilidades" en el mundo árabe contrarias a una intervención militar de "fuerzas extranjeras" en Libia, pero ha insistido en que si el régimen del coronel Muamar Gadafi "continúa atacando sistemáticamente a la población, puede constituir crímenes contra la humanidad".
Crisis humanitaria

"Esto es una crisis humanitaria en nuestro patio que nos preocupa a todos", ha recalcado el secretario general aliado, que ha vuelto a condenar "firmemente" el uso de la fuerza del régimen contra la población civil, ha calificado de "escándalo" las violaciones contra los Derechos Humanos cometidos contra la población y ha instado a Trípoli a "cumplir las demandas legítimas" de su pueblo y acepte "una transición pacífica a la democracia". "Ya no es posible reprimir la voluntad del pueblo, la libertad prevalecerá", ha insistido.

Rasmussen ha adelantado que los ministros de Defensa analizarán el próximo jueves en Bruselas la situación en Libia y la región de Oriente Próximo para analizar lo que puede hacer la OTAN para ayudar a algunos países de la zona "en este periodo de transición a la democracia", en presencia de la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, invitada a la sesión sobre Libia.


Los activistas tunecinos: de la revolución política a la humanitaria


Miles de activistas que protagonizan la revolución en Túnez han vuelto en los últimos días sus ojos al sur para ayudar a los refugiados de Libia, en una movilización humanitaria que tampoco tiene precedentes en este país.

Tras obligar esta semana a dimitir al primer ministro tunecino, Mohamed Ganouchi, miles de activistas se han dirigido a la frontera con Libia para atender a los desplazados de ese país, una iniciativa que, dicen, forma parte también de su revolución por "la dignidad".

Desde hace 48 horas, son incesantes las caravanas de solidaridad de jóvenes revolucionarios tunecinos que parten por carretera en turismos, todoterrenos y camiones hacia este puesto fronterizo con mantas, colchones, comida y agua para auxiliar a los refugiados.

Todos los vehículos enarbolan la bandera tunecina y algunos, la antigua enseña monárquica libia de tres franjas, verde, negra y roja, que han hecho suya los rebeldes que desde hace quince días combaten en el país limítrofe el régimen de Muamar el Gadafi.
Movilización espontánea

Igual que el proceso revolucionario que en enero obligó a huir al presidente Zin Al Abedin Ben Ali y ha proseguido esta semana con la dimisión de Ganouchi, la movilización ha surgido en Túnez de manera espontánea, sin responder a organizaciones ni partidos.

Ryad Zambouli, que participó en la sentada que condujo a la dimisión del ex primer ministro tunecino, aseguró que "la idea aquí se nos ocurrió durante la manifestación contra Ganouchi. Decidimos que, si lo tumbábamos, lo siguiente que haríamos sería venir aquí".

Argumentó que "son asuntos complementarios, no se puede entender uno sin el otro. La revolución política y la movilización humanitaria forman parte de nuestro mismo combate por la dignidad y la libertad, por la emancipación de los pueblos".

Junto a varios compañeros, Zambouli ha montado en el puesto fronterizo una tienda de campaña en la que se reparte bocadillos y botellas de agua a los refugiados que llegan del territorio libio, en un flujo que se ha ralentizado en los últimos días.

Según los grupos de ayuda humanitaria, alrededor de 100.000 refugiados han cruzado por Ras el Jedir desde el inicio de la rebelión en Libia pero la mayoría han sido repatriados y en la actualidad solo quedan unos 10.000 en el puesto fronterizo.

La mayor parte son trabajadores del subcontinente indio y el sudeste asiático cuyos países no tienen representación diplomática en Túnez por lo que su identificación entraña más dificultad que la de los árabes, que fueron los primeros en ser repatriados.

Lo que no ha detenido el ímpetu de los revolucionarios tunecinos, que no parecen distinguir entre lenguas, credos y razas.

"La lucha de esta gente es nuestra misma lucha. La lucha por la libertad, la dignidad, la solidaridad", dijo el administrativo Tebessi Imeb, que viajó a Ras el Jedir tras participar asimismo en la sentada que obligó a dimitir a Ganouchi en la capital tunecina.

"He venido con un grupo de amigos y hemos traído bidones de agua para los desplazados, da igual que sean árabes, del subcontinente indio o el sudeste asiático. Como nosotros durante mucho tiempo son víctimas de un régimen dictatorial de terror", afirmó Imeb.

"Queremos que en Occidente nos vean de otra manera. Durante mucho tiempo en Occidente solo han visto lo malo de nosotros. Ahora queremos que vean también lo bueno, que somos capaces de ayudar a quien sea, con independencia de su nacionalidad y su fé",explicó.

Añadió que "queremos que en Occidente sepan que somos ellos y que queremos exactamente lo mismo que ellos, llevar una vida normal".

"Lo queremos para nosotros, y lo queremos para todos", apostilló.

Fuente Diario "EL MUNDO"

La OTAN vigila Libia las 24 horas del día con aviones espía

La Alianza Atlántica lanza un aviso a Gadafi para que frene los ataques sistemáticos.- Obama advierte a los seguidores del dictador de que "responderán por sus actos".- Reino Unido y Francia plantearán al Consejo de Seguridad la creación de una zona de exclusión aérea.- La UE prepara nuevas sanciones

La OTAN ha desplegado un plan de vigilancia aérea las 24 horas del día en Libia con aviones de reconocimiento AWACS. De acuerdo con la explicación del embajador estadounidense ante la OTAN, Ivo Daalder, se ha tomado la decisión de reforzar el control con estos aviones para disponer de "una imagen más precisa de lo que realmente está pasando en esta parte del mundo". Los AWACS (Airborne Warning and Control System o Sistema de Alerta y Control Aerotransportado) disponen de un radar capaz de cubrir más de 300.000 kilómetros cuadrados y los datos obtenidos por su sistema de alerta temprana se envían inmediatamente a todos los países de la OTAN.

Horas antes de este anuncio, la Alianza Atlántica incrementó la presión sobre el régimen de Muamar el Gadafi. El secretario general de la organización militar, Anders Fogh Rasmussen, ha exigido a Libia una transición hacia la democracia y ha advertido de que habrá una reacción internacional si continúa usando la violencia. "Si Gadafi y su Ejército siguen atacando sistemáticamente a la población, no puedo imaginar que la comunidad internacional se quede mirando", según Rasmussen, quien ha añadido: "Mucha gente en todo el mundo se verá tentada a decir: hagamos algo para detener esta masacre".

Posteriormente, Barack Obama se ha expresado en una línea parecida y ha asegurado que la OTAN está valorando "potenciales opciones militares" ante la crisis libia. El presidente de EE UU ha lanzado además una advertencia a los seguidores de Gadafi: "Quiero decir a los que están con él, de que depende de ellos tomar la decisión sobre cómo quieren operar de aquí en adelante y tendrán que responder por cualquier violencia que siga habiendo allí".

En paralelo a las manifestaciones de Rasmussen y Obama, la Unión Europea ha acordado extender sus sanciones contra Libia y, en especial, para bloquear los recursos de algunas entidades controladas por el régimen, han informado fuentes diplomáticas. Los Veintisiete ya tienen en marcha medidas restrictivas -prohibición de viajes y congelación de activos financieros- contra Gadafi y 25 personas de su entorno y estudian ahora la ampliación de esa lista y la inclusión en ella de personas jurídicas. Las nuevas sanciones se adoptarían, según esas mimas fuentes, a lo largo de esta semana y afectarían, en un principio, a la Autoridad de Inversión Libia, un fondo soberano con participaciones en importantes empresas internacionales.

En opinión del máximo dirigente de la OTAN, en Libia se pueden estar cometiendo "crímenes contra la humanidad". El planteamiento es similar al del fiscal de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno-Ocampo, quien ha abierto una investigación contra el coronel y sus máximos colaboradores.

Rasmussen ha puntualizado, sin embargo, que la OTAN no tiene por el momento prevista una actuación militar y ha insistido en que intervendrá siempre y cuando se le solicite y cuente con un mandato apropiado de la ONU. "Hemos pedido a nuestros militares que lleven a cabo la planificación necesaria para que estén preparados en caso de cualquier eventualidad", ha subrayado. Simultáneamente, el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, ha advertido de que cualquier intervención militar extranjera en la crisis en Libia necesita contar con "respaldo internacional". Mientras, el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney ha confirmado que una de las opciones que estudia el Gobierno de EE UU es armar a los rebeldes, aunque ha matizado que es una más entre varias posibilidades que por el momento están sobre la mesa.

Pese a que formalmente se solicitó el viernes pasado al comité militar de la OTAN comenzar los preparativos necesarios para atender una petición de intervención, Rasmussen ha dejado claro que esto requerirá la recomendación de Naciones Unidas. "Asumo que cualquier operación de la OTAN se llevaría a cabo en concordancia y consonancia con un mandato de la ONU", según el máximo responsable de la Alianza, quien ha recordado que la resolución sobre Libia aprobada por el momento por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no prevé el uso de la fuerza.

Zona de exclusión aérea

Rasmussen ha advertido además que decretar una zona de exclusión aérea sobre Libia constituye una cuestión "compleja" y ha asegurado que de momento la Alianza Atlántica no ha recibido ninguna petición de intervención. Reino Unido y Francia están preparando un proyecto de resolución que presentarán esta semana ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para imponer una zona de exclusión aérea, según han informado fuentes diplomáticas. Los Estados árabes del Golfo han sumado esta tarde su apoyo a la inmediata puesta en marcha de una zona de exclusión aérea.

La posibilidad de que la comunidad internacional cree una zona de exclusión aérea para ayudar a los rebeldes ha recobrado hoy fuerza tras el anuncio del apoyo de los países árabes, en un momento en el que Gadafi ha intensificado sus contraataques en el este del país. Las fuerzas leales al régimen libio intentan hoy recuperar Ras Lanuf, el enclave petrolero que cayó en manos de los rebeldes hace tres días, y su aviación bombardea desde hace horas las inmediaciones del lugar.

La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, ha sido enviada este fin de semana a Trípoli en una misión de carácter técnico, según lo ha calificado hoy la Comisión. "No tendrá contactos políticos" ni con el régimen de Gadafi, ni con los representantes de la oposición. La misión de observación cuenta con unos cinco expertos que han llegado a Trípoli tras conseguir que las autoridades les dieran visados y no está claro si visitarán otras zonas antes de regresar a Bruselas. Sus encuentros se limitarán a "ONG y personas sobre el terreno en el país", ha resumido el portavoz de Ashton, Michael Mann.

Los contraataques de Gadafi frenan la ofensiva rebelde en Libia

Las tropas leales al dictador recuperan Bin Yauad y bombardean Ras Lanuf.- Gadafi continúa con su asedio a Zauiya, donde la escasez de alimentos, medicinas y armas merma a los sublevados.- Los opositores reclaman bombardeos selectivos de Occidente para frenar a Gadafi

Las tropas leales a Muamar el Gadafi han lanzado una serie de contraataques contra las ciudades controladas por los rebeldes al oeste y al este de Libia, una estrategia que incrementa el temor a que Libia acabe sumida en una guerra civil larga y de consecuencias imprevisibles. Nada en el país magrebí apunta en estos momentos a que el levantamiento contra el régimen de Gadafi acabe con una dictadura de cuatro décadas. Los mercenarios del coronel están cada vez más fuertes y los insurgentes, pese a su estado permanente de ebullición, parecen languidecer ante el embate de las tropas del dictador, mejor preparadas y con más armamento. Aunque la revuelta libia tiene su origen en las revoluciones democráticas de Túnez y Egipto, el panorama sobre el terreno se aleja cada vez más de lo que ocurrió en esos países vecinos y se asemeja a la violencia del Irak post Sadam.

Las fuerzas del dictador continúan este lunes con su asedio sobre Zauiya, la ciudad estratégica situada a 50 kilómetros al oeste de Trípoli. Esta plaza está controlada por los rebeldes, pero la escasez de agua y alimentos ya es acuciante, y a ella se ha unido en las últimas horas la falta de armamento. Ante esta situación, los leales a Gadafi han incrementado el castigo sobre el enclave, crucial para avanzar hacia una hipotética conquista de la capital libia, un objetivo cada vez más lejano para los líderes rebeldes si no cuentan con ayuda militar extranjera.

Bombardeos en Ras Lanuf

La situación para los sublevados al este, la zona del país donde primero y con más fuerza cuajó la insurrección, tampoco es boyante. En Misrata, situada a 200 kilómetros al este de Trípoli, el mando rebelde mantiene a duras penas su control, pero el castigo de las brigadas que dirige Jamis Gadafi, hijo del sátrapa, ha dejado mella. Un médico del hospital de esa ciudad ha asegurado a EL PAÍS que los combates han dejado 23 muertos. La población vive con angustia la ofensiva de Gadafi, que al igual que en Zauiya, ha empleado artillería, cohetes y fuego de mortero. Más al oeste, en la ciudad petrolífera de Ras Lanuf, los habitantes también tienen miedo porque consideran que el Ejército libio no ha dicho aún su última palabra.

De hecho, este mediodía un avión de combate ha bombardeado las proximidades de Ras Lanuf después de que testigos hubieran relatado que fuerzas leales a Gadafi estaban avanzando hacia el este desde la ciudad portuaria. "Un avión disparó dos cohetes sin causar muertos", ha indicado Mojtar Dobrug, un combatiente rebelde que fue testigo del bombardeo, en declaraciones a Reuters. El bombardeo se produjo en uno de los dos puestos de control de la ciudad.

Muchas personas están abandonando en coche esta ciudad con sus pertenencias y los rebeldes han movido su arsenal a un punto indeterminado del desierto por miedo al ataque, informa Reuters. "Hemos escuchado que nuestras posiciones van a ser bombardeadas, por lo que hemos escondido nuestras armas", ha asegurado un miliciano rebelde a Reuters desde Ras Lanuf. Otro ha añadido: "Las hemos llevado al desierto". Un tercer rebelde ha asegurado que los insurgentes se habían replegado al desierto para preparar un nuevo ataque a Bin Yauad que les permita despejar el camino hacia la conquista de Sirte.

Hoy hay poca presencia de rebeldes en la carretera principal que une Ras Lanuf, a 660 kilómetros de Trípoli, con Bin Yauad, que ayer vivió los combates más encarnizados. Las unidades de Gadafi lanzaron duros ataques contra esa ciudad situada en el camino hacia Sirte, el feudo natal del dictador. El castigo obligó a los opositores a replegarse a Ras Lanuf, fracasando así en su asalto al bastión de Gadafi.

Los uniformados enviados por Gadafi han recuperado este lunes el control de Bin Yauad y preparan su asalto a Ras Lanuf, a escasos 40 kilómetros al oeste, según testigos citados por Reuters. "Fui a Bin Yauad y a 20 kilómetros de la ciudad se veía una columna de camiones y vehículos militares y hasta un caza avanzando lentamente en esa dirección", ha dicho un testigo.

En el extremo occidental del país, en Bengasi, la capital de los rebeldes, la situación también es de incertidumbre. La euforia por una victoria temprana se ha evaporado. El Consejo Nacional que dirige la ciudad desde la estampida de los militares se encuentra en una encrucijada. No sabe si reforzar el frente rebelde con el envío de más hombres o atrincherarse en la ciudad ante los rumores crecientes de que Gadafi prepara un golpe.

Un portavoz de las fuerzas antigubernamentales ha reclamado a Occidente que lleve a cabo bombardeos selectivos contra objetivos militares de Gadafi, por temor a que el presidente libio actúe como "un lobo herido" y ataque los yacimientos petroleros del país. "Occidente tiene que actuar o este loco (Gadafi) hará algo a los pozos petroleros. Es como un lobo herido. Si Occidente no interviene con bombardeos aéreos tácticos podría dejar fuera de juego los yacimientos durante un largo periodo de tiempo", ha advertido Mustafá Gheriani, portavoz de los rebeldes en Bengasi.

Objetivo: Sirte

La diana de los insurgentes es Sirte, la capital que vio nacer al dictador, a medio millar de kilómetros de Trípoli. Será un hueso durísimo de roer, si alcanzan sus puertas. Los soldados leales a Gadafi y sus milicias, apoyados por helicópteros y tanques, atacaron con saña esas dos poblaciones, y también Misrata. Los muertos se cuentan por decenas. La guerra, ya abierta, se recrudece cada jornada que pasa.

Los dictadores árabes de países con un arraigado componente tribal acostumbran a otorgar prebendas, altos cargos y contratos a los miembros de sus extensas familias, en el sentido árabe de la palabra. Y construyen hospitales, carreteras, viviendas e infraestructuras en sus regiones de origen, mientras otras -donde están implantadas tribus rivales o distintos grupos étnicos o religiosos- padecen un abandono sangrante. Sadam Husein fue un benefactor para Tikrit, su feudo en el norte de Irak. El megalómano Muamar el Gadafi trasladó a Sirte varios ministerios, construyó en mármol el Palacio de Congresos más grande del norte de África. E incluso, qué sarcasmo, logró para su cuna la sede del Fondo de Naciones Unidas para la Democracia. Por eso Sirte está en el punto de mira. Su caída supondría un revés devastador para Gadafi, un golpe psicológico crucial y dejaría el camino expedito hacia Trípoli. De ahí, que a nadie extrañaría que la guerra que libran los insurrectos se estancara en esta ciudad que acoge una enorme base militar. Su importancia estratégica es indiscutible. Aunque en otros frentes también se suceden las refriegas.

El ministro de Exteriores británico asegura que la detención de diplomáticos en Libia fue un "grave malentendido"

William Hague comparece en la Cámara de los Comunes para admitir que él autorizó personalmente la operación

La detención de un equipo diplomático británico en Libia, que entró en el país escoltado por unidades de las fuerzas especiales de asalto (SAS), fue un "grave malentendido", ha afirmado hoy el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, William Hague.

Durante una comparecencia en la Cámara de los Comunes, Hague ha admitido que él autorizó personalmente la operación y ha explicado que la misión "fue retirada ayer (domingo) tras un grave malentendido sobre su papel, lo que condujo a su detención temporal".

El secretario del Foreign Office ha destacado que, después de que los grupos opositores en el este de Libia formaran el sábado un consejo nacional interino en Bengasi, su departamento se puso en contacto con miembros del mismo, que "acogieron de manera positiva la idea de una misión diplomática británica a Libia".

"Este compromiso es de vital importancia para conseguir un mejor entendimiento de la situación política, militar y humanitaria sobre el terreno", ha argumentado el ministro, quien ha precisado que la incertidumbre en Libia recomendó la escolta militar de la misión diplomática.

Según sus palabras, se trataba "de incrementar los contactos iniciales y de evaluar las posibilidades de un diálogo diplomático". Hague ha asegurado que la situación que condujo a la detención quedó resuelta y que los diplomáticos pudieron finalmente entrevistarse con el presidente del consejo, Mustafa Abdel-Jalil. No obstante, Hague ha dicho que "lo mejor para este equipo claramente fue retirase", pero que la intención del Gobierno de Londres es enviar nuevas misiones diplomáticas al este de Libia "a su debido tiempo".

La oposición laborista se ha mofado del fracaso de la misión y el portavoz de Asuntos Exteriores, Douglas Alexander, ha manifestado que lo ocurrido es una muestra de la incapacidad del Gobierno. "Creo que hablo en nombre de muchos cuando digo que la noticia de que personal diplomático y militar británico estaba retenido (en Libia) se vio como un nuevo revés para el Reino Unido y suscitó preguntas sobre la capacidad de control y de respuesta del Gobierno a la situación que se desarrolla en Libia", ha afirmado Alexander.

Fuente Diario "EL PAÍS"

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